miércoles, 22 de junio de 2011

Presidente de Universidad Católica :es tiempo de abandonar las residencias mixtas

LAS NENAS CON LAS NENAS, LOS NENES CON LOS NENES

21/06/2011
Kathleen Gilbert
WASHINGTON, DC, 21 de junio de 2011 (Notifam) – Frente a la devastación causada en la juventud universitaria por la cultura de las relaciones sexuales ocasionales, el presidente de una de las principales universidades católicas de Estados Unidos ha propuesto una solución simple: acabar con las residencias mixtas.
John Garvey, presidente de la Universidad Católica de América, ha anunciado en un editorial de opinión para The Wall Street Journal que iba a cambiar las residencias de la universidad para aislar los cuartos de hombres y mujeres en edificios separados.
Como padre de hijos en edad universitaria, Garvey dijo que le preocupaba el carácter de sus hijos. Escribió que “es posible que hayamos sido un poco inusuales al pensar que era responsabilidad de la universidad preocuparse de eso también”, escribió. “Pero creo que el intelecto y la virtud están conectados”.
Las residencias mixtas, un experimento social que comenzó en 1960, antes de ganar atracción en los años 70, han sobrepasado ahora más del 90 por ciento de los campus universitarios estadounidenses, muchos de ellos católicos.
Un estudio de 2009 publicado en el Journal of American College Health encontró que los estudiantes que viven en dormitorios mixtos están 2,5 veces más dispuestos a beber en exceso que sus contrapartes segregados. Sólo el 44 por ciento de los estudiantes que habitan residencias mixtas dijo que habían sido castos el año pasado, en comparación con el 63 por ciento de los que habitan en residencias para personas del mismo sexo, y estuvieron más del doble de dispuestos a tener más de tres parejas sexuales en el mismo período de tiempo.
Garvey señaló que los estudiantes que se dedican al consumo excesivo de alcohol estaban 25 veces más dispuestos a atrasarse en la escuela, y que también afectó negativamente las vidas de sus colegas sobrios. Señala que los efectos de la promiscuidad sexual también son una carga, con las mujeres promiscuas el doble de dispuestas a sufrir depresión, y los hombres promiscuos desempeñándose pobremente en su trabajo escolar.
Garvey dijo que si Aristóteles tenía razón al afirmar que la virtud y la sabiduría se apoyan mutuamente, “entonces colegios y universidades deben preocuparse tanto de la virtud como del intelecto”.
Patrick Reilly, presidente del grupo de vigilancia de las universidades católicas – la Cardinal Newman Society -, alabó las palabras de Garvey, diciendo que el presidente de la universidad “ha asentado un ejemplo importante para los educadores católicos”.
“Las residencias de un solo sexo son un regreso a la cordura en el camino a la pureza”, le dijo Reilly a LifeSiteNews.com en un correo electrónico enviado el lunes.
“Con demasiada frecuencia, se culpa a la cultura moderna por el comportamiento sexual de los estudiantes”. “Mira con lo que tenemos que trabajar”, dicen. ¿Pero cómo se puede culpar a los estudiantes cuando nuestros propios colegios y universidades católicas invitan implícitamente a la actividad sexual?”.
Los sociólogos Anne Hendershott y Nicholas Dunn están de acuerdo con la preocupación de Garvey respecto al abuso del alcohol y a la actividad sexual en los campus católicos. En un informe que será publicado esta semana por la Cardinal Newman Society, ambos advierten sobre los graves “daños psicológicos, espirituales y físicos” asociados con la conducta sexual en la universidad.
“Las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados y los abortos, así como una larga lista de costos psicológicos, incluyendo la baja autoestima, la depresión y la tristeza, están íntimamente relacionados con la aparición de la cultura de las relaciones sexuales ocasionales en el campus”, informan los autores en sus estudio “The Hook-Up Culture on Catholic Campuses” [La Cultura del enganche en los campus católicos].

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