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lunes, 21 de junio de 2010

LOS PERIODISTAS TAMBIEN VAN AL CIELO


Los periodistas también van al Cielo
Publicado por admin en Iglesia en Europa

Los periodistas también van al Cielo, si se empeñan y son buenos cristianos. Pueden llegar a ser santos como lo ha demostrado este fin de semana la Iglesia católica que elevó a la dignidad de beato al español Manuel Lozano Garrido, “Lolo” para sus amigos. Laico, periodista pero también joven militante de la Acción Católica, enfermo, discapacitado y hasta ciego. Nunca dejó su pluma y, sobre todo, siempre buscó la Verdad.

Figura poco conocida para el gran público, su ejemplo inspira a quienes en el trabajo diario buscamos humildemente aportar a la reflexión, al debate y a la libertad de conciencia. Escritor nato, forjó sus contribuciones desde el corazón y parió, desde su alma, el “decálogo del periodista”, la “oración del periodista” y el grupo Sinaí, una red de oración de enfermos que diariamente encomendaban en sus intenciones a un medio de comunicación.

Su espíritu genial lo llevó a superar, con mucho esfuerzo y no menos dolor, todas su silla de ruedas, su imposibilidad de escribir con sus manos y su ceguera, pese a la cual mantuvo intacta su fructífera dimensión de periodista.

Cuando fundó su “mesa redonda”, para la cual recibió permiso para tener la misa en su casa pidió emocionado a su hermana: “Tráete la máquina de escribir”. “¿Para qué ahora? ¡Estás loco!”, replicó ella. Él respondió: “¡Que sí, ea; aprisa, te la traes y la metes debajo de la mesa, para que así el tronco de la Cruz se clave en el teclado y eche allí mismo sus raíces!“. Hoy por hoy son nuestras computadoras personales, grabadoras, nuestros celulares y micrófonos los que necesitan, con urgencia, que la Cruz se clave en ellos, justo ahí, el corazón pulsante del periodismo moderno.

“Lolo” dio un paso más en su camino a los altares el sábado 12 de junio en la catedral de Linares (España) donde el enviado papal, Angelo Amato, presidió la beatificación. Casi a manera de declaración y promesa, porque nadie inventa el hilo negro o el agua tibia, aquí comparto el decálogo del periodista del primer beato de la información, mártir de la vida, Manuel Lozano Garrido:

I.- Da gracias al ángel que clavó en tu frente el lucero de la Verdad y lo bruñe a todas horas.

II.- Cada día alumbrarás tu mensaje con dolor, porque la Verdad es un ascua que se arranca del cielo y quema las entrañas para iluminar, pero tú cuida de llevarla dulcemente hasta el corazón de tus hermanos.

III.- Cuando escribas, lo has de hacer: de rodillas para amar, sentado para juzgar, erguido y poderoso, para combatir y sembrar.

IV.- Abre pasmosamente tus ojos a lo que veas y deja que se te llene de sabia y de frescura el cuenco de las manos, para que los otros puedan tocar ese milagro de la vida palpitante cuando te lean.

V.- El buen peregrino de la palabra pagará con moneda de franqueza la puerta que se le abre en la hospedería del corazón.

VI.- Trabaja el pan de la limpia información con la sal del estilo y la levadura de lo eterno y sírvela troceada por el interés, pero no le usurpes al hombre el gozo de saborear, juzgar y asimilar.

VII.- Árbol de Dios, pídele que te haga roble, duro e impenetrable al hacha de la adulación y el soborno, pero con tu frente en las ramas a la hora de la cosecha.

VIII.- Si a tu silencio se llama fracaso porque la luz falta a la cita, acepta y calla. Pobre del ídolo que tiene los pies del barro de la mentira. Pero ojo a su vez, con la vanagloria del mártir cuando las palabras no suenan por cobardía.

IX.- Siégate la mano que va a mancillar, porque las salpicaduras en los cerebros son como sus heridas, que nunca se curan.

X.- Recuerda que no has nacido para prensa de colores. No confitería, ni platos fuertes: sirve mejor el buen bocado de la vida limpia y esperanzadora, como es.

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