lunes, 26 de agosto de 2013

CHARLA MATRIMONIAL


 
 ¿Es posible que algún día tenga una  conversación como ésta?
- Esposa: ¿A dónde vas?  + Marido: Salgo un rato.
- ¿Te vas con el coche ?
+ Sí.
- ¿Tiene gasolina?
+ Sí, ya le puse.
- ¿Vas a tardar mucho?
+ No mucho.
- ¿A dónde vas?
+ No sé, por ahí. A dar una vuelta.
- ¿Y no prefieres ir caminando?
+ No, voy con el coche.
- ¿Me traes un helado?
+ ¿De qué sabor?
- De chocolate.
+ Bueno, vuelvo por la heladería y te traigo uno.
- ¿A la vuelta?
+ Sí, para que no se derrita.
- ¿Por qué no vas ahora, vuelves y me lo dejas?
+ Mejor a la vuelta, va a ser mejor.
- Ya…
+ Cuando vuelva tomamos el helado juntos.
- Pero a ti no te gusta el chocolate.
+ Me compro otro.
- ¡Trae uno de vainilla!
+ Tampoco me gusta la vainilla.
- Entonces de fresa, que nos gusta a los dos.
+ Muy bien. Besos, vuelvo en un rato.
- Cariño…
+ ¿Qué?
- Mejor fresa no. Trae limón.
+ ¡No me gusta el limón!
- Entonces tráeme chocolate a mí y para ti lo que quieras.
+ Fue lo que dije al principio.
- ¿Estás siendo irónico?
+ No, me voy.
-¡Dame un beso!
+ Bueno… (beso)
- ¿Vas con tu coche o con el mío?
+ Con el mío.
- Usa el mío, tiene CD. El tuyo no.
+ No voy a oír música, voy a despejarme un poco.
- ¿Necesitas despejarte?
+ No sé, cuando salga te digo.
- ¡No tardes!
+ No tardo… (abre la puerta).
- Amor…
+ ¿Y ahora qué…?
- ¡Qué grosero! ¡Mejor vete ya!
+ Estoy intentando irme y no me dejas.
- ¿Por qué tienes que ir solo? ¿Te vas a encontrar con alguien?
+ ¿Qué quieres decir?
- Nada.
+ (Cariñoso) ¿Crees que te estoy engañando con alguien?
- No… claro que no… pero tú sabes cómo son.
+ ¿Cómo son quienes?
- ¡Los hombres!
+ ¿Estás generalizando o estás hablando de mí?
- Estoy generalizando.
+ Entonces no se aplica a mí. Sabes que no te haría algo así.
- Ya, bueno. Vete entonces.
+ Ya me voy.
- Espera.
+ ¡Ay por Dios! ¡¿Qué?!
- Llévate el móvil, ¿quieres?
+ ¿Para qué? ¿Para que me estés llamando a cada rato?
- No. Por si pasa algo.
+ No te preocupes.
- Perdóname por la desconfianza. ¡Es que te extraño!
+ Está bien. No quise contestarte así. Te amo.
- ¡Yo también!
- ¿Puedo usar tu móvil ?
+ ¿Para qué?
- Es que me gustan unos jueguitos que tiene.
+ ¿Quieres mi móvil para jugar?
- Sí.
+ Usa el ordenador, hay un montón de juegos ahí.
- No entiendo ese aparato…
+ ¿Y para qué me hiciste que lo comprara el mes pasado?
- No importa. Llévate el móvil porque si no, lo voy a usar.
+ Úsalo, no hay nada importante en él.
- ¿Sí?
+ Sí.
- ¿Dónde está?
+ ¿El qué?
- ¡Lo que debería estar en el móvil y no está!
+ ¿Qué?
- ¡Nada! ¡Olvídalo!
+ ¿Estás nerviosa?
- No, no estoy.
+ Entonces me voy.
- Lo último…
+ -¿¿¡¡QuééééÉÉÉÉ!!??
- ¡Ya no quiero el helado!
+ ¿Ah no?
- ¡No!
+ ¡Entonces yo ya no voy a salir!
- ¿Ah no?
+ ¡No!
- ¿Entonces te quedas conmigo?
+ No, me aburriste. ¡Me voy a dormir!
- ¿Estás nervioso?
+ ¡Sí!
- ¿Y por qué no te vas a dar una vuelta para despejarte?





Fuente: quiero dormir

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