lunes, 15 de marzo de 2010

CRÓNICA DE UNA APOSTASÍA


14/03/2010
Crónica de una apostasía

Comienza la historia: La preocupación espiritual del diario Clarín:

Ariel Álvarez Valdés En la tapa del diario Clarín del día 9 de marzo pasado (ver aquí), con el tema del terremoto en Chile comentándose en todas partes, se podía leer un recuadro titulando una tremebunda pregunta que, viniendo del diario que venía, reputé apriorísticamente por engañosa.

El título del artículo, que se desarrollaba en el interior del diario, era: “"¿Y dónde está Dios?": los devastadores terremotos sacuden la fe de los cristianos”. Debajo se leía: “Los sismos en Haití y Chile volvieron a poner sobre el tapete entre los creyentes el papel del Creador en las catástrofes y por qué, siendo todopoderoso y bondadoso, no las impide.”

Daba la impresión de un artículo que no iba a ir directamente contra la fe cristiana (ya eso está en otros artículos, y además hay un número de lectores cristianos que hay mantener como lectores…) pero obviamente no iba a ser doctrinariamente ortodoxo.

Terminaba la presentación de la nota con: “El destacado biblista y teólogo Ariel Alvarez Valdés responde.”

El tema del mal, según Valdés (foto): el (según Clarín) erudito biblista y teólogo, en la mencionada nota, niega enfática y absolutamente la posibilidad del castigo divino (lo cual para él “es una ofensa a Dios”), lo cual demuestra que, o bien el biblista no ha leído toda la Biblia o le han provisto de algún ejemplar que le faltaban muchas páginas…

Pero había que responder al tema de la existencia del mal. Y he aquí que se viene una explicación erudita si las hay:

“Sería imposible la existencia de un mundo sin mal, por la simple razón de que el mundo es finito, limitado, precario. Dios no podía crear un mundo perfecto, porque lo único perfecto que existe es él. Todo lo demás que pudiera crear, resulta necesariamente limitado. Y a esa limitación le llamamos mal. Hablando hipotéticamente, Dios podría no haber creado este mundo. Pero si lo crea, tienen que ser necesariamente finito (si no, se crearía a sí mismo). De modo que la finitud, la imperfección, la carencia, la privación, estarán siempre presentes como parte de la naturaleza.”

El mal, como acto contrario a la voluntad de Dios, o como las consecuencias naturales y sobrenaturales que tales actos conllevan, no tiene absolutamente nada que ver con que las criaturas no sean infinitas.

Pero bueno… si hay una confusión conceptual entre los términos, tal vez sea sólo porque la Biblia del biblista no está completa… Por ello no le podemos imputar que no distinga entre la infinitud de Dios y la finitud de las criaturas con la existencia del mal.

Desde la concepción de Valdés se extraerían conclusiones como: luego, todos los ángeles pecaron… luego, no existe el pecado original…

Ya sabemos entonces que parte de las hojas que le faltan al biblista son del libro del Génesis.

“El mal no es un misterio. Es inevitable, sencillamente”, sentencia el erudito Valdés en la nota de Clarín, que también reproduce… el Boletín Salesiano (!)

___

Volvamos unos años atrás…

Año 2.001: La retractación de Valdés

Carta del presbítero Alvarez Valdés (ver aquí)

Con fecha 19 de julio, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe me pidió que en alguna revista o boletín católico publicara el siguiente texto de retractación. Con tal motivo me permito hacérselo llegar a usted, a fin de que vea la oportunidad de publicarlo en el boletín de AICA.

Texto de la “Retractación”

En el mes de diciembre de 1995 publiqué un artículo de divulgación bíblica, titulado “¿EL DIABLO Y EL DEMONIO SON LO MISMO?”. En dicho artículo yo afirmaba que:

1. “No es posible la posesión diabólica, en el sentido de que un ser personal se introduzca dentro de otra persona, lo posea y lo obligue a tender hacia el mal en contra de su voluntad”.

2. “Los casos de posesión diabólica siempre son enfermedades a las que la ciencia de aquel tiempo no encontraba respuesta natural”.

3. “Jesús vino a enseñar religión, no medicina. En este sentido Jesús permaneció dentro de los límites de la concepción judía de aquel tiempo. Los presuntamente poseídos eran en realidad enfermos, pero como la gente explicaba aquellos trastornos y su curación mediante el lenguaje de “posesión” y “exorcismo”, Jesús no tenía porqué hablar con términos distintos de los que eran familiares en aquel tiempo“.

