sábado, 12 de junio de 2010

Liderazgo convencional vs Liderazgo cristiano

El liderazgo es uno de esos temas de los que se habla y se habla todo el tiempo. Cursos, seminarios, conferencias, institutos… todos quieren enseñar más acerca de cómo ser un mejor líder.

pero mejor seria… para que buscar más, si en Jesús podemos aprenderlo mejor que nadie.

Al respecto, podria ser conveniente dividir lo que es el liderazgo convencional (el que usualmente nos dicen todos al respecto) y el liderazgo católico (el que está inspirado en la enseñanzas de Jesús).

Aquí una pequeña comparación de lo que se enseña en el liderazgo convencional y de lo que se aprende como católico cuando se tiene a Jesús como maestro:

El líder convencional diría: ” Hay que llegar a la cima” / El líder cristiano dice: “Hay que ayudar a llegar a la cima”

El líder convencional diría: ”Sígueme” / El líder cristiano dice: “Voy contigo”

El líder convencional diría: “Lucha por lo que quieres” /El líder cristiano dice: “Lucha por la verdad”

El líder convencional diría: “Convence” / El líder cristiano dice: ”Predica”

El líder convencional diría: “Sé el mejor para ser el primero” / El líder cristiano dice: ”Sé el último para ser el primero”

El líder convencional diría: “Propón el rumbo a seguir” / El líder cristiano dice: “Ilumina el rumbo que ya propuso Jesús”

El líder convencional diría: “El líder lo es por mérito propio” / El líder cristiano dice: ”El líder lo es por la gracia de Dios”

El líder convencional diría: “Sé agresivo en tu estrategia” / El líder cristiano dice: ” Sé humilde en tu estrategia”

El líder convencional diría: “Prepárate” / El líder cristiano dice: “Prepárate y ora”

El líder convencional diría: “¡Ánimo. Tú puedes!” / El líder cristiano dice: “Sin Dios nada puedes, con Dios todo”

¿Se les ocurre alguna otra?




" VIVIR MERECE LA PENA"




Lucas María de Oriol

«Vivir merece la pena»

de Mgr. Fulton J. Sheen

«Vivir merece la pena». (Life is worth living, 2nd series, by Mgr Fulton J. Sheen, McGraw Hill Ed. New York-London.)

Los veintiséis temas seleccionados de que consta son variaciones del argumento central que podemos resumir así:

El comunismo es un mal; pero el daño que hace es debido, no sólo a su propio veneno, sino a nuestros errores de concepto acerca de Dios y de la verdadera felicidad, a las actitudes equívocas y al abandono de las responsabilidades inherentes a la personalidad humana.

En la ordenación de los temas, el autor se aproxima más al aparente desorden de la naturaleza que a la rigidez de la lógica lineal; considera que nuestro discurrir es incompleto si no podernos paladear las ideas. [128]

No hay temas áridos, dice, sino temas áridamente expuestos. La aridez nace de la falta de comunicabilidad de las ideas y ésta se produce cuando el que trata de comunicarlas no domina el tema.

Por otra parte, si no hay ideas claras, no hay convicciones, y sin éstas no puede haber sinceridad que es condición necesaria para que las ideas sean comunicables.

Para que haya buena sintonía es preciso que la cabeza del hombre sea dura, con ejes claros y el corazón blando, abierto a la simpatía; pero aflojamos la cabeza y endurecemos el corazón con lo cual surge la confusión y la terquedad, situación imposible para entenderse.

Finalmente, si se quiere que un mensaje tenga la virtualidad comunicativa de la verdad, que quiere ser conocida y amada, es necesario reflexionar y pedir en la presencia de Dios, pues en definitiva sólo somos depositarios de su Verdad, en parcelas mayores o menores.

Parece que este lenguaje tan espiritual no es el indicado para tratar el tema del comunismo, y sin embargo sin él no es posible entender éste, ni tema alguno que se refiera al hombre.

Mgr. Sheen ve en el comunismo un mal esencial. Es un error creer que en momento alguno ha levantado una bandera de justicia. Jamás los prohombres del comunismo han laborado por el bien de alguno de sus semejantes. La posible bondad de algún desorientado que se cree comunista, no excluye la maldad, la fealdad y el error esencial del comunismo cuya base doctrinal es el materialismo dialéctico de Marx.

¿En qué se fundamenta el pseudo prestigio que ha gozado el comunismo? En la pereza mental y en la falta de entereza moral de quienes le combaten sin tomar posiciones claras, lógicas y «comprometedoras».

La llamada civilización occidental no se puede colocar con prestigio y eficacia frente al comunismo, si ignora sus propias raíces cristianas.

De hecho los defensores de la civilización occidental se avergüenzan de sus raíces cristianas. No quieren hablar de «civilización cristiana», prefieren el término «civilización occidental», y consideran más importantes las realizaciones materiales, nacidas al margen del cristianismo, que las bases morales cristianas que han dado consistencia social y sentido final a la vida humana.

La llamada civilización occidental, al prescindir de hecho de sus raíces éticas cristianas, establece un clima de convivencia [129] de egoísmos que forma un excelente caldo de cultivo para que el psiquismo comunista adquiera un estado colectivo, impersonal, que da apariencia de preocupación social, cosa bien vista, a lo que en el fondo es, sobre todo, resentimiento y rebelión.

Mgr. Sheen destaca tres factores del psiquismo que predispone a sentir en comunista, o a alardear de sentimientos procomunistas.

El primer factor es la reacción contra la anarquía resultante de la pseudo libertad vista como ausencia total de trabas y limitaciones. Desorden esencial y repulsivo, que es arbitrariedad o despotismo cuando esa anarquía se encarama en los resortes de poder político o económico. Pero al huir de ese desorden que se disfraza con la palabra libertad, y que permite convertir al hombre en un esclavo de sus pasiones al amparo del ídolo de la autodeterminación, se cae en la tentación del comunismo que embrutece por el terror.

Otro factor es el desarraigo social, la desvinculación de la Patria y de sus Tradiciones, que convierte al hombre-persona, en un individuo-masa. Dentro de este orden está el despego intelectual de ese conocer receloso, inseguro, que se envuelve en formulaciones previas y provisionales que es propio del puro esfuerzo racional autónomo, entregado a un proceso ciego que ha de seguir en las oscuridades de la perpetua contradicción, encerrado en la actividad del yo.

En orden a la conducta y sus criterios, este desarraigo materialista y totalitario ignora que cada persona humana, por el hecho de existir, es tan importante como cualquier otra.

El utilitarismo totalitario de inspiración marxista no considera a la persona concreta como un fin en sí misma. La consistencia de esta despersonalización es la inseguridad de quien sabiéndose a merced de cualquier desalmado, no puede confiar en sí mismo, en la rectitud de su conducta, en el prestigio de su pasado.

Otro factor aún es el trabajo mecanizado y anónimo que es repulsivo cuando pierde todo carácter personal. En definitiva, todo lo que lleva a la despersonalización, embrutecimiento y deshumanización del hombre, lleva como secuencia lógica en estos tiempos, al comunismo.

La fuerza del comunismo se apoya, pues, en la perezosa cobardía de los que no quieren salir de su atonía espiritual. Estos, a pesar de su inseguridad interior, afectan aires superiores y se ríen del creyente.

El comunismo se apoya también en la reacción impremeditada, desesperada frente a un concepto inservible de la libertad, [129] y su virus invade el cuerpo social y las conciencias por la pérdida de defensas causada por el desarraigo, hijo de la corriente de abstracciones despersonalizadas.

Los antídotos del comunismo han de actuar allí donde éste recibe su fuerza.

En primer término, si los aliados del comunismo son los enemigos de la Fe cristiana, no sólo los que odian a Dios Nuestro Señor sino los que viven como si El no existiera, como si las leyes que ha dado fuesen letra muerta y lo mismo diera obedecer, que no, el remedio es despertar la fe allí donde esté dormida.

Creado para el infinito, el hombre que se aparta de Dios que es su centro, queda descentrado pero sigue buscando el infinito, aunque presiente que no puede alcanzar lo que desea tan ardientemente.

Buscar el placer ilimitado para su cuerpo, las satisfacciones ilimitadas del orgullo para su mente, y la posesión ilimitada de las cosas con un deseo inmoderado de tener más, de gozar más, de ser más. Cifra su felicidad en tener, en gozar, en ser más que nadie.

Este desorden del corazón humano que hoy se ha convertido en doctrina social, causa del desasosiego actual de las almas y de las sociedades, no puede pacificarse sin la luz de la Fe que permite dar a cada cosa su medida y valor.

Ante la tentación del orgullo, nuestro siglo desconoce la virtud, de la humildad y es incapaz de reconocer nuestra limitación, por la cual aspiramos al bien que aisladamente y sin ayuda no somos capaces de realizar. El bautizado sabe que la miseria del hombre ha sido creada para apoyarse en la misericordia omnipotente del Señor, como dice San Agustín, «qui creasti ex nihilo qui Te rogarent». Por eso, cuando se encuentra sola se desespera y se aburre. Busca en vano la compañía de los hombres, pero éstos, alejados de Dios, son egoístas y sólo le prestan esa compañía a cambio de algo, sin la generosidad que sólo se encuentra en Dios o en los que en Dios reconocen a su Padre común. Sin Dios no hay amistad, porque no hay generosidad. En la generosidad orgullosa del impío siempre hay un germen del desprecio que hiere.

Sale pues el hombre fuera de sí, cuando no se apoya en Dios, para buscar los remedios que sólo puede hallar dentro de sí.

Queriendo justificar la inutilidad de todo esfuerzo de vencimiento propio este hombre dice que no es responsable de sus actos. El mal está fuera del hombre concreto. Es la sociedad, los demás en abstracto, lo que tiene que ser reformado, no yo.

Qué bien apuntó Rousseau al orgullo y egoísmo de cada [131] hombre, al buscar un ser despersonalizado que se hiciera teóricamente responsable de los fallos de cada hombre concreto.

El antídoto frente a esto no puede buscarse en una abstracción amparada en una gran palabra como Justicia Social, Progreso Social que en definitiva no hace sino recoger el gusto por lo abstracto que caracteriza al comunismo.

Dice Mgr. Sheen que la deformación de los problemas del hombre en Sociedad, lo que los hace insolubles, es creer que no hay problemas personales, que sólo hay un problema social, que no hay gentes concretas que sufren, que sólo hay una Sociedad enferma.

El resultado de esta abstracción es abdicar de nuestra responsabilidad concreta hacia nuestros semejantes, y especialmente, hacia los desvalidos, los enfermos, los débiles. A medida que abdicamos de nuestra responsabilidad, la va absorbiendo el Estado con su tendencia monopolista.

