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domingo, 22 de julio de 2012

CARTA DE LECTORES: LETRAS DE UN SACERDOTE DE LA FSSPX SOBRE LAS CONDICIONES PUESTAS A ROMA

Fuente: Radio Cristiandad

 


Fratres,
Saludos.
Disculpa mi pobre Espanol: mi familia, que en paz descanzan, no hablaban Espanol en Mexico.
Somos pobres Mexicanos indigenas, hijos de nuestra madre, Santa Maria de Guadalupe.
Adelante:
Marcos
Los asistentes al Capítulo General fueron obligados a un “pacto de silencio”, con juramento.
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Queridos Hermanos,
Hay muchos comentarios sobre la crisis Fraternidad San Pío X, que aparecen en los blogs de habla inglesa. Un Sacerdote Católico tradicional es el mejor de los mejores en los comentarios.
Él que habla a continuación ha de ser conocido como el Padre Cortés, en honor del gran conquistador Español, siervo de nuestro Señor, y oficial del ejército de Isabel la Católica para la difusión del Reino de Cristo, Hernán Cortés. A continuación los comentarios del Padre Cortés, para su consideración (por favor, diga un Ave María por él):
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Creo que es hora de hacer un comentario sobre esta nueva revelación de Menzingen. Cuando lo combinamos con el comunicado emitido a principios de esta semana, podemos obtener una buena visión de la situación actual en el gobierno de la Fraternidad en relación con Roma.
En primer lugar, la idea de un acuerdo puramente práctico ha sido aprobada.
Esto es importante. La unidad no se basa en la común confesión de la fe, sino en un acuerdo pragmático en el que la sociedad está de acuerdo en no estar de acuerdo, al igual que Roma.
En segundo lugar, vemos los dos conjuntos de condiciones acordadas por el Capítulo General: tres son “condición sine qua non” y tres sólo deseables.
¿Qué nos revelan? De las tres primeras, la primera exige la libertad de transmitir la fe (¡imagínese pidiendo esto a la autoridad católica!)así como la libertad de reprender públicamente el error.
Ahora bien, si examinamos las acciones de la Fraternidad desde el comienzo de este pontificado, uno se da cuenta de la creciente falta de crítica a las acciones del Papa, especialmente en comparación con el último Papa.
Me di cuenta años atrás, y he estado observando con preocupación, especialmente leyendo los escritos y discursos de este Papa del pasado y del presente. Si son tan cuidadosos ahora, no creo que Roma tenga mucho que temer de la crítica.
Miren lo que sucede cuando los sacerdotes se atreven a hablar muy alto en su crítica del modernismo en Roma.
En segundo lugar, está el uso del Misal 1962 exclusivamente.
¿Qué Misal de 1962?
¿El usado por la Sociedad, o el que tiene la nueva oración del Viernes Santo, o el nuevo planeado con “enriquecimiento”?
Están solicitando orar de una manera católica. Eso es algo, supongo.
Por favor, oremos como católicos y no como herejes!
La última condición es la de un obispo. Esto es interesante.
¿Quién sería este obispo elegido por el Papa? ¿A quién reemplazará?
Uno puede estar absolutamente seguro de que un obispo sería uno de los actuales promotores del acuerdo dentro de la Fraternidad. Tal vez Monseñor Fernando Rifan tendría tiempo-o incluso el Padre. Berg!
Luego tenemos a las tres condiciones deseables. No habrá ningún genio para concederlas, sin embargo. Ellas nos dicen mucho acerca de lo que la Fraternidad está dispuesta a negociar de inmediato.
En primer lugar, un tribunal eclesiástico en la primera instancia. Esto sería como el tribunal de matrimonio en una diócesis, que es la primera instancia en las causas matrimoniales, a pesar de que se ocuparía de otros problemas. Esto nos dice que la sociedad sólo espera que Roma concediera dicho tribunal. Si dice “no”, entonces darán bienvenida a los “buenos oficios” de los tribunales diocesanos de anulación, y sabemos que tan competentes son.
En segundo lugar, existe la exención de las casas de la Fraternidad del obispo local. Increíble. Los rumores más viejos hablaban de casas de menos de tres años de edad. Ahora se refiere a cualquier casa.
¿Esa es una esperanza?
Si no hay una insistencia absoluta, entonces vamos a ver una rápida extinción de la FSSPX y muchas casas vacías.
En tercer lugar, está la Comisión en Roma en el que la tradición constituiría la mayor parte, estando bajo el dominio del Papa.
¿Quién es “la tradición”? ¿La Fraternidad de San Pedro o el IBP ya no se considerarán como miembros “de la Tradición” por parte de Roma? ¿Serán parte de la fiesta? ¿O habrá dos comisiones “Ecclesia Dei”? Y qué Comisión protegerá a la fraternidad del Papa, que enseña graves errores? ¿o del próximo Papa, que va a ser peor?
Si yo quisiera ser como el niño que señaló que el emperador no tenía ropa puesta, te podría señalar que uno no hace exigencias al Papa. Uno no le dice al Papa lo que debe hacer si antes accedimos a estar sujetos a él. El problema es que debe haber exigencias.
¿Y por qué?
Debido a que todo el mundo sabe que el Papa no es católico, de verdad. Uno tiene que estar protegido de Roma, y no por Roma.
Sabemos que se deben fijar condiciones, porque la jerarquía es el problema. Porque no predicamos la misma fe ni oramos de acuerdo con la misma fe, entonces todo tipo de garantías se han de cumplir. Esto es absurdo. Esta no es la unidad de la Iglesia. Esto es el anglicanismo, en el que cada clase necesita su propia administración.
Al igual que en el anglicanismo, los que son más conservadores necesitan la protección de los obispos fuera de sus diócesis, que tienen que traídos de fuera por su forma especial de anglicanismo.
Esto no es catolicismo.
Luchamos contra el Concilio porque no es católico. Sus enseñanzas no son católicas. Su Nueva Misa no es católica. Su espiritualidad no es católica. Esa es la razón por la que luchamos contra él. No estamos de acuerdo con el desacuerdo.
Para el católico, o hay unidad de fe o no hay unidad en absoluto. Y el Novus Ordo no tiene unidad real. Se trata de un paraguas bajo el cual diferentes espiritualidades contradictorias viven bajo la protección de la ecumenista y modernista Roma.
Nosotros no negociamos con un papa católico. Nos sometemos a él, porque él realmente tiene la fe católica.
Éste Papa cree en sí mismo, pero en cuanto a la fe católica, objetivamente hablando, no la tiene, ya que predica una nueva fe. Invito a todos a leer la plática de Monseñor Lefebvre del 06 de septiembre 1990 en la que establece la totalidad del problema, y su única solución.
Estableciendo condiciones inútiles con el fin de estar bajo un paraguas con los herejes no es la solución. Vamos a tratar de vivir en una forma sobrenatural-es decir, reconociendo que las maniobras políticas no nos van a llevar a ninguna parte, lo que necesitamos es la conversión del Papa a la fe católica.
¡No es un pensamiento nuevo que el Papa debe ser católico!
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Carta original en inglés: Traducción de Non Possumus

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