El obispo Richard Williamson de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X dijo que Juan Pablo II era un “hombre bueno” y que él no tiene la misma religión que su “Papa”
¡¡¡El obispo Williamson nos dice que Juan Pablo II era un “hombre bueno”!!!
P.) El argumento de la “dignidad humana” fue tomado de la enseñanza de Karl Rahner?
R.) Obispo Williamson: Definitivamente. Se centra todo sobre el hombre. El Papa Juan Pablo II se centraba mucho en la persona humana. Él creía en la persona humana, él creía en el hombre. Y recuerde lo que dijo Jeremías: Ay de aquel que confía en el hombre. Es lo mismo, muy vivo con Juan Pablo II. Yo pienso que Juan Pablo II era sincero. Creo que era un hombre bueno, pero estaba muy equivocado. Y creo que el Papa Benedicto XVI es del mismo tipo. Creo que él es decente y sincero, pero está muy equivocado.
Esta es probablemente la declaración más mala
que haya leído de un líder “tradicionalista” que dice ser opuesto a la
religión del Vaticano II. El obispo Williamson nos dice que
Juan Pablo II, de quien él sabe que: besó el Corán, presidió una nueva
religión, oró junto con adoradores del diablo, etc., etc., etc. – ni
siquiera quiero dar toda la lista ya que Williamson sabe muy bien sobre
ello. ¡Este obispo Williamson nos dice que Juan Pablo II
era un “hombre bueno”! ¡Esta es una abominación indignante! Esto nos
prueba que el monseñor Williamson no tiene absolutamente ninguna fe.
Monseñor Williamson, usted es el primogénito de Sátanas.
San Ireneo, Contra las herejías: “Una vez que él [San Policarpo] fue recibido por Marción, quien le pregunto, ‘¿Me reconoces?’, Policarpo respondió, ‘¡Te reconozco como el primogénito de Satanás!’”. (Jurgens, Faith of the Early Fathers, vol. 1, 212).
Se me han acabado las palabras. No sé qué escribir para intentar comunicar cuán mala es esta declaración del obispo Williamson. Ello significa que toda la fe católica que Juan Pablo II frecuentemente rechazó (y aún así era un “hombre bueno”) es absolutamente inútil; que Jesucristo, a quién Juan Pablo II rechazó continuamente al aprobar las falsas religiones, es absolutamente inútil; que toda la fe católica tradicional es absolutamente inútil; que la Misa tradicional (que Juan Pablo II prohibió, salvo cuando podía contrarrestar las misas latinas de capillas independientes) es absolutamente inútil; que básicamente todos los hombres son buenos y se salvan, porque si Juan Pablo II era un “hombre bueno” entonces todos los hombres son buenos.
1 Reyes 15, 22-23: “Pero Samuel repuso: ¿No quiere mejor el Señor la obediencia a sus mandatos que no los holocaustos y las víctimas? Mejor es la obediencia que las víctimas. Y mejor escuchar que ofrecer el sebo de los carneros. Tan pecado es la rebelión como la superstición, y la resistencia como la idolatría. Pues que tú has rechazado el mandato del Señor, Él te rechaza también a ti como rey”.
Este pasaje de la Biblia se refiere a la
obediencia a la Palabra de Dios –la fe en su palabra revelada–. Esta
amonestación escalofriante de 1 Reyes 15 fue hecha por el profeta
Samuel al rey Saúl, quien había ofrecido víctimas violando
directamente la palabra de Dios. Saúl había tratado de complacer a Dios
con sus holocaustos y víctimas, mientras que al mismo tiempo
transgredía la palabra hablada de Dios. El sacrificio del rey Saúl,
por lo tanto, fue completamente rechazado por Dios y Saúl fue
desechado por el Señor. Las palabras habladas por Samuel al rey Saúl
bien se pueden aplicar para la multitud de los falsos “católicos”,
especialmente también a los falsos
“tradicionalistas” que creen que los no católicos se pueden salvar, que
rechazan la palabra de Dios (su dogma revelado que no hay salvación
fuera de la Iglesia católica) o que igualan lo bueno con lo malo –la
Iglesia de Cristo con la religión del Vaticano II– o que sostienen que
los apóstatas pueden ser “hombres buenos”. Y porque ellos no aceptan su
Palabra respecto a las verdades de la fe, y confunden la verdad de
Dios con la mentira, mientras que al mismo tiempo creen que le están agradando por ofrecer el sacrificio en la misa latina tradicional,
su sacrificio será en vano ni les será provechoso y Dios lo rechazará.
Porque ellos rechazaron la “palabra del Señor” –las sólidas verdades
de Jesucristo– y colocan la Misa (el Sacrificio) primero que la fe
(obediencia a la palabra de Dios), y por ende, Dios rechazará
absolutamente sus sacrificios y ofrecimientos.
SPES ANDAAA.......
NON POSSUMUS, ANDAAA.......
MONSE. WILLI ANDAAAA.....
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