viernes, 29 de enero de 2010

PLURALISMO RELIGIOSO


viernes 29 de enero de 2010
¿COMO SE PREPARA EL "COCTEL RELIGIOSO"?



Se empieza con eliminar al jefe visible de la Iglesia; después…

Por el P. Flaviano Amatulli Valente


Se empieza con eliminar al jefe visible de la Iglesia; después se elimina a la misma Iglesia fundada por Cristo y poco a poco se llega a eliminar hasta al mismo Cristo y a Dios, haciéndose cada quien su coctel religioso. Hoy más que nunca es necesario conocer y vivir la propia fe, para no caer en las redes de los grupos proselitistas.


Que todos sean uno

En vísperas de su pasión, Jesús oró al Padre: «Oh Padre, que todos sean uno, como tú estás en mi y yo en ti; que también ellos sean uno en nosotros. Así el mundo creerá que tú me has enviado (Jn 17,21)». La unidad entre los discípulos de Cristo es la señal de que Cristo es el Enviado de Dios.


Pentecostés

El día de Pentecostés este sueño de Cristo se hace realidad. Ahí vemos a los discípulos de Cristo todos unidos bajo la guía de Pedro y los Apóstoles, al amparo de María, llenos del Espíritu Santo (Hch 2,1-4).

Aquel día tres mil personas, provenientes de lugares diferentes, con idiomas y culturas diferentes, escuchando el mensaje de salvación, proclamado por Pedro y los Apóstoles, llenos del Espíritu Santo, creyeron en Cristo y se entregaron a El, entrando a formar parte de la Iglesia.

Donde hay amor, allá está Dios; donde está Dios, allá hay unidad. La división no viene de Dios.

¡Qué diferencia con lo que pasó en la Torre de Babel! (Gn 11,1-9). Allá todos formaban una sola familia, con un solo idioma. Sin embargo, al querer poner como base de su unidad, no a Dios, sino a sí mismos con su egoísmo, su fuerza y su inteligencia, se dividieron. Sin Dios, no puede haber unidad.


Espíritu sectario dentro de la Iglesia

Satanás no duerme. Pronto empezaron las divisiones dentro de la Iglesia. Primera carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 1, versículo 12: «Yo soy de Pablo; yo soy de Apolo; yo soy de Pedro». Liderazgos malentendidos; espíritu sectario dentro de la Iglesia. «Yo soy de Pablo; ¿qué me importa Pedro con sus seguidores?». Otro dice: «Yo soy de Pedro; ¿qué me importa Pablo con sus simpatizantes?». Cada uno se queda con su grupo y su líder, con su línea pastoral. Los demás no interesan.

No se trata de divisiones declaradas, sino de desconocimiento mutuo. Espíritu sectario dentro de la Iglesia. Un camino peligroso.

Peor todavía. Otros dicen: «Yo soy de Cristo (1Cor 1,12)». ¡Cómo se oye bonito: «Yo soy de Cristo»! Cristo sin Iglesia. Un contacto directo con Cristo. ¿Para qué, entonces, Jesús dijo a Pedro: «Apacienta mis corderos… apacienta mis ovejas? (Jn 21,15-17)».

Maldito el que cambia el Evangelio

Carta de San Pablo a los Gálatas, capítulo 1, versículos del 6 al 9:

«Me maravillo de que, abandonando al que los llamó por la gracia de Cristo, se pasen tan pronto a otro Evangelio. En realidad, no existe otro Evangelio. Lo que pasa es que algunos los están perturbando y quieren cambiar el Evangelio de Cristo.

Sin embargo, aunque viniera yo mismo o un ángel bajado del cielo para anunciarles un Evangelio distinto del que ya les hemos anunciado, ¡sea maldito! Como lo he dicho, lo repito otra vez: Si alguien les anuncia un Evangelio distinto del que ya recibieron, ¡sea maldito!».

