sábado, 20 de marzo de 2010

CRUZADA DE ROSARIOS . FSSPX



Cruzada de Rosarios... para remplazar a Mons. Fellay

Aplaudo la iniciativa de Jesse Gomez Jr., que se hizo publica en "Traditional Catholic's Club" (pueden suscribirse con su dirección de correo en el cuadro que está en el margen) con el objetivo de una cruzada de rosarios para remplazar a Monseñor Bernard Feilla, quien se ha dedicado en los últimos tiempos a “purgar” a la Fraternidad de Sacerdotes de la Tradición. ¿Quiénes han sido victimas? No ya los famosos “cripto-sedevacantistas” sino incluso aquellos que jamás negaron la “actitud prudencial” de Monseñor Marcel Lefebvre para luchar contra la Roma Neo-Modernista y Neo-Protestante. No solamente se ha silenciado (y ahora removido de manera arbitraria) a Monseñor Richard Williamson de su cargo de rector del Seminario Nuestra Señora Corredentora, sino que también fueron victimas en Italia el R.P Floriano Abrahamowicz y el Rector del Seminario de Australia, el R. P. Meter Scout. Según el e-mail que reproduzco líneas abajo, es muy posible que también “silenciara” a Monseñor De Galarreta y Monseñor Mallarais, que como se saben expresaron sus dudas respecto a la validez del Nuevo Rito de Consagración Episcopal.
Muchos fieles de la Fraternidad se sienten ofendidos ante las actitudes autoritarias del actual superior general y por eso ruegan a la Santa Madre de Dios que lo remueva de su cargo y otorgue a la Fraternidad San Pio X un nuevo Superior fiel a la Resistencia Católica:
Todos los católicos (clerigos y laicos, de la Fraternidad o no) quienen rechazan a Monseñor Feilla y su intento (cada vez menos encuvierto) de sellar un acuerdo entre La FSSPX y la Roma del Novus Ordo de Benedicto XVI-Ratzinger, traicionando los principios del Arzobispo Marcel Lefebvre son invitados a enviar un e-mail a “Rosary Crusade at SSPX Members' Rosary Crusade to Expel Fellay", cuya dirección es jesse_gomez_ jr@hotmail. com.

Yo empiezo ahora mismo. REZEMOS PARA QUE SE VAYA TAMBIEN R. P. Christian Bouchacourt: puussss

ABSTINENCIA SEXUAL


MÉXICO D.F., 19 Mar. 10 / 06:48 am (ACI)

Karyme Lozano es una conocida actriz mexicana de telenovelas. Desde hace un tiempo y siguiendo el ejemplo de su amigo Eduardo Verástegui, con quien sirve en la organización "Manto de Guadalupe", ha decidido vivir la abstinencia sexual, que considera "algo bellísimo que yo no conocía antes".

En entrevista concedida al diario puertorriqueño Nuevo Día, Lozano relata que antes "yo me reía y me burlaba de la castidad, pero ahora Dios ha hecho milagros en mi vida. Dios existe y obra milagros todos los días, lo que pasa es que no queremos verlo a veces".

Seguidamente comentó su admiración por Verástegui, quien ya lleva seis años de abstinencia sexual. "Cuando yo lo veo y siento esa paz que tiene, esa tranquilidad que le viene desde muy adentro, yo me pregunté: ¿qué tiene él? Yo quiero tenerlo".

"He descubierto en la abstinencia algo bellísimo que yo no conocía antes. Me he dado cuenta que no tengo drama en mi vida ahora. Quisiera que cuando encuentre al hombre ideal, que sea el hombre de mi vida, casarme y que sea para siempre", señaló.

Lozano también ha dicho estar en contra del aborto, así como decidida a ayudar a las mujeres embarazadas a acoger la vida de sus bebés.

Hace unos días Karyme Lozano participó junto a Eduardo Verástegui en un gran evento en Guatemala en el que siete mil jóvenes entre 12 y 25 años prometieron vivir la castidad. En ese encuentro la actriz compartió su experiencia de conversión y su firme decisión de vivir cristianamente, de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia.

CARTA PASTORAL A LOS FIELES DE IRLANDA






SUMARIO:



-Resumen de la Carta pastoral a los fieles irlandeses

-Carta pastoral del Papa a los católicos de Irlanda



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RESUMEN DE LA CARTA PASTORAL A LOS FIELES IRLANDESES



CIUDAD DEL VATICANO, 20 MAR 2010 (VIS).-Ofrecemos a continuación un resumen de la Carta pastoral del Papa a los fieles de Irlanda, que se ha hecho pública esta mañana:



El Papa ha enviado una carta pastoral a todos los católicos de Irlanda para expresar su consternación ante los abusos sexuales de jóvenes por parte de representantes de la Iglesia y por la forma en que fueron afrontados por los obispos y superiores religiosos de Irlanda. Pide que la carta se lea con atención en su totalidad. El Santo Padre habla de su cercanía en la oración a toda la comunidad católica irlandesa en este momento doloroso y sugiere un camino de curación, renovación y reparación.



El Santo Padre pide a los fieles que se acuerden de la roca de la que fueron tallados (cf. Is 51, 1) y, en particular, de la válida contribución que los misioneros irlandeses aportaron a la civilización de Europa y a la propagación del cristianismo en todos los continentes. En los últimos años ha habido muchos desafíos a la fe en Irlanda, debido a un rápido cambio social y a una menor fidelidad a las tradicionales prácticas devotas y sacramentales. Este es el contexto en el que hay que comprender la forma con que la Iglesia ha afrontado el problema de los abusos sexuales de menores.



El problema es consecuencia de muchos factores: una formación moral y espiritual insuficiente en los seminarios y noviciados, una tendencia en la sociedad a privilegiar el clero y otras figuras de autoridad, una preocupación desmedida por el buen nombre de la Iglesia y para evitar escándalos han llevado a la falta de aplicación, cuando era necesario, de las penas canónicas existentes. Sólo examinando cuidadosamente los numerosos elementos que dieron origen a la crisis es posible identificar con precisión sus causas y encontrar los remedios eficaces.



Durante su visita "ad limina" a Roma en 2006, el Papa exhortó a los obispos irlandeses a "establecer la verdad de lo sucedido en el pasado, a tomar todas las medidas necesarias para evitar que se repita otra vez, a garantizar que los principios de justicia son plenamente respetados y, sobre todo, a curar a las víctimas y a todos aquellos que están afectados por estos crímenes atroces". A partir de entonces, el Papa se encontró con algunas víctimas en más de una ocasión, escuchó sus historias personales, rezó con ellos y por ellos, y está dispuesto a hacerlo de nuevo en el futuro. En febrero de 2010 llamó a los obispos irlandeses para que vinieran a Roma con el fin de examinar con ellos las medidas que estaban adoptando para solucionar el problema, con especial referencia a los procedimientos y protocolos actualmente en vigor dirigidos a garantizar la protección de los niños en los ambientes eclesiales y responder con prontitud y justamente a las denuncias de abusos. En esta carta pastoral, se dirige directamente a una serie de grupos dentro de la comunidad católica de Irlanda, a la luz de la situación que se ha creado.



Dirigiéndose en primer lugar a las víctimas de abusos, el Papa reconoce la terrible traición que han sufrido y les asegura que siente mucho lo que han tenido que soportar. Reconoce que en muchos casos nadie estaba dispuesto a escucharles cuando encontraron el coraje para contar lo que les había sucedido. Comprende cómo se debían sentir los que vivían en internados al no poder escapar de su sufrimiento. Si bien reconoce lo difícil que debe resultar para muchos de ellos perdonar o reconciliarse con la Iglesia, les exhorta a no perder la esperanza. Jesucristo, que fue víctima de sufrimientos injustos, comprende la profundidad de su dolor y la persistente secuela en sus vidas y sus relaciones. A pesar de todo, precisamente las heridas de Cristo, transformadas por su sufrimiento redentor, son los medios por los cuales se destruye el poder del mal y renacemos a la vida y a la esperanza. El Papa insta a las víctimas a buscar en la Iglesia la oportunidad de encontrar a Jesucristo y de hallar la curación y la reconciliación, redescubriendo el infinito amor de Cristo por cada uno de ellos.



En sus palabras a los sacerdotes y religiosos que han abusado de los jóvenes, el Papa recuerda que deben responder ante Dios y ante los tribunales legítimamente constituidos de las acciones pecaminosas y criminales que han cometido. Han traicionado una confianza sagrada y han provocado vergüenza y deshonra a sus hermanos. Se ha causado un gran daño no sólo a las víctimas, sino también a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa en Irlanda. Mientras les pide que se sometan a las exigencias de la justicia, les recuerda que no deben desesperar de la misericordia que Dios ofrece incluso a los pecadores más grandes, si se arrepienten de sus acciones, hacen penitencia y piden perdón humildemente.



El Papa anima a los padres a que perseveren en la difícil tarea de educar a los hijos a reconocer que son amados y apreciados y a desarrollar una sana autoestima. Los padres tienen la responsabilidad primordial de educar a las nuevas generaciones en los principios morales que son esenciales para una sociedad civil. El Papa invita a los niños y jóvenes a hallar en la Iglesia una oportunidad para un encuentro vivificante con Cristo, y a no desanimarse por las faltas de algunos sacerdotes y religiosos. Tiene confianza en la contribución de los jóvenes para la renovación de la Iglesia. Exhorta también a los sacerdotes y religiosos a no desanimarse, sino más bien a renovar su dedicación a los respectivos apostolados, trabajando en armonía con sus superiores. De esta manera aportarán nueva vida y dinamismo a la Iglesia en Irlanda a través de sus testimonios vivos de la obra redentora del Señor.



Dirigiéndose a los obispos de Irlanda, el Papa señala los graves errores de juicio y el fracaso de la acción de gobierno de muchos de ellos, porque no aplicaron correctamente los procedimientos canónicos en respuesta a las denuncias de abusos. Aunque a menudo resultara difícil saber cómo hacer frente a situaciones tan complejas, sin embargo hay que resaltar que se cometieron errores graves con la consiguiente pérdida de credibilidad. El Papa les anima a seguir luchando con determinación para poner remedio a los errores del pasado y evitar que se repitan, aplicando plenamente el derecho canónico y cooperando con las autoridades civiles en sus áreas de competencia. También pide a los obispos que se comprometan a ser santos, a dar ejemplo, estimulando a los sacerdotes y a los fieles a cumplir con su papel en la vida y en la misión de la Iglesia.



Por último, el Papa propone algunas medidas concretas para estimular la renovación espiritual de la Iglesia en Irlanda. Pide a todos que ofrezcan su penitencia de los viernes, durante un año, en reparación por los pecados de los abusos que se produjeron. Recomienda recurrir con frecuencia al sacramento de la reconciliación y a la práctica de la adoración eucarística. Anuncia su intención de que se realice una visita apostólica en algunas diócesis, congregaciones religiosas y seminarios, con la participación de la Curia Romana, y propone una misión nacional de los obispos, sacerdotes y religiosos en Irlanda. En este Año Sacerdotal, presenta a la figura de San Juan María Vianney como modelo e intercesor para un ministerio sacerdotal revitalizado en Irlanda. Después de agradecer a todos los que han trabajado duramente para afrontar con firmeza el problema, concluye proponiendo una oración por la Iglesia en Irlanda, para que la usen todos los fieles para invocar la gracia de la curación y de la renovación en este momento de dificultad.

