martes, 10 de julio de 2012

REPUESTA DE RADIO CRISTIANDAD A LOS AGRAVIOS DEL P. BOUCHACORT



ANALISIS DEL EDITORIAL 138 DE IESUS CHRISTUS: ¡JIM JONES NO LO HUBIERA HECHO MEJOR!

Apostillas al Editorial 138 del P. Bouchacourt

RECUPEREMOS LA RAZON

Un breve análisis del Editorial provocador del P. Bouchacourt. No nos detendremos más que lo necesario. Pues no buscamos defendernos, sino ante todo refutar los pensamientos tendenciosos que encierran sus palabras.
Iremos entresacando las líneas que puso allí el Superior de Distrito para nosotros, tal como afirma en su Editorial:
Dadas varias consultas que se nos formularon, aprovecho estas líneas para indicarles que Radio Cristiandad no tiene nada que ver, ni de cerca, ni de lejos, con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. En sus comienzos nuestra Fraternidad ayudó a esta radio y a su sitio web; sin embargo, desde hace algunos años sus gestores adhieren a los principios que procuré denunciar en este artículo. Por lo demás, lo mismo se aplica al sitio de Brasil “SPES“.
Viendo entonces que el objeto de la nota somos nosotros y nuestros amigos de SPES, nos ocuparemos de “los principios” que menciona. El orden no sigue necesariamente el del Editorial.
Comencemos diciendo que en la hora que se acerca al momento de redactar su editorial, el P. Bouchacourt elige este tema (nosotros) y no el del desastre interno que está ocurriendo en el Capítulo General de la FSSPX. Pretende, dice, “traer paz a las almas”. Pero no hay paz sin verdad.
Manténganse alejados de los sitios y de las radios cuya vocación es vehiculizar el rumor y el escándalo. De esta manera se fortalecerá la vida espiritual, las almas se afirmarán en el bien, cumplirán mejor sus deberes de estado y progresarán en la virtud; y Dios, a su vez, los colmará de gracias y les dará su paz.
Entonces podemos delimitar el primer deseo del escritor de las líneas: no deben leer ni escuchar Radio Cristiandad, pues “con los rumores que tiran los arrastran al error y al descrédito hacia nosotros, sus sacerdotes y superiores. Cualquier noticia que quieran conocer, deben preguntarla en los Prioratos…”
Ustedes mismos, queridos fieles, encontrarán las respuestas a toda duda o pregunta en vuestros prioratos. Es allí donde obtendrán las informaciones religiosas que precisan, no en internet. Entonces podrán conservar la paz interior. La recurrencia a la información y a los rumores conduce a la ruina del alma. Dándose sin freno al rumor y difundiéndolo, incluso con la mejor intención, se puede lesionar la reputación de otras personas y ofender a Dios. Uno queda así expuesto a perder la tranquilidad del alma. Cada quien será el único responsable ante Dios de todos los daños que esto produzca.
Burdas mentiras. No hay un solo feligrés que pueda secundar tamaña ficción. ¿Cuál es el miedo? ¿Qué podrán encontrar los fieles y los sacerdotes de la FSSPX dentro de Radio Cristiandad? Ustedes, P. Bouchacourt, no deberían temer a las “mentiras” que dice la Radio. El que está con la Verdad, nada ha de temer…
Baste notar que dice: “en los Prioratos encontrarán las informaciones religiosas que precisan“. No la Verdad, lo que precisan. Hasta donde precisan conocer. Hasta lo que estimamos como Superiores que ustedes, pobrecitos laicos, pueden entender. Podrán conservar entonces la paz interior… Claro, les diremos solo aquello que no les despierte inquietudes.
En pleno incendio del edificio, solo les dirán que alguien está haciendo “un asadito” cerca del edificio… De ese modo conservarán la paz interior… y sobre todo ¡no vendrán con cuestiones serias a perturbarnos a nosotros, que estamos tan ocupados en ocultar nuestra trampa!