¿Y qué pasa? Que desde un principio se nos enseñó que Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre; y ahora hay algunos que andan de casa en casa, queriéndonos convencer de que Cristo no es Dios, sino que solamente la primera creatura de Dios. Desde un principio se nos enseñó que, al celebrar la Cena del Señor, el pan se transforma en el Cuerpo de Cristo y el vino en su Sangre; y ahora resulta que algunos nos quieren convencer de que esto no es cierto: se trata de un símbolo y nada más. Lo mismo acerca del bautismo de los niños, la virginidad de María, la obediencia que se debe a los sucesores de Pedro y los Apóstoles, y tantas cosas más.

Según los nuevos «expertos en la Biblia», desde un principio todo se entendió mal. Ellos, por fin, han descubierto la verdad. ¿Qué dice San Pablo al respecto? «Maldito el que quiere cambiar el Evangelio, que nos llegó desde un principio.»

Nada de que: «En el fondo, todo es lo mismo; todos buscamos y servimos al mismo Dios». San Pablo no era de la misma opinión. Una cosa es el respeto y la tolerancia para con todos y otra cosa pensar que todo es lo mismo. Cuando se trata de respeto, tolerancia y amor, en nuestro corazón no debe haber límites, llegando hasta los no creyentes y los peores asesinos. Con eso no se quiere decir que todo es lo mismo, creer o no creer, ayudar o matar. Amor hacia todos, pero al mismo tiempo plena fidelidad a Cristo y a su Evangelio, hasta la muerte.


Anticristos: los que dejan la Iglesia de Cristo y se ponen en contra de ella

Primera Carta de San Juan, capítulo 2, versículos 18 y 19:

«Hijitos míos, es la última hora. Se les dijo que tendría que llegar el Anticristo; pues bien, ya han venido varios anticristos, por donde comprobamos que esta es la última hora.

Ellos salieron de entre nosotros mismos, aunque realmente no eran de los nuestros. Si hubieran sido de los nuestros se habrían quedado con nosotros. Al salir ellos, vimos claramente que no todos los que están dentro de nosotros son de los nuestros.»

¿Qué quiere decir la palabra «anticristo»? Quiere decir «enemigo de Cristo«. Así que, desde un principio, siempre han existido «enemigos de Cristo». ¿Quiénes son? «Ellos salieron de entre nosotros mismos dice San Juan , aunque realmente no eran de los nuestros». Estaban dentro de nosotros, sin ser de los nuestros. Una presencia física y nada más; su mente y su corazón estaban fuera.

¡Cuántas veces hemos oído decir: «Cuando yo era católico, era un borracho, un mujeriego, un ladrón no conocía la Palabra de Dios»! ¿Y que querían, una medalla de oro, por portarse de esa manera? «Medalla de oro a don Francisco Hernández por ser el primer borracho de la parroquia». Por eso, ahora se encuentra fuera de la Iglesia fundada por Cristo, en un grupo religioso fundado por un hombre. Si hubiera sido verdaderamente católico, no habría dejado la Iglesia.

Pues bien, por lo que nos dice San Juan, dejar la Iglesia de Cristo y ponerse en contra de ella, es ser «anticristo». ¿Quién no recuerda aquellas palabras que escuchó Saulo cuando cayó en el camino de Damasco? «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?"(Hch 9,4)». Y todos sabemos que Saulo no estaba persiguiendo directamente a Cristo, sino a sus discípulos; es decir, a su Iglesia. Ahora bien, perseguir a la Iglesia de Cristo es perseguir a Cristo mismo, volverse en «anticristo».

¿Qué está pasando ahora? Que, con la Biblia en la mano, los que salieron de la Iglesia, no dejan de atacarnos, asegurando que la Iglesia católica es la "prostituta", el Papa es el "anticristo" y los católicos somos unos "idólatras". Está pasando ahora lo mismo que pasó al tiempo de Cristo: los que se consideraban "expertos en la Palabra de Dios" (los fariseos y los maestros de la Ley) no supieron reconocer la identidad de Jesús y por eso se pusieron en contra de Él, hasta no lograr su muerte.