OP/RESUMEN CARTA PASTORAL/IRLANDA VIS 100320 (1290)



CARTA PASTORAL DEL PAPA A LOS CATOLICOS DE IRLANDA



CIUDAD DEL VATICANO, 20 MAR 2010 (VIS).-Ofrecemos a continuación una traducción del texto original en inglés de la Carta pastoral de Benedicto XVI a los católicos de Irlanda, que se ha hecho pública esta mañana:



1. Queridos hermanos y hermanas de la Iglesia en Irlanda, os escribo con gran preocupación como Pastor de la Iglesia universal. Al igual que vosotros estoy profundamente consternado por las noticias concernientes al abuso de niños y jóvenes indefensos por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda, especialmente sacerdotes y religiosos. Comparto la desazón y el sentimiento de traición que muchos de vosotros experimentaron al enterarse de esos actos pecaminosos y criminales y del modo en que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia en Irlanda.



Como sabéis, invité hace poco a los obispos de Irlanda a una reunión en Roma para que informasen sobre cómo abordaron esas cuestiones en el pasado e indicasen los pasos que habían dado para hacer frente a una situación tan grave. Junto con algunos altos prelados de la Curia Romana escuché lo que tenían que decir, tanto individualmente como en grupo, sea sobre el análisis de los errores cometidos y las lecciones aprendidas, que sobre la descripción de los programas y procedimientos actualmente en curso. Nuestras discusiones fueron francas y constructivas. Estoy seguro de que, como resultado, los obispos están ahora en una posición más fuerte para continuar la tarea de reparar las injusticias del pasado y de abordar cuestiones más amplias relacionadas con el abuso de los niños de manera conforme con las exigencias de la justicia y las enseñanzas del Evangelio.



2. Por mi parte, teniendo en cuenta la gravedad de estos delitos y la respuesta a menudo inadecuada que han recibido por parte de las autoridades eclesiásticas de vuestro país, he decidido escribir esta carta pastoral para expresaros mi cercanía, y proponeros un camino de curación, renovación y reparación.



Es verdad, como han observado muchas personas en vuestro país, que el problema de abuso de menores no es específico de Irlanda o de la Iglesia. Sin embargo, la tarea que tenéis ahora por delante es la de hacer frente al problema de los abusos ocurridos dentro de la comunidad católica de Irlanda y de hacerlo con coraje y determinación. Que nadie se imagine que esta dolorosa situación se resuelva pronto. Se han dado pasos positivos pero todavía queda mucho por hacer. Necesitamos perseverancia y oración, con gran fe en la fuerza salvadora de la gracia de Dios.


Al mismo tiempo, debo también expresar mi convicción de que para recuperarse de esta dolorosa herida, la Iglesia en Irlanda, debe reconocer en primer lugar ante Dios y ante los demás, los graves pecados cometidos contra niños indefensos. Ese reconocimiento, junto con un sincero pesar por el daño causado a las víctimas y sus familias, debe desembocar en un esfuerzo conjunto para garantizar que en el futuro los niños estén protegidos de semejantes delitos.



Mientras os enfrentáis a los retos de este momento, os pido que recordéis la "roca de la que fuisteis tallados" (Isaías 51, 1). Reflexionad sobre la generosa y a menudo heroica contribución ofrecida a la Iglesia y a la humanidad por generaciones de hombres y mujeres irlandeses, y haced que de esa reflexión brote el impulso para un honesto examen de conciencia personal y para un sólido programa de renovación de la Iglesia y el individuo. Rezo para que, asistida por la intercesión de sus numerosos santos y purificada por la penitencia, la Iglesia en Irlanda supere esta crisis y vuelve a ser una vez más testimonio convincente de la verdad y la bondad de Dios Todopoderoso, que se manifiesta en su Hijo Jesucristo.



3. A lo largo de la historia, los católicos irlandeses han demostrado ser, tanto en su patria como fuera de ella, una fuerza motriz del bien. Monjes celtas como San Columba difundieron el evangelio en Europa occidental y sentaron las bases de la cultura monástica medieval. Los ideales de santidad, caridad y sabiduría trascendente, nacidos de la fe cristiana, quedaron plasmados en la construcción de iglesias y monasterios y en la creación de escuelas, bibliotecas y hospitales, que contribuyeron a consolidar la identidad espiritual de Europa. Aquellos misioneros irlandeses debían su fuerza y su inspiración a la firmeza de su fe, al fuerte liderazgo y a la rectitud moral de la Iglesia en su tierra natal.



A partir del siglo XVI, los católicos en Irlanda atravesaron por un largo período de persecución, durante el cual lucharon por mantener viva la llama de la fe en circunstancias difíciles y peligrosas. San Oliver Plunkett, mártir y arzobispo de Armagh, es el ejemplo más famoso de una multitud de valerosos hijos e hijas de Irlanda dispuestos a dar su vida por la fidelidad al Evangelio. Después de la Emancipación Católica, la Iglesia fue libre de nuevo para volver a crecer. Las familias y un sinfín de personas que habían conservado la fe en el momento de la prueba se convirtieron en la chispa de un gran renacimiento del catolicismo irlandés en el siglo XIX. La iglesia escolarizaba, especialmente a los pobres, lo que supuso una importante contribución a la sociedad irlandesa. Entre los frutos de las nuevas escuelas católicas se cuenta el aumento de las vocaciones: generaciones de sacerdotes misioneros, hermanas y hermanos, dejaron su patria para servir en todos los continentes, sobre todo en mundo de habla inglesa. Eran excepcionales, no sólo por la vastedad de su número, sino también por la fuerza de la fe y la solidez de su compromiso pastoral. Muchas diócesis, especialmente en África, América y Australia, se han beneficiado de la presencia de clérigos y religiosos irlandeses, que predicaron el Evangelio y fundaron parroquias, escuelas y universidades, clínicas y hospitales, abiertas tanto a los católicos, como al resto de la sociedad, prestando una atención particular a las necesidades de los pobres.



En casi todas las familias irlandesas, ha habido siempre alguien - un hijo o una hija, una tía o un tío - que dieron sus vidas a la Iglesia. Con razón, las familias irlandesas tienen un gran respeto y afecto por sus seres queridos que dedicaron la vida a Cristo, compartiendo el don de la fe con los demás y traduciéndola en acciones sirviendo con amor a Dios y al prójimo.



4. En las últimas décadas, sin embargo, la Iglesia en vuestro país ha tenido que enfrentarse a nuevos y graves retos para la fe debidos a la rápida transformación y secularización de la sociedad irlandesa. El cambio social ha sido muy veloz y a menudo ha repercutido adversamente en la tradicional adhesión de las personas a las enseñanzas y valores católicos. Asimismo, las prácticas sacramentales y devotas que sustentan la fe y la hacen crecer, como la confesión frecuente, la oración diaria y los retiros anuales se dejaron, con frecuencia, de lado.



También fue significativa en este período la tendencia, incluso por parte de los sacerdotes y religiosos, a adoptar formas de pensamiento y de juicio de la realidad secular sin referencia suficiente al Evangelio. El programa de renovación propuesto por el Concilio Vaticano II fue a veces mal entendido y, además, a la luz de los profundos cambios sociales que estaban teniendo lugar, no era nada fácil discernir la mejor manera de realizarlo. En particular, hubo una tendencia, motivada por buenas intenciones, pero equivocada, de evitar los enfoques penales de las situaciones canónicamente irregulares. En este contexto general debemos tratar de entender el inquietante problema de abuso sexual de niños, que ha contribuido no poco al debilitamiento de la fe y la pérdida de respeto por la Iglesia y sus enseñanzas.



Sólo examinando cuidadosamente los numerosos elementos que han dado lugar a la crisis actual es posible efectuar un diagnóstico claro de las causas y encontrar las soluciones eficaces. Ciertamente, entre los factores que han contribuido a ella, podemos enumerar: los procedimientos inadecuados para determinar la idoneidad de los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa, la insuficiente formación humana, moral, intelectual y espiritual en los seminarios y noviciados, la tendencia de la sociedad a favorecer al clero y otras figuras de autoridad y una preocupación fuera de lugar por el buen nombre de la Iglesia y por evitar escándalos cuyo resultado fue la falta de aplicación de las penas canónicas en vigor y de la salvaguardia de la dignidad de cada persona. Es necesaria una acción urgente para contrarrestar estos factores, que han tenido consecuencias tan trágicas para la vida de las víctimas y sus familias y han obscurecido tanto la luz del Evangelio, como no lo habían hecho siglos de persecución.



5. En varias ocasiones, desde mi elección a la Sede de Pedro, me he encontrado con víctimas de abusos sexuales y estoy dispuesto a seguir haciéndolo en futuro. He hablado con ellos, he escuchado sus historias, he constatado su sufrimiento, he rezado con ellos y por ellos. Anteriormente en mi pontificado, preocupado por abordar esta cuestión, pedí a los obispos de Irlanda, durante la visita ad limina de 2006 que "establecieran la verdad de lo ocurrido en el pasado y tomasen todas las medidas necesarias para evitar que sucediera de nuevo, para asegurar que los principios de justicia sean plenamente respetados y, sobre todo, para curar a las víctimas y a todos los afectados por estos crímenes atroces " (Discurso a los obispos de Irlanda, el 28 de octubre de 2006).



Con esta carta, quiero exhortaros a todos vosotros, como pueblo de Dios en Irlanda, a reflexionar sobre las heridas infligidas al cuerpo de Cristo, los remedios necesarios y a veces dolorosos, para vendarlas y curarlas , y la necesidad de la unidad, la caridad y la ayuda mutua en el largo proceso de recuperación y renovación eclesial. Me dirijo ahora a vosotros con palabras que me salen del corazón, y quiero hablar a cada uno de vosotros y a todos vosotros como hermanos y hermanas en el Señor.



6. A las víctimas de abusos y a sus familias



Habéis sufrido inmensamente y me apesadumbra tanto. Sé que nada puede borrar el mal que habéis soportado. Vuestra confianza ha sido traicionada y violada vuestra dignidad. Muchos de vosotros han experimentado que cuando tuvieron el valor suficiente para hablar de lo que les había pasado, nadie quería escucharlos. Aquellos que sufrieron abusos en los internados deben haber sentido que no había manera de escapar de su dolor. Es comprensible que os sea difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia. En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos. Al mismo tiempo, os pido que no perdáis la esperanza. En la comunión con la Iglesia es donde nos encontramos con la persona de Jesucristo, que fue Él mismo una víctima de la injusticia y el pecado. Como vosotros aún lleva las heridas de su sufrimiento injusto. Él entiende la profundidad de vuestro dolor y la persistencia de su efecto en vuestras vidas y vuestras relaciones con los demás, incluyendo vuestra relación con la Iglesia.