Los feligreses saben que cada vez que se acercaron a los Prioratos, a los centros de misas, a los Superiores, fueron engañados, callados, puestos a rezar y a confiar en los Superiores… Calladitos, de rodillas, no piensen, no escuchen, no lean, no hablen entre ustedes…
Padre Bouchacourt: ¡Jim Jones no lo hubiera hecho mejor!
En materia de comunicación y de información católica, internet debería estar bajo la autoridad de los superiores eclesiásticos, que controlan las informaciones emitidas y recibidas.
Primero deberían probar esos “superiores eclesiásticos” tener la capacidad personal y fundamentalmente el compromiso cabal con Cristo y Su Iglesia. ¿Serán capaces de permitir que se diga la Verdad? ¿Serán útiles a la verdad, aunque tengan que denunciar los tejes y manejes de sus superiores? No hay en todo el Editorial del P. Bouchachourt un punto que de mas la sensación del desesperado intento por dominar lo que se piensa, lo que se dice, lo que se lee y lo que se escucha, que este.
¡Es el clericalismo más ramplón que hemos conocido!
No, Padre Bouchacourt, que cada uno haga resplandecer los dones que Dios le dio. Si tan solo Ud. cumpliera su deber como Superior de Distrito, y no se creyera el poseedor de los Sacramentos, cuánto bien haría.
La voluntad de anular cualquier palabra discordante de sus planes, siempre ha sido motivo de confrontación con Radio Cristiandad. Aun antes de tomar las posiciones que hemos tomado en este combate, Ud. pretendió callar nuestra voz de denuncia cuando demostrábamos el estado del clero modernista. Ante hechos terribles de orden moral por parte del llamado “clero” modernista, usted mismo ordenó que Radio Cristiandad debía callar, pues “esos sacerdotes y obispos modernistas que caen en escándalos tremendos, siguen siendo sacerdotes y obispos y por lo tanto hay que respetarlos como tales”. No importaba para Ud. el mal que pudieran hacer. Menospreció nuestros dichos de que tales “sacerdotes y obispos” lo eran de una falsa iglesia y por lo tanto debían ser considerados enemigos. Menos importaba que con sus actos arrastraran almas a salir de la Iglesia y abandonar la Fe.
Lo único que le importaba era salvaguardar “el acuerdo”, no levantar voces que pudieran complicarles, más tarde, la cercanía con los Obispos modernistas, al identificar Radio Cristiandad con la FSSPX.
Verdaderamente, mientras más pasa el tiempo, más claro vemos su posición.
¿Para esto quisiera tener el control de los medios de comunicación? ¿Para poder definir bajo “su criterio” lo que debe ser mostrado de lo que no, a fin de salvaguardar sus intereses, los peores según nos lo ha demostrado?
Confórmese con sus medios adictos. A ellos los puede manipular. Son fáciles y baratos de comprar. Pero, claro, la gente no es tonta. El resultado de penetración social de esos medios no es el que usted esperaba.
Lo más penoso es observar que, incluso en nuestros medios, algunos dan más crédito a lo que leen en internet que a lo que pueden enseñarles sus sacerdotes, ya sea desde el púlpito o por medio de los boletines parroquiales.
Nos creen más a nosotros que a ellos… Como una verdadera autocrítica, el P. Bouchacourt debería preguntarse de rodillas ante el Santísimo acerca de cómo pasó eso.
¿Cómo ha sido posible tal descrédito del púlpito, de los boletines parroquiales, de los comunicados oficiales, de las Cartas a los amigos y benefactores?
Debe reconocer, P. Bouchacourt, que han hecho todo lo posible para que nadie les crea nada.
Basta repasar algunas de las escandalosas mentiras de los Superiores como usted, y del mismo Superior General y sus adeptos, para darse cuenta.
Además, antes de enseñar, el hombre debe ser discípulo y recibir el saber bajo la autoridad de sus padres, de sus profesores y de los sacerdotes que formarán así su inteligencia, su voluntad y su alma.