«Padre, perdónales porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34). Perdónales porque no saben que la Iglesia católica es la que fundó Cristo personalmente, cuando vivió en este mundo, y llegará hasta el fin del mundo.


Divisiones del primer milenio

Un hecho es cierto: las divisiones son fruto del pecado, no vienen de Dios, y, por lo tanto, no tienen ninguna garantía para el futuro. Empiezan, se desarrollan y se acaban. Es la experiencia del primer milenio de la historia de la Iglesia. Todas las divisiones que se realizaron durante el primer milenio de la historia de la Iglesia, prácticamente ya no existen. Solamente la Iglesia que fundó Cristo, durará para siempre. Las divisiones que existen ahora son del segundo milenio.


Cisma de Oriente

Iglesia de Cristo: sí.
Papa: no.

Año 1,054: primera división. Los obispos de Oriente, que se autoproclaman «ortodoxos» (ortodoxia = verdadera doctrina), se apartan de Roma. Durante mil años habían reconocido la autoridad del Sucesor de Pedro, el obispo de Roma; ahora ya no. ¿Qué dicen?

Iglesia de Cristo, con obispos, sacerdotes, diáconos, sacramentos, concilios ecuménicos y devoción a María y a los Santos: SI. Papa: NO

Pretenden una Iglesia sin cabeza visible.


Reforma Protestante

Cristo: sí.
Iglesia de Cristo: no.

Año 1,517: Martín Lutero da inicio a su inconformidad con Roma. Su enseñanza fundamental:

Cristo: SI. Basta la fe en Cristo para alcanzar la justificación (= perdón de los pecados y amistad con Dios).

Iglesia visible de Cristo, la que viene desde un principio, con Papa, obispos, sacerdotes, diáconos, sacramentos y concilios ecuménicos: NO

Lo que importa, es pertenecer a la Iglesia espiritual, a la que pertenecen los que de veras creen en Cristo, sin importar a cual entidad eclesiástica pertenezcan. Esto no tiene mucha importancia. Sirve solamente para ayudar a vivir la fe en comunidad.

Basándose en estos principios, pronto se multiplican las divisiones: luteranos (1,521), calvinistas (1,532), menonitas (1,536), presbiterianos (1,560), bautistas (1,611), metodistas (1,784) que fundamentalmente siguen las ideas de Lutero.

El año de 1,534 el rey Enrique VIII aparta Inglaterra de Roma. Así surge la Iglesia Anglicana; de esta viene la Iglesia Episcopaliana, una vez que Estados Unidos logra su independencia de Inglaterra. Se mueven entre el catolicismo y el protestantismo.

A principios de 1,800 en el mundo protestante surge un nuevo movimiento religioso, que ahora está invadiendo el mundo con un afán proselitista incontenible: mormones (1,830), adventistas del séptimo día (1,863), testigos de Jehová (1,874) y la línea evangélica pentecostal (principios del siglo XX). Normalmente, a nivel teológico, éstos grupos siguen a Lutero; pero, al mismo tiempo, rechazan todas las Iglesias anteriores, acusadas de «apostasía», y cada grupo de considera la única y verdadera Iglesia visible de Cristo «restaurada», en clara oposición a todas las demás y en una actitud abiertamente sectaria.


Testigos de Jehová

Dios: sí.
Cristo y su Iglesia: no.

Entre los grupos que empezaron a surgir desde principios del siglo pasado, hay uno que va más allá de Lutero: la congregación de los Testigos de Jehová. No hablamos de los mormones, porque no se pueden considerar cristianos al admitir un Tercer Testamento: "El libro de Mormón" y ser politeístas.

¿Cuál es la posición de los testigos de Jehová?