Sé que a algunos de vosotros les resulta difícil incluso entrar en una iglesia después de lo que ha sucedido. Sin embargo, las heridas de Cristo, transformadas por su sufrimiento redentor, son los instrumentos que han roto el poder del mal y nos hacen renacer a la vida y la esperanza. Creo firmemente en el poder curativo de su amor sacrificial - incluso en las situaciones más oscuras y desesperadas - que libera y trae la promesa de un nuevo comienzo.



Al dirigirme a vosotros como un pastor, preocupado por el bienestar de todos los hijos de Dios, os pido humildemente que reflexionéis sobre lo que he dicho. Ruego que, acercándoos a Cristo y participando en la vida de su Iglesia - una Iglesia purificada por la penitencia y renovada en la caridad pastoral - podáis descubrir de nuevo el amor infinito de Cristo por cada uno de vosotros. Estoy seguro de que de esta manera seréis capaces de encontrar reconciliación, profunda curación interior y paz.



7. A los sacerdotes y religiosos que han abusado de niños



Habéis traicionado la confianza depositada en vosotros por jóvenes inocentes y por sus padres. Debéis responder de ello ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos. Habéis perdido la estima de la gente de Irlanda y arrojado vergüenza y deshonor sobre vuestros semejantes. Aquellos de vosotros que son sacerdotes han violado la santidad del sacramento del Orden, en el que Cristo mismo se hace presente en nosotros y en nuestras acciones. Junto con el inmenso daño causado a las víctimas, un daño enorme se ha hecho a la Iglesia y a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa.



Os exhorto a examinar vuestra conciencia, a asumir la responsabilidad de los pecados que habéis cometido y a expresar con humildad vuestro pesar. El arrepentimiento sincero abre la puerta al perdón de Dios y a la gracia de la verdadera enmienda.



Debéis tratar de expiar personalmente vuestras acciones ofreciendo oraciones y penitencias por aquellos que habéis ofendido. El sacrificio redentor de Cristo tiene el poder de perdonar incluso el más grave de los pecados y extraer el bien incluso del más terrible de los males. Al mismo tiempo, la justicia de Dios nos llama a dar cuenta de nuestras acciones sin ocultar nada. Admitid abiertamente vuestra culpa, someteos a las exigencias de la justicia, pero no desesperéis de la misericordia de Dios.



8. A los padres



Os habéis sentido profundamente indignados y conmocionados al conocer los hechos terribles que sucedían en lo que debía haber sido el entorno más seguro para todos. En el mundo de hoy no es fácil construir un hogar y educar a los hijos. Se merecen crecer con seguridad, cariño y amor, con un fuerte sentido de su identidad y su valor. Tienen derecho a ser educados en los auténticos valores morales enraizados en la dignidad de la persona humana, a inspirarse en la verdad de nuestra fe católica y a aprender los patrones de comportamiento y acción que lleven a la sana autoestima y la felicidad duradera. Esta tarea noble pero exigente está confiada en primer lugar a vosotros, padres. Os invito a desempeñar vuestro papel para garantizar a los niños los mejores cuidados posibles, tanto en el hogar como en la sociedad en general, mientras la Iglesia, por su parte, sigue aplicando las medidas adoptadas en los últimos años para proteger a los jóvenes en los ambientes parroquiales y escolares. Os aseguro que estoy cerca de vosotros y os ofrezco el apoyo de mis oraciones mientras cumplís vuestras grandes responsabilidades



9. A los niños y jóvenes de Irlanda



Quiero dirigiros una palabra especial de aliento. Vuestra experiencia de la Iglesia es muy diferente de la de vuestros padres y abuelos. El mundo ha cambiado desde que ellos tenían vuestra edad. Sin embargo, todas las personas, en cada generación están llamadas a recorrer el mismo camino durante la vida, cualesquiera que sean las circunstancias. Todos estamos escandalizados por los pecados y errores de algunos miembros de la Iglesia, en particular de los que fueron elegidos especialmente para guiar y servir a los jóvenes. Pero es en la Iglesia donde encontraréis a Jesucristo que es el mismo ayer, hoy y siempre (cf. Hb 13, 8). Él os ama y se entregó por vosotros en la cruz. ¡Buscad una relación personal con Él dentro de la comunión de su Iglesia, porque él nunca traicionará vuestra confianza! Sólo Él puede satisfacer vuestros anhelos más profundos y dar pleno sentido a vuestras vidas, orientándolas al servicio de los demás. Mantened vuestra mirada fija en Jesús y su bondad y proteged la llama de la fe en vuestros corazones. Espero en vosotros para que, junto con vuestros hermanos católicos en Irlanda, seáis fieles discípulos de nuestro Señor y aportéis el entusiasmo y el idealismo tan necesarios para la reconstrucción y la renovación de nuestra amada Iglesia.



10. A los sacerdotes y religiosos de Irlanda



Todos nosotros estamos sufriendo las consecuencias de los pecados de nuestros hermanos que han traicionado una obligación sagrada o no han afrontado de forma justa y responsable las denuncias de abusos. A la luz del escándalo y la indignación que estos hechos han causado, no sólo entre los fieles laicos, sino también entre vosotros y vuestras comunidades religiosas, muchos os sentís desanimados e incluso abandonados. Soy también consciente de que a los ojos de algunos aparecéis tachados de culpables por asociación, y de que os consideran como si fuerais de alguna forma responsable de los delitos de los demás. En este tiempo de sufrimiento, quiero dar acto de vuestra dedicación cómo sacerdotes y religiosos y de vuestro apostolado, y os invito a reafirmar vuestra fe en Cristo, vuestro amor por su Iglesia y vuestra confianza en las promesas evangélicas de la redención, el perdón y la renovación interior. De esta manera, podréis demostrar a todos que donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia (cf. Rm 5, 20).



Sé que muchos estáis decepcionados, desconcertados y encolerizados por la manera en que algunos de vuestros superiores abordaron esas cuestiones. Sin embargo, es esencial que cooperéis estrechamente con los que ostentan la autoridad y colaboréis en garantizar que las medidas adoptadas para responder a la crisis sean verdaderamente evangélicas, justas y eficaces. Por encima de todo, os pido que seáis cada vez más claramente hombres y mujeres de oración, que siguen con valentía el camino de la conversión, la purificación y la reconciliación. De esta manera, la Iglesia en Irlanda cobrará nueva vida y vitalidad gracias a vuestro testimonio del poder redentor de Dios que se hace visible en vuestras vidas.



11. A mis hermanos, los obispos



No se puede negar que algunos de vosotros y de vuestros predecesores han fracasado, a veces lamentablemente, a la hora de aplicar las normas, codificadas desde hace largo tiempo, del derecho canónico sobre los delitos de abusos de niños. Se han cometido graves errores en la respuesta a las acusaciones. Reconozco que era muy difícil comprender la magnitud y la complejidad del problema, obtener información fiable y tomar decisiones adecuadas en función de los pareceres contradictorios de los expertos. No obstante, hay que reconocer que se cometieron graves errores de juicio y hubo fallos de dirección. Todo esto ha socavado gravemente vuestra credibilidad y eficacia. Aprecio los esfuerzos llevados a cabo para remediar los errores del pasado y para garantizar que no vuelvan a ocurrir. Además de aplicar plenamente las normas del derecho canónico concernientes a los casos de abusos de niños, seguid cooperando con las autoridades civiles en el ámbito de su competencia. Está claro que los superiores religiosos deben hacer lo mismo. También ellos participaron en las recientes reuniones en Roma con el propósito de establecer un enfoque claro y coherente de estas cuestiones. Es imperativo que las normas de la Iglesia en Irlanda para la salvaguardia de los niños sean constantemente revisadas y actualizadas y que se apliquen plena e imparcialmente, en conformidad con el derecho canónico.



Sólo una acción decisiva llevada a cabo con total honestidad y transparencia restablecerá el respeto y el afecto del pueblo irlandés por la Iglesia a la que hemos consagrado nuestras vidas. Hay que empezar, en primer lugar, por vuestro examen de conciencia personal, la purificación interna y la renovación espiritual. El pueblo de Irlanda, con razón, espera que seáis hombres de Dios, que seáis santos, que viváis con sencillez, y busquéis día tras día la conversión personal. Para ellos, en palabras de San Agustín, sois un obispo, y sin embargo, con ellos estáis llamados a ser un discípulo de Cristo (cf. Sermón 340, 1). Os exhorto a renovar vuestro sentido de responsabilidad ante Dios, para crecer en solidaridad con vuestro pueblo y profundizar vuestra atención pastoral con todos los miembros de vuestro rebaño. En particular, preocupaos por la vida espiritual y moral de cada uno de vuestros sacerdotes. Servidles de ejemplo con vuestra propia vida, estad cerca de ellos, escuchad sus preocupaciones, ofrecedles aliento en este momento de dificultad y alimentad la llama de su amor por Cristo y su compromiso al servicio de sus hermanos y hermanas.



Asimismo, hay que alentar a los laicos a que desempeñen el papel que les corresponde en la vida de la Iglesia. Aseguraos de su formación para que puedan, articulada y convincentemente, dar razón del Evangelio en medio de la sociedad moderna (cf. 1 Pet 3, 15), y cooperen más plenamente en la vida y misión de la Iglesia. Esto, a su vez, os ayudará a volver a ser guías y testigos creíbles de la verdad redentora de Cristo.



12. A todos los fieles de Irlanda



La experiencia de un joven en la Iglesia debería siempre fructificar en su encuentro personal y vivificador con Jesucristo, dentro de una comunidad que lo ama y lo sustenta. En este entorno, habría que animar a los jóvenes a alcanzar su plena estatura humana y espiritual, a aspirar a los altos ideales de santidad, caridad y verdad y a inspirarse en la riqueza de una gran tradición religiosa y cultural. En nuestra sociedad cada vez más secularizada en la que incluso los cristianos a menudo encuentran difícil hablar de la dimensión trascendente de nuestra existencia, tenemos que encontrar nuevas modos para transmitir a los jóvenes la belleza y la riqueza de la amistad con Jesucristo en la comunión de su Iglesia. Para resolver la crisis actual, las medidas que contrarresten adecuadamente los delitos individuales son esenciales pero no suficientes: hace falta una nueva visión que inspire a la generación actual y a las futuras generaciones a atesorar el don de nuestra fe común. Siguiendo el camino indicado por el Evangelio, observando los mandamientos y conformando vuestras vidas cada vez más a la figura de Jesucristo, experimentaréis con seguridad la renovación profunda que necesita con urgencia nuestra época . Invito a todos a perseverar en este camino.