Parecería el P. Bouchacourt pecar de ingenuidad… ¿No existen los infiltrados? ¿Toda autoridad debe ser seguida, mande lo que mande? ¿Los profesores son todos probos? ¿Y los sacerdotes…? ¿Los formadores de la inteligencia, la voluntad y el alma… llevan seguro por el buen camino a las almas? ¿Acaso no existe la revolución. No existe el mal? ¿Acaso no estamos obligados a discernir entre el bien y el mal. No tenemos que tener la tensión al bien…? ¿Debemos creer a rajatabla lo que el sacerdote nos manda a creer y obrar?
¿Y esto, es aplicable solamente a la FSSPX o también deben obrar así los que están fuera de ella? ¿Aquellos sacerdotes y Obispos, a los que Ud. defendía mandándonos a callar ante sus desvaríos morales y doctrinales, están comprendidos en esto?
Hemos aprendido de la verdadera FSSPX a discernir, a elegir el bien. A evaluar, que, aún mitras y báculos pueden llevarnos al error.
¿Cuál sería la voluntad de Mons. Lefebvre de que los fieles se instruyeran? Y en definitiva para qué tanto estudio, tanta comprensión de la realidad… ¡Si los teníamos a ustedes…, si teníamos un priorato cerca ya podíamos estar tranquilos… Solo teníamos que obedecer… estar en todo de acuerdo con lo que se nos dijera y rezar unos rosaritos… Con eso ya estábamos salvos!!!
El mal uso de internet invierte totalmente este orden: sustrae al hombre de toda autoridad y hace de él un ser independiente, que se construye y se guía a sí mismo sin hacer el menor esfuerzo. Se determinará respecto a la verdad y al error por sus solas luces y a remolque de sus deseos. Entonces el orgullo resulta exaltado y peligra conducir el alma a su ruina. ¡Todo ello es contrario al plan de Dios!
Los hechos demuestran que si no hubiésemos despertado, si, en cierto modo, no nos hubiéramos formado como se debe, estaríamos ahora apoyando la revolución del acuerdismo. ¡Y ciertamente eso no es lo que Dios quiere!
Es triste e inquietante comprobar que muchos internautas, tan pronto como se parapetan detrás de sus teclados, se erigen en jueces del mundo entero, mientras otros pontifican como si fuesen teólogos del más alto nivel. El uso de seudónimos y el deseo de generar reacciones favorecen la calumnia y la maledicencia, como así también la difusión del error sin freno ni control.
Nosotros jamás usamos seudónimos, por el contrario, los que usan seudónimos son los apadrinados del acuerdismo, como por ej. El tal Ermindo de la cuajada roja, o Pericón Argentino. O los difamadores que desde Panorama Católico, por ej. en el más absoluto anonimato, golpean y difaman, aun en cosas personales.
Para mayor claridad del tema: nosotros suprimimos a los miles de comentaristas, que, desde el anonimato o no, dejaban sus comentarios. Aunque en principio nos pareció una estrategia mala en cuanto a la publicidad del sitio, nos aseguró que lo que figura en Radio Cristiandad sea solo responsabilidad nuestra. Con nombre y apellido.
En realidad, internet favorece la independencia respecto a la autoridad y encuentra sus raíces en el liberalismo práctico que los Pontífices del siglo XIX y comienzos del siglo XX condenaron por igual. He aquí lo que pensaba el Cardenal Pie“Os digo que todo miembro separado de su cabeza es un miembro que pierde la vida; si queréis estar prevenidos, si tenéis desarrollado por poco que sea el sentido del olfato, pronto percibiréis que de distintos puntos de este cuerpo que ya no recibe la influencia de la cabeza, emanará un olor fétido de descomposición y de muerte; veréis que todo se disolverá, un pellejo caerá hoy y mañana otro”.
Obviamente que esto debe aplicarse. En tiempos normales, nadie osaría dudar de estas palabras. Pero no estamos en esos tiempos. Los enemigos son los de al lado. Los que peleaban con nosotros. Los que considerábamos hermanos en la Fe. Se nos parecen… “Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros”
Esa cabeza contra la que “peleamos” no es la de Cristo, obviamente. Es la de la Venenosa Hidra. Y la “savia” con que esa cabeza nos alimentaba no era más que ponzoña. Es preferible morir solos, antes que seguir unidos al veneno del error.