Dios: SI. Un solo Dios, sin Trinidad, al estilo del Antiguo Testamento.

Cristo y su Iglesia: NO. Cristo es un hombre y nada más, la primera creatura de Dios. La Iglesia que fundó Cristo, cuando vivió en este mundo, fracasó.

Ahora los testigos de Jehová son la única y verdadera "congregación visible de Jehová".

De por sí desde antes ya se había empezado a considerar a Cristo como hombre y no como Dios; por ejemplo, con la masonería (principios del 1,700; Cristo es visto como un sabio), o el espiritismo (mitad del 1,800; Cristo es visto como un grande médium).


Nueva Era

Religiosidad y espiritualidad: sí.
Dios: no.

Se trata de otro movimiento cultural-religioso, que empezó a surgir en la primera mitad del siglo XX y se desarrolló en la segunda mitad. Actualmente está invadiendo el mundo entero, especialmente los ambientes artísticos e intelectuales o económicamente más pudientes: una mezcla entre cristianismo, antiguas religiones paganas, religiones orientales gnosis, astrología, sicología, esoterismo, ocultismo, ecología, indigenismo y medicina alternativa. Un supermercado, en que cada uno prepara so coctel al gusto, escogiendo lo que más le agrada y lo hace sentir bien.

Por lo que se refiere a Dios, he aquí la idea central:

No existe un solo Dios, creador, salvador y remunerador. Todo el universo es un organismo viviente. Todo lo que forma parte del universo es Dios.


Panteísmo

Dicen los nuevaerianos: «¿Quieres buscar a Dios? Entra dentro de ti mismo y allá lo encontrarás. Además, harás el grande descubrimiento: Tú eres Dios. Lo que pasa es que tú estás ciego y no te das cuenta de lo que eres y las posibilidades "infinitas" que tienes. ¿Quieres aprovechar de ellas? Inscríbete en algún taller sobre control mental, chacras, cuarzos, cristales, colores, perfumes, ángeles, y verás como poco a poco irás despertando y tomando conciencia de los poderes "infinitos" que tienes».

¿Y cómo resolver el problema de la muerte? «La muerte no es un verdadero problema contestan . Al morir, el alma pasa a otro ser viviente y mediante un proceso continuo de reencarnaciones te vas purificando. Por lo tanto, no tienes que temerle ni a la muerte, ni al purgatorio, ni al infierno. Todo es bonito en este universo; todo es energía y vida, felicidad y éxito para los que se adhieren a esta nueva visión del mundo».


Satanismo

Dios: no.
El enemigo de Dios: sí.

A lo largo de la historia, siempre hubo grupos selectos de personas que han rendido culto a Satanás. La novedad actual consiste en que ahora este fenómeno se está volviendo «popular».

Normalmente se trata de adolescentes y jóvenes, que empiezan reuniéndose en las discotecas para escuchar música y bailar. Mediante un buen sistema de reclutamiento, poco a poco se pasa de la música rock a la metálica, de la simple alusión al himno declarado en honor de Satanás, de la imagen a la oración y la entrega, del sacrificio con animalitos al sacrificio con seres humanos, especialmente en aquellos países en que los gobiernos no logran ejercer un control real sobre la población y así se pretende lograr «poder» para encontrar satisfacciones inmediatas.


Pluralismo religioso

Ya se acabó la sociedad monolítica del pasado. Hoy es necesario que estemos conscientes de nuestra identidad como católicos, para no dejarnos confundir y envolver por la variedad de propuestas que continuamente se nos presentan.

Para sentirnos seguros y vivir nuestra fe con dignidad, es necesario que conozcamos el Evangelio de Cristo, tengamos una verdadera experiencia de Dios y, como dice San Pedro estemos capacitados para «dar razón de nuestra esperanza (1 Pe 3,15)». Solamente así estaremos colaborando con nuestro granito de arena para que se haga realidad el sueño de Cristo: «Habrá un solo rebaño como hay un solo Pastor (Jn 10,16)».