13. Queridos hermanos y hermanas en Cristo, profundamente preocupado por todos vosotros en este momento de dolor, en que la fragilidad de la condición humana se revela tan claramente, os he querido ofrecer palabras de aliento y apoyo. Espero que las aceptéis como un signo de mi cercanía espiritual y de mi confianza en vuestra capacidad para afrontar los retos del momento actual, recurriendo, como fuente de renovada inspiración y fortaleza a las nobles tradiciones de Irlanda de fidelidad al Evangelio, perseverancia en la fe y determinación en la búsqueda de la santidad. En solidaridad con todos vosotros, ruego con insistencia para que, con la gracia de Dios, las heridas inflingidas a tantas personas y familias puedan curarse y para que la Iglesia en Irlanda experimente una época de renacimiento y renovación espiritual



14. Quisiera proponer, además, algunas medidas concretas para abordar la situación.



Al final de mi reunión con los obispos de Irlanda, les pedí que la Cuaresma de este año se considerase un tiempo de oración para la efusión de la misericordia de Dios y de los dones de santidad y fortaleza del Espíritu Santo sobre la Iglesia en vuestro país. Ahora os invito a todos a ofrecer durante un año, desde ahora hasta la Pascua de 2011, la penitencia de los viernes para este fin. Os pido que ofrezcáis el ayuno, las oraciones, la lectura de la Sagrada Escritura y las obras de misericordia por la gracia de la curación y la renovación de la Iglesia en Irlanda. Os animo a redescubrir el sacramento de la Reconciliación y a utilizar con más frecuencia el poder transformador de su gracia.



Hay que prestar también especial atención a la adoración eucarística, y en cada diócesis debe haber iglesias o capillas específicamente dedicadas a ello. Pido a las parroquias, seminarios, casas religiosas y monasterios que organicen períodos de adoración eucarística, para que todos tengan la oportunidad de participar. Mediante la oración ferviente ante la presencia real del Señor, podéis cumplir la reparación por los pecados de abusos que han causado tanto daño y al mismo tiempo, implorar la gracia de una fuerza renovada y un sentido más profundo de misión por parte de todos los obispos, sacerdotes, religiosos y fieles.



Estoy seguro de que este programa conducirá a un renacimiento de la Iglesia en Irlanda en la plenitud de la verdad de Dios, porque la verdad nos hace libres (cf. Jn 8, 32).


Además, después de haber rezado y consultado sobre el tema, tengo la intención de convocar una Visita Apostólica en algunas diócesis de Irlanda, así como en los seminarios y congregaciones religiosas. La visita tiene por objeto ayudar a la Iglesia local en su camino de renovación y se establecerá en cooperación con las oficinas competentes de la Curia Romana y de la Conferencia Episcopal Irlandesa. Los detalles serán anunciados en su debido momento.


También propongo que se convoque una misión a nivel nacional para todos los obispos, sacerdotes y religiosos. Espero que gracias a los conocimientos de predicadores expertos y organizadores de retiros en Irlanda, y en otros lugares , mediante la revisión de los documentos conciliares, los ritos litúrgicos de la ordenación y profesión, y las recientes enseñanzas pontificias, lleguéis a una valoración más profunda de vuestras vocaciones respectivas, a fin de redescubrir las raíces de vuestra fe en Jesucristo y de beber a fondo en las fuentes de agua viva que os ofrece a través de su Iglesia.



En este año dedicado a los sacerdotes, os propongo de forma especial la figura de San Juan María Vianney, que tenía una rica comprensión del misterio del sacerdocio. "El sacerdote -escribió- tiene la llave de los tesoros de los cielos: es el que abre la puerta, es el mayordomo del buen Dios, el administrador de sus bienes." El cura de Ars entendió perfectamente la gran bendición que supone para una comunidad un sacerdote bueno y santo: "Un buen pastor, un pastor conforme al corazón de Dios es el tesoro más grande que Dios puede dar a una parroquia y uno de los más preciosos dones de la misericordia divina ".Que por la intercesión de San Juan María Vianney se revitalice el sacerdocio en Irlanda y toda la Iglesia en Irlanda crezca en la estima del gran don del ministerio sacerdotal.


Aprovecho esta oportunidad para dar las gracias anticipadamente a todos aquellos que ya están dedicados a la tarea de organizar la Visita Apostólica y la Misión, así como a los muchos hombres y mujeres en toda Irlanda que ya están trabajando para proteger a los niños en los ambientes eclesiales. Desde el momento en que se comenzó a entender plenamente la gravedad y la magnitud del problema de los abusos sexuales de niños en instituciones católicas, la Iglesia ha llevado a cabo una cantidad inmensa de trabajo en muchas partes del mundo para hacerle frente y ponerle remedio. Si bien no se debe escatimar ningún esfuerzo para mejorar y actualizar los procedimientos existentes, me anima el hecho de que las prácticas vigentes de tutela, adoptadas por las iglesias locales, se consideran en algunas partes del mundo, un modelo para otras instituciones.


Quiero concluir esta carta con una Oración especial por la Iglesia en Irlanda, que os dejo con la atención que un padre presta a sus hijos y el afecto de un cristiano como vosotros, escandalizado y herido por lo que ha ocurrido en nuestra querida Iglesia. Cuando recéis esta oración en vuestras familias, parroquias y comunidades, la Santísima Virgen María os proteja y guíe a cada uno de vosotros a una unión más estrecha con su Hijo, crucificado y resucitado. Con gran afecto y confianza inquebrantable en las promesas de Dios, os imparto a todos mi bendición apostólica como prenda de fortaleza y paz en el Señor.


ORACIÓN POR LA IGLESIA EN IRLANDA


Dios de nuestros padres,

renuévanos en la fe que es nuestra vida y salvación,

en la esperanza que promete el perdón y la renovación interior,

en la caridad que purifica y abre nuestros corazones

en tu amor , y a través de ti en el amor de todos nuestros hermanos y hermanas.



Señor Jesucristo,

Que la Iglesia en Irlanda renueve su compromiso milenario

en la formación de nuestros jóvenes en el camino de la verdad, la bondad, la santidad y el servicio generoso a la sociedad.


Espíritu Santo, consolador, defensor y guía,

inspira una nueva primavera de santidad y entrega apostólica

para la Iglesia en Irlanda.


Que nuestro dolor y nuestras lágrimas,

nuestro sincero esfuerzo para enderezar los errores del pasado

y nuestro firme propósito de enmienda,

produzcan una cosecha abundante de gracia

para la profundización de la fe

en nuestras familias, parroquias, escuelas y asociaciones,

para el progreso espiritual de la sociedad irlandesa,

y el crecimiento de la caridad, la justicia, la alegría y la paz en toda la familia humana.

A ti, Trinidad,

con plena confianza en la protección de María,

Reina de Irlanda, Madre nuestra,

y de San Patricio, Santa Brígida y todos los santos,

nos confiamos nosotros mismos, nuestros hijos,

y confiamos las necesidades de la Iglesia en Irlanda.

.../CARTA PASTORAL/IRLANDA VIS 100320 (4800)

jueves, 18 de marzo de 2010

FUNDAMENTOS TEOLÓGICOS DE LA DEVOCIÓN A SAN JOSÉ


Nuestra devoción al glorioso Patrono de la Iglesia Universal, tiene su fundamento teológico en la idea que la fe nos da de la misión confiada por Dios a San José, en la economía providencial del misterio de la encarnación. Sentemos como base cuál fué la misión especial que San José recibió de Dios en relación con la Santísima Virgen, en relación con el niño Jesús y con el misterio mismo de la Encarnación. De este estudio fundamental derivaremos sobreabundancia de gracias que necesariamente hubo de conceder Dios al que,despues de María, había de estar más unido que nadie a Jesús en el cumplimiento del plan divino sobre el mundo, y la preeminencia de San José sobre cualquier otro santo,hallando además en la misión execepcional con respecto a Jesús y en la preeminencia que en consecuencia de su dignidad y de su fidelidad le cupo en suerte, la explicación del patrocinio universal sobre la Iglesia.

TRIPLE OBJETO DE LA MISIÓN DE SAN JOSÉ

los Santos Padres nos dan la explicación y las razones por qué Cristo quiso entrar humilde en el mundo y nacer niño.Esto supuesto, el misterio de San José se nos presenta como necesario en el misterio de la Encarnación, en cuanto se requería para que Cristo pudiese nacer y llevar al principio una vida oculta, según el plan de la providencia, sin que la honestidad y la decencia sufriesen menoscabo.HE aquí,pues,el triple aspecto de la misión providencial de San José:mediante su matrimonio con Mariá,cubre la virginidad fecunda de la Madre de Dios, la niñez de Dios Salvador y el secreto del misterio de la Encarnación.



1 MISIÓN DE SAN JOSÉ CON RESPECTO A LA VIRGINIDAD DE MARÍA

El sagrado texto evangélico insinua manifiestamente, como verdad que no es posible negar ni poner en duda, que entre María y José hubo verdadero matrimonio,ya que como explican los teólogos, el uso del matrimonio no pertenece a la integridad ni entra directamente en el objeto del contrato.
Precisamente, el caracter celestial del matrimonio entre San José y la Santisima Virgen consiste en haber tenido por objeto la entrega mutua de sus cuerpos para guardar la virginidad. Santo Tomás ha señalado la conveniencia de este matrimonio: Lo exigía la maternidad de María, porque era necesario que ninguna duda viniese a desdorar en lo más minimo la honra del Hijo y de la Madre; era necesario que si en algún caso seponía en tela de juicio esta honra, se encontrase presente el testigo más autorizado.y menos sospechoso, para afirmar su integridad, y se necesitaba finalmente que Jesús y María tuviesen una ayuda en la vida.


MISIÓN DE SAN JOSÉ RESPECTO DE LA INFANCIA DE JESUCRISTO.
El segundo sagrado depósito, confiado a la fidelidad de San José fué la infancia de Jesús. El fruto, el bien de la unión conyugal no es tanto el hijo en cuanto nacido del matrimonio, como en cuanto es educado intelectual y moralmente por los padres, de suerte que la educación del hijo es el fin especialísimo del matrimonio, in el cual el niño puede nacer pero no puede alcanzar la perfección moral e intelectual, a la cual le destina su naturaleza de hombre. Y únicamente el hijo que nace del matrimonio válido, puede considerarse como el fin y el bien del matrimonio de sus padres. Presisamente, en el matrimonio de San José y de la Santísima Virgen, por especial disposión de la Providencia, el niño Jesús era el fruto de la unión virginal de los dos castos esposos, no solo porque fué el fruto de la unión virginal de los dos castos esposos, no solo porque fué el fruto de la virginidad de María, que era el depósito y el bien de San José, sino tambien , porque la unión de María y de José se ordenaba, en los planes divinos, a la educación del Hombre Dios. Santo Tomás explica el modo como, por una especial disposición de la Providencia, el bien del matrimonio entre José y María fué verdaderamente el niño Jesús " Proles no dicitur bonun matrimonii solum in quantum per matrimonium generatur, sed in quantumin matrimonio suscipur et educatur; et sic bonum illius matrimonii fuit proles illa, et non primo modo. Nectamen de adulterio natus, nec filius adoptivus qui in matrimonio educatur, est bonum matimonii, qui matrimonium non ordinatur ad educationen illorum, sicut hoc matrimonium fuit ad hoc ordinatum specialiter quod proles illa susciperetur in eo ey educaretur".
La paternidad de San José, verdadera, real, es con todo excepcional y no entra en ninguna clacificación posible, de suerte que carecemos de nombre propio con que designarla, siendo insuficiente llamar al Santo Patriarca putativo, adoptivo, padre nutritivo de Jesús.