Ahora bien, para hacer frente con éxito a esa responsabilidad concreta es necesario actuar con una acertada actitud psíquica que no es la del que mira con lástima el sufrimiento de los demás con cierto alejamiento que hiere, sino con simpatía que es la capacidad de apreciar el sufrimiento y el esfuerzo de los demás, participando con un sentido de hermandad concreta en ese sufrimiento y esfuerzo hasta identificarnos con ellos y sentirlos como propios. Este sentimiento alivia, pues hace compañía, aunque no pueda proveer remedios inmediatos.

El antídoto frente a la tentación de la falsa libertad anárquica, y a la reacción de entrega servil a un tirano, es fomentar el aprecio de la libertad como medio necesario para realizar el fin personal, encuadrada en disciplina y responsabilidad concreta, en un orden de obligaciones y de metas, sin lo cual carece de sentido hablar del orden moral de la libertad.

Este antídoto lleva en sí el germen de la defensa frente a la tentación del placer. Ese concepto de libertad exige disciplina y ésta exige esfuerzo constante.

El hombre debe recordar que su ley de vida es ley de esfuerzo. Llamado a realizarlo sin miedo, con alegría, se hace desgraciado cuando por evitarse ese esfuerzo huye de esa llamada. Es un error creer que sufrimiento y felicidad se excluyen.

Dos tipos de esfuerzo está llamado a afrontar al hombre. El esfuerzo activo que llamamos trabajo y el esfuerzo pasivo que llamamos dolor.

Del esfuerzo activo o trabajo decía Fichte que en él se encuentra la alegría de la vida y, efectivamente, así es porque el [132] cumplimiento de las leyes de Dios lleva en sí un germen de euforia y alegría a pesar del esfuerzo que exijan o los dolores que les acompañen, o mejor aún, precisamente por causa de ese esfuerzo.

Es más difícil ver el aspecto positivo del esfuerzo pasivo que llamamos dolor, pero en él se pueden manifestar los diversos grados de aceptación de la voluntad divina, desde la resignación pasiva hasta la total identificación con esa voluntad, en la cual es compatible la perfecta paz y alegría con el dolor más intenso.

Ahora bien, así como el dolor y el trabajo no espiritualizados embrutecen y deshumanizan, así su espiritualización embellece, arraiga, personaliza.

El trabajo más mecánico y anónimo, deja de ser repulsivo, pues adquiere sentido, finalidad si el que lo realiza tiene la noción de pertenecer a la mayor y más noble comunidad existente: al Cuerpo místico de la Iglesia de Cristo. Pero también se siente arraigado en su propio ambiente. Se siente persona real y concreta amparada por una Patria y unas Tradiciones en vez del miembro anónimo de una abstracción social: el Estado.

«Merece la pena vivir», nos dice que tenemos a mano los antídotos para hacer frente a la amenaza comunista. No debemos temer a Rusia, sino a nuestra infidelidad con Dios, a nuestra falta de entereza moral, a nuestra pereza y conformismo mental. De nuestro esfuerzo, apoyado en Dios, depende que esos antídotos sean eficaces. Ese es el estímulo del mensaje de Mgr. Sheen.






PASCENDI
Carta encinclica del sumo pontifice Pio X sobre las doctrinas de los modernistas



INTRODUCCION
Al oficio de apacentar la grey del Señor que nos ha sido confiada de lo alto, Jesucristo senalo como primer deber el de guardar con suma vigilancia el deposito tradicional de la santa fe, tanto frente a las novedades profanas del lenguaje como a las contradicciones de una falsa ciencia. No ha existido época alguna en la que no haya sido necesaria a la grey cristiana esa vigilancia de su Pastor supremo; porque jamas han faltado, suscitados por el enemigo del género humano, "hombres de lenguaje perverso"(1), "decidores de novedades y seductores"(2), "sujetos al error y que arrastran al error"(3).



Gravedad de los errores modernistas
1. Pero es preciso reconocer que en estos ultimos tiempos ha crecido, en modo extrano, el número de los enemigos de la cruz de Cristo, los cuales, con artes enteramente nuevas y llenas de perfidia, se esfuerzan por aniquilar las energias vitales de la Iglesia, y hasta por destruir totalmente, si les fuera posible, el reino de Jesucristo. Guardar silencio no es ya decoroso, si no queremos aparecer infieles al mas sacrosanto de nuestros deberes, y si la bondad de que hasta aqui hemos hecho uso, con esperanza de enmienda, no ha de ser censurada ya como un olvido de nuestro ministerio. Lo que sobre todo exige de Nos que rompamos sin dilación el silencio es que hoy no es menester ya ir a buscar los fabricantes de errores entre los enemigos declarados: se ocultan, y ello es objeto de grandisimo dolor y angustia, en el seno y gremio mismo de la Iglesia, siendo enemigos tanto mas perjudiciales cuanto lo son menos declarados.

Hablamos, venerables hermanos, de un gran número de católicos seglares y, lo que es aun mas deplorable, hasta de sacerdotes, los cuales, so pretexto de amor a la Iglesia, faltos en absoluto de conocimientos serios en filosofia y teologia, e impregnados, por lo contrario, hasta la médula de los huesos, con venenosos errores bebidos en los escritos de los adversarios del catolicismo, se presentan, con desprecio de toda modestia, como restauradores de la Iglesia, y en apretada falange asaltan con audacia todo cuanto hay de mas sagrado en la obra de Jesucristo, sin respetar ni aun la propia persona del divino Redentor, que con sacrilega temeridad rebajan a la categoria de puro y simple hombre.

2. Tales hombres se extranan de verse colocados por Nos entre los enemigos de la Iglesia. Pero no se extranara de ello nadie que, prescindiendo de las intenciones, reservadas al juicio de Dios, conozca sus doctrinas y su manera de hablar y obrar. Son seguramente enemigos de la Iglesia, y no se apartara de lo verdadero quien dijere que ésta no los ha tenido peores. Porque, en efecto, como ya hemos dicho, ellos traman la ruina de la Iglesia, no desde fuera, sino desde dentro: en nuestros dias, el peligro esta casi en las entranas mismas de la Iglesia y en sus mismas venas; y el dano producido por tales enemigos es tanto mas inevitable cuanto mas a fondo conocen a la Iglesia. Anadase que han aplicado la segur no a las ramas, ni tampoco a débiles renuevos, sino a la raiz misma; esto es, a la fe y a sus fibras mas profundas. Mas una vez herida esa raiz de vida inmortal, se empenan en que circule el virus por todo el arbol, y en tales proporciones que no hay parte alguna de la fe católica donde no pongan su mano, ninguna que no se esfuercen por corromper. Y mientras persiguen por mil caminos su nefasto designio, su tactica es la mas insidiosa y pérfida. Amalgamando en sus personas al racionalista y al católico, lo hacen con habilidad tan refinada, que facilmente sorprenden a los incautos. Por otra parte, por su gran temeridad, no hay linaje de consecuencias que les haga retroceder o, mas bien, que no sostengan con obstinación y audacia. Juntan a esto, y es lo mas a proposito para enganar, una vida llena de actividad, constancia y ardor singulares hacia todo género de estudios, aspirando a granjearse la estimación publica por sus costumbres, con frecuencia intachables. Por fin, y esto parece quitar toda esperanza de remedio, sus doctrinas les han pervertido el alma de tal suerte, que desprecian toda autoridad y no soportan corrección alguna; y atrincherandose en una conciencia mentirosa, nada omiten para que se atribuya a celo sincero de la verdad lo que solo es obra de la tenacidad y del orgullo.

A la verdad, Nos habiamos esperado que algun dia volverian sobre si, y por esa razón habiamos empleado con ellos, primero, la dulzura como con hijos, después la severidad y, por ultimo, aunque muy contra nuestra voluntad, las reprensiones publicas. Pero no ignorais, venerables hermanos, la esterilidad de nuestros esfuerzos: inclinarón un momento la cabeza para erguirla en seguida con mayor orgullo. Ahora bien: si solo se tratara de ellos, podriamos Nos tal vez disimular; pero se trata de la religión católica y de su seguridad. Basta, pues, de silencio; prolongarlo seria un crimen. Tiempo es de arrancar la mascara a esos hombres y de mostrarlos a la Iglesia entera tales cuales son en realidad.

3. Y como una tactica de los modernistas (asi se les llama vulgarmente, y con mucha razon), tactica, a la verdad, la mas insidiosa, consiste en no exponer jamas sus doctrinas de un modo metodico y en su conjunto, sino dandolas en cierto modo por fragmentos y esparcidas aca y alla, lo cual contribuye a que se les juzgue fluctuantes e indecisos en sus ideas, cuando en realidad éstas son perfectamente fijas y consistentes; ante todo, importa presentar en este lugar esas mismas doctrinas en un conjunlo, y hacer ver el enlace logico que las une entre si, reservandonos indicar después las causas de los errores y prescribir los remedios mas adecuados para cortar el mal.



I. EXPOSICION DE LAS DOCTRINAS MODERNISTAS
Para mayor claridad en materia tan compleja, preciso es advertir ante todo que cada modernista presenta y reune en si mismo variedad de personajes, mezclando, por decirlo asi, al filosofo, al creyente, al apologista, al reformador; personajes todos que conviene distinguir singularmente si se quiere conocer a fondo su sistema y penetrar en los principios y consecuencias de sus doctrinas.

4. Comencemos ya por el filosofo. Los modernistas establecen, como base de su filosofia religiosa, la doctrina comunmente llamada agnosticismo. La razón humana, encerrada rigurosamente en el circulo de los fenomenos, es decir, de las cosas que aparecen, y tales ni mas ni menos como aparecen, no posee facultad ni derecho de franquear los limites de aquéllas. Por lo tanto, es incapaz de elevarse hasta Dios, ni aun para conocer su existencia, de algun modo, por medio de las criaturas: tal es su doctrina. De donde infieren dos cosas: que Dios no puede ser objeto directo de la ciencia; y, por lo que a la historia pertenece, que Dios de ningun modo puede ser sujeto de la historia.

Después de esto, ¿que sera de la teologia natural, de los motivos de credibilidad, de la revelación externa? No es difícil comprenderlo. Suprimen pura y simplemente todo esto para reservarlo al intelectualismo, sistema que, según ellos, excita compasiva sonrisa y esta sepultado hace largo tiempo.

Nada les detiene, ni aun las condenaciones de la Iglesia contra errores tan monstruosos. Porque el concilio Vaticano decreto lo que sigue: "Si alguno dijere que la luz natural de la razón humana es incapaz de conocer con certeza, por medio de las cosas creadas, el unico y verdadera Dios, nuestro Creador y Señor, sea excomulgado"(4). Igualmente: "Si alguno dijere no ser posible o conveniente que el hombre sea instruido, mediante la revelación divina, sobre Dios y sobre el culto a él debido, sea excomulgado"(5). Y por ultimo: "Si alguno dijere que la revelación divina no puede hacerse creible por signos exteriores, y que, en consecuencia, solo por la experiencia individual o por una inspiración privada deben ser movidos los hombres a la fe, sea excomulgado"(6).

