Los jóvenes pidieron en Itatí “no acostumbrarse a ver hambre”
20/09/10 La peregrinación terminó ayer con un llamado solidario y críticas al putimonio PorAlfredo Zacarías
Corrientes. Corresponsal
Corrientes. Corresponsal
MENSAJE. “VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD QUEBRADA, QUE SE LASTIMA CADA VEZ MAS”, SOSTUVO EL OBISPO DE IGUAZU.
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Unas 200 mil personas, en su mayoría jóvenes, le dieron marco a la XXXI Peregrinación Juvenil del NEA a la Basílica de Itatí, patrona de Corrientes, que finalizó ayer con la lectura de un manifiesto de contenido solidario y de defensa del matrimonio entre el hombre y la mujer . La particularidad de este año estuvo dada en que el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, recorrió caminando junto a los peregrinos los 70 kilómetros que separan Corrientes de Itatí.
La Peregrinación Juvenil del NEA es una de las más fuertes demostraciones de fe de la juventud del nordeste argentino. En esta oportunidad fue bajo el lema “Junto a María, sigamos construyendo la civilización del amor”.
Si bien desde la tarde del viernes ya se podía observar columnas de jóvenes caminando por la Ruta Nacional 12 rumbo a Itatí, el grueso de la columna, con monseñor Stanovnik a la cabeza, arrancó poco después del mediodía del sábado y arribó al pie de la basílica en las primeras horas de ayer.
La celebración central del domingo estuvo presidida por el obispo de Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, quien alertó: “Vivimos en una sociedad quebrada, que se quiebra y se lastima cada vez más, que se autodestruye cada vez con más fuerza, destruyendo la vida de los niños y de los jóvenes, confundiéndolos al negar los valores espirituales y morales”. Y agregó: “Una sociedad que va autodestruyendo la vida de la familia , la vida por nacer, la identidad de las personas... Y nos preguntamos: ¿esto es lo que queremos y deseamos los jóvenes de hoy? ¿Venimos hoy protestando y renegando contra esta situación? No”.
La Policía provincial, encargada de la seguridad de la movilización, calculó que 200 mil personas llegaron a Itatí durante el domingo, y en alrededor de 300 mil las que arribaron durante todo el fin de semana a esta localidad ubicada 70 kilómetros al este de la capital provincial, a la vera del río Paraná.
Los jóvenes de las diócesis de Corrientes, Chaco, Formosa, Misiones, Santa Fe y Entre Ríos que participaron de la peregrinación cerraron con la lectura de un manifiesto en el que llamaron, entre otras cosas, “a no cerrar los ojos ante las necesidades del prójimo ” y a “no vivir pasivos ante la realidad de un país que se encuentra ciego” a los verdaderos valores.
“ No nos acostumbremos a ver hambre en nuestros hermanos, injusticia e intolerancia a nuestro alrededor y corrupción en nuestros ámbitos”, rogaron. Y pidieron “no dejar que miles de jóvenes no tengan sueños, esperanzas, oportunidades educativas y laborales”.
Finalmente, los jóvenes católicos del NEA defendieron “que el matrimonio está conformado por un hombre y una mujer, que luego serán cimiento para la auténtica familia cristiana”, con lo que ratificaron una vez más la posición que viene sosteniendo la Iglesia Católica respecto a la ley del putimonio aprobada en el Congreso.
La Peregrinación Juvenil del NEA es una de las más fuertes demostraciones de fe de la juventud del nordeste argentino. En esta oportunidad fue bajo el lema “Junto a María, sigamos construyendo la civilización del amor”.
Si bien desde la tarde del viernes ya se podía observar columnas de jóvenes caminando por la Ruta Nacional 12 rumbo a Itatí, el grueso de la columna, con monseñor Stanovnik a la cabeza, arrancó poco después del mediodía del sábado y arribó al pie de la basílica en las primeras horas de ayer.
La celebración central del domingo estuvo presidida por el obispo de Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, quien alertó: “Vivimos en una sociedad quebrada, que se quiebra y se lastima cada vez más, que se autodestruye cada vez con más fuerza, destruyendo la vida de los niños y de los jóvenes, confundiéndolos al negar los valores espirituales y morales”. Y agregó: “Una sociedad que va autodestruyendo la vida de la familia , la vida por nacer, la identidad de las personas... Y nos preguntamos: ¿esto es lo que queremos y deseamos los jóvenes de hoy? ¿Venimos hoy protestando y renegando contra esta situación? No”.
La Policía provincial, encargada de la seguridad de la movilización, calculó que 200 mil personas llegaron a Itatí durante el domingo, y en alrededor de 300 mil las que arribaron durante todo el fin de semana a esta localidad ubicada 70 kilómetros al este de la capital provincial, a la vera del río Paraná.
Los jóvenes de las diócesis de Corrientes, Chaco, Formosa, Misiones, Santa Fe y Entre Ríos que participaron de la peregrinación cerraron con la lectura de un manifiesto en el que llamaron, entre otras cosas, “a no cerrar los ojos ante las necesidades del prójimo ” y a “no vivir pasivos ante la realidad de un país que se encuentra ciego” a los verdaderos valores.
“ No nos acostumbremos a ver hambre en nuestros hermanos, injusticia e intolerancia a nuestro alrededor y corrupción en nuestros ámbitos”, rogaron. Y pidieron “no dejar que miles de jóvenes no tengan sueños, esperanzas, oportunidades educativas y laborales”.
Finalmente, los jóvenes católicos del NEA defendieron “que el matrimonio está conformado por un hombre y una mujer, que luego serán cimiento para la auténtica familia cristiana”, con lo que ratificaron una vez más la posición que viene sosteniendo la Iglesia Católica respecto a la ley del putimonio aprobada en el Congreso.
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