En este caso, el problema está dado no por el miembro que se separa de la cabeza, sino de la misma cabeza cuando está podrida y manda y conmina al error y al pecado.
Siguiendo esta misma línea de pensamiento, deberíamos preguntarnos, porqué Mons. Lefebvre prefirió la infamia de la excomunión –que recibió con orgullo- a la molicie de seguir enquistado en una cabeza que ya no manda lo que debe mandar, que ya no enseña lo que debe enseñar. Esa misma Hidra a la que quieren unirse y mientras tanto hacernos callar…
Lo mismo que le pasó a Mons. Lefebvre con la iglesia conciliar, es lo que nos pasa a los que resistimos contra “la autoridad” que gobierna hoy la FSSPX. Argumentos de obediencia, de confianza en la gracia de estado de los Superiores, amenazas de excomunión, infamias, calumnias, etc. Lo mismo… ¡Todo un signo!
Si la cabeza fuera digna, los miembros estarían sanos.
¿Acaso no es un deber del cristiano gritar que viene el Lobo y tratar de salvar al rebaño?

Entonces el rumor ocupa el lugar de la verdad y la opinión el del dogma. A su vez el rumor conduce a más rumores, ¡siempre es el rumor! Ese es el fondo de comercio de muchos blogs y radios que sin eso no existirían.
Cuando el río suena, agua trae…
Si la FSSPX hubiera obrado a la luz, como hijos de Dios y no en las tinieblas del secretismo y del engaño – lo que hemos probado sobradamente- no existirían los rumores, sino las simples comunicaciones.
Baste como ej. La Carta filtrada del propio Bouchacourt a los sacerdotes del Distrito. ¿Cuál fue la causa para que un sacerdote de entre sus filas, nos diera a conocer la Carta? ¿Acaso no es un demostrativo de ese “grito” desesperado del que se encuentra coaccionado e impedido moralmente de hacer conocer la Verdad? La misma increíble reacción del Superior diciendo: “un imbécil dio a conocer esto a la Radio”, nos puede dar la pauta de cómo sangran por la herida.
Lo que ellos buscan es hacer sus cochinos acercamientos y que nadie se entere. Pretenden obrar con el engaño y la mentira, en total impunidad. Y encima manipulando coercitivamente a través de los Sacramentos. Como si fueran estos un bien propio y no de Cristo.
A menudo la autoridad es ridiculizada, hecha objeto de irrisión y apostrofada como lo haría el peor de los impíos. En nombre de la libertad de expresión uno se permite decir cualquier cosa, publicar cualquier cosa o escuchar cualquier cosa.
Ya decía el gran mártir Santo Tomás Moro que para el Diablo nada hay peor que que lo tomen a la risa. “Del Diablo hay que burlarse”. Dejo constancia, por las dudas, de que el P. Bouchacourt y su caterva de secuaces no son el Diablo, no se le asemejan en nada. No les da.
De todos modos, lo que nos mueve no es la “libertad de expresión”, que es un término de la Revolución… Nos mueve el amor a la Verdad, caiga quien caiga… Sólo la Verdad nos hace libres…
Este medio de comunicación (internet) se ha convertido así en una poderosa herramienta de subversión y de desestabilización, incluso en nuestro medio tradicionalista. ¡Cuántos falsos rumores han sido puestos en circulación en estos últimos meses por los sitios y las radios, cuyo único objetivo es perjudicar a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X bajo pretexto —por supuesto— de las razones más nobles:  ad maiorem Dei gloriam!
Por nuestra parte, dígalo P. Bouchacourt si algo de verdad queda en su boca, Radio Cristiandad difundió noticias antes que trasciendan a los medios que quizás Ud. considera como más “serios”.
Si a eso le llama rumor, está bien, nosotros preferimos el término “primicia” que es más propia de los medios de comunicación. Pero digámoslo claramente, esas “primicias”, lamentablemente para su posición, nunca fueron falsedades. Al contrario, han podido demostrarse unas tras otras, penosamente.