Ahora, de qué manera los modernistas pasan del agnosticismo, que no es sino ignorancia, al ateismo cientifico e historico, cuyo caracter total es, por lo contrario, la negacion; y, en consecuencia, por qué derecho de raciocinio, desde ignorar si Dios ha intervenido en la historia del género humano hacen el transito a explicar esa misma historia con independencia de Dios, de quien se juzga que no ha tenido, en efecto, parte en el proceso historico de la humanidad, conozcalo quien pueda. Y es indudable que los modernistas tienen como ya establecida y fija una cosa, a saber: que la ciencia debe ser atea, y lo mismo la historia; en la esfera de una y otra no admiten sino fenomenos: Dios y lo divino quedan desterrados.

Pronto veremos las consecuencias de doctrina tan absurda fluyen con respecto a la sagrada persona del Salvador, a los misterios de su vida y muerte, de su resurrección y ascensión gloriosa.

5. Agnosticismo este que no es sino el aspecto negativo de la doctrina de los modernistas; el positivo esta constituido por la llamada inmanencia vital.

El transito del uno al otro es como sigue: natural o sobrenatural, la religion, como todo hecho, exige una explicacion. Pues bien: una vez repudiada la teologia natural y cerrado, en consecuencia, todo acceso a la revelación al desechar los motivos de credibilidad; mas aun, abolida por completo toda revelación externa, resulta claro que no puede buscarse fuera del hombre la explicación apetecida, y debe hallarse en lo interior del hombre; pero como la religión es una forma de la vida, la explicación ha de hallarse exclusivamente en la vida misma del hombre. Por tal procedimiento se llega a establecer el principio de la inmanencia religiosa. En efecto, todo fenomeno vital -y ya queda dicho que tal es la religion- reconoce por primer estimulante cierto impulso o indigencia, y por primera manifestacion, ese movimiento del corazón que llamamos sentimiento. Por esta razon, siendo Dios el objeto de la religion, siguese de lo expuesto que la fe, principio y fundamento de toda religion, reside en un sentimiento intimo engendrado por la indigencia de lo divino. Por otra parte, como esa indigencia de lo divino no se siente sino en conjuntos determinados y favorables, no puede pertenecer de suyo a la esfera de la conciencia; al principio yace sepultada bajo la conciencia, o, para emplear un vocablo tomado de la filosofia moderna, en la subconsciencia, donde también su raiz permanece escondida e inaccesible.

¿Quiere ahora saberse en qué forma esa indigencia de lo divino, cuando el hombre llegue a sentirla, logra por fin convertirse en religion? Responden los modernistas: la ciencia y la historia estan encerradas entre dos limites: uno exterior, el mundo visible; otro interior, la conciencia. Llegadas a uno de éstos, imposible es que pasen adelante la ciencia y la historia; mas alla esta lo incognoscible. Frente ya a este incognoscible, tanto al que esta fuera del hombre, mas alla de la naturaleza visible, como al que esta en el hombre mismo, en las profundidades de la subconsciencia, la indigencia de lo divino, sin juicio alguno previo (lo cual es puro fideismo) suscita en el alma, naturalmente inclinada a la religion, cierto sentimiento especial, que tiene por distintivo el envolver en si mismo la propia realidad de Dios, bajo el doble concepto de objeto y de causa intima del sentimiento, y el unir en cierta manera al hombre con Dios. A este sentimiento llaman fe los modernistas: tal es para ellos el principio de la religion.

6. Pero no se detiene aqui la filosofia o, por mejor decir, el delirio modernista. Pues en ese sentimiento los modernistas no solo encuentran la fe, sino que con la fe y en la misma fe, según ellos la entienden, afirman que se verifica la revelacion. Y, en efecto, ¿qué mas puede pedirse para la revelacion? ¿No es ya una revelacion, o al menos un principio de ella, ese sentimiento que aparece en la conciencia, y Dios mismo, que en ese preciso sentimiento religioso se manifiesta al alma aunque todavia de un modo confuso? Pero, anaden aun: desde el momento en que Dios es a un tiempo causa y objeto de la fe, tenemos ya que aquella revelación versa sobre Dios y procede de Dios; luego tiene a Dios como revelador y como revelado. De aqui, venerables hermanos, aquella afirmación tan absurda de los modernistas de que toda religión es a la vez natural y sobrenatural, según los diversos puntos de vista. De aqui la indistinta significación de conciencia y revelacion. De aqui, por fin, la ley que erige a la conciencia religiosa en regla universal, totalmente igual a la revelacion, y a la que todos deben someterse, hasta la autoridad suprema de la Iglesia, ya la doctrinal, ya la preceptiva en lo sagrado y en lo disciplinar.

7. Sin embargo, en todo este proceso, de donde, en sentir de los modernistas, se originan la fe y la revelacion, a una cosa ha de atenderse con sumo cuidado, por su importancia no pequena, vistas las consecuencias historico-criticas que de alli, según ellos, se derivan.

Porque lo incognoscible, de que hablan, no se presenta a la fe como algo aislado o singular, sino, por lo contrario, con intima dependencia de algun fenomeno, que, aunque pertenece al campo de la ciencia y de la historia, de algun modo sale fuera de sus limites; ya sea ese fenomeno un hecho de la naturaleza, que envuelve en si algun misterio, ya un hombre singular cuya naturaleza, acciones y palabras no pueden explicarse por las leyes comunes de la historia. En este caso, la fe, atraida por lo incognoscible, que se presenta junto con el fenomeno, abarca a éste todo entero y le comunica, en cierto modo, su propia vida. Siguense dos consecuencias. En primer lugar, se produce cierta transfiguración del fenomeno, esto es, en cuanto es levantado por la fe sobre sus propias condiciones, con lo cual queda hecho materia mas apta para recibir la forma de lo divino, que la fe ha de dar; en segundo lugar, una como desfiguración -llamese asi- del fenomeno, pues la fe le atribuye lo que en realidad no tiene, al haberle sustraido a las condiciones de lugar y tiempo; lo que acontece, sobre todo, cuando se trata de fenomenos del tiempo pasado, y tanto mas cuanto mas antiguos fueren. De ambas cosas sacan, a su vez, los modernistas, dos leyes, que, juntas con la tercera sacada del agnosticismo, forman las bases de la critica historica. Un ejemplo lo aclarara: lo tomamos de la persona de Cristo. En la persona de Cristo, dicen, la ciencia y la historia ven solo un hombre. Por lo tanto, en virtud de la primera ley, sacada del agnosticismo, es preciso borrar de su historia cuanto presente caracter divino. Por la segunda ley, la persona historica de Cristo fue transfigurada por la fe; es necesario, pues, quitarle cuanto la levanta sobre las condiciones historicas. Finalmente, por la tercera, la misma persona de Cristo fue desfigurada por la fe; luego se ha de prescindir en ella de las palabras, actos y todo cuanto, en fin, no corresponda a su naturaleza, estado, educacion, lugar y tiempo en que vivio.



Extraña manera, sin duda, de raciocinar; pero tal es la critica modernista.
8. En consecuencia, el sentimiento religioso, que brota por vital inmanencia de los senos de la subconsciencia, es el germen de toda religión y la razón asimismo de todo cuanto en cada una haya habido o habra. Oscuro y casi informe en un principio, tal sentimiento, poco a poco y bajo el influjo oculto de aquel arcano principio que lo produjo, se robustecio a la par del progreso de la vida humana, de la que es -ya lo dijimos- una de sus formas. Tenemos asi explicado el origen de toda religion, aun de la sobrenatural: no son sino aquel puro desarrollo del sentimiento religioso. Y nadie piense que la católica quedara exceptuada: queda al nivel de las demas en todo. Tuvo su origen en la conciencia de Cristo, varón de privilegiadisima naturaleza, cual jamas hubo ni habra, en virtud del desarrollo de la inmanencia vital, y no de otra manera.

¡Estupor causa oir tan gran atrevimiento en hacer tales afirmaciones, tamana blasfemia! ¡Y, sin embargo, venerables hermanos, no son los incrédulos solo los que tan atrevidamente hablan asi; católicos hay, mas aun, muchos entre los sacerdotes, que claramente publican tales cosas y tales delirios presumen restaurar la Iglesia! No se trata ya del antiguo error que ponia en la naturaleza humana cierto derecho al orden sobrenatural. Se ha ido mucho mas adelante, a saber: hasta afirmar que nuestra santisima religion, lo mismo en Cristo que en nosotros, es un fruto propio y espontaneo de la naturaleza. Nada, en verdad, mas propio para destruir todo el orden sobrenatural.

Por lo tanto, el concilio Vaticano, con perfecto derecho, decreto: "Si alguno dijere que el hombre no puede ser elevado por Dios a un conocimiento y perfección que supere a la naturaleza, sino que puede y debe finalmente llegar por si mismo, mediante un continuo progreso, a la posesión de toda verdad y de todo bien, sea excomulgado"(7).

9. No hemos visto hasta aqui, venerables hermanos, que den cabida alguna a la inteligencia; pero, según la doctrina de los modernistas, tiene también su parte en el acto de fe, y asi conviene notar de qué modo.

En aquel sentimiento, dicen, del que repetidas veces hemos hablado, porque es sentimiento y no conocimiento, Dios, ciertamente, se presenta al hombre; pero, como es sentimiento y no conocimiento, se presenta tan confusa e implicadamente que apenas o de ningun modo se distingue del sujeto que cree. Es preciso, pues, que el sentimiento se ilumine con alguna luz para que asi Dios resalte y se distinga. Esto pertenece a la inteligencia, cuyo oficio propio es el pensar y analizar, y que sirve al hombre para traducir, primero en representaciones y después en palabras, los fenomenos vitales que en él se producen. De aqui la expresión tan vulgar ya entre los modernistas: "el hombre religioso debe pensar su fe".

La inteligencia, pues, superponiéndose a tal sentimiento, se inclina hacia él, y trabaja sobre él como un pintor que, en un cuadro viejo, vuelve a senalar y a hacer que resalten las lineas del antiguo dibujo: casi de este modo lo explica uno de los maestros modernistas. En este proceso la mente obra de dos modos: primero, con un acto natural y espontaneo traduce las cosas en una aserción simple y vulgar; después, refleja y profundamente, o como dicen, elaborando el pensamiento, interpreta lo pensado con sentencias secundarias, derivadas de aquella primera formula tan sencilla, pero ya mas limadas y mas precisas. Estas formulas secundarias, una vez sancionadas por el magisterio supremo de la Iglesia, formaran el dogma.

