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martes, 6 de agosto de 2013
SAN CAYETANO
San Cayetano
07 de Agosto
Fundador de los Teatinos, nacidos octubre, 1480 en Vicenza en territorio veneciano, murió en Nápoles en 1547. Bajo el cuidado de una madre piadosa pasaba un joven estudioso y ejemplar, y tomó su título de médico utriusque juris en Padua en su vigésimo cuarto año. En 1506 se convirtió en Roma en un protonotario apostólico en la corte de Julio II, y tuvo una participación importante en la conciliación de la República de Venecia con el Pontífice. A la muerte de Julius en 1523 se retiró de la corte, y se le atribuye la fundación, poco después, una asociación de devotos sacerdotes y prelados pidieron el Oratorio del Amor Divino, que se extendió a otras ciudades italianas. Aunque se destaca por su intenso amor de Dios, no avanzó al sacerdocio hasta 1516. Recordó a Vicenza en el año siguiente de la muerte de su madre, que fundó allí un hospital de incurables, dando así prueba de la caridad activa que llenó toda su vida. Pero su celo fue más profundamente conmovido por las enfermedades espirituales que, en aquellos tiempos de desorden político, infectan el clero de todas las filas, y al igual que San Agustín, en épocas anteriores, se esforzó por reformarlos instituyendo un cuerpo de clérigos regulares, que debe combinar el espíritu de la vida
De regreso a Roma en 1523 sentó las bases de su nueva congregación, que fue erigida canónicamente por el Papa Clemente VII en 1524. Uno de sus cuatro compañeros fue Giovanni Pietro Caraffa, obispo de Chieti (en latín Theate), después Pablo IV, que fue elegido primer superior, y desde cuyo título surgió el nombre de Teatinos. La orden creció pero lentamente. Durante el saqueo de Roma en 1527 los Teatinos, a continuación, en número de doce, se escapó a Venecia después de soportar muchas atrocidades de los invasores hereje. Allí San Cayetano conoció San Jerónimo Æmiliani, a quien ayudó en el establecimiento de la Congregación de los Clérigos Regulares. En 1533 Cayetano fundó una casa en Nápoles, donde fue capaz de verificar los avances del luteranismo. En 1540 estaba de nuevo en Venecia, desde donde extendió su trabajo a Verona y Vicenza. Pasó los últimos cuatro años de su vida, una especie de existencia seráfica, en Nápoles, donde murió finalmente de dolor por las discordias de la ciudad, el sufrimiento en sus últimos momentos una especie de crucifixión mística. Fue beatificado por Urbano VIII en 1629 y canonizado por Clemente X en 1671.
monástica con los ejercicios del ministerio activo.
El Santo popular San Cayetano convoca cada 7 de agosto a cientos de miles de fervorosos promesantes que hacen su vigilia en la calle, para poder acceder a su santuario y rogar por un trabajo o agradecer por el pan concedido.
Primera curiosidad: a San Cayetano se lo conoce en el mundo como protector de la paz y los enfermos; sólo en la Argentina es el Patrono del Pan y el Trabajo.
Segunda curiosidad: originalmente se lo mostraba con un lirio en una mano, un libro en la otra y unos pajaritos sobrevolando la flor; luego le quitaron el libro y los pajaritos y surgió un Niño Dios en su brazo izquierdo; más tarde le agregaron la espiga de trigo, cambios que tuvieron su oportuna razón.
Un intelectual
De fuertes dotes intelectuales, Gaetano de Thiene -tal su nombre- había estudiado filosofía y teología, había obtenido su doctorado en Derecho Civil y Eclesiástico en Padua, y en 1516 se había ordenado sacerdote en Roma, todo lo cual justificaba que se lo representara con un libro en la mano.
Pero el 12 de abril de 1671, al momento de canonizarlo, se recordó que en la Navidad de 1517 Cayetano había tenido una visión: dijo que, mientras rezaba, la Virgen le había puesto al Niño Dios en sus brazos. Un episodio así no podía ser desoído por el papa Clemente X , quien se vio en la disyuntiva de quitarle el lirio o el libro, ya que no había un tercer brazo para ubicar al Niño. Se optó por quitarle el libro, ya que eso permitía ubicar al hijo de Dios cerca de su corazón.
De paso, también le suprimieron los pajaritos -aunque no molestaban a nadie- que, junto al lirio y al libro, traducían al fin y al cabo la esencia de Cayetano, de no preocuparse por el sustento, ya que "Dios proveerá".
Otro papa, Urbano VIII, ya había tenido muy en cuenta esto al beatificarlo en 1629 y disponer que "la imagen principal, que se ha de exponer en el templo, será representada con una vara de lirios en la mano y dos o tres pájaros posados sobre la misma. También tendrá un libro en el que se leerá: ?No se preocupen por lo que van a comer o con qué se van a vestir. Miren los lirios del campo y las aves del cielo; ellos están libres de esas preocupaciones'".
Tan liviano de riquezas se sentía Cayetano que en Roma fundó en 1523, con su amigo el obispo Juan Caraffa -luego, Papa Pablo IV- un instituto para formar prelados bajo normas muy especiales: no podían poseer rentas ni pedir limosna. Clemente VII los reconoció en 1524 como Congregación de Clérigos Regulares, pero hoy se la llama Orden Teatina.
Para su sustento, debían contentarse con lo que espontáneamente se les ofreciera; es decir, entregarse sin reserva en manos de la Providencia, según la máxima de Jesús: "No queráis tener solicitud angustiosa por vuestra vida, de lo que habéis de comer, ni por vuestro cuerpo, con qué lo habréis de vestir; porque nuestro Padre, que está en los cielos, cuidará de todo ello".
De la paz al trabajo
Cómo fue que Cayetano vino a recalar como patrono de la parroquia de Liniers (Buenos Aires) y se convirtió allí en el santo del pan y el trabajo, precisa de algunos datos previos:
a) María Mercedes Córdova donó en 1830 a las Hermanas del Divino Salvador el terreno para edificar allí una capilla.
b) La beata María Antonia de la Paz y Figueroa, miembro de esa congregación en Córdoba, fue enviada a Liniers para iniciar su labor religiosa que, entre sus obras, incluía la construcción de ese templo dedicado a San Cayetano como segundo patrono, en consideración a sus destacadas actuaciones diplomáticas y religiosas en la guerra.
c) En 1913 al templo se lo declaró Parroquia de San Cayetano. En 1937 se lo amplió y se le dieron las características actuales.
En el interín, allá por 1930, al San Cayetano de Liniers le había aparecido la espiga y se lo había comenzado a reconocer como Patrono del Pan y el Trabajo. Su nuevo rol surgió a consecuencia de la crisis mundial de 1929, que en Argentina desembocó en el derrocamiento de Hipólito Yrigoyen.
Pobreza, inflación y desocupación fue el signo de los años que corrieron entre 1930 y 1940. Frente a este panorama, el padre Domingo Falgioni, a cargo entonces del templo de la calle Cuzco, se propuso reavivar la fe y la esperanza en Dios, mediante la intercesión de San Cayetano.
Hizo una campaña evangelizadora a través del diario católico El Pueblo y se le ocurrió agregarle a la estampa del santo algo que representara lo que a los fieles les hacía realmente falta. Se le ocurrió que una espiga sintetizaba el pan y trabajo, que era todo lo que la gente pedía en esos momentos.
La devoción creció de manera inusitada y pronto proliferaron casas y negocios en torno a la parroquia, dando forma al barrio de Liniers, que bien hubiera podido llamarse San Cayetano.
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