Los cardenales han escuchado a 23 personas. Paolo Gabriele sigue detenido
alessandro speciale Ciudad del vaticanoLa Comisión compuesta por los tres cardenales que nombró Benedicto XVI para investigar sobre el caso de los “vatileaks” ha escuchado hasta ahora a 23 personas, entre las que se encuentra el ex asistnete de cámara del Pontífice, Paolo Gabriele, que sigue siendo el único imputado.
Los tres ancianos purpurados (el español del Opus Dei Julián Herranz, ex presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos; el eslovaco Jozef Tomko, ex Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; y el italiano Salvatore De Giorgi, ex arzobispo de Palermo) informaron al Papa Ratzinger el sábado pasado sobre sus averiguaciones.
El padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, indicó en la reunión de hoy con los periodistas que los trabajos están progresando. Pero la audiencia con el Papa fue simplemente una ocasión para informar sobre la investigación, pero que no ha concluido el trabajo.
Lombardi dijo que entre las 23 personas que escucharon los purpurados hay «superiores y empleados de los dicasterios vaticanos, clérigos y laicos e incluso otras personas que podían tener información sobre los hechos». Además del nombre de Gabriele, es imposible indicar las identidades de las personas que han sido convocadas. De cualquier manera, recordó el portavoz vaticano, que una persona se reuna con la Comisión cardenalicia «no significa que esté bajo investigación», sino tan solo que puede tener información útil.
Mientras la Comisión prosigue su trabajo, con la libertad de «moverse en todas las direcciones» y «sin conclusiones prefabricadas», Paolo Gabriele parece destinado a permanecer todavía en la Gendarmería vaticana (el límite de los cien días previsto por la ley en vigor en el estado más pequeño del mundo, vence el próximo 31 de agosto).
A pesar de la petición que presentaron los abogados de Gabriele, el juez instructor Piero Antonio Bonnet no la ha aceptado por el momento. Mientras tanto, se prepara el calendario de los próximos «interrogatorios formales» a los que será sometido el ex mayordomo (que ayer asistió a la misa en compañía de sus familiares).
La doble investigación que se está llevando a cabo en el Vaticano, aseguró Lombardi, sigue adelante, auqnue desde fuera los tiempos puedan parecer difíciles de digerir, sobre todo para la curiosidad y la espera de la opinión pública: «Todos –explicó– estamos esperando saber más, pero hay tiempos necesarios» y no es «correcto basarse en fuentes no confiables para lanzar hipótesis sobre quiénes habrán podido ser y, si los hubo, cómplices y mandantes». Un discurso que también cuenta para el encuentro de Moneyval que será en julio y durante el que se discutirá sobre la inclusión del Vaticano en la “white list” de los países financieramente transparentes.
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