10. Ya hemos llegado en la doctrina modernista a uno de los puntos principales, al origen y naturaleza del dogma. Este, según ellos, tiene su origen en aquellas pnmitivas formulas simples que son necesarias en cierto modo a la fe, porque la revelacion, para existir, supone en la conciencia alguna noticia manifiesta de Dios. Mas parecen afirmar que el dogma mismo esta contenido propiamente en las formulas secundarias.

Para entender su naturaleza es preciso, ante todo, inquirir qué relación existe entre las formulas religiosas y el sentimiento religioso del animo. No sera difícil descubrirlo si se tiene en cuenta que el fin de tales formulas no es otro que proporcionar al creyente el modo de darse razón de su fe. Por lo tanto, son intermedias entre el creyente y su fe: con relación a la fe, son signos inadecuados de su objeto, vulgarmente llamados simbolos; con relación al creyente, son meros instrumentos. Mas no se sigue en modo alguno que pueda deducirse que encierren una verdad absoluta; pues, como simbolos, son imagenes de la verdad, y, por lo tanto, han de acomodarse al sentimiento religioso, en cuanto éste se refiere al hombre; como instrumentos, son vehiculos de la verdad y, en consecuencia, tendran que acomodarse, a su vez, al hombre en cuanto se relaciona con el sentimiento religioso. Mas el objeto del sentimiento religioso, por hallarse contenido en lo absoluto, tiene infinitos aspectos, que pueden aparecer sucesivamente, ora uno, ora otro. A su vez, el hombre, al creer, puede estar en condiciones que pueden ser muy diversas. Por lo tanto, las formulas que llamamos dogma se hallaran expuestas a las mismas vicisitudes, y, por consiguiente, sujetas a mutacion. Asi queda expedito el camino hacia la evolución intima del dogma.



¡Cumulo, en verdad, infinito de sofismas, con que se resquebraja y se destruye toda la religion!
11. No solo puede desenvolverse y cambiar el dogma, sino que debe; tal es la tesis fundamental de los modernistas, que, por otra parte, fluye de sus principios.

Pues tienen por una doctrina de las mas capitales en su sistema y que infieren del principio de la inmanencia vital, que las formulas religiosas, para que sean verdaderamente religiosas, y no meras especulaciones del entendimiento, han de ser vitales y han de vivir la vida misma del sentimiento religioso. Ello no se ha de entender como si esas formulas, sobre todo si son puramente imaginativas, hayan sido inventadas para reemplazar al sentimiento religioso, pues su origen, número y, hasta cierto punto, su calidad misma, importan muy poco; lo que importa es que el sentimiento religioso, después de haberlas modificado convenientemente, si lo necesitan, se las asimile vitalmente. Es tanto como decir que es preciso que el corazón acepte y sancione la formula primitiva y que asimismo sea dirigido el trabajo del corazon, con que se engendran las formulas secundarias. De donde proviene que dichas formulas, para que sean vitales, deben ser y quedar asimiladas al creyente y a su fe. Y cuando, por cualquier motivo, cese esta adaptacion, pierden su contenido primitivo, y no habra otro remedio que cambiarlas.

Dado el caracter tan precario e inestable de las formulas dogmaticas se comprende bien que los modernistas las menosprecien y tengan por cosa de risa; mientras, por lo contrario, nada nombran y enlazan sino el sentimiento religioso, la vida religiosa. Por eso censuran audazmente a la Iglesia como si equivocara el camino, porque no distingue en modo alguno entre la significación material de las formulas y el impulso religioso y moral, y porque adhiriéndose, tan tenaz como estérilmente, a formulas desprovistas de contenido, es ella la que permite que la misma religión se arruine.

Ciegos, ciertamente, y conductores de ciegos, que, inflados con el soberbio nombre de ciencia, llevan su locura hasta pervertir el eterno concepto de la verdad, a la par que la genuina naturaleza del sentimiento religioso: para ello han fabricado un sistema "en el cual, bajo el impulso de un amor audaz y desenfrenado de novedades, no buscan donde ciertamente se halla la verdad y, despreciando las santas y apostolicas tradiciones, abrazan otras doctrinas vanas, futiles, inciertas y no aprobadas por la Iglesia, sobre las cuales -hombres vanisimos- pretenden fundar y afirmar la misma verdad(8). Tal es, venerables hermanos, el modernista como filosofo.

12. Si, pasando al creyente, se desea saber en qué se distingue, en el mismo modernista, el creyente del filosofo, es necesario advertir una cosa, y es que el filosofo admite, si, la realidad de lo divino como objeto de la fe; pero esta realidad no la encuentra sino en el alma misma del creyente, en cuanto es objeto de su sentimiento y de su afirmacion: por lo tanto, no sale del mundo de los fenomenos. Si aquella realidad existe en si fuera del sentimiento y de la afirmación dichos, es cosa que el filosofo pasa por alto y desprecia. Para el modernista creyente, por lo contrario, es firme y cierto que la realidad de lo divino existe en si misma con entera independencia del creyente. Y si se pregunta en qué se apoya, finalmente, esta certeza del creyente, responden los modernistas: en la experiencia singular de cada hombre.

13. Con cuya afirmacion, mientras se separan de los racionalistas, caen en la opinión de los protestantes y seudomisticos.

Véase, pues, su explicacion. En el sentimiento religioso se descubre una cierta intuición del corazon; merced a la cual, y sin necesidad de medio alguno, alcanza el hombre la realidad de Dios, y tal persuasión de la existencia de Dios y de su accion, dentro y fuera del ser humano, que supera con mucho a toda persuasión cientifica. Lo cual es una verdadera experiencia, y superior a cualquiera otra racional; y si alguno, como acaece con los racionalistas, la niega, es simplemente, dicen, porque rehusa colocarse en las condiciones morales requeridas para que aquélla se produzca. Y tal experiencia es la que hace verdadera y propiamente creyente al que la ha conseguido.

¡Cuanto dista todo esto de los principios católicos! Semejantes quimeras las vimos ya reprobadas por el concilio Vaticano.

Como franquean la puerta del ateismo, una vez admitidas juntamente con los otros errores mencionados, lo diremos mas adelante. Desde luego, es bueno advertir que de esta doctrina de la experiencia, unida a la otra del simbolismo, se infiere la verdad de toda religion, sin exceptuar el paganismo. Pues qué, ¿no se encuentran en todas las religiones experiencias de este género? Muchos lo afirman. Luego ¿con qué derecho los modernistas negaran la verdad de la experiencia que afirma el turco, y atribuiran solo a los católicos las experiencias verdaderas? Aunque, cierto, no las niegan; mas aun, los unos veladamente y los otros sin rebozo, tienen por verdaderas todas las religiones. Y es manifiesto que no pueden opinar de otra suerte, pues establecidos sus principios, ¿por qué causa argüirian de falsedad a una religión cualquiera? No por otra, ciertamente, que por la falsedad del sentimiento religioso o de la formula brotada del entendimiento. Mas el sentimiento religioso es siempre y en todas partes el mismo, aunque en ocasiones tal vez menos perfecto; cuanto a la formula del entendimiento, lo unico que se exige para su verdad es que responda al sentimiento religioso y al hombre creyente, cualquiera que sea la capacidad de su ingenio. Todo lo mas que en esta oposición de religiones podrian acaso defender los modernistas es que la católica, por tener mas vida, posee mas verdad, y que es mas digna del nombre cristiano porque responde con mayor plenitud a los origenes del cristianismo.

Nadie, puestas las precedentes premisas, considerara absurda ninguna de estas conclusiones. Lo que produce profundo estupor es que católicos, que sacerdotes a quienes horrorizan, según Nos queremos pensar, tales monstruosidades, se conduzcan, sin embargo, como si de lleno las aprobasen; pues tales son las alabanzas que prodigan a los mantenedores de esos errores, tales los honores que publicamente les tributan, que hacen creer facilmente que lo que pretenden honrar no son las personas, merecedoras acaso de alguna consideracion, sino mas bien los errores que a las claras profesan y que se empenan con todas veras en esparcir entre el vulgo.

14. Otro punto hay en esta cuestión de doctrina en abierta contradicción con la verdad católica.

Pues el principio de la experiencia se aplica también a la tradición sostenida hasta aqui por la Iglesia, destruyéndola completamente. A la verdad, por tradición entienden los modernistas cierta comunicación de alguna experiencia original que se hace a otros mediante la predicación y en virtud de la formula intelectual; a la cual formula atribuyen, además de su fuerza representativa, como dicen, cierto poder sugestivo que se ejerce, ora en el creyente mismo para despertar en él el sentimiento religioso, tal vez dormido, y restaurar la experiencia que alguna vez tuvo; ora sobre los que no creen aun, para crear por vez primera en ellos el sentimiento religioso y producir la experiencia. Asi es como la experiencia religiosa se va propagando extensamente por los pueblos; no solo por la predicación en los existentes, mas aun en los venideros, tanto por libros cuanto por la transmisión oral de unos a otros.

Pero esta comunicación de experiencias a veces se arraiga y reflorece; a veces envejece al punto y muere. El que reflorezca es para los modernistas un argumento de verdad, ya que toman indistintamente la verdad y la vida. De lo cual colegiremos de nuevo que todas las religiones existentes son verdaderas, pues de otro modo no vivirian.

15. Con lo expuesto hasta aqui, venerables hermanos, tenemos bastante y sobrado para formarnos cabal idea de las relaciones que establecen los modernistas entre la fe y la ciencia, bajo la cual comprenden también la historia.

Ante todo, se ha de asentar que la materia de una esta fuera de la materia de la otra y separada de ella. Pues la fe versa unicamente sobre un objeto que la ciencia declara serle incognoscible; de aqui un campo completamente diverso: la ciencia trata de los fenomenos, en los que no hay lugar para la fe; ésta, por lo contrario, se ocupa enteramente de lo divino, que la ciencia desconoce por completo. De donde se saca en conclusión que no hay conflictos posibles entre la ciencia y la fe; porque si cada una se encierra en su esfera, nunca podran encontrarse ni, por lo tanto, contradecirse.

Si tal vez se objeta a eso que hay en la naturaleza visible ciertas cosas que incumben también a la fe, como la vida humana de Jesucristo, ellos lo negaran. Pues aunque esas cosas se cuenten entre los fenomenos, mas en cuanto las penetra la vida de la fe, y en la manera arriba dicha, la fe las transfigura y desfigura, son arrancadas del mundo sensible y convertidas en materia del orden divino. Asi, al que todavia preguntase mas, si Jesucristo ha obrado verdaderos milagros y verdaderamente profetizado lo futuro; si verdaderamente resucito y subio a los cielos: no, contestara la ciencia agnostica; si, dira la fe. Aqui, con todo, no hay contradicción alguna: la negación es del filosofo, que habla a los filosofos y que no mira a Jesucristo sino según la realidad historica; la afirmación es del creyente, que se dirige a creyentes y que considera la vida de Jesucristo como vivida de nuevo por la fe y en la fe.