4. “A la altura de nuestros actuales conocimientos, tanto científicos como bíblicos, no es posible seguir creyendo en la existencia de los demonios”.

5. “(La Iglesia) lentamente ha ido abandonando su creencia en las posesiones”.

6. “En 1984 Juan Pablo II publicó el nuevo Ritual Romano en el que elimina definitivamente la ceremonia misma del exorcismo, de la Iglesia Católica”.

7. “En el siglo II la Iglesia preguntó a los científicos de la época por qué ciertas personas tenían comportamientos sumamente extraños y le contestaron: están endemoniados. Ante esto, creó la ceremonia del exorcismo. En el siglo XX la Iglesia vuelve a hacer la misma pregunta a los científicos, y ahora éstos contestan: tienen raras patologías, cuyas causas a medias ya se conocen. Entonces (la Iglesia) suprimió el exorcismo”.

“Por medio de la presente quiero retractarme de estas afirmaciones, y reconocer que eran erróneas y contrarias a las enseñanzas de la Iglesia Católica, a la que amo y deseo servir fielmente desde mi ministerio. Especialmente a la luz del nuevo Ritual del Exorcismo, recientemente aparecido.

“Asimismo quiero dejar en claro que me someto, como siempre procuré hacerlo, a todo lo que la Santa Madre Iglesia cree y enseña, y que deseo permanecer siempre unido a ella”. Firmado: Presbítero Licenciado Ariel Alvarez Valdés, Diócesis de Santiago del Estero.”

___

Año 2.008: La no-retractación de Valdés

Decreto del obispo de Santiago del Estero (ver aquí):

…Considerando
1. Que algunas de sus afirmaciones causan perplejidad y llevan a pastores y fieles a preguntarse si dichas afirmaciones son compatibles con la enseñanza del Magisterio auténtico de la Iglesia.

2. Que el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdés ha reconocido lo fundado de dichas reacciones provocadas por sus escritos y ha manifestado reiteradamente estar dispuesto a hacer las rectificaciones pertinentes en sus nuevas publicaciones.

3. Que el interesado también ha manifestado su disposición de hacer públicas las retractaciones correspondientes a las cuestiones teológicas que, en sus intervenciones, presentan ambigüedades o errores.

4. Que, sin embargo, el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdés ha hecho notar que dichas retractaciones serían publicadas a condición de incluir una mención expresa a que se efectúan por pedido explícito de la autoridad eclesiástica.

5. Que de ser incluida en el texto dicha cláusula limitaría severamente la consistencia y la autenticidad de las retractaciones.

…Por lo tanto…

1. A partir del 5 de agosto de 2008 y mientras no se disponga otra cosa, el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdés carece de licencias para hacer nuevas publicaciones o disponer la reedición de publicaciones anteriores.

2. A partir del 5 de agosto de 2008, el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdés carece de misión canónica para la enseñanza de disciplinas teológicas en cualquier nivel de docencia, incluyendo cursos cortos, conferencias y toda otra actividad análoga.

3. A partir del 5 de agosto de 2008, el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdés carece de licencias para participar en la organización y uso de medios de comunicación social, incluyendo internet, ya sea a través de escritos, grabaciones, filmaciones y cualquier otro tipo de soporte.

___

Volviendo a la actualidad…

Sábado 13 de Marzo de 2010: Ariel Alvarez Valdés dejó el sacerdocio

Dijo el “erudito biblista y teólogo”:

“A partir de ahora quiero dedicarme a divulgar la Palabra de Dios” (sic)

“Resulta triste que tenga que dejar el sacerdocio para poder dedicarme a la Biblia (sic); pero desde hace casi dos años estoy impedido de hablar, escribir, publicar, enseñar o dar cursos, y todo por unas afirmaciones que resultan secundarias para nuestra fe…”(sic)

Sin embargo, hay algo que dice Valdés en lo que tal vez tenga (y mucha) razón:

“Renuncio porque a partir de ahora quiero dedicarme a divulgar la Palabra de Dios, tal como me enseñaron en las universidades católicas y pontificas donde estudié…”.

Como fuere, en esta historia de idas y vueltas se baja tristemente el telón…

No hay comentarios:

Publicar un comentario