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martes, 6 de septiembre de 2011

MAL EJEMPLO, COMUNIÓN EN LA MANO

Fragmento tomado del libro ‘La Comunión de pie y en la mano’ del P. Arturo Eloy’, páginas 16, 17, 63-70.
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Las consignas que, ya desde la pasada centuria, ha estado proponiendo la masonería para destruir en poco tiempo la Iglesia, se basan en la destrucción del culto al Santísimo Sacramento. El culto al Santísimo Sacramento -razonan los masones- es el punto central y como el fundamento del culto católico; destruida esta base, el culto católico quedará destruido y todo el edificio del Catolicismo se vendrá por tierra.
“La Eucaristía es lo central en el Catolicismo -dice el Plan Maestro-, no se puede quitar que una vez, porque ningún católico lo aceptaría”.
“Pero propone un plan de ataque que es exquisitamente diabólico: lo primero, quitar lo más posible todo aspecto sagrado a la Eucaristía; que la gente no se arrodille para recibir la comunión, insistiendo en que es una comida y en que hay que hacerla en forma natural. Tomar la comunión en la mano ayudará también a quitarle ese sentido misterioso, divino, sagrado… es una comida… pues tomarla con la mano, normalmente, sin que le den a uno de comer… sólo a los niños les ponen la comida en la boca… y que se use pan común y corriente, sin misterios; que nada suene a sagrado, sino natural; que se coma, que se mastique, que se haga como en la Última Cena de Cristo” (Plan Maestro de la Masonería para destruir a la Iglesia, tal como lo ha sido dado a conocer en Nueva York por el Dr. Jerónimo Domínguez)
Pero los planes de la masonería para destruir el Catolicismo destruyendo el culto de los católicos no podrá realizarse sino desde el interior de la Iglesia, y para ello es indispensable contar con la colaboración de los sacerdotes. De allí la importancia de contar con sacerdotes adeptos a la masonería, sobre todo en los altos puestos de la administración de la Iglesia, porque es allí en donde se dictan las leyes que gobiernan a los católicos desde donde, en caso necesario, podrán ser obstaculizadas todas aquellas disposiciones que pudieran entorpecer los planes masónicos.
Tenemos un indicio de que sacerdotes adeptos a la masonería ya han logrado infiltrarse en los altos cargos de la Iglesia en el hecho evidente de que la comunión recibida de pie y en la mano -plan largamente madurado por la masonería- ya ha sido aceptada en los templos.
Copio a continuación algo relacionado con este plan masónico. Es un artículo firmado por Pablo María de la Porción en la revista española ¿Qué Pasa?, número del 26 deAbril de 1976
Dictados de la Masonería sobre la Comunión y el Santísimo Sacramento
¿Cuáles son en realidad las auténticas raíces de este mal (comunión en la mano, recibida de pie, etc.)? Hurgando más, y con documentos fehacientes en la mano, les diré que en los años 1928 y 1929, las circunstancias de la vida hicieron que cayeran en mis manos, y pude examinarlos de cerca, documentos masones altamente comprometedores, tanto en lo político como en lo religioso. Entre los varios que tuve ocasión de examinar, citaré la obra La Création, de Jaques de Boyer (1820), en la que por primera vez se lee lo del punto “Z” o de convergencia entre un “dios” que se está haciendo y el cosmos que en constante evolución va a su encuentro… Pero lo que más nos interesa ahora es el Epistolario Guaita-Rocá-Encausse. En él aparece una carta fechada en 1888 de Estanislao Guaita (el “Mago Negro” o poeta de Satanás) a Pablo Rocá (la eminencia gris de las logias, super grado 33 de la Masonería) y en uno de sus párrafos, dice así, literalmente (traduzco del francés):
“Hemos de trabajar activamente para lograr que en los templos romanos se comulgue de píe. El día que lo consigamos, nuestro triunfo está asegurado”.
En el mismo año, Pablo Rocá le contesta, y al hacer alusión a dicho párrafo, le dice:
“Estoy totalmente de acuerdo con sus puntos de vista, pero será conveniente pasar rápidamente a una segunda fase, dando el pan en la mano a esos antropófagos fanáticos”.
El ex-canónigo de Perpignan sabe que con la comunión en la mano se arrancará el “fanatismo” (léase fe teologal) del corazón de los romanistas. Estamos ya en 1889 y Guaita le contesta de nuevo:
“Con estos dos logros, el resto caerá como fruta madura, puesto que la Eucaristía es solamente esto: ágape símbolo de filantropía universal”.
Pocos años más tarde, sería el ex-abate Melinge quien escribiera:
“El Presidente de la Asamblea pondrá sobre la mesa ritual el cesto lleno de panes y el jarro lleno de vino, para que los hermanos se sirvan ellos mismos a discreción, puesto que solamente esto es la Eucaristía: ágape-símbolo de filantropía universal”.
Usa los mismos términos que Guaita. Hemos llegado a la fórmula de los maestros francmasones. Así harían triunfar la tesis calvinista.
Cuando a principios del presente siglo los modernistas se acercaron al papá San Pío X pidiéndole la Comunión de pie, alegando ya entonces que los israelitas comieron de pie al cordero pascual, símbolo o promesa de la Eucaristía, el Papa les contestó con esta frase lapidaria:
“Los símbolos y promesas se esperan de pie, más la realidad se recibe ya con amor y de rodillas”.
Y les despachó, porque entre San Pío X y Cristo-Eucaristía no había resquicio alguno por donde pudiera infiltrarse el diablo.

1 comentario:

  1. Recordemos, además, que mientras a Magdalena NO LE PERMITE tocarlo (noli me tangere! - In 20:17), al casi apóstata Tomás no sólo se lo permite: SE LO EXIGE (Infer digitum tuum huc, et vide manus meas, et affer manum tuam, et mitte in latus meum: et noli esse incredulus, sed fidelis - In 20:24-29). La diferencia es clara: Tomás, aunque casi apóstata, tenía el Ministerio, era Sacerdote. Magdalena, aunque no había perdido la fe, no lo era: No podía tocarlo.

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