SE LEVANTÓ UNA PROSTITUTA Y POR VOCACIÓN LA LLEVÓ AL BARRIO PAULO VI
EL CURA ES DEL VERBO ENCARNADO QUE ESTABA MISIONANDO Y HACIENDO LIO COMO LO MANDA BERGOGLIO.
El padre del sacerdote baleado en Godoy Cruz sostiene que a su hijo
intentaron asaltarlo, en la madrugada de este jueves. Por su parte, la
prostituta que acompañaba al religioso al momento de ser atacado declaró
en la Justicia que la víctima que quería “salir” con ella y una amiga.
Marcelo Rolando Lopresti (37) se encuentra internado en el Hospital
Central. Le dispararon desde muy poca distancia y el proyectil le
ingresó por el costado izquierdo de la región abdominal. El ataque
ocurrió alrededor de la 1.20 en las inmediaciones de calles Rawson y
Vélez Sársfield.
Pero el sacerdote no llegó hasta ese lugar porque estaba paseando o
por casualidad. Fue a llevar a una prostituta hasta su casa de Godoy
Cruz.
En la esquina de las calles José Federico Moreno y San Luis, de
Capital, la había levantado en la madrugada de este jueves. Ella estaba
parada en esa esquina trabajando cuando “se detuvo un auto de color
gris. Bajó un gordito con bermudas y camisa a cuadros que quería ’salir’
“, declaró la mujer en la sede judicial. Y agregó: "Me pidió que
buscara a una amiga".
La trabajadora sexual le respondió que fueron a buscar a una
compañera (Adriana) que también trabaja por calle San Luis. Fueron por
ella pero estaba descompuesta porque es diabética. La llevaron hasta su
casa, en Las Heras, a buscar sus medicamentos y comer algo, pero decidió
quedarse. Entonces el sacerdote llevó amujer hasta su casa en Godoy
Cruz.
Cuando estaban por llegar, la mujer le dijo al cura Lopresti que
detuviese el auto pero él no lo hizo porque vio a dos sujetos
sospechosos, según le dijo a los policías que llegaron al lugar del
hecho. Entonces paró el rodado una cuadra más adelante.
Pero Rodríguez declaró que en ese lugar fue atacado sin mediar
palabras de parte de los agresores. “Yo me estaba poniendo un pantalón
porque estaba con pollera cuando apareció un hombre y disparó”, relató
en la Oficina Fiscal N° 3. La bala hirió al religioso.
Su padre, Domingo Lopresti, no dudó en afirmar que “se trató de un
intento de robo”. Él alcanzó a hablar unas pocas palabras con su hijo
cuando estaba por ingresar al quirófano del Central. La Justicia aún no
le tomó declaración, sólo está el testimonio de la trabajadora sexual y
de su padre.
Domingo está muy preocupado por la salud de su hijo, quien vino a Mendoza a pasar unos días de vacaciones.
“Mi hijo hace unos 11 años que vive en Montalto Di Castro, una ciudad
que está al Norte de Roma. Él es misionero”, le contó Domingo a Diario UNO.
Fuentes judiciales confiaron que la investigación no apunta sólo a
encontrar al autor del ataque, también a establecer si la mujer que iba
con el sacerdote fue parte de un plan.
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