DEVOCIÓN EN HONOR DE LOS DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ

INTRODUCCIÓN:

Toda la vida de S. José fue un acto continuo de fe y obediencia en las circunstancias más difíciles y oscuras en que le puso Dios. Él es al pie de la letra "el administrador fiel y solícito a quien el Señor ha puesto al frente de su familia" (Lc 12, 42). Desde tiempo inmemorial, la Iglesia lo ha venido venerando e invocando como continuador en ella de la misión que un día tuviera para con su Fundador y Madre. En los momentos de noche oscura, el ejemplo de José es un estímulo inquebrantable para la aceptación sin reservas de la voluntad de Dios. Para propiciar ese veneración e imitación y para solicitar su ayuda, ponemos a continuación el siempre actual Ejercicio de los siete Dolores y Gozos.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. - Acto de contrición.

Ofrecimiento

Glorioso Patriarca San José, eficaz consuelo de los afligidos y seguro refugio de los moribundos; dignaos aceptar el obsequio de este Ejercicio que voy a rezar en memoria de vuestros siete dolores y gozos. Y así como en vuestra feliz muerte, Jesucristo y su madre María os asistieron y consolaron tan amorosamente, así también Vos, asistidme en aquel trance, para que, no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me haga digno, por los méritos de la sangre de Nuestro Señor Jesucristo y vuestro patrocinio, de la consecución de la vida eterna, y por tanto de vuestra compañía en el Cielo. Amén.

Primer dolor y gozo

Esposo de María, glorioso San José, ¡qué aflicción y angustia la de vuestro corazón en la perplejidad en que estabais sin saber si debíais abandonar o no a vuestra esposa! ¡Pero cuál no fue también vuestra alegría cuando el ángel os reveló el gran misterio de la Encarnación!

Por este dolor y este gozo os pedimos consoléis nuestro corazón ahora y en nuestros últimos dolores, con la alegría de una vida justa y de una santa muerte, semejante a la vuestra asistidos de Jesús y de María.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Segundo dolor y gozo

Bienaventurado patriarca glorioso S. José, escogido para ser padre adoptivo del Hijo de Dios hecho hombre, el dolor que sentisteis viendo nacer al Niño Jesús en tan gran pobreza, se cambió de pronto en alegría celestial al oír el armonioso concierto de los ángeles y al contemplar las maravillas de aquella noche tan resplandeciente.

Por este dolor y gozo alcanzadnos que después del camino de esta vida vayamos a escuchar las alabanzas de los ángeles y a gozar de la gloria celestial.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Tercer dolor y gozo

Ejecutor obediente de las leyes divinas, glorioso San José, la sangre preciosísima que el Redentor Niño derramó en su circuncisión os traspasó el corazón, pero el nombre de Jesús que entonces se le impuso, os confortó llenándoos de alegría,

Por este dolor y por este gozo alcanzadnos el vivir alejados de todo pecado, a fin de expirar gozosos con el nombre de Jesús en el corazón y en los labios,

Padrenuestro, Avemaría y Gloria,

Cuarto dolor y gozo

Santo fiel, que tuvisteis parte en los misterios de nuestra redención, glorioso San José, aunque la profecía de Simeón acerca de los sufrimientos que debían pasar Jesús y María, os causó dolor, sin embargo os llenó también de alegría, anunciándoos al mismo tiempo la salvación y resurrección gloriosa que de ahí se seguiría para un gran número de almas.

Por este dolor y por este gozo, conseguidnos ser del número de los que por los méritos de Jesús y por la intercesión de la Virgen María han de resucitar gloriosamente.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria,

Quinto dolor y gozo

Custodio vigilante del Hijo de Dios hecho hombre, glorioso San José, ¡cuánto sufristeis teniendo que alimentar y servir al Hijo de Dios, particularmente a vuestra huida a Egipto!, ¡pero cuán grande fue vuestra alegría teniendo siempre con vos al mismo Dos y viendo derribados los ídolos de Egipto.

Por este dolor y por este gozo, alcanzadnos alejar para siempre de nosotros al demonio, sobre todo huyendo de las ocasiones peligrosas, y derribar de nuestro corazón todo ídolo de afecto terreno, para que ocupados en servir a Jesús y María, vivamos tan sólo para ellos y muramos gozosos en su amor.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria,

Sexto dolor y gozo

Ángel de la tierra, glorioso San José, que pudisteis admirar al Rey de los cielos, sometido a vuestros más mínimos mandatos, aunque la alegría al traerle de Egipto se turbó por temor a Arquelao, sin embargo, tranquilizado luego por el Ángel vivisteis dichoso en Nazaret con Jesús y María.

Por este dolor y gozo, alcanzadnos la gracia de desterrar de nuestro corazón todo temor nocivo, de poseer la paz de la conciencia, de vivir seguros con Jesús y María y de morir también asistidos de ellos.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria,

Séptimo dolor y gozo

Modelo de toda santidad, glorioso San José, que habiendo perdido sin culpa vuestra al Niño Jesús, le buscasteis durante tres días con profundo dolor, hasta que lleno de gozo, le encontrasteis en el templo, en medio de los doctores.

Por este dolor y este gozo, os suplicamos con palabras salidas del corazón, intercedáis en nuestro favor para que no nos suceda jamás perder a Jesús por algún pecado grave. Mas si por desgracia le perdemos, haced que le busquemos con tal dolor que no nos deje reposar hasta encontrarle favorable, sobre todo en nuestra muerte, a fin de ir a gozarle en el cielo y a cantar eternamente con Vos sus divinas misericordias.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Antífona

Jesús mismo era tenido por hijo de José, cuando empezaba a tener como unos treinta años. Rogad por nosotros, San José, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oración Final

Oh Dios, que con inefable providencia, os dignasteis elegir al bienaventurado José por esposo de vuestra Santísima Madre, os rogamos nos concedáis tener como intercesor en los cielos al que en la tierra veneramos como protector. Vos que vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.

CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

Por amor de Dios Padre, Tú, San José, has sido llamado padre de Jesús y, unido a la maternidad espiritual de María, ahora también padre nuestro. A ti consagramos nuestra vida y la misión que Dios nos ha encomendado. Te pedimos que intercedas por nosotros ante el Señor, que intercedas por la Santa Iglesia para su salvación, que intercedas en nuestra oración y la lleves a Dios.

Tú, esposo de María, casto, justo, prudente y humilde, haz que estas virtudes, en ti gloriosas, afloren en nuestro espíritu y, para gloria de Dios, en el mundo.

Haznos dulces y dóciles, tiernos y mansos con nuestro prójimo, especialmente con nuestros padres, hijos, familia y hermanos, no desde nuestra pequeñez sino desde Dios, dejando que Él sea en nosotros y nosotros en Él, que todopoderoso es. Amado San José enséñanos a desaparecer, como Tú que estás presente pero en Ti es sólo el Espíritu Divino el que permanece y Tú desapareces en el silencio del amor.

Ruega para que en la presencia del Espíritu Santo, reconozcamos que sin Dios nada somos y nada podemos; ruega para que Dios obre en nuestro corazón como en el tuyo; ruega para que desaparezca nuestra pequeñez y aparezca tu grandeza, al reconocer nuestra debilidad en presencia de Su Amor. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos Amén
ROSARIO A SAN JOSÉ

+ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración: Oh San José, que con amor trabajaste la madera para en esta vida, vida pasajera, a tu familia el pan de cada día proveer; Oh San José, ahora en el cielo con Cristo, que extendido en el madero en el que vida eterna al hombre dio, enséñanos a reconocer en el quehacer de cada día el camino hacia Dios.

1-Por el tiempo que a María esperaste, danos la virtud para en silencio pacientemente esperar, esto es danos la paz.

Padrenuestro, cinco Avemarías, un Gloria y la jaculatoria:

Amado San José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.

2-Por aceptar en castidad para María desposar, danos la virtud para vivir en pureza y castidad.

3-Por aceptar la paternidad de Jesús, danos la virtud para sólo hacer la voluntad de Dios.

4-Por el día que todo dejaste para tu Hijo salvar, danos la virtud para cumplir lo que Dios pida y vivir, como Tú, en santa obediencia.

5-Por el día que tu Hijo encontraste hablando con sabiduría y callaste, danos la virtud de callar y aprender a escuchar al que en nombre de Dios habla.

Oración: Tú, San José, patrono de las familias, protector de la Iglesia, defensor de la niñez y fiel guardián de las madres, ayúdanos para recibir la gracia y alcanzar así las virtudes gloriosas de tu corazón en la castidad, en la prudencia, en la justicia y en la humildad. Amén.



San José, el más grande de los santos

San José es el mayor de los santos después de María. Esta doctrina está hoy generalmente aceptada. León XIII, en la Encíclica Quamquam plures, escrita para declarar a San José patrono de la Iglesia universal, dice: "Como San José estuvo unido a la Santísima Virgen por el vínculo conyugal, no cabe la menor duda que se aproxima más que persona alguna a la dignidad sobreeminente por la que la Madre de Dios sobrepasa de tal manera a las naturalezas creadas ... ; si, pues, Dios le dio por esposo a José, ciertamente no sólo se lo dio como ayuda en la vida, sino que también le hizo participar, por el vínculo matrimonial, en la eminente dignidad que Esta había recibido".

Juan XXIII, en el año 1962, enseña: «San José, ilustre descendiente de David, luz de los Patriarcas, esposo de la Madre de Dios, guardián de su virginidad, padre nutricio del Hijo de Dios, vigilante defensor de Cristo, Jefe de la Sagrada Familia; fue justísimo, castísimo, prudentísimo, fortísimo, muy obediente, fidelísimo, espejo de paciencia, amante de la pobreza, modelo de obreros, honor de la vida doméstica, guardián de las vírgenes, sostén de las familias, consolación de los desgraciados, esperanza de los enfermos, patrono de los moribundos, terror de los demonios, protector de la Iglesia Santa. Nadie es tan grande después de la Virgen María".

La razón de esta preminencia está en la plenitud de gracia recibida por San José, proporcionada a su misión de padre nutricio de Jesús, puesto que fue directa e inmediatamente elegido por el mismo Dios para esta misión única en el mundo. La misión de San José, en efecto, supera el orden mismo de la gracia y linda con el orden hipostático constituido por el misterio mismo de la Encarnación.

"La Iglesia entera reconoce en San José a su protector y patrono. A lo largo de los siglos se ha hablado de él, subrayando diversos aspectos de su vida, continuamente fiel a la misión que Dios le había confiado. Por eso, desde hace muchos años, me gusta invocarle con el título entrañable: Nuestro Padre y Señor». Las virtudes de San José señaladas por Juan XXIII son un espléndido modelo propuesto para nuestra imitación. "Nuestro Padre y Señor San José es Maestro de la vida interior.-Ponte bajo su patrocinio y sentirás la eficacia de su poder".

