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lunes, 1 de agosto de 2011

SAN PEDRO "AD VÍNCULA"

 Simón-Pedro, el pescador de Galilea a quien el Señor entregó las llaves del reino de los cielos y le confió su Iglesia, fue hecho prisionero en tres ocasiones; de las dos primeras lo liberó un ángel, y de la tercera lo sacaron sus verdugos para llevarlo a crucificar.
Este es el relato de su primer cautiverio: "Entonces intervino el sumo sacerdote y todos los suyos, los de la secta de los saduceos; y llenos de envidia, echaron mano a los apóstoles y los metieron en prisión públicamente. Pero el ángel del Señor, por la noche, abrió las puertas de la cárcel, los sacó y les dijo: -Vayan, preséntense en el Templo y comuniquen al pueblo todo lo referente a esta Vida-. Obedecieron, y al amanecer entraron en el Templo y se pusieron a enseñar" (Hch 5, 17-21).
Este, el de su segunda prisión y liberación: "Por aquel tiempo el rey Herodes echó mano de algunos de la Iglesia para maltratarlos. Hizo morir por la espada a Santiago, el hermano de Juan. Al ver que esto les gustaba a los judíos, se atrevió a prender también a Pedro. Eran los días de los Ázimos. Le apresó, pues, le metió en la cárcel y le confió a cuatro escuadras de cuatro soldados para que le custodiasen, con la intención de presentarle ante el pueblo después de la Pascua. Así pues, Pedro estabacustodiado en la cárcel, mientras la Iglesia oraba insistentemente por él a Dios. Cuando ya Herodes le iba a presentar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre los soldados, atado con dos cadenas; también unos centinelas ante la puerta custodiaban la cárcel. De pronto se presentó el ángel del Señor y la celda se llenó de luz. El ángel golpeó a Pedro en el costado, le despertó y le dijo: -Levántate aprisa-. Y cayeron las cadenas de sus manos. Le dijo el ángel: -Cíñete y cálzate las sandalias-. Así lo hizo. Añadió: -Ponte el manto y sígueme-. Salió y se disponía a seguirle. No acababa de darse cuenta de que era real cuanto hacía el ángel, sino que se figuraba ver una visión. Habiendo atravesado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. Esta se les abrió por sí misma. Salieron y recorrieron una calle. Y de pronto el ángel se apartó de él. Pedro volvió en sí y dijo: -Ahora me doy cuenta realmente de que el Señor ha enviado a su ángel y me ha librado de las manos de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos" (Hch 12, 1-11).
Pedro viajó a Roma en el año 42, en tiempos del emperador Claudio, y murió mártir en el año 67 durante la persecución de Nerón. De ello dan cuenta tres padres de la Iglesia: san Clemente de Alejandría, san Ireneo y Tertuliano. Fue arrojado a la cárcel Mamertina, una prisión subterránea, oscura y húmeda. Allí bautizó, junto con san Pablo a varios prisioneros, hasta que luego de ocho meses fue condenado a muerte luego de ser azotado. A Pablo lo llevaron a decapitar, a Pedro lo llevaron al monte Gianícolo para crucificarlo de cabeza.
En Roma es muy conocida la basílica de san Pedro del Vaticano, pero menos conocida es la basílica de San Pedro en cadenas, donde se conservan, en una urna de cristal, las cadenas de las dos últimas prisiones de Pedro
 LA IGLESIA DE SAN PEDRO IN VINCOLI
Esta bella iglesia de tres naves fue erigida sobre las Termas de Tito, y para ello fueron utilizados todos los materiales que se encontraban en el lugar, entre los cuales figuraban veinticuatro columnas dóricas, veinte de mármol y dos de granito. Las columnas dóricas, que separan las naves, muestran en sus canaletas algunas diferencias con la pura tradición dórica y fueron cortadas a la altura del techo, que en principio se construyó plano, reemplazando de esta manera a la cúpula tradicional alta (común en las otras iglesias). Luego el templo fue restaurado por el Papa Julio II, que efectuó cambios sustanciales. El nombre de la iglesia derivó de las cadenas, cuyo nombre latín era “vinculum”. El primer nombre de la Iglesia fue “San Pedro Encadenado”, cambiado luego por “San Pedro in Vincoli”, italianizando el término latino de cadena.
VISTA DESDE LA ENTRADA
Este templo se encuentra en el punto más alto del monte Esquilino, y fue construido en el año 450 durante el papado de León I el “Grande” (390/461), por orden de Eudosia, esposa de Valentiniano III (Emperador Romano de Occidente, (419/455), con la idea de conservar allí las cadenas con las cuales había sido atado el apóstol Simón (San Pedro) en Jerusalén, bajo el reinado de Herodes.

EL ALTAR DE LAS CADENAS

DETALLES DE LAS CADENAS

Las cadenas están colocadas en el altar de la Sacristía y habían sido regaladas a Eudosia por su madre, luego de su peregrinaje a Jerusalén.
(Eudosia, además de ser esposa del Emperador Romano de Occidente, era también hija de Teodosio II, Emperador Romano de Oriente).

Se daba además por cierto que el Papa León I poseía las cadenas con las cuales había sido atado, el mismo apóstol Pedro, en la prisión Mamertina de Roma, antes de su suplicio. Cuenta la leyenda que este Papa quiso agregar las cadenas romanas a las de Jerusalén y que éstas se unieron milagrosamente formando una sola cadena.



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