Es un mito progresista que insiste en que el sacerdote genera adhesión a la "buena nueva del Evangelio" haciéndose como la juventud de hoy en día. El Papa San Pío X le da palabras de sabiduría perenne de cómo el sacerdote se ganará el respeto verdadero y veneración:
"Si el mundo infiel moderno ha despojado al sacerdote de ese halo de veneración que antiguamente fue coronado, es más necesario que en nuestros días se debe por su porte ganar una vez más el respeto de la gente por su alta dignidad y decoro. Tanto más porque la experiencia nos enseña que el mundo está conmocionado ... no sólo por los más mínimos defectos que discierne en los eclesiásticos, sino también por sus acciones más inocentes cuando éstos no llevan el sello de la gravedad que tiene derecho a esperar de ellos ...
"Por lo tanto, recomendamos que la gravedad sacerdotal ... Con San Ambrosio le digo a usted:" Nihil Sacerdote comuna en cum multitudine "(2). [Que nada en el sacerdote sea como las multitudes comunes.]
En su mano lleva su gorra de Bishop. Una cadena de oro precioso elegante lleva su cruz pectoral, un relicario de la Vera Cruz, que le recuerda que debe mantener estrecha contra su pecho la Cruz. En síntesis, el hombre entero es un símbolo de su elevada misión.
En la postura de los brazos, uno discierne una gran calma y seguridad. En la cara, una profunda honestidad y seriedad ante Dios y ante sí mismo, así como una visión completa de la maldad que le rodea y la Santa Iglesia. Su fisonomía expresa tristeza por que el mal y, al mismo tiempo, una determinación de dedicar su vida a luchar contra él. Es un rostro amable, pero con ninguna de las sentimentalismo blando de los débiles.
Una vez más, usted está buscando en Giuseppe Sarto, obispo de Mantua, que ofrece un vivo ejemplo de sus sabios consejos en la dignidad sacerdotal y decoro.
Epoca, 27 de enero 1979 |
Se trata de Juan Pablo II en un momento de relajación entreteniendo a los fotógrafos en 1979.
Sería imposible imaginar un gesto payasadas del Papa San Pío X a la derecha abajo, aunque no se corresponde a la majestad llena de pompa papal. Detrás de él se puede ver el trono pontificio. Lleva la triple corona, y en el dedo el Anillo del Pescador que lleva una esmeralda hermosa. Sobre sus hombros el manto papal solemne se cubre. Todo esto irradia el esplendor y la dignidad del Papado que existía en la Santa Iglesia antes del Concilio Vaticano II el cual comenzó a relegar estos símbolos para los armarios y museos.
El Papa, en una posición de bendición, nos mira como diciendo estas palabras: "Mi misión está cumplida. He peleado la buena batalla ".
En su cara en la foto es el mismo coraje, la misma determinación, la misma seriedad que en los otros. Pero hay también más tristeza, más paz, y completa soledad, la soledad de un santo en una época revolucionaria. Uno puede vislumbrar el significado de las palabras que dijo, "De gentibus non est mecum vir". [Entre todos los pueblos, no hay un solo hombre conmigo.]
¿Qué estaba viendo en esa mirada triste y profunda? ¿Fue tal vez vislumbrar algo de la crisis que se mecía en la Iglesia Católica con el Consejo y sus consecuencias? ¿Quién sabe?
Ciertamente, sus palabras urgentes a los sacerdotes tienen un significado especial hoy, vale la pena reflexionar y recordar: "Grande es la dignidad sacerdotal, pero grande es también su ruina si no es fiel a sus deberes, porque por desgracia, es cierto que la corrupción de los muy bueno es una cosa espantosa. optimorum corrupción, teterrimum ".
¿Se le ocurrió pensar que entre los pontificados de San Pío X y del Beato Juan Pablo II hay unos 50 años de diferencia? ¿Se le ocurrió pensar que entre medio hubo una Guerra Mundial, un Mayo francés y una Guerra Fría? Le invito a estudiar un poco de historia y a darse cuenta de que en el s. XX hubo mayores cambios socio-político-culturales que en los 300 años anteriores (sí, incluyendo la Rev. Francesa).
ResponderEliminarSupongo que Ud. no recuerda el video de León XIII, distendido, saludando afectadamente a una cámara y arreglándose el cabello... Ni a Pío XII en sus famosas fotos con niños o pateando un balón de futbol.
Sus comparaciones son odiosas y falaces, (y ahistóricas). Vergonzoso.
la diferencia tambien que hay es que el primero era católico y el segundo apostáta. estimado Dios no muta, Él fué,es y será siempre el mismo,
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