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miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿ POR QUÉ SUFRIMOS?

Esta es una pregunta que atormenta nuestra humanidad. Para Victor Frankl, médico y psiquiatra austriaco, fundador de la escuela de Logoterapia, el sentido de la vida humana puede ser encontrado mediante la realización de algunas cosas, mediante un acogimiento de la belleza de la naturaleza o de las artes, por medio de las cuales las personas se realizan y se sienten plena. Podemos citar el ejemplo de personas que enfrentan altas montañas y al conseguir llegar a la cima, saborean una sensación de plenitud. Y por último, mediante el enfrentamiento de licitaciones de la vida, las cuales abren varias posibilidades delante de las situaciones limitadas, como las enfermedades.
La cuestión es que tenemos la tendencia de exagerar al lado positivo o negativo de la vida, porque exageramos la forma del placer y del desplacer en nuestras vivencias. Dependiendo del grado de importancia que atribuimos a esos aspectos (positivos o negativos), caemos en la reclamación, en la murmuración de la vida y, muchas veces, nos volvemos amargos.
El sufrimiento, así como el placer y la alegría, hace parte de la vida. No podemos huir de las situaciones de sufrimiento, y mucho menos impedir que las personas que amamos sufran. Por lo tanto, necesitamos aprender a aprovechar las situaciones que nos hacen sufrir de la forma más positiva posible.
Anselm Grun dice en su libro “El cielo comienza en ti” dice lo siguiente: “Donde está el mayor de tus problemas, allí está también la mayor de todas las oportunidades, allí está también tu tesoro. Es allí que yo entro en contacto con mi verdadera esencia. Es ahí que algo podrá cobrar vida y florecer”.
¿Pero cómo enfrentar las situaciones de dolor y de sufrimiento? Aquí siguen algunos puntos que pueden ayudarnos en estos momentos:El primer punto es fundamental: necesitamos mantener nuestra fe firme en Dios, buscando en el Señor fuerzas y inspiración, buscando en El la gracia de visualizar nuevas posibilidades delante de la situación que enfrentamos. Al pedir esas gracias a Dios, necesitamos dar otro paso en segundo lugar, necesitamos encarar esas situaciones como parte del ciclo de la vida y como ciclo, tener en la mente de que pasarán. Es importante que atribuyamos sentido al sufrimiento que enfrentamos para que no pase en vano, y así no caer en el peligro de perder la oportunidad de crecer como personas.
El tercer punto es buscar mantener una mirada positiva y la confianza de que vamos a superar esa adversidad, cambiando lo que es posible cambiar, aceptando lo que no puede cambiarse, pero en todo mantener siempre una mirada de esperanza.
El cuarto punto es fundamental: necesitamos mantener nuestra fe firme en Dios, buscando en el Señor fuerzas e inspiración, buscando en El la gracia de visualizar nuevas posibilidades delante de la situación que enfrentamos. Al pedir esas gracias a Dios, necesitamos dar otro paso.
El quinto punto es: necesitamos permanecer abiertos a los cambios, ya sea de la rutina de nuestras vidas o de cualquier otro cambio que la situación irá exigiendo. Finalmente, el quinto punto: no podemos dejar de buscar el apoyo de las personas con las cuales convivimos y amamos, familiares, amigos, las personas del grupo de oración o de la parroquia de la cual participamos, porque ese apoyo es fuente de fuerza y perseverancia.
Necesitamos guardar en nuestra mente y en nuestro corazón que las situaciones de sufrimiento hacen parte de la vida, y en ellas están escondidas innumerables posibilidades, por medio de las cuales podemos crecer como personas.
Y sobre todo lo más importante , la entrega  total a DIOS,con humildad  degollar nuestro corazón quitando todos los vicios y pecados y ofrecérselo al dador de la vida para que haga de nosotros su voluntad
Manuela Melo, canción nueva y agregados de espolon

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