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sábado, 17 de julio de 2010

LOS PLANES DE LOS ENEMIGOS DEL CATOLICISMO

LOS PLANES DE LOS ENEMIGOS DEL CATOLICISMO

 "En el mundo hallaréis tribulación, pero confiad, Yo he vencido al mundo" (Juan 16, 33)

El plan de los enemigos de la Iglesia Católica es motivado por un discurso como este:

¡A la horca, a la horca!
¡Malditos católicos!
¡Persigámoslos como siempre, eso sí, teniendo cuidado de no mostrar demasiado que somos unos turros!
¡Que nos cagamos en guita pero los acusamos de tener el Vaticano lleno de oro!
¡Que le quitamos la vida al niño por nacer pero los acusamos de asesinos!
 
¡Hablémosle de paz pero siempre teniendo en cuenta que les haremos la guerra!
 
Pero ojo.
Hay algo que no podemos dominar:
 
Nuestro principal problema son los que no se rinden
Nuestro principal problema son los que no se amedrentan
Nuestro principal problema son los que no se intimidan ante nuestros adjetivos.
Nuestro principal problema son los que no tienen complejo de inferioridad
Nuestro principal problema son los que militan
Nuestro principal problema son los que "piensan pugnativamente"
Nuestro principal problema son los que nos quitan la máscara
 
A esos, digámosle cualquier cosa, pero nunca toquemos las cuestiones de fondo. Si lo hacemos, ¡estamos perdidos! ¡Nos matan si discutimos racionalmente! Al contrario, debemos enlodar la discusión con palabras que no signifiquen nada pero que hagan que Doña Rosa tenga miedo, MIEDO.
 


 "En el mundo hallaréis tribulación, pero confiad, Yo he vencido al mundo" (Juan 16, 33)

El plan de los enemigos de la Iglesia Católica es motivado por un discurso como este:

¡A la horca, a la horca!
¡Malditos católicos!
¡Persigámoslos como siempre, eso sí, teniendo cuidado de no mostrar demasiado que somos unos turros!
¡Que nos cagamos en guita pero los acusamos de tener el Vaticano lleno de oro!
¡Que le quitamos la vida al niño por nacer pero los acusamos de asesinos!
 
¡Hablémosle de paz pero siempre teniendo en cuenta que les haremos la guerra!
 
Pero ojo.
Hay algo que no podemos dominar:
 
Nuestro principal problema son los que no se rinden
Nuestro principal problema son los que no se amedrentan
Nuestro principal problema son los que no se intimidan ante nuestros adjetivos.
Nuestro principal problema son los que no tienen complejo de inferioridad
Nuestro principal problema son los que militan
Nuestro principal problema son los que "piensan pugnativamente"
Nuestro principal problema son los que nos quitan la máscara
 
A esos, digámosle cualquier cosa, pero nunca toquemos las cuestiones de fondo. Si lo hacemos, ¡estamos perdidos! ¡Nos matan si discutimos racionalmente! Al contrario, debemos enlodar la discusión con palabras que no signifiquen nada pero que hagan que Doña Rosa tenga miedo, MIEDO.
 
¡Criminalicemos la Verdad!

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