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jueves, 12 de mayo de 2011

COMO EL BEATO ESTÁ DE MODA DEBEMOS CONOCER SUS OBRAS

¡Juan Pablo II le pidió a San Juan Bautista que protegiera al islam!

El 21 de marzo de 2000, Juan Pablo II le pidió a San Juan Bautista para que protegiera el islam (la religión de los musulmanes), que niega a Cristo y a la Trinidad, y mantiene a ciento de millones de almas en las tinieblas del diablo.

Juan Pablo II, 21 de marzo de 2000:
“Que San Juan Bautista proteja el islam y al pueblo de Jordania…”[41].

Esto es pedirle a San Juan Bautista que proteja la negación de Jesucristo y la condenación de las almas.

iglesia catolica

El 12 de abril de 2000, Juan Pablo II se reunió con el rey de Marruecos, un descendiente del falso profeta del islam, Mahoma. Juan Pablo II le preguntó “¿Usted es un descendiente del profeta, no es así?”[42].

La apostasía de Juan Pablo II en la mezquita

El 6 de mayo de 2001, culminó su apostasía acumulada del año con los musulmanes al viajar y asistir a la “Gran Mezquita Omeya” de Damasco. En la mezquita Juan Pablo II se quitó los zapatos como gesto de reverencia en el templo de la infidelidad.

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En la foto superior izquierda, vemos a Juan Pablo II entrando en la “Gran Mezquita Omeya” de Damasco, el 6 de mayo de 2001. En las otras fotos lo vemos en la mezquita con el infiel gran jeque Sheikh Ahmad Kfutaro. En la mezquita Juan Pablo II se sentó en una silla idéntica a la del gran jeque infiel. Esta es la declaración que ese día hizo Juan Pablo II a los musulmanes:

Juan Pablo II, Discurso a los musulmanes de la mezquita, 6 de mayo de 2001: “Es en las mezquitas e iglesias que las comunidades musulmana y cristiana forman su identidad religiosa, (…) ¿Qué sentido de identidad se les inculca en los jóvenes cristianos y musulmanes en nuestras iglesias y mezquitas? Es mi ardiente esperanza que los líderes religiosos y maestros musulmanes y cristianos presentarán nuestras dos grandes comunidades en un respetuoso diálogo, nunca más como comunidades en conflicto”[43].

Es muy interesante notar que el califato “Omeya” (una línea de gobernantes musulmanes), a cuya mezquita asistió Juan Pablo II, fue una línea de gobernantes que estuvo enormemente involucrada en la guerra de 700 años contra la España católica.

“Abderrahmán, fue el último sobreviviente de los Omeyas había sido gobernante de la España musulmana cerca de la época en que Fruela se convirtió en gobernante de la España cristiana. Por 759 años, los dos reyes se enfrentaron en Galicia”[44].

El hecho de que la mezquita a la que él asistió llevase el nombre de un grupo que es tan representativo de la lucha contra el cristianismo sólo añade insulto a su apostasía. La sangre de todos los fieles católicos que murieron luchando contra los Omeyas por la supervivencia de la España cristiana clama contra él.

Apocalipsis 17, 6: “Vi a la mujer embriagada con la sangre de los mártires de Jesús, y viéndola me maravillé sobremanera”.

Juan Pablo II enseña que los musulmanes y católicos tienen el mismo Dios

En unos capítulos atrás cubrimos la enseñanza herética del Vaticano II que dice que los católicos y musulmanes adoran al único Dios verdadero. Juan Pablo II repitió esta herejía del Vaticano II en innumerables ocasiones.

Juan Pablo II, Encíclica Sollicitudo rei socialis, # 47, 30 de diciembre de 1987:
“… y a quienes, como nosotros, creen en Dios justo y misericordioso, es decir, los musulmanes…”[45].

Juan Pablo II, Homilía, 13 de octubre de 1989:
“… los seguidores del islam que creen en el mismo Dios bueno y justo”[46].

Juan Pablo II, Homilía, 28 de enero de 1990:
“… nuestros hermanos y hermanas musulmanes (…) que adoran como nosotros al Dios único y misericordioso”[47].

Juan Pablo II, Audiencia general, 16 de mayo de 2001:
“… los creyentes del islam, a quienes estamos unidos por la adoración del único Dios”[48].

Juan Pablo II, Audiencia general, 5 de mayo 1999:
“Hoy me gustaría repetir lo que dije a los jóvenes musulmanes algunos años atrás en Casablanca: Creemos en el mismo Dios…’”[49].

Esto es una blasfemia y apostasía. Los musulmanes rechazan la Santísima Trinidad. Ellos no adoran al único Dios verdadero. Al afirmar que los católicos y musulmanes creen en el mismo Dios una y otra vez, Juan Pablo II niega la Santísima Trinidad sucesivamente. Por otra parte, llama la atención la especificidad con la que Juan Pablo II (al igual que el Vaticano) negó a Jesucristo en muchas de estas citas, por ejemplo:

Juan Pablo II, Nuevo Catecismo, párrafo 841: “… los musulmanes, que profesan tener la fe de Abraham y adoran con nosotros al Dios único y misericordioso que juzgará a los hombres al fin del mundo”[50].

Aquí nos encontramos con el catecismo de Juan Pablo II enseñando que el dios de los musulmanes (que no es Jesucristo) juzgará a los hombres al fin del mundo. Esto significa que Jesucristo no juzgará a la humanidad en el último día, sino que lo hará el dios de los musulmanes. Esta es una negación de la segunda venida de Jesucristo para juzgar a los vivos y los muertos.

Papa San Dámaso, Concilio de Roma, 382, can. 15: “Si alguno no dijere que Él [Cristo]… ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, es hereje”.

fuente.vc

2 comentarios:

  1. Dios profetizó que Ismael y gran parte de su descendencia árabe serian de un carácter “fiero” salvaje (o belicoso). Y que “su mano será contra todos, y la mano de todos contra él.” La vida de los Ismaelitas a través de todo el Antiguo Testamento ha sido una vida de hostilidad en contra del pueblo de Israel y aun hasta el día de hoy.

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  2. si existe el islam, es por q DIOS quiso q exista, nadie puede criticar la religion de otro, por q la fé es un don y se vive desde adentro.

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