16. A pesar de eso, se enganarfa muy mucho el que creyese que podia opinar que la fe y la ciencia por ninguna razón se subordinan la una a la otra; de la ciencia si se podria juzgar de ese modo recta y verdaderamente; mas no de la fe, que, no solo por una, sino por tres razones esta sometida a la ciencia. Pues, en primer lugar, conviene notar que todo cuanto incluye cualquier hecho religioso, quitada su realidad divina y la experiencia que de ella tiene el creyente, todo lo demas, y principalmente las formulas religiosas, no sale de la esfera de los fenomenos, y por eso cae bajo el dominio de la ciencia. Séale licito al creyente, si le agrada, salir del mundo; pero, no obstante, mientras en él viva, jamas escapara, quiéralo o no, de las leyes, observación y fallos de la ciencia y de la historia.

Ademas, aunque se ha dicho que Dios es objeto de sola la fe, esto se entiende tratandose de la realidad divina y no de la idea de Dios. Esta se halla sujeta a la ciencia, la cual, filosofando en el orden que se dice logico, se eleva también a todo lo que es absoluto e ideal. Por lo tanto, la filosofia o la ciencia tienen el derecho de investigar sobre la idea de Dios, de dirigirla en su desenvolvimiento y librarla de todo lo extrano que pueda mezclarse; de aqui el axioma de los modernistas: "la evolución religiosa ha de ajustarse a la moral y a la intelectual"; esto es, como ha dicho uno de sus maestros, "ha de subordinarse a ellas".

Anadase, en fin, que el hombre no sufre en si la dualidad; por lo cual el creyente experimenta una interna necesidad que le obliga a armonizar la fe con la ciencia, de modo que no disienta de la idea general que la ciencia da de este mundo universo. De lo que se concluye que la ciencia es totalmente independiente de la fe; pero que ésta, por el contrario, aunque se pregone como extrana a la ciencia, debe sometérsele.


San Pío X

Oremus. Deus, qui ad tuéndam cathólicam fidem, et univérsa in Christo instauránda sanctum Pium, Summum Pontíficem, cælésti sapiéntia et apostólica fortitúdine replevísti: concéde propítius; ut, ejus institúta et exémpla sectántes, prämia consequámur ætérna. Per eumdem Dominum nostrum Jesum Christum filium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

Oremos. Oh Dios, que para defender la fe católica y restaurar todas las cosas en Cristo has llenado al Sumo Pontífice San Pío X de celeste sabiduría y apostólica fortaleza; concede propicio que, siguiendo sus enseñanzas y ejemplos, consigamos los premios eternos. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Sacerdotes de Colombia y Venezuela jugaron al fútbol por la paz



Los religiosos cambiaron la sotana por los guayos y dieron una demostración de hermandad ante 3.000 espectadores.

Todos dejaron por un momento la sotana en los camerinos y se calzaron los guayos para enfrentarse en un amistoso encuentro que terminó empatado 2-2, en el que no hubo ni amonestados ni perdedores.

El partido se jugó en dos tiempos de 40 minutos cada uno, fue pitado por árbitros profesionales locales en el estadio General Santander, de Cúcuta, y estuvo organizado por los obispos de las Diócesis de Cúcuta (Colombia) y San Cristóbal (Venezuela), dos naciones sumergidas en una cadena de líos diplomáticos desde hace meses.

Monseñor Jaime Prieto Amaya, obispo de la capital nortesantandereana, dijo que la idea era "promover la integración, con acciones que no causen resquemores y que puedan llegar a mostrar la importancia de la fraternidad", aseguró el prelado, quien agregó que "fue un partido excelente, sin tiempo suplementario, ni echados, ni tarjeta amarillas".

Un segundo compromiso, el de vuelta entre los sacerdotes colombianos y venezolanos, se realizará a comienzos del 2010 en San Cristóbal, anunciaron voceros de las Diócesis de ambos países.
eltiempo.com /
CÚCUTA

jueves, 10 de junio de 2010

¿REUNIÓN PARA QUE? ¿ CUANDO EL PAPA VA A ACTUAR COMO PAPA?



(Zapatitos de charol ni para el agua ni para el sol.)

Diálogo a solas durante 25 minutos
Benedicto XVI y Zapatero hablan sobre la ley de libertad religiosa y las próximas visitas papales a España

Benedicto XVI se reunió hoy con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien habló, entre otros temas, sobre las próximas visitas del Papa a España, el proyecto de «nueva ley sobre la libertad religiosa, la sacralidad de la vida desde su concepción y la importancia de la educación», según una nota del Vaticano. El coloquio se celebró en un ambiente de «gran cordialidad» y en un clima «muy positivo», dijo el portavoz vaticano, P. Federico Lombardi

10/06/10 5:33 PM | Imprimir | Enviar

Ver también

* «El Papa y Zapatero, una reunión previsible», por Luis Fernando Pérez

(Agencias/InfoCatólica) El presidente del gobierno español fue recibido a solas por el Pontífice en su estudio del segundo piso del palacio apostólico, donde conversaron con la ayuda de un intérprete, un eclesiástico español.

El jefe del gobierno español ha explicado que, como es tradición, el Papa suele recibir al presidente de turno de la Unión Europea (UE). Esta ha sido la segunda reunión que mantienen el Papa Ratzinger y Rodríguez Zapatero, tras la celebrada en Valencia (España) en julio de 2006.

“Los coloquios han permitido un intercambio de puntos de vista sobre Europa, sobre la actual crisis económico-financiera y el papel de la ética”, señala el Vaticano en un comunicado, en el que añadió que también estuvo sobre la mesa la situación en los países de América Central y del Caribe, así como la de Oriente Medio.

El Papa y Zapatero, y después éste con Bertone, analizaron la situación bilateral entre la Santa Sede y España. “También se han tratado asuntos de actualidad y de interés para la Iglesia en España, como la presentación eventual de una nueva ley sobre la libertad religiosa, la sacralidad de la vida desde su concepción y la importancia de la educación”, añade la Santa Sede.

Por lo que respecta a las visitas del Pontífice a Santiago de Compostela y Barcelona el 6 y 7 de noviembre de este año y a Madrid en agosto de 2011 para la Jornada Mundial de la Juventud, “se ha reconocido la más amplia disponibilidad del Gobierno español para colaborar en su preparación y desarrollo”, precisa la nota.
Zapatero explica la reunión

“El tono ha sido correcto. Fudamentalmente se habló de educación y de la ley de libertad religiosa” aseguró Rodríguez Zapatero durante una breve conferencia de prensa al término de su visita de pocas horas a Italia y el Vaticano.

"Hablamos de la crisis económica financiera y de su respuesta", contó Zapatero, quien concluye su mandato de presidente de la UE a finales de junio. El presidente del gobierno español manifestó igualmente su "máxima disposición" al Vaticano y al Papa para el éxito de los viajes que tiene programados a España para noviembre de este año –Santiago de Compostela y Barcelona– y agosto del 2011 –Jornada Mundial de la Juventud–.
Crisis, Alianza de Civilizaciones y Cuba

Según fuentes de Moncloa, respecto a la crisis económica internacional, Zapatero puso el acento en que las economías centren sus objetivos en la producción y no en la especulación. Asimismo, trasladó al Papa la labor de España en la Alianza de Civilizaciones “y la conveniencia de que ese espíritu de libertad y convivencia entre religiones que representa la alianza esté presente en la acción del Vaticano”.

Zapatero habló con Bertone del “papel común” que España y el Vaticano pueden desarrollar en el escenario internacional y valoró “como muy positiva” la labor de la Iglesia en Cuba: “España apuesta por cooperar, coordinarse y trabajar de manera conjunta (con la Iglesia). Ambas partes se han mostrado favorables a un diálogo exigente con Cuba”, señalaron fuentes de la delegación española.
Intercambio de regalos

Benedicto XVI, como establece el protocolo para las visitas de los primeros ministros, recibió a Zapatero de pie ante la mesa de la biblioteca y le dirigió unas palabras en español a las que Zapatero le contestó: “Tiene una pronunciación muy buena”.

Durante el tradicional intercambio de regalos, el Papa obsequió a Zapatero con un bajorrelieve. “Nuestro regalo representa el Vaticano como era en el siglo XVII, pero en realidad ya no existe más”, le dijo el Pontífice en italiano. Por su parte Zapatero donó al Papa un libro de formato grande de La historia del Real Monasterio de El Escorial. “Molto bello” (muy bello), comentó Benedicto XVI.

EL PAPA MULTI-FACETICO, CUANDO ESTÁ CON LOS JUDIOS ES MAS JUDIO QUI EL RABINO, CUANDO ESTÁ CON LOS MUSULMANES PARECE MAHOMA, CUANDO ESTA´CON ZAPATERO PARECE UN ZAPATO, PERDÓN, QUISE DECIR,UN SOQUETE,OH NO UN ZURDO MAS. (ZAPATO ROTO)



un poco de humor entre tanta malaria viene bien

M. FELLAY: LA HOMOSEXUALIDAD ES RESPONSABLE DE LOS ABUSOS EN LA IGLESIA


Fellay: la homosexualidad es responsable de los abusos en la Iglesia
A las 4:37 PM, por Isaac García Expósito
Categorías : Actualidad

Fuente: Secretum meum mihi.

Según el obispo Bernard Fellay las víctimas de esos abusos sexuales fueron casi siempre jóvenes sexualmente desarrollados, lo que demuestra claramente que el problema no es el celibato de los religiosos.

Hamburgo. (DPA)- La homosexualidad es la verdadera responsable del escándalo por abusos sexuales que sacude a la Iglesia católica desde hace meses, defendió hoy la ultraconservadora Hermandad de San Pío X.

Según dijo el obispo Bernard Fellay en una entrevista con el semanario alemán “Der Spiegel", las víctimas de esos abusos sexuales fueron casi siempre jóvenes sexualmente desarrollados, lo que demuestra claramente que el problema no es el celibato de los religiosos, sino mucho más la tendencia homosexual que podrían tener algunos de los agresores.

Por ello, Fellay instó a mantener alejados del sacerdocio a los homosexuales. Aunque polémica, su propuesta no es algo nuevo. El Vaticano rechaza desde hace tiempo el sacerdocio de los homosexuales.

En 2008, la Santa Sede emitió un documento en el que manifestaba claramente que un homosexual puede sentirse llamado por Dios, pero no debe practicar el sacerdocio.

La relación entre pedofilia y homosexualidad es una cuestión ampliamente discutida por los expertos, que sin embargo, no logran llegar a un acuerdo al respecto.