Nueve oraciones breves

1. Para pedir la virtud de la humildad

Señor, Padre bueno, tú que a los que eliges das un corazón humilde para hacer tu voluntad, te pedimos que San José, nuestro amigo, nos ayude a abrir nuestro corazón para que nos inunde tu amor que elimina toda soberbia y prepotencia, para poder así cumplir mejor tu voluntad.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

2. Por los novios y los que están por casarse

Oh Dios, que por tu gran amor hacia nosotros nos has dado a tu Hijo Jesucristo, para que muriendo y resucitando nos diera vida nueva, te pedimos, por medio de San José, que cuides y protejas a todos los que están de novios y a los que están por casarse. A nosotros, danos un corazón enamorado que busque entregarse a tí cada día con más intensidad. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

3. Por las familias

Oh Dios, que quisistes revelarnos en San José de qué manera debemos estar unidos a Jesús, tu Hijo y a María, nuestra Madre, te pedimos, por intercesión de esta Sagrada Familia, que elimines de nosotros toda semilla de duda y de falta de confianza; que en el seno de nuestras familias aumente la búsqueda de unidad; que acerques a los que están alejados, que reúnas a los que han partido de esta vida a tu casa celestial donde, un día, deseamos encontrarnos todos como familia alrededor de la mesa de tu Reino. Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.

4. Para decir "sí" a Dios

Padre bueno, que en la Palabra de tu evangelio nos mostrastes cómo elegistes a San José para ser el padre adoptivo de tu Hijo y el esposo de María, te pedimos un corazón de esposos que pueda, sostenido por tu amor y tu palabra, decirte "sí" cada día: en el trabajo, en nuestro estudio, en nuestro hogar y así podamos caminar seguros a tu encuentro, con tu Hijo Jesús, con San José, con María y todos los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

5. Para obtener la virtud de la esperanza

Señor, Padre bueno, escucha la oración que te dirigimos, a través de nuestro amigo San José, que supo caminar con un corazón lleno de esperanza, para que su ejemplo nos anime también a nosotros a ser peregrinos de Dios, con la misma esperanza que lo animó a él. Así, ante cualquier duda o temor, recurriremos a tu amor que no abandona nunca al débil ni al que te invoca de todo corazón. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

6. Por los padres

Dios, Padre de todos los hombres, que en tu bondad elegistes a San José como padre adoptivo de tu Hijo, aquí en la tierra, por su intercesión escucha los ruegos que te elevan nuestros corazones que recibieron el regalo de ser padres. Que te seamos siempre gratos. Escucha especialmente a los que tienen dificultades para ser padres dignos, para que se conviertan; los que no logran generar la vida, que no se desalienten; a los padres separados, para que se reconcilien. No olvides a aquellos padres (a mi/s padre/s) que ya viven en tu Reino, para que un día todos juntos, guiados por tu Espíritu de Amor, podamos cantar las alabanzas de los Hijos de Dios en tu casa del Cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

7. Por los trabajadores

Señor, Creador de todas las cosas, que confiastes al hombre tu creación para que la trabajara y la hiciera fructificar, te pedimos por medio de San José, que gustó el valor del trabajo humano, por todos los trabajadores del mundo para que valoricen y amen su trabajo. Te pedimos también por los desocupados, para que no les falte tu aliento; por los jubilados que dieron gran parte de sus vidas trabajando, para que reciban la justa recompensa; por todos nosotros, para que llenos de tu amor, continuemos trabajando en la construcción de tu Reino. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

8. Para obtener un corazón de pobre

Señor Jesús,que movido por tu gran amor, no quisistes dejarnos solos, sino que te hicistes uno de nosotros y que por medio de tu Espíritu de Amor, caminas con nosotros y nos hablas al corazón, te pedimos que, como San José, nos vayas formando un corazón de pobre, que sepa escucharte en el silencio, estar firme en el sufrimiento, alabarte en las alegrías y amarte en la soledad, para que así, presentándonos ante ti con las manos vacías, las vayas llenando de tus bienes hasta alcanzar el bien supremo: La Vida Eterna.
TÚ que vives y reinas, con Dios Padre, por los siglos de los siglos de los siglos. Amén.

9. Para obtener confianza y alegría espiritual

Padre Bueno, que ante la caída del hombre, enviaste a tu Hijo para salvarlo de la muerte y del pecado que lo encadenaba, te pedimos por medio de San José, que imitándolo vivamos apartados de todo egoísmo y, llenos de confianza y alegría, podamos celebrar juntos el regalo de la fe que nos anima, y caminar así hacia la Fiesta Eterna.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

miércoles, 17 de marzo de 2010

ECUMANÍA


ECUMANÍA
Sábado, 6 de Marzo de 2010

ESTE ES EL PRECIO DE NOSTRA AETATE

http://www.diocese-saintetienne.fr/Degradations-sur-la-grande-mosquee.html

Tengo a la Declaración como una de las más infaustas del CVII,que no es poco decir.(Vuelvo a recomendar el libro de Monseñor Brunero Gherardini sobre el Concilio para que los partidarios de la “hermenéutica de la continuidad” tengan sanas y legítimas dudas sobre esa posibilidad).Cuesta creer, en efecto, que Nostra Aetate le haya dedicado este párrafo a los hijos de Mahoma:

La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia.

En otros tiempos,cuando los católicos rezábamos la Consagración al Corazón de Jesús,redactada por Pío X para la fiesta de Cristo Rey,pedíamos:

Sé Rey de los que permanecen envueltos todavía envueltos en la tinieblas de la idolatría o del islamismo; dígnate atraerlos a todos a la luz de tu reino.

Si algún “hermenéutico”me pudiese explicar si entre ambos textos hay “continuidad”, se lo agradecería vivamente.

Y también les pido opinión sobre el reciente desbarajuste “ecumaníaco” en la diócesis de Saint Etienne (Francia),cuando el obispo Dominique Lebrun se hizo presente en la mezquita,para expresar su solidaridad ante la “profanación” que cometieron unos “bárbaros”,pintando leyendas “islamófobas.”(¿Será pecado mortal?)

La foto muestra cuán a sus anchas se siente el obispo entre los idólatras. El se cortaría las venas antes que avenirse a un diálogo con un sacerdote “lefebvrista”.

Que Dios perdone a este pésimo pastor.

Publicado en Aberraciones, Iglesia y Catolicismo |

JESUÍTAS ( BRASIL)




UNAS OFICINAS MUY ESPECIALES DE LOS JESUÍTAS DE GOIÁNIA (BRASIL)

Notas catapúlticas

1) Según la página de la organización:

-A Casa da Juventude Pe. Burnier (CAJU) é um Instituto de Formação, Assessoria e Pesquisa sobre juventude. Nossa tarefa é contribuir na construção de “um outro mundo possível” junto com várias entidades parceiras, na tecelagem de redes dinâmicas de solidariedade.

Fundada em 1984, por jesuítas e leigos/as, é filiada a AJEAS (Associação Jesuíta de Educação e Assistência Social), da Companhia de Jesus. É uma organização civil, de utilidade pública, sem fins lucrativos, cumprindo as exigências legais, segundo a LOAS- Lei Orgânica de Assistência Social.

A CAJU oferece um serviço especializado sobre juventude, num acompanhamento a grupos comunitários e organizações juvenis, possibilitando ações de prevenção primária junto aos/as jovens, tendo em vista seu engajamento e compromisso na construção da cidadania e na ampliação dos direitos juvenis. Seu princípio norteador é a formação integral, trabalhando a partir das dimensões da pessoa.

http://www.casadajuventude.org.br/

2) Pregunta de mal pensado: ¿con estas açoes de prevençao primária,no se querrá decir repartija de condones y pildoritas para el día después?

Publicado en Aberraciones |

SI SE QUIERE APLICAR RIGOR EMPECEMOS POR


ROMA, 16 Mar. 10 / 02:14 am (ACI)

Mons. Giuseppe Versaldi, Obispo de Alejandría (Italia) y ordinario emérito de derecho canónico y psicología en la Pontificia Universidad Gregoriana, señaló que gracias al rigor del Papa Benedicto XVI, "diversas conferencias episcopales están dando luces sobre los casos de abuso sexual, colaborando también con las autoridades civiles para lograr justicia para las víctimas".

En un artículo titulado "El rigor de Benedicto XVI contra la suciedad de la Iglesia", Mons. Versadi señaló en un artículo escrito en L’Osservatore Romano que en los casos de abuso sexual cometidos por personas de la Iglesia, "en las que se pone una especial confianza de parte de los fieles y particularmente de los niños, entonces el escándalo se hace más grave y execrable".

El también visitador apostólico a la Legión de Cristo en Italia, Israel, Filipinas y Corea del Sur, dijo además que "la Iglesia no pretende tolerar ninguna incertidumbre en cuanto a la condena del delito y el alejamiento del ministerio de quien resulta ser manchado por tanta infamia, junto a la justa reparación para las víctimas".

Tras precisar que los casos s de abuso sexual se dan más comúnmente fuera de la Iglesia y que cuando los autores han sido sacerdotes, estos ya "no vivían el celibato", el Obispo explica que "la Iglesia Católica –pese a la imagen deformada con la que se le quiere representar– es la institución que ha decidido conducir la batalla más clara contra los abusos sexuales y el daño a menores partiendo desde su interior".

"Y aquí es necesario reconocer a Benedicto XVI que ha emprendido un decisivo impulso para esta lucha, gracias también a su experiencia de más de 20 años como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. No debe olvidarse que desde ese observatorio el Cardenal Ratzinger ha tenido la posibilidad de seguir los casos de abusos sexuales que eran denunciados y ha favorecido una reforma también legislativa más rigurosa en esa materia".

Ahora, continúa el Prelado, "como supremo pastor de la Iglesia, el Papa mantiene en este campo –pero no solo en éste– un estilo de gobierno que apunta a la purificación de la Iglesia, eliminando la ‘suciedad’ que en ella se anida. Benedicto XVI demuestra, entonces, que es un pastor vigilante sobre su grey, pese a la falseada imagen de algunos que lo reducen a un estudioso dedicado solo a escribir libros y que delegaría a otros el gobierno de la Iglesia".

"Es gracias al mayor rigor del Papa que diversas conferencias episcopales están dando luces sobre los casos de abuso sexual, colaborando también con las autoridades civiles para lograr justicia para las víctimas".

Para el Obispo de Alejandría, es "entonces paradójico representar a la Iglesia como si fuese la responsable de los abusos a menores y tampoco resulta para nada generoso no reconocerle, especialmente a Benedicto XVI, el mérito de una batalla abierta y decisiva sobre los delitos cometidos por sacerdotes".

