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domingo, 9 de enero de 2011

¿ POR QUÉ ESTOY EN EL MUNDO ?

 

¿Por qué estoy en el mundo?

paso por la vida
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¿Por qué estoy en el mundo?

Estoy en este mundo porque Dios me creó, porque me quiere. Y así he vivido 20, 30, 40 o más años, envuelto, cobijado por su amor. Me creó para algo importante, no para el egoísmo. No para la mediocridad, menos todavía para la desdicha. Me creó para ser feliz aquí y allá, para ser útil, para hacer algo útil .

A estas alturas de la vida, ¿cómo habré realizado el sueño de Dios? ¿Qué sentido tiene para mí la vida? Soy su criatura, todo es regalo de Dios en mí, existo de favor y de cariño de un Creador, y los siguientes días de mí vida seguiré viviendo por el cariño de mi Creador .

Hay un Ser que mantiene en movimiento mi corazón, que tiene encendida mi inteligencia, que mueve mi voluntad.

Decía un famoso convertido: "Desde hace 25 años la realidad mas radiante de mi vida es esta: Dios existe y me ama". Eso, tu y yo lo podemos decir con idéntica razón .

Hoy quiero doblar mi rodilla ante mi Hacedor, y recordarme a mí mismo lo que quizá tenía olvidado: "No tengo nada, no soy dueño de nada, ni de mi cuerpo, ni de mi inteligencia, ni del día que estoy viviendo, ni de la tierra que piso. Todo esto es "made in heaven", todo esto es don del Cielo, todo es regalo".

¡Gracias!, tendría que ser una de las palabras más repetidas, más maravillosas que debería decir todos los días, todas las horas; gracias al amanecer, gracias al medio día, gracias al atardecer, gracias por este día, por los días que están por venir .

Quiero agradecerte dentro de ese templo hermosísimo, impresionante que es tu Creación: "El mundo".

"Sabemos que el universo es el mejor libro para estudiar a Dios, sabemos que la bóveda del cielo en una noche estrellada es el mejor claustro para hacer oración, hemos escuchado la infinitamente bella sinfonía de las flores, de las estrellas, del paisaje, de los amaneceres, de las noches de luna precedidas por crepúsculos perfumados por la pureza de las flores silvestres; a los que poseemos el don de la fe, todo esto nos da un auténtico sentido de seguridad personal, un equilibrio y una armonía casi perfecta en ese otro pequeño infinito universo de nuestro humilde ser .

Pero, con qué mirada tan diversa miran el mundo lo que viven sin fe. Ni las estrellas, ni el paisaje, ni la aurora, ni el crepúsculo, ni las noches de luna, dicen nada a su alma; viven soñando en su grandeza, poseídos de su autosuficiencia, esforzándose por crear cada día su felicidad personal, hasta que una mañana, o una noche, se dan cuenta que no son verdaderamente felices, porque en el universo de su ser, hay algo que rompe la armonía dejándolos con un vacío inconmensurable .

No pueden apoyarse en su inteligencia, ni en su belleza, ni en sus placeres, porque todo es una sombra inconsistente. Ríen y ríen... pero nada más, porque la risa no solo es símbolo de felicidad sino también máscara de tragedia; contemplan sin cambio de ritmo los días y las noches, las estaciones y los años. Su alma creada para el infinito no tiene más salida que anclarse en la monotonía existencial, el descanso aparente, la indiferencia, la pasividad, el disgusto y la íntima amargura" .

Cada día es una nueva vida. Una nueva vida me ofrece Dios al despertar. Gracias debiera ser la primera palabra con la que abrimos los ojos .

 Bendito sea el Señor  en el día de ayer murió mi madre , te pido mi Señor , que te olvides de todos sus pecados y faltas que en su vida cometió por ignorancia, y según la grandeza de tu misericordia, acuérdate de ella en el esplendor de tu gloria, ruego a San Miguel Arcángel, caudillo de la milicia celestial, al apóstol san Pablo , que mereció ser vaso de elección , al apóstol san Juan, apóstol querido , a quien fueron revelados los secretos del cielo ,rueguen por ella todos los santos Apóstoles, a quienes Dios concedió el poder de absolver y de retener los pecados; intercedan por ella todos los santos y elegidos de Dios , que sufrieron en este mundo por el nombre de Jesucristo ; a fin de que , libre de los lazos de la carne , merezca entrar en la gloria del reino celestial , por la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos . Amén

Jorge Calderón

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