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CARTA DE MONSEÑOR FELLAY



Interesante carta de Monseñor Fellay
A las 9:36 PM, por Isaac García Expósito
Categorías : Actualidad, Iglesia

Carta a los amigos y bienhechores n°76

Queridos amigos y bienhechores,

La situación de la Iglesia se parece cada vez más a un mar agitado, en todos los sentidos. En él vemos olas que pretenden cada vez más hacer zozobrar la barca de Pedro, arrastrándola a abismos sin fin. Desde el Concilio Vaticano II, parece que una ola quiere llevarse consigo todo hacia al fondo, no dejando sino un montón de ruinas y un desierto espiritual, al que los propios Papas han denominado una apostasía. No queremos describiros otra vez esta dura realidad, pues ya lo hemos hecho a menudo, y todos vosotros la podéis comprobar. Sin embargo, nos parece útil comentaros un poco los acontecimientos de estos últimos meses; quiero hablaros de esos golpes sorprendentes por su violencia y particularmente bien orquestados que se han lanzado contra la Iglesia y el Sumo Pontífice. ¿Por qué semejante violencia?

Volviendo a nuestra imagen, parece que desde hace algún tiempo, más o menos desde la subida al pontificado del Papa Benedicto XVI, ha aparecido una nueva ola, mucho más modesta que la primera, pero no obstante bastante persistente como para que la podamos percibir y que, contra todo pronóstico, parece ir contra el sentido de la primera. Los indicios son suficientemente variados y numerosos como para poder afirmar que este nuevo movimiento de reforma o de restauración es algo real. Se lo ve particularmente entre las generaciones jóvenes, manifiestamente frustradas por la poca eficacia espiritual de las reformas de Vaticano II. Si consideramos los reproches tan duros y amargos que los progresistas lanzan contra Benedicto XVI, está claro que ellos perciben en la propia persona del Papa actual una de las causas más vigorosas de este principio de renovación. Y por lo mismo, incluso si nos parece que todas las iniciativas del Papa son más bien tímidas, contrarían profundamente al mundo revolucionario e izquierdista, tanto en el interior como en el exterior de la Iglesia, y esto a varios niveles.

Esta irritación de los progresistas y del mundo se deja sentir, en primer lugar, en los temas referentes a la moral. En particular, la izquierda y los liberales están irritados por las palabras, no obstante bien sopesadas, del Papa acerca del uso de los preservativos sobre la cuestión del sida en África. Referente a la vida de la Iglesia, en 2007 la rehabilitación de la misa de siempre en su derecho y luego la anulación, dos años más tarde, de la pena infamante que podía descalificarnos a nosotros, han provocado la rabia de los liberales y progresistas de todo pelaje. Además, la acertada iniciativa de un año sacerdotal que vuelve a poner en honor al sacerdote, recordando su importancia capital y tan necesaria para la salvación de las almas, y proponiendo como modelo al Santo Cura de Ars, no sólo es una invitación dirigida al pueblo cristiano a rezar por los sacerdotes, sino también un llamamiento a recurrir al sacramento de la penitencia, que ha caído completamente en olvido en grandes porciones de la Iglesia, así como a cuidar el culto eucarístico, especialmente considerando la importancia de la adoración de Nuestro Señor en la Sagrada Hostia, indicación clara de la realidad de la presencia real y sustancial de Nuestro Señor Jesucristo.

Igualmente, la designación de obispos claramente conservadores, entre los cuales un cierto número ya celebraban antes la misa tridentina. Podríamos citar también como ejemplo innegable de la realidad de esta pequeña ola que va en sentido contrario la Carta a los católicos de Irlanda invitando a la penitencia, a la confesión y a los ejercicios espirituales, pidiendo también la adoración a Jesús Eucaristía. Aunque en nuestros medios se estime, con razón, que estos esfuerzos son aún insuficientes para frenar la decadencia y la crisis de la Iglesia, particularmente al ver cierto número de actos que se sitúan en la triste línea de su predecesor, como las visitas a la sinagoga y al templo protestante, con todo, en los medios progresistas ha sonado la hora del zafarrancho de combate. La gran ola se enfrenta con la pequeña con una violencia sorprendente. No es de extrañar que el encuentro de ambas olas, tan desiguales, cause tantos remolinos y tumultos, y provoque una situación muy confusa, en la que es muy difícil distinguir y predecir cuál de las dos olas va a prevalecer. No obstante, se trata de algo nuevo, y merece ser saludado. No se trata de caer en un entusiasmo inconsiderado, que pretendería hacer creer que la crisis de la Iglesia ya ha terminado; al contrario, como las fuerzas van envejeciendo y ven que otra vez se replantea lo que ellos pensaban que finalmente se había adquirido, seguramente van a emprender un combate de gran envergadura para intentar salvar ese sueño de modernidad que empieza a venirse abajo. Es muy importante que mantengamos una mirada lo más realista que podamos sobre lo que está sucediendo. Aunque nos alegramos de todo lo bueno que se hace en la Iglesia y en el mundo, sin embargo no nos hacemos ilusiones ante la gravedad de la situación actual.

¿Qué se puede prever para los años venideros? ¿La paz en la Iglesia o la guerra? ¿El triunfo del bien y su tan ansiado regreso, o una nueva tormenta? ¿Conseguirá la pequeña ola crecer lo bastante como para imponerse un día? La certeza del cumplimiento de la promesa de Nuestra Señora en Fátima –«al final mi Corazón Inmaculado triunfará»–, no responde necesaria ni directamente a nuestra pregunta, pues no queda completamente excluido si habrá que pasar primero por una tribulación aún mucho mayor antes de llegar al tan ansiado triunfo…

Volvemos a encontrar este tremendo desafío en nuestra cruzada de rosarios, aunque con esto no quisiéramos quitar nada a la alegría del anuncio del resultado extraordinario de nuestra Cruzada del Rosario. Hace un año, os habíamos pedido audazmente una docena de millones de rosarios para coronar y rodear con una magnífica guirnalda de alabanzas, como otras tantas estrellas, a Nuestra buena Madre del Cielo, la Madre de Dios, esa Madre que se presenta ante los enemigos de Dios como «un ejército en orden de batalla» (Cant. 6, 3). Vosotros habéis respondido con tanta generosidad que ahora podemos llevar a Roma un ramillete de más de 19 millones de rosarios, sin contar los de todas las personas que se han unido a nosotros sin ser directamente feligreses nuestros.

Desde luego no fue por casualidad que Pío XII, al proclamar el dogma de la Asunción, quiso cambiar el Introito de la fiesta del 15 de agosto por el fragmento del Apocalipsis que saluda al gran signo que apareció en el cielo. Este fragmento del Apocalipsis inaugura la descripción de una de las guerras más terribles expuestas en el Libro sagrado: el gran dragón, que va a barrer con su cola una tercera parte de las estrellas, viene a presentar batalla a la gran Señora (cf. Apoc. 12). ¿Está destinado a nuestro tiempo este pasaje? Podemos fácilmente creerlo, aunque evitando hacer aplicaciones demasiado literales y unívocas de estos misterios y descripciones proféticas. No dudamos en modo alguno que todas nuestras oraciones tienen su importancia, incluso una grandísima importancia, en este momento de la historia en que estamos. No obstante, pensamos que tenemos que exhortaros y alentaros en estas circunstancias de la historia de la Iglesia.

Vuestra gran generosidad muestra, sin que quepa duda alguna, vuestra adhesión y vuestro amor muy reales a nuestra santa Madre la Iglesia católica romana, al Sucesor de San Pedro y a la jerarquía, incluso si hemos de sufrir mucho de parte de ella. Dios es mucho más fuerte que el mal, y el bien vencerá, aunque tal vez no con toda la pompa que hubiéramos deseado.

Ahora hay que convencer a las autoridades para que realicen la famosa consagración de Rusia que ellos dicen que ya han realizado, y hay que recordar la actualidad de lo que decía Nuestra Señora de Fátima, siendo que, en el año 2000, quisieron pasar la página para no volver ya sobre el tema. Parecen multiplicarse las dificultades y los obstáculos para que no se pueda realizar de ninguna manera lo que pedimos. Poco importa; contamos mucho más con Dios que con los hombres; del mismo modo que esperamos de actos tan sencillos como el de la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María resultados sorprendentes para la Iglesia y para el mundo, y que superan todo lo que podemos imaginar. Se trata de una locura ante los ojos de los hombres, pero es realmente el reflejo de lo que ya predicaba San Pablo en su época: lo que es sabiduría a los ojos de los hombres es una locura para Dios, mientras que los sabios del mundo consideran la sabiduría de Dios como una necia locura (cf. 1 Cor. 1, 20).

Ahora que vamos a transmitir al Santo Padre vuestros notables esfuerzos, lo mismo que la razón de tales oraciones, esperando contribuir de este modo al bien de la Iglesia, os pedimos que sigáis con estos mismos esfuerzos. Siguiendo el ejemplo a que nos invita el propio Nuestro Señor en su exhortación tan conmovedora a la oración: «Pedid y recibiréis», insistiendo e insistiendo mucho (cf. Mt. 7, 7-11). La magnitud de lo que pedimos, aunque no quepa duda de que seremos escuchados, exige una insistencia y una perseverancia proporcionadas.

Recordemos también que lo esencial del mensaje de Fátima no consiste únicamente en la consagración de Rusia, sino sobre todo en la devoción al Corazón Inmaculado de María. Que todas estas oraciones y sacrificios nos hagan crecer y ahondar a todos en esta devoción especial al Corazón de la Madre de Dios. Dios quiere dejarse conmover por este medio.

Nuestro mayor deseo, a principios de este mes de mayo, mes de María, es que todos nos volvamos a poner bajo su maternal protección. Agradeciéndoos vuestra generosidad tan grande, le pedimos a Nuestra Señora que, junto con el Niño Jesús, se digne bendeciros.

+Bernard Fellay

1 de mayo de 2010, fiesta de San José Obrero

Visto en:

DICI
Rorate Caeli

ZEN. O CRISTO




Casa "zen" de Espiritualidad San Felipe Neri (6/06/2010)
Carta recibida de M.B.P.



Queridos hermanos en Cristo:



Ante todo quisiera felicitaros, por vuestra gran labor super-fructifera, y por hacer de vuestra web un espejo donde se refleja la autentica verdad de la situación en la que desgraciadamente se encuentra sumergida nuestra amada Iglesia Católica, y que algunos personajes de dentro de la misma Iglesia, tratan de esconder de forma inaudita.