* Fuente: Apóstoles de la Palabra

¿Que pasa cuando los que tienen que guardar la Fe, en pos de quedar bien con todo el mundo abandonan a CRISTO, y se unen con todas las herejías, poniendo en un mismo plano la única y Santa Iglesia, inventando nuevas doctrinas,nueva misa, y actúan como progresistas, liberales, judaizados y modernistas, que les dicen a los que no creen en CRISTO que se queden tranquilos que la Iglesia no va a hacer nada para llevarlos a Él; si ya no se animan a predicar el Evangelio,ahora todo es solidaridad en vez de Caridad, que hacemos con dialogar, fraternizar y todo, si no predicamos a CRISTO?

DOMINGO DE SEPTUAGÉSIMA



DOMINGO DE SEPTUAGÉSIMA

En el fondo vemos ya los esplendores de la Pascua que hará de nosotros una nueva criatura. Pero si hemos de llegar a esa cima,necesitamos trabajar, luchar,caminar.El Padre de familias nos ofrece su viña como campo de nuestras tareas; nos llama a la brega, al combate duro y tenaz, y como recompensa nos promete el denario de la vida eterna.Debemos conquistar a pulso nuestra corona. La Iglesia estacional nos presenta un modelo admirable de constancia y de valor: San Lorenzo, que triunfó soportando, el fuego de las parrillas. En la Epístola nos infunde nuevos alientos un nuevo campeón de Cristo,San Pablo:Hermanos:¿no sabéis que, de todos los que corren en el estadio,solo uno gana el premio? Corred, pues,vosotros de tal modo que lo ganéis.Pero no basta correr:Todos los que luchan en la palestra, viven con gran sobriedad. He aquí nuestro programa.La voz de Dios no dejará de oírse mientras dure el día, mientras vivamos en este mundo.Llamó a la humanidad en las diversas etapas de su historia, nos llama a nosotros en las diversas edades de nuestra vida,desde la primera hora hasta la puesta del sol; y si aceptamos generosamente la tarea señalada, recibiremos el salario de sus manos.
Todos estos pensamientos dan su fisonomía propia a este tiempo de Cuaresma, en el cual encontramos otros rasgos, que vienen a hacer de él más abundante y característico de todos los del año. Las fiestas de los Santos se suprimen casi enteramente. La Iglesia quiere que los fieles disfruten de esas hermosas Misas de las ferias cuaresmales, organizadas para instruir a los catecúmenos y para despertar en sus hijos el arrepentimiento. Por eso , durante este período litúrgico solo en las fiestas de 1°y 2° clase es cuando predomina la fiesta de un Santo sobre el oficio de la feria, es decir, la Cátedra de San Pedro, el día de San Matías, de San José y de la Anunciación. Como en la época de Septuagésima, el sacerdote sigue usando ornamentos morados, el Gloria se suprime y el tracto reemplaza el Aleluya. El órgano enmudece, y después de la poscomunión se reza la oración sobre el pueblo, a la que precede una invitación a la humildad: Humillad vuestras cabezas a Dios.

La Cuaresma coincide de ordinario con el comienzo de la primavera,y es una realidad la primavera del año litúrgico. Del grano de trigo que muere, según la semejanza evangelica, brota un precioso retoño; es el pueblo de los bautizados.Para comprender la liturgia de la Cuaresma no debemos olvidar que en la Iglesia primitiva era un tiempo de preparación para el bautismo. El bautismo se administraba a los adultos después de una larga preparación. Al principio de la Cuaresma se admitía a los candidatos en el número de los competentes,o aptos para entrar en el seno de la Iglesia; después, a través de los días cuaresmales , se les instruía en la doctrina del Evangelio y se les sometía al tratamiento de los exorcismos, con el fin de alejar de ellos las influencias de la idolatría. El Sacramento se les confería en la