Además, dice luego el Prelado, "aparece otra paradoja: cuando la Iglesia sabiamente establece normas más severas para prevenir el acceso al sacerdocio de personas inmaduras en el campo sexual, en general es atacada y criticada por los mismos que la sindican como responsable de los abusos a menores".

"La línea rigurosa y clara asumida por la Santa Sede debe entonces ser recibida en la Iglesia –y no solo en ella– para garantizar la verdad, la justicia y la caridad hacia todos", concluye.Gracias al rigor de Benedicto XVI se logra justicia para víctimas de abusos

PREGUNTÉMONOS: QUE HA PASADO ? DONDE ESTÁN LOS FRUTOS? ESTE TERRIBLE ALEJAMIENTO DE LA FE QUE SE HA PRODUCIDO CON LOS CAMBIOS QUE HAN LLEGADO HASTA SER HERÉTICOS, CON LA INFILTRACIÓN EN NUESTRA SANTA MADRE LA IGLESIA, DE, MODERNISTAS MESCLADOS TODOS EN UN FALSO ECUMENISMO, SI YO VEO AL SANTO PADRE PONIENDO UN PAPELITO EN EL MURO DE LOS LAMENTOS, DESCALZARSE EN UNA MESQUITA , DICIENDO QUE LA IGLESIA SE ENRIQUECERSE CON LA DOCTRINA DE LOS HEREJES LUTERANOS, DEJEMONOS DE JODER, ESTO ES LA BIBLIA Y EL CALEFÓN, QUE PODEMOS HACER? UN EJEMPLO LO QUE HIZO EL PADRE ABRAHAMOWICZ, VATICANO II ¡¡FUERA!!

martes, 16 de marzo de 2010

monja abortera



La ley del Disenso Universal y la Hermana Quinn
A las 11:08 PM, por Bruno
Categorías : Iglesia en el mundo, Moral, Humor, Familia

Como corresponde al blog de un físico, hoy vamos a enunciar una ley cuasi-matemática. Yo la llamo la Hipótesis del Disenso Universal. Su enunciado puede ser algo así como: “El disenso teológico es un estado inestable y tiende espontáneamente a crecer exponencialmente hasta llegar a la ruptura total o a disminuir también exponencialmente hasta su desaparición”. Es sólo una hipótesis porque aún no se han hecho suficientes experimentos como para demostrarla con rigor científico, pero las observaciones realizadas hasta el momento la apoyan al cien por cien.

En palabras llanas, esta ley significa que, por la propia naturaleza de la fe, uno no puede negar partes integrantes de la misma y permanecer simplemente en esa negación sin cambios. Como la fe es un todo interrelacionado, la negación de algunas partes de la misma poco a poco irá extendiéndose a otras doctrinas y aspectos de la fe, de éstas se ampliará a otras y así sucesivamente, cada vez más rápido, hasta que se termina por carecer totalmente de fe católica, aunque pueda mantenerse una forma de hablar y una apariencia externa más o menos católicas. Es decir, el disenso tiende por sí mismo a convertirse en disenso universal.

Y, como ejemplo de lo que quiero decir, voy a contar la última barrabasada de la Hermana Quinn. Quizás los lectores recuerden que ya hablamos de ella en otra ocasión. Sor Donna Quinn es una religiosa perteneciente a una congregación de los Estados Unidos, las Dominicas de Sinsinawa. Hace un par de meses, se hizo pública la noticia de que la hermana llevaba años “escoltando” a las mujeres que iban a abortar, para que ningún voluntario provida se acercase a ellas a darles un folleto o a decirles que rezaban por ellas. Esto se unía a constantes declaraciones abiertamente contrarias a la doctrina de la Iglesia en multitud de campos.

Poco después de que se hiciesen públicas las actividades de Sor Donna Quinn en clínicas abortistas de su ciudad, su superiora inmediata defendió su actuación en una entrevista. Sin embargo, ante la presión de la opinión pública, los superiores de su superiora terminaron por tomar cartas en el asunto, de manera que se ordenó públicamente a la Hermana Quinn que dejase de colaborar con clínicas abortistas.

Es decir, sus superiores, supongo que por desconocimiento de la Ley del Disenso Universal, quisieron que la Hermana se mantuviese en un disenso “de perfil bajo”, prohibiéndole únicamente actos tan aberrantes como la colaboración en clínicas abortistas. Como sabemos, sin embargo, la ignorancia de la ley (del disenso universal) no exime de su cumplimiento y Sor Donna Quinn, en lugar de mantener un perfil bajo se ha deslizado enseguida hacia barbaridades cada vez mayores.

Estos días se está discutiendo en los Estados Unidos la creación de un sistema de sanidad pública. Uno de los grandes temas morales relacionados con el futuro sistema sanitario es la cuestión de si este sistema público financiará o no abortos provocados. El pasado día ocho de diciembre, se votó una enmienda a la ley que intentaba prohibir que los fondos públicos se usasen para realizar abortos. Como es lógico, todos los obispos católicos animaron a los Senadores a votar contra el uso de dinero público para los abortos. Pues bien, la hermana Quinn ha realizado unas declaraciones en un periódico norteamericano a favor del uso de dinero público para realizar abortos, en oposición frontal a la postura de los obispos y de la moral católica. En estas declaraciones, agradecía su labor a todos aquellos que han influido en los senadores para que protegiesen la relación entre la sanidad pública y el aborto y les animaba a continuar trabajando en esa misma línea.

No es eso lo peor. En su particular escalada hacia el disenso universal, la Hermana ha llegado rápidamente a despropósitos aún mayores. Ha declarado que le parecía muy significativa la fecha en la que se votó la enmienda, el ocho de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora. Por lo visto, esta festividad le recordaba unas conversaciones que tuvo con protestantes unitaristas, en las que se señaló que la Virgen María “fue una de las primeras mujeres en el Nuevo Testamento en expresar su elección”. Es decir, la Virgen fue una de las primeras “favorables a la elección” o “pro-choice”, que es la denominación que se da en inglés a las partidarias del aborto.

No contenta con apoyar el aborto, esta hermana dominica equipara la decisión de una madre que mata a su hijo no nacido con la aceptación de la voluntad de Dios por parte de la Virgen, concibiendo al Verbo encarnado en su seno. No se me ocurre una palabra que exprese mejor esto que “blasfemia”. De negar la doctrina de la Iglesia se pasa a colaborar con el mal gravísimo del aborto y, de ahí, sólo hay un paso hasta la blasfemia de comparar la barbaridad del aborto con el fiat de la Virgen.

¿Qué harán sus superiores? Aunque no leerán este artículo, yo les recomendaría que tuviesen en cuenta la Ley del Disenso Universal y fuesen conscientes de que este tipo de cosas, si no se solucionan, van a más. Las medias tintas no valen de nada. Cuando el problema es grave, como en este caso, es necesario ser muy firmes. Especialmente cuando el riesgo de escándalo es patente.

Para no terminar en una nota triste, quiero señalar que la ley-hipótesis del disenso universal también funciona en dirección contraria. Cuando uno empieza a aceptar la fe y admite alguno de sus puntos, poco a poco eso le lleva a aceptar otros aspectos de la misma y, así, cada vez más rápido, se desliza hasta la verdad plena. Multitud de conversos han hablado del gozo embriagador de ir descubriendo cómo la fe lleva, por sí misma, hacia su propia plenitud, cómo unas doctrinas completan a las demás, las aclaran y las necesitan. Así es como el Espíritu Santo guía hacia la Verdad al hombre que humildemente se deja enseñar por la Iglesia. Ojalá todos nos dejemos guiar así.

AHORA TENEMOS PAPA LUTERANO


Benedicto XVI visitó la iglesia luterana de Roma

Ciudad del Vaticano, 16 Mar. 10 (AICA)


Benedicto XVI en la iglesia luterana de Roma

En horas de la tarde del pasado domingo, 14 de marzo, el papa Benedicto XVI visitó la Iglesia evangélico-luterana de Roma, inaugurada en 1922, donde fue recibido por el pastor de la comunidad, Jens-Martin Kruse. Juan Pablo II visitó este templo en diciembre de 1983, con motivo del quinto centenario del nacimiento de Martín Lutero.

Mientras el Papa y el pastor luterano se dirigían al altar, el coro, compuesto por luteranos y seminaristas católicos alemanes, entonó el "Jubilate Deo" de Mozart.

La presidenta de la comunidad evangélico-luterana de Roma, señora Doris Esch, que habló en italiano y alemán, señaló que este encuentro ecuménico recordaba los diez años de la firma de la histórica declaración católico-luterana sobre la Doctrina de la Justificación, y concluyó sus palabras diciendo: "Santidad, puede sentirse en su casa". ( YO DIRIA QUE HAY OLOR A BOSTA).

El cardenal Joseph Ratzinger ya conocía el templo, pues en 1998, siendo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, mantuvo un encuentro con la comunidad luterana con motivo de su fiesta anual.

Luego el pastor Kruse y el Papa pronunciaron las homilías. Benedicto XVI invitó a dar gracias por el hecho "de que estamos aquí presentes, en este domingo, porque cantamos juntos, porque escuchamos la Palabra de Dios, porque nos escuchamos los unos a los otros mirando todos juntos hacia Cristo, y de este modo damos testimonio del único Cristo".

Durante la homilía en alemán e improvisada, el Santo Padre afirmó: "Escuchamos tantas quejas porque no hay nuevos progresos en el ecumenismo, pero tenemos que decir -y podemos decirlo con mucha gratitud- que ya se dan muchos elementos de unidad".

"No podemos contentarnos -subrayó el Papa- con los éxitos del ecumenismo de los últimos años, pues no podemos beber del mismo cáliz, ni podemos estar juntos alrededor del mismo altar".

"Esto -continuó- nos tiene que entristecer, pues es una situación pecaminosa, pero la unidad no puede ser fruto de los seres humanos; tenemos que encomendarnos al Señor, pues Él es el único que puede darnos la unidad. Esperamos que Él nos lleve a esta unidad".

Citando las palabras que antes había pronunciado el pastor Kruse, Benedicto XVI señaló que el primer punto de encuentro entre luteranos y católicos "debe ser la alegría y la esperanza que ya vivimos, y la esperanza de que esta unidad pueda ser más profunda".

Por su parte, el pastor Martin Kruse comenzó reconociendo: "Para nosotros es verdaderamente un día de alegría". Su homilía se convirtió en un profundo comentario del significado de la "alegría" cristiana en este domingo litúrgico de "Laetare", en pleno camino cuaresmal. Citando a san Pablo, el pastor invitó a avanzar por el camino de Cristo, "pero no caminando los unos junto a los otros, sino juntos", "y, en la tribulación, a consolarnos mutuamente, con el consuelo de que nosotros mismos somos consolados por Dios".