"O somos de Cristo, o no", si somos de Cristo nada nos debe detener a la hora de exponer situaciones en ocasiones de incomprensible corte pagano, dentro de la misma Iglesia Católica, puesto que muchos de los que deberían velar por ella, miran para otro lado. Voy a exponer un hecho, que me ha dejado en el más doliente estupor. El día de Pentecostés fuí invitada a un grupo de la Renovación Carismática Católica, en la Casa de Espiritualidad de Barcelona, San Felipe Neri, como bien su nombre indica sería deseable pensar que se trataba de una casa de Epiritualidad Católica pues, por lo que bien parece está regentado por hermanas con su hábito católico, hasta aqui todo perfecto.



Se ha puesto lamentablemente de moda, hablar delante del Santisímo como si fuera un mercado, no confesarse nadie, pero, si ir a comulgar todos, ponerse a saludar cuando se viene de recibir la comunión, ir a comulgar sin decoro, y no pasa nada, ningún sacerdote advierte y esto tan solo es una pequeña parte de toda la impiedad reinante, no se nos prepara, para nada para que podamos hacer frente a lo que se nos viene encima en nuestra Iglesia.



Volviendo al tema de la hermanas. Para empezar, en la casa de espiritualidad San Felipe Neri, lugar muy bonito, por cierto, para meditar, se ha aprovechado para otras enseñanzas, fuera de la Iglesia Católica, llamó mi atención, un "budita" de piedra en el jardin, y en la Iglesia ninguna imagen de la Virgen María, en el altar, arriba en el techo ví, que había una pantalla enrrollada de manera que al abrirla se procedía a tapar el Sagrario y la Cruz, que estaba en la parte superior del mismo. Ya se habían quitado los bancos y substituidos por sillas, para dar efecto salón, en cuando se quisiera.



Luego al entrar en la "casa de espiritualidad", (yo entendía casa de ejercicios espirituales, en otra época debió ser, claro), veíamos que la casa esta decorada con muchas piedras al estilo oriental, y en un corcho, a modo de panel informativo, estaban colgadas todas las actividades ZEN, de la semana, conferencias, talleres...ect, todo de espiritualidad ZEN. Pero, de Cristo y la Virgen María, nada de nada, ninguna actividad católica, me dirijo a la hermana y le pregunto que, que es eso y me dice, que sí, que son actividades ZEN. Y yo le digo que si ella es católica, y el lugar tambien, que, a que viene esto, me dice que hay que respetar y que Dios es Amor y que caben todos, pero, yo le digo que sí, que Dios es Amor, pero, que hay que respetar a las personas, no a las religiones, poniéndolas en lugar de la Nuestra Católica Apóstolica y Romana, (estoy hablando con una persona consagrada a Dios, si la vista no me engaña), no a Buda, pero, continuemos, le digo, ¿acaso Buda pasó la Pasión de Nuestro Senor, acaso murió en una Cruz, por nuestros pecados, acaso Resucitó?.



Ella continúa en sus trece, me quedo medio muerta. Realmente, creo que la situación se está desbordando, nadie hace nada, y hay un pasotismo generalizado, creo que estamos cometiendo un gran pecado de omisión, por el que deberemos dar buena cuenta a Dios. Las cosas en algunas congragaciones no van bien. Alimentadas por otras corrientes pseudo, religioso-filosoficas, cuyo estandarte de "Dios es Amor", frase preciosa pero, que aplicada a todo y sacada de contexto, puede dar resultados catastroficos en al almas, como el entender, que todo vale.



Hace poco tiempo, encontré una monja en la libreria San Pablo de Barcelona con unos cuantos libros de Leonardo Boff, y al preguntarle, ella me dijo: "Dios es Amor", "hay que amar a todos". Me quedé bastante sorprendida, (como si los demás, los que no seguimos estás corrientes modernistas, no los amaramos), mientras algunos traten de tergiversar el mensaje de Cristo, por esta especie de buenismo hipócrita, buenismo, de tontos laba, iremos por muy mal camino, el camino ancho, este, que no es, el que Cristo nos predicó. Sí esto no nos dice nada, deberíamos quedarnos aterrorizados de nosotros mismos, pues, demuestra que somos tan tibios, que nos hemos ido familiarizando con las costumbres paganas hasta el punto de no reconocer que nos estamos volviendo herejes.



Quitando a Nuestro Jesús y Nuestra Madre, la Virgen María y subtituirlo por otro Jesús, tipo "ligth", inventado a nuestra comodidad, o como algunos otros, por piedras o por un Buda inerte, mineral inanimado, que se convierte en el becerro de oro de nuestros tiempos. Esto es muy grave, hermanos, tendríamos que ponernos las pilas, pues, quizás cuando nos despertemos de este letargo, sea demasiado tarde. Cada uno que saque sus propias conclusiones



PRINCIPALES SITIOS DE LA CASA DE ESPIRITUALIDAD SAN FELIPE NERI.


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PARROCO QUE ACONCEJA LAS RELACIONES PRE-MATRIMONIALES


En la teleserie "La Riera" (TV3) aparece un sacerdote que aconseja las relaciones pre-matrimoniales (9/06/2010)
Por Laia Barón

El párroco de Santa María de Mataró autoriza que se grabe en su parroquia

Leí indignada el escrito de Pisum Sativum Maritimum en la sección "De omnibus rebus" del 30/05/2010 en que se informaba que el párroco Mn. Joan Barat autorizaba a TV3 para que convirtieran la capilla del Santísimo Sacramento de la basílica de Santa María de Mataró como plató para grabar escenas de la teleserie de TV3 "La Riera". El escrito de Sergi Pàmies que apareció en La Vanguardia deja bien claro el estilo indecente y amoral de la citada serie.

Por si esto no fuera suficiente leo en esa magnífica página que es Forum Libertas, de la que soy asidua lectora, el siguiente titular: "TV3 manipula la realidad católica: 'inventa' sacerdotes que aconsejan relaciones sexuales prematrimoniales". Me parece verdaderamente vergonzoso por parte de la televisión pública catalana que se manipule de esa manera, pero aún me parece peor que ni nuestro cardenal ni el departamento de comunicación de la diócesis, ni ningún representante oficial del arzobispado haga llegar una protesta pública por este hecho, y es absolutamente deplorable que el párroco Mn. Barat abra de par en par las puertas de la iglesia, y sin compensación alguna, ponga todos los medios parroquiales, sacristán de pago incluído, para que los de TV3 tengan todas las facilidades para grabar esta penosa serie. Dios mío, pobre beato Dr. Samsó, menudos sucesores que tiene en su querida basílica.

Es por ello que he decidio enviarles la información que apareció en "Forum Libertas", para que en esta página de denuncia que es Germinans Germinabit llegue a todos los rincones y todo el mundo se entere de estos penosos sucesos.

La televisión autonómica catalana proyecta la serie ‘La Riera' en la que un párroco aconseja a una joven católica a punto de casarse que tenga relaciones íntimas antes de la boda

La serie La Riera , producida y emitida por la televisión catalana (Televisió de Catalunya, TV3) dependiente de la Generalitat de Catalunya (gobernada por el PSC), ha emitido un capítulo en el que se pone en duda el sentido de la abstención sexual antes del matrimonio entre los católicos .

El planteamiento está profundamente manipulado, ya que para defender posturas ajenas a la Doctrina católica, los directores utilizan a un sacerdote (Esteve Puig Cantón, personaje protagonizado por Manuel Dueso -en la fotografía-) y a una joven católica de 23 años (la actriz Margalida Grimalt que interpreta a la camarera Mireia Flaquer Boix) que está preparándose con su pareja para recibir los votos matrimoniales. El capítulo 88 emitido este 19 de mayo plantea una duda de Mireia que, a pesar de su convicción de llegar virgen al matrimonio, no tiene claro que la castidad sea lo mejor para su relación.

El sacerdote en un primer momento –algo desorientado e inseguro- la insta a seguir lo que dicta la Doctrina aunque luego la visita para explicarle que no había sido sincero con ella e instarle a lo contrario . “Quería hacerle una pregunta –confiesa Mireia a su sacerdote de toda la vida-. Quería saber si en el cursillo de preparación del matrimonio algún día hablaremos de… me da vergüenza hablar de eso… ¿Hablaremos de sexo?”. “De sexo… -responde mosén Esteve- hablaremos del amor…, de la convivencia…”. “Como hasta ahora”, infiere la joven a lo que el sacerdote afirma titubeante: “profundizaremos un poco más…”. La conversación continúa de la siguiente forma:

Mireia: “Oriol y yo somos vírgenes, eso ya lo sabe, y lo somos porque siempre hemos querido serlo, para nosotros el matrimonio tiene un valor y es una forma de respetarlo, es una manera de respetar nuestras ideas”.

Mosén Esteve: “Pero tienes dudas…”.

Mireia: “A veces sí… es que nadie lo hace, la gente de nuestras edad tiene relaciones sexuales antes del matrimonio y hasta algunos mantienen relaciones con personas con las que saben que no se casarán nunca”.

Mosén Esteve: “Qué piensas”.

Mireia: “Que es banalizar el matrimonio. Pero cuando es lo que hace la mayoría me pregunto si no somos nosotros los que nos estamos equivocando… ¿nos estamos equivocando?”.

Mosén Esteve: “Está bien que te hagas esa pregunta. Solo podemos ser coherentes con nosotros mismos si nos cuestionamos las cosas que hacemos, sino no hablaríamos de coherencia sino de aceptar las ideas que nos han inculcado sin más. Va bien cuestionarse las cosas”.

Mireia: “Pero no me ha contestado la pregunta. ¿Piensa que estamos haciendo bien hecho?”.

Mosén Esteve: “Efectivamente, hoy en día ser cristianos prácticamente es ir a la contra. Y no hacer lo que hace la mayoría no quiere decir que no esté bien hecho lo que vosotros hacéis”.

Mireia: “Entonces lo estamos haciendo bien”.

Mosén Esteve: “Yo creo que sí. Hay muchas parejas como tú y Oriol, Mireia. Muchas más de las que tu te piensas”.

El sacerdote, que se ha quedado visiblemente angustiado tras la conversación con Mireia, resuelve visitar a la joven ese mismo día para cambiar su postura. La conversación transcurre del siguiente modo:

Mosén Esteve: “He estado dando muchas vueltas a la conversación que hemos tenido antes. Mireia, tú y Oriol sois una pareja como hay pocas, y por eso, porque os valoro y quiero lo mejor para vosotros he estado pensando mucho en lo que hemos hablado”.

Mireia: “Usted dirá”.

Mosén Esteve: “A ver… no estoy seguro que te haya aconsejado de la mejor manera”.

Mireia: “Bien, usted me ha dicho que hacíamos bien en no tener relaciones hasta estar casados”.

Mosén Esteve: “Tampoco digo lo contrario…”.

Mireia: “Entonces, ¿qué quiere decir?”.

Mosén Esteve: “¿El hecho de esperaros perjudica vuestra relación…?”

