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domingo, 20 de enero de 2013

NOS HEMOS DADO CUENTA

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"A través de la escucha del otro, ambas partes pueden obtener
purificación y enriquecimiento "
 
¡Precaución! Después de leer el documento antes vinculado desde el sitio web del Vaticano, su detector de Poppycock es probable que necesite pilas nuevas. Mientras don. Ratzinger aquí no está diciendo nada nuevo, es refrescante oir  hablar tan francamente.
Al final de su discurso, Benedicto dice: "... oramos al Señor para que la Iglesia, a pesar de todos sus defectos, puede ser cada vez más reconocible como su morada". Aquí él admite que su Novus Ordo Iglesia tiene "deficiencias" que impiden ser plenamente reconocible como la supuesta "morada" de Dios Todopoderoso. Este es un reconocimiento profundo,de como la Iglesia Católica Romana, por el contrario, no tiene defectos, ser la Novia Inmaculada de Cristo, y es necesariamente siempre reconocible como la morada del Dios verdadero, en virtud de sus cuatro marcas de la unidad, santidad, catolicidad y apostolicidad. El Novus Ordo Iglesia  en realidad carece de estos cuatro.
Reality Check:
"Y si a veces no vemos en la Iglesia algo que indica la debilidad de nuestra naturaleza humana, no debe atribuirse a su constitución jurídica, sino más bien a que la inclinación al mal lamentable que se encuentran en cada individuo, que su Divino Fundador permite aun a veces en los miembros más exaltados de su Cuerpo Místico, con el fin de poner a prueba la virtud de los pastores no menos que de los rebaños, y todo eso puede aumentar el mérito de su fe cristiana. Porque, como dijimos anteriormente, Cristo no desea excluir a los pecadores de su Iglesia, por lo que si algunos de sus miembros están sufriendo de enfermedades espirituales, es decir, no hay razón por la que debemos disminuir nuestro amor a la Iglesia, sino más bienes es una razón por la que debemos aumentar nuestra devoción.La Madre amorosa es impecable en los sacramentos, es la que da a luz y nutre a sus hijos, en la fe que ella siempre ha conservado intacta, en sus sagradas leyes impone a todos, y en los consejos evangélicos que ella recomienda, en esos dones celestiales y gracias extraordinarias a través del cual, con una fecundidad inagotable, se genera huestes de mártires, vírgenes y confesores. Pero no se puede colocar a su cargo si algunos miembros han caídos, débiles o heridos ". - El Papa Pío XII, Encíclica Mystici corporis (1943) , párr. 66

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