Al final de la visita, el Papa regaló a la comunidad luterana de Roma -formada por 350 fieles- una reproducción del mosaico de Jesucristo que se encuentra bajo el altar de la Confesión en la basílica de San Pedro.+

Para seguir el camino de CRISTO hay que seguirlo a ÉL y no a un HEREJE. POR LA CONVERSIÓN DE LOS HEREJES Y DE QUIENES LOS ESTIMULAN A SEGUIR IGUAL,
ORA PRO NOBIS SAN JOSÉ

lunes, 15 de marzo de 2010

CRÓNICA DE UNA APOSTASÍA


14/03/2010
Crónica de una apostasía

Comienza la historia: La preocupación espiritual del diario Clarín:

Ariel Álvarez Valdés En la tapa del diario Clarín del día 9 de marzo pasado (ver aquí), con el tema del terremoto en Chile comentándose en todas partes, se podía leer un recuadro titulando una tremebunda pregunta que, viniendo del diario que venía, reputé apriorísticamente por engañosa.

El título del artículo, que se desarrollaba en el interior del diario, era: “"¿Y dónde está Dios?": los devastadores terremotos sacuden la fe de los cristianos”. Debajo se leía: “Los sismos en Haití y Chile volvieron a poner sobre el tapete entre los creyentes el papel del Creador en las catástrofes y por qué, siendo todopoderoso y bondadoso, no las impide.”

Daba la impresión de un artículo que no iba a ir directamente contra la fe cristiana (ya eso está en otros artículos, y además hay un número de lectores cristianos que hay mantener como lectores…) pero obviamente no iba a ser doctrinariamente ortodoxo.

Terminaba la presentación de la nota con: “El destacado biblista y teólogo Ariel Alvarez Valdés responde.”

El tema del mal, según Valdés (foto): el (según Clarín) erudito biblista y teólogo, en la mencionada nota, niega enfática y absolutamente la posibilidad del castigo divino (lo cual para él “es una ofensa a Dios”), lo cual demuestra que, o bien el biblista no ha leído toda la Biblia o le han provisto de algún ejemplar que le faltaban muchas páginas…

Pero había que responder al tema de la existencia del mal. Y he aquí que se viene una explicación erudita si las hay:

“Sería imposible la existencia de un mundo sin mal, por la simple razón de que el mundo es finito, limitado, precario. Dios no podía crear un mundo perfecto, porque lo único perfecto que existe es él. Todo lo demás que pudiera crear, resulta necesariamente limitado. Y a esa limitación le llamamos mal. Hablando hipotéticamente, Dios podría no haber creado este mundo. Pero si lo crea, tienen que ser necesariamente finito (si no, se crearía a sí mismo). De modo que la finitud, la imperfección, la carencia, la privación, estarán siempre presentes como parte de la naturaleza.”

El mal, como acto contrario a la voluntad de Dios, o como las consecuencias naturales y sobrenaturales que tales actos conllevan, no tiene absolutamente nada que ver con que las criaturas no sean infinitas.

Pero bueno… si hay una confusión conceptual entre los términos, tal vez sea sólo porque la Biblia del biblista no está completa… Por ello no le podemos imputar que no distinga entre la infinitud de Dios y la finitud de las criaturas con la existencia del mal.

Desde la concepción de Valdés se extraerían conclusiones como: luego, todos los ángeles pecaron… luego, no existe el pecado original…

Ya sabemos entonces que parte de las hojas que le faltan al biblista son del libro del Génesis.

“El mal no es un misterio. Es inevitable, sencillamente”, sentencia el erudito Valdés en la nota de Clarín, que también reproduce… el Boletín Salesiano (!)

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Volvamos unos años atrás…

Año 2.001: La retractación de Valdés

Carta del presbítero Alvarez Valdés (ver aquí)

Con fecha 19 de julio, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe me pidió que en alguna revista o boletín católico publicara el siguiente texto de retractación. Con tal motivo me permito hacérselo llegar a usted, a fin de que vea la oportunidad de publicarlo en el boletín de AICA.

Texto de la “Retractación”

En el mes de diciembre de 1995 publiqué un artículo de divulgación bíblica, titulado “¿EL DIABLO Y EL DEMONIO SON LO MISMO?”. En dicho artículo yo afirmaba que:

1. “No es posible la posesión diabólica, en el sentido de que un ser personal se introduzca dentro de otra persona, lo posea y lo obligue a tender hacia el mal en contra de su voluntad”.

2. “Los casos de posesión diabólica siempre son enfermedades a las que la ciencia de aquel tiempo no encontraba respuesta natural”.

3. “Jesús vino a enseñar religión, no medicina. En este sentido Jesús permaneció dentro de los límites de la concepción judía de aquel tiempo. Los presuntamente poseídos eran en realidad enfermos, pero como la gente explicaba aquellos trastornos y su curación mediante el lenguaje de “posesión” y “exorcismo”, Jesús no tenía porqué hablar con términos distintos de los que eran familiares en aquel tiempo“.

4. “A la altura de nuestros actuales conocimientos, tanto científicos como bíblicos, no es posible seguir creyendo en la existencia de los demonios”.

5. “(La Iglesia) lentamente ha ido abandonando su creencia en las posesiones”.

6. “En 1984 Juan Pablo II publicó el nuevo Ritual Romano en el que elimina definitivamente la ceremonia misma del exorcismo, de la Iglesia Católica”.

7. “En el siglo II la Iglesia preguntó a los científicos de la época por qué ciertas personas tenían comportamientos sumamente extraños y le contestaron: están endemoniados. Ante esto, creó la ceremonia del exorcismo. En el siglo XX la Iglesia vuelve a hacer la misma pregunta a los científicos, y ahora éstos contestan: tienen raras patologías, cuyas causas a medias ya se conocen. Entonces (la Iglesia) suprimió el exorcismo”.

“Por medio de la presente quiero retractarme de estas afirmaciones, y reconocer que eran erróneas y contrarias a las enseñanzas de la Iglesia Católica, a la que amo y deseo servir fielmente desde mi ministerio. Especialmente a la luz del nuevo Ritual del Exorcismo, recientemente aparecido.

“Asimismo quiero dejar en claro que me someto, como siempre procuré hacerlo, a todo lo que la Santa Madre Iglesia cree y enseña, y que deseo permanecer siempre unido a ella”. Firmado: Presbítero Licenciado Ariel Alvarez Valdés, Diócesis de Santiago del Estero.”

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Año 2.008: La no-retractación de Valdés

Decreto del obispo de Santiago del Estero (ver aquí):

…Considerando
1. Que algunas de sus afirmaciones causan perplejidad y llevan a pastores y fieles a preguntarse si dichas afirmaciones son compatibles con la enseñanza del Magisterio auténtico de la Iglesia.

2. Que el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdés ha reconocido lo fundado de dichas reacciones provocadas por sus escritos y ha manifestado reiteradamente estar dispuesto a hacer las rectificaciones pertinentes en sus nuevas publicaciones.

3. Que el interesado también ha manifestado su disposición de hacer públicas las retractaciones correspondientes a las cuestiones teológicas que, en sus intervenciones, presentan ambigüedades o errores.

4. Que, sin embargo, el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdés ha hecho notar que dichas retractaciones serían publicadas a condición de incluir una mención expresa a que se efectúan por pedido explícito de la autoridad eclesiástica.

5. Que de ser incluida en el texto dicha cláusula limitaría severamente la consistencia y la autenticidad de las retractaciones.

…Por lo tanto…

1. A partir del 5 de agosto de 2008 y mientras no se disponga otra cosa, el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdés carece de licencias para hacer nuevas publicaciones o disponer la reedición de publicaciones anteriores.

2. A partir del 5 de agosto de 2008, el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdés carece de misión canónica para la enseñanza de disciplinas teológicas en cualquier nivel de docencia, incluyendo cursos cortos, conferencias y toda otra actividad análoga.

3. A partir del 5 de agosto de 2008, el Pbro. Dr. Ariel Álvarez Valdés carece de licencias para participar en la organización y uso de medios de comunicación social, incluyendo internet, ya sea a través de escritos, grabaciones, filmaciones y cualquier otro tipo de soporte.

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Volviendo a la actualidad…

Sábado 13 de Marzo de 2010: Ariel Alvarez Valdés dejó el sacerdocio

Dijo el “erudito biblista y teólogo”:

“A partir de ahora quiero dedicarme a divulgar la Palabra de Dios” (sic)

“Resulta triste que tenga que dejar el sacerdocio para poder dedicarme a la Biblia (sic); pero desde hace casi dos años estoy impedido de hablar, escribir, publicar, enseñar o dar cursos, y todo por unas afirmaciones que resultan secundarias para nuestra fe…”(sic)

Sin embargo, hay algo que dice Valdés en lo que tal vez tenga (y mucha) razón:

“Renuncio porque a partir de ahora quiero dedicarme a divulgar la Palabra de Dios, tal como me enseñaron en las universidades católicas y pontificas donde estudié…”.

Como fuere, en esta historia de idas y vueltas se baja tristemente el telón…

domingo, 14 de marzo de 2010

CONFUSIÓN NO ESCARMIENTAN

11 Mar. 10 / 10:55 am (ACI)Cardenal Errázuriz presidirá oración ecuménica por Chile y su nuevo gobierno

El Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, presidirá mañana a las 11:00 a.m. en la Plaza de Armas de esta ciudad una solemne oración ecuménica por Chile, tras el cambio de mando de hoy en el que asumió como nuevo Presidente de Chile, Sebastián Piñera Echenique.

Este gesto de no celebrar el oficio dentro de la Catedral de Santiago servirá para "manifestar nuestra solidaridad con los cientos de familias que hoy viven al aire libre, como consecuencia del reciente terremoto y maremoto", explicó Mons. Héctor Gallardo, Director del Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago.

Otro gesto de solidaridad con los damnificados será la recolección de ayuda que estará a cargo de voluntarios de Caritas, razón por lo cual se invita a los asistentes llevar alimentos no perecibles que este organismo distribuirá entre los habitantes de los sectores más apartados.

En la liturgia, informó Mons. Gallardo, participarán pastores y obispos de diversas iglesias cristianas (ortodoxa, luterana, anglicana y evangélicas), quienes proclamarán las lecturas bíblicas y oraciones. La homilía estará a cargo del Cardenal Errázuriz. También participarán representantes judíos y musulmanes.

A la celebración religiosa, explica la nota de la Conferencia Episcopal de Chile, han sido invitadas las máximas autoridades del país, encabezadas por el nuevo Presidente de la República; el Presidente del Senado, el Presidente de la Corte Suprema y el Presidente de la Cámara de Diputad

Gran confusión: ¿van a orar a quien? como rezaran el Credo, acaso no hay una sola Iglesia: Et unam, sanctam,cathólicam,et apostólicam Ecclésiam. y los cismáticos que dirán, sobre la procedencia del Espíritu Santo, ¿ del Padre y del Hijo'. estos no escarmientan. SEÑOR ten piedad de mi que soy un pobre pecador.

APÓSTATAS DE...... NO RECONOCEN A CRISTO Y NO HACEN LO QUE ÉL NOS DICE, TODO SERÁ INÚTIL, AL CONTRARIO LAS OFENSAS SIGUEN SIENDO ENORMES. mejor me callo o diré algo inapropiado. solo a travez del HIJO se llega al Padre. VIVA CRISTO REY