Mireia: “A ver, nosotros tenemos muy claro que nos tenemos que esperar, pero es verdad que lo sufrimos. Pero el sufrimiento nos hace crecer, ¿no?”.

Mosén Esteve: “Sí… eso dice san Pablo…”.

Mireia: “Si Cristo no se negó al sufrimiento nosotros tampoco podemos hacerlo”.

Mosén Esteve: “Si, pero Cristo no tenía otro remedio que sufrir (silencio). Mira, por desgracia muchas veces en la vida chocareis con el sufrimiento sin poderlo evitar. La enfermedad, la muerte de personas queridas… muchas cosas y entonces tendréis que enfrentar el sufrimiento porque no tendréis otra salida. La cuestión es si tú y Oriol tenéis que sufrir ahora”.

Mireia: “¿Qué me dice mosén?”.

Mosén Esteve: “No, ya sé que lo que digo contradice la Doctrina de la Iglesia, pero según mi entender no contradice la palabra de Cristo. Mireia, yo os aprecio y me has pedido mi opinión sobre este tema y yo tengo la obligación de decirte lo que realmente pienso”.

Mireia: “A ver si le entiendo bien, ¿me está diciendo que tenga relaciones con el Oriol antes de que nos casemos?”

Mosén Esteve: “Si por culpa de no tenerlas ves que la cosa se puede torcer, quizás es mejor tenerlas”.

TV3, en su página web, presenta la serie como “la historia de una familia que regenta un restaurante en un pueblo de la costa, no muy lejos de Barcelona” y precisa que la historia se seguirá “desde el punto de vista de cada uno de los personajes, no como si fuera una serie coral, sino de vidas cruzadas. Esto permitirá que las tramas no se dispersen, que los personajes sean más complejos. Que el espectador pueda acceder a las miserias y grandezas de unos personajes imprevisibles, contradictorios, geniales y detestables a la vez”. Cabe preguntarse si lo detestable no es violentar las creencias de millones de personas en el mundo que ejercen libremente y con total convicción sus postulados católicos.

TV3 prosigue con su publicidad ideológica que introduce con cuña siempre que tiene una oportunidad, las series que produce no están al margen de esa manipulación. El canal ya ha demostrado en sucesivas ocasiones la falta de respeto hacia las creencias religiosas, en especial la católica con la que se ensaña siempre que puede en sus espacios de ficción, humor y análisis.

Si seguimos leyendo en la página web, vemos la descripción del sacerdote de 65 años: “Es sacerdote de la iglesia de San Clemente desde hace más de 30 años”, y prosigue: “fuera de la iglesia lo vemos vestido con pantalones oscuros y jersey gris o marrón. Colores tristes, apagados. Lleva ropa más bien vieja, pasada de moda. Se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos participando en causas sociales”, si por ‘saberse adaptar a los tiempos' TV3 considera que el párroco debe relajar la moral que defiende y por la que trabaja, con ello está obviando el trabajo de miles de sacerdotes en todo el mundo que, sin dejar de realizar una labor social –o exactamente por eso-, ayudan a las personas a vivir felizmente desde una perspectiva moral y cristiana.

Por ello, cabe lamentar que se utilice de esta forma la figura de un sacerdote para hacer encajar la ideología que se defiende poniendo en duda otra de la que no se participa.

miércoles, 9 de junio de 2010

REFORMA DE LA REFORMA?


El maestro de ceremonias del Papa pide una nueva reforma litúrgica en línea con la tradición de la Iglesia

Monseñor Guido Marini, maestro de ceremonias del Papa, ha pedido que se lleve a cabo la «reforma de la reforma» litúrgica en una conferencia que dio el pasado 6 de enero, organizada por la Confraternidad del Clero Católico de Australia y Estados Unidos. Monseñor Marini explicó que esta medida debería suponer un paso adelante en el entendimiento del auténtico espíritu de la liturgia. El responsable de la liturgia vaticana aseguró que una renovación de la liturgia debería de reflejar «la ininterrumpida tradición de la Iglesia» incorporando las sugerencias del Vaticano II en el seno de dicha tradición. Las reformas conciliares, insistió, deben ser entendidas en el contexto de continuidad con las tradiciones de los siglos precedentes.

08/01/10 10:19 AM | Imprimir | Enviar

Ver también

* «Marini tiene las cosas claras», por Miguel Vinuesa
* «¿Hacia una nueva reforma litúrgica?», por Luis Fernando Pérez

(CNS/InfoCatólica) "La única disposición que nos permite atenernos al auténtico espíritu de la liturgia", aseveró el sacerdote, "es considerar tanto la actual como la pasada liturgia como un único patrimonio en continuo desarrollo".

Monseñor Marini lamentó que la necesidad de la renovación sea evidente debido a la extensión mundial de los abusos litúrgicos. "No es difícil darse cuenta qué lejos están algunas conductas del verdadero espíritu litúrgico", afirmó el presbítero, quien añadió que "nosotros, los sacerdotes, somos los principales responsables de ello".

Citando las obras del por entonces cardenal Ratzinger, antes de su elección como Benedicto XVI, el liturgista italiano enfatizó que la forma de la liturgia es establecida por la Iglesia y no puede ser alterada arbitariamente por ningún sacerdote. En ese sentido, el padre Marini condenó el "comportamiento despótico" de los sacerdotes que se saltan las reglas litúrgicas y enfatizó que la liturgia "no está disponible para que nosotros hagamos una interpretación personal de la misma".

Monseñor Marini afirmó: "¡Qué locura es, efectivamente, que reclamemos para nosotros el derecho a cambiar, de forma subjetiva, los signos sagrados que el tiempo ha ido tamizando, a través de los cuales la Iglesia habla de sí misma, de su identidad y de su fe!"

El liturgista vaticano abogó además por la celebración tradicional cara "ad orientem", que es la que tiene sus raíces en los orígenes del cristianismo. "En nuestro tiempo", aseguró, "la expresión `celebrando de cara al pueblo´ ha entrado en nuestro vocabulario común. Si la intención el usar esa expresión es describir la localización del sacerdote, quien, dado el hecho de que hoy el mismo se encuentra mirando a la congregación debido a la posición del altar, entonces es aceptable. Pero sería absolutamente inaceptable en el momento en que fuera usada como una proposición teológica. Teológicamente hablando, la Santa Misa, de hecho, está siempre dirigida hacia Dios a través de Cristo nuestro Señor y sería un grave error imaginar que la orientación principal del acto sacrificial es la comunidad".

Monseñor Marini aseguró que cada uno de los aspectos de la liturgia debe estar destinado a promover la adoración. El clérigo señaló que el Papa Benedicto ha empezado la práctica de dar la comunión a los fieles en la lengua mientras están arrodillados, lo cual es una "señal visible de una apropiada actitud de adoración delante de la grandeza del misterio de la presencia eucarística de nuestro Señor".

El padre Marini, a la vez que animó de corazón a una participación de todos en la liturgia, dijo que la misma "no sería realmente una participación activa si no condujera a la adoración del misterio de la salvación en Cristo Jesús, quien murió y resucitó por nosotros".

ARSOBISPO PATA DURA ...O CARADURA?

10.churchontheball.com
Ampliar foto El arzobispo de Durban, Wilfried Fox Napier.

El arzobispo de Durban, Wilfried Fox Napier.churchontheball.com

Ampliar foto Los obispos de Sudáfrica posan con Henry y "defienden"  los colores de Francia.

Los obispos de Sudáfrica posan con Henry y "defienden" los colores de Francia.churchontheball.com

Vídeos relacionados
JOSÉ Á. CARPIO 03.06.2010

Aviso para navegantes -católicos-. Si viajan a Sudáfrica este verano, pueden ser fieles al mismo tiempo a su selección y a Dios, y entre partido y partido, asistir al culto en alguna de las parroquias cercanas a los estadios donde se disputará el campeonato del mundo. También pueden encender una vela virtual para animar a su equipo y rezar para que el juego limpio y la justicia, deportiva o no, reinen en Sudáfrica [Así es la Sudáfrica del Mundial].

Todo ello, gracias a una iniciativa de la Iglesia de Sudáfrica, que de manera tan original como vivaz no ha dudado en remangarse y abrir una página web www.churchontheball.com ("La Iglesia en el balón", o en el globo, según la traducción literal).

Una esférica oración ruega a Dios en la portada para que los deportistas se conduzcan con deportividad y no sufran lesiones, y también para que no haya problemas de delincuencia, corrupción, violencia entre los aficionados o cualquier forma de abuso y explotación contra los más vulnerables.

Poco importa que la confesión católica sea minoritaria en Sudáfrica, donde la población profesa en su mayoría otras confesiones cristianas. La Iglesia sudafricana tiene claro que merece la pena seguir el Mundial de cerca, y no sólo porque sus prelados sean seguidores de la selección francesa, como muestra el fotomontaje en esta noticia, sino porque supone un reto para un país con un delicado y problemático tejido social.

En la web se ofrecen variadas informaciones y materiales sobre fútbol para los seguidores, pero lo cierto es que es sobre todo un medio para hacer llegar un mensaje, ahora que todo el mundo vuelve la mirada a África, aunque sea para ver rodar el balón.

"Esperamos que el Mundial le dé una segunda oportunidad al país", afirma Wilfred Fox Napier, arzobispo de Durban, que lo mismo se atreve con unos toques de balón a lo Ronaldo que con una vuvuzela, pero siempre con un claro mensaje..

"Es una oportunidad importante para subrayar el papel del deporte en nuestras culturas africanas. El deporte requiere paciencia, perseverancia, respeto.. Todos ellos son valores que nuestras sociedades -especialmente la africana- necesitan mucho".



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EL ARS OBISPO ( CREO QUE ES ARS OBISPO NO LO SE ) ES UN PATA DURA O QUEDA MEJOR UN CARADURA



PLATEA PARA EL MUNDIAL

Un hombre tenía 2 boletos para la final del mundial fútbol de Sudáfrica 2010, se sienta y otro hombre se acerca y le pregunta si está ocupado el asiento junto a él.

- No… está desocupado.

Asombrado el otro dice:

- Es increíble, ¿quién en su sano juicio tiene un asiento como éste para la final del mundial, el evento más grande del mundo, y no lo usa?

- Bueno, en realidad el asiento es mío. Lo compre hace dos años. Se suponía que mi esposa me iba a acompañar, pero falleció. Éste es el primer mundial en el que no vamos a estar juntos desde que nos casamos en 1982.

- ¡Ohhh! Qué pena oír eso. Es terrible. ¿Pero, no pudo encontrar a alguien más? ¿Un amigo, o pariente, incluso un vecino para que lo acompañe y no sentirse tan solo?

El hombre niega tristemente con la cabeza, sus ojos están al borde de las lágrimas, hace una pausa mientras traga saliva… entonces contesta:

- No..... están todos en el velorio.