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domingo, 29 de abril de 2012

DOMINGO 3° DESPUES DE PASCUA

Así también vosotros ahora ciertamente tenéis tristeza; pero os volveré a ver de nuevo y se gozará vuestro corazón: y vuestra alegría nadie os la podrá quitar.




colecta: 
Oh  Dios, que, a los que yerran les muestras la luz de tu verdad , para que puedan volver al camino de la Santidad: concede a todos los que se cuentan en el número de los cristianos, la gracia de repudiar cuanto desdice de este nombre y de practicar con resolución lo que honra. Por Jesucristo Nuestro Señor.


 Carísimos: Ruégoos, como a extranjeros y peregrinos, que os sbstengáis de los deseos carnales, que combaten contra el alma,dando buen ejemplo a los gentiles: para qué, así como ahora murmuran de vosotros reputándoos por gente mala, en vista de vuestras buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de su visita. Someteos, pues, a toda criatura humana, por amor a Dios. ya sea al rey, como soberano que es: ya a los gobernadores, como delegados suyos para castigar a los malechores y para premiar a los buenos; porque ésa es la voluntad de Dios,que, portándoos bien, tapéis la boca  de los que, sin saber, hablan calumniosamente; proceded como hombres libres, pero no usando de la libertad como de un velo para encubrir la malicia, sino como siervos de Dios. Honrad a tosos; amad a vuestros hermanos; tened a Dios ; respetad al rey. Siervos, sed obedientes a los señores con todo respeto, no solo a los buenos y suaves, sino también a los ásperos y descontentadizos. Porque esto es lo que agrada a Dios, en Jesucristo Señor Nuestro.






          El septimo Ángel del Apocalipsis, anunciar el Reino de Cristo


MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA Y MUERTE DEL PECADOR
 
I. El pecador vive en tinieblas y en ceguera. Las pasiones oscurecen en él las luces de la razón y de la fe. No consulta como a regla de su conducta, sino su placer, su interés y los deseos de su corazón desordenado. Si siguiese las luces de la razón, ¿se expondría acaso a suplicios eternos por placeres tan breves y tan vanos? ¿Si se comportase según las luces de la fe, buscaría por ventura con tanto afán las riquezas, que son tan grande obstáculo para la salvación de muchos?
II. El pecador recobra en el momento de la muerte estas hermosas luces de la razón y de la fe que durante su vida se habían oscurecido. Entonces la razón le hace ver cuán insensato fue en trabajar toda la vida para amontonar riquezas perecederas, para hacerse de amigos que no quieren o no pueden socorrerlo. La fe le representa, en todo su horror, los suplicios del infierno en los cuales no quiso pensar cuando gozaba de perfecta salud. Despabílase entonces del profundo adormecimiento en el que vivió; abre los ojos a esta horrible realidad que no quiso prever.
III. En esta diferencia que existe entre la muerte y la vida del pecador, hay sin embargo un punto en que concuerdan: ha vivido como impío, muere como impío. Los santos mueren santamente, porque han vivido santamente; los malvados perseveran en el crimen en el momento de la muerte porque en él perseveraron durante la vida. ¿Quieres saber cómo morirás? Mira cómo vives.


Oración .-Os suplicamos, Señor, nos concedáis gracia para imitar, con la debida devoción, la fe de vuestro bienaventurado Mártir Pedro; quien por dilatar la misma fe mereció conseguir la palma del martirio. por Nuestro Señor Jesucristo.

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