Por lo tanto, habiendo demostrado con el paso de los años (3 y ½ ya desde el levantamiento de las excomuniones) que todas las cosas que Radio Cristiandad ha publicado han estado revestidas de veracidad o al menos de verosimilitud. La acusación de hacer correr falsos rumores es una nueva infamia del Superior de Distrito.
Hemos hecho circular si, primicias, especulaciones, hemos roto hasta donde pudimos el “secretismo” reinante, pero no inventamos nada, ni falseamos nada.
También es ridículo el argumento de que “el único objetivo es perjudicar a la FSSPX”.
La FSSPX fundada por Mons. Lefebvre ha sido bastardeada, transformada, violada, viciada y horriblemente desvirtuada por los hombres que como Ud. han pretendido amalgamarla a la Roma Conciliar, a la cuna de las impiedades del Concilio.
No fuimos nosotros los que, llorando como maricas, fuimos a pedir que nos perdonaran por haber hecho lo que como varones cristianos hicimos.
Cada uno de los que somos parte de Radio Cristiandad, al adherir nuestra inteligencia y voluntad a la Obra de Mons. Lefebvre, lo hicimos firmando en nuestro interior aquel compromiso del “Nullam Partem Habemus”.
Las tremendas demostraciones de las más vulgares “agachadas” llevadas a cabo por la actual conducción de Mons. Fellay y sus esbirros, (de los que el más vergonzoso de todos para nosotros es Ud. mismo sin dudas) han llevado a muchos, feligreses y sacerdotes, a mirar la actual conducción de la FSSPX con desconfianza, con recelo, con cuidado. Y esa es su particular bronca para con nosotros.
Pero no puede decirse que no es por la culpa de sus actitudes, secretos y desmanes, mentiras y engaños, amenazas y quita de sacramentos, que los fieles han empezado a ver las cosas como son. Muchos fieles empezaron a buscar Radio Cristiandad, al poder comprobar que lo que decíamos era cierto.

Desgraciadamente algunos sacerdotes nos han dejado durante la crisis que acabamos de tener. ¿Hubiesen ido tan lejos si las radios y los sitios no les hubiesen ofrecido una tribuna que los ha anclado en su rebelión contra la autoridad de sus superiores? La publicidad que estos medios hicieron de estos sacerdotes hace más difícil, si no humanamente imposible, que regresen a su familia religiosa. ¡Qué responsabilidad ante Dios tienen estos directores de radio y gestores de sitios, y qué cuenta deberán rendir a la hora del juicio!
Haber encontrado en el fragor de la batalla, que comenzamos solos, (tras el horrible agradecimiento de los cuatro Obispos de la FSSPX a Benedicto XVI por haber “levantado las excomuniones”) al P. Ceriani, al P. Méramo, al P. Turco y al P. Grosso, fue un aliciente del Cielo.
Por su probidad como sacerdotes, por su formación, por su vida espiritual, por las cicatrices del combate contra los enemigos de la iglesia conciliar y sobre todo por el amor a la Iglesia, que los llevó a no temer ante quedarse sin comunidad, sin amigos, sin feligresía y sin sustento. Ese arrojo, esa valentía, ese amor, nos devolvió el ánimo ante tanta pusilanimidad, ante tanto desparpajo acuerdista, ante tanta mentira y engaño.
¿Familia religiosa? Por favor… Más hipocresía era imposible!!!
Y si, espero que Dios le escuche sus “ruegos”, Padre Bouchacourt, y nos tenga en cuenta el haber tomado esta batalla y hecho blandir espadas junto a estos valerosos sacerdotes de Cristo Rey y alejarnos del mortal y pestilente hedor que desprenden las sotanas de los pusilánimes acuerdistas que han preferido sus propias ganancias, al bien común de la Iglesia del Salvador.
O al menos, en lo personal, me otorgue Dios el perdón de mis muchos pecados, por medio de un buen cáncer, doloroso y largo, tal como Ud. me ha deseado en no pocas reuniones con feligreses.
Fabián Vázquez
Director General
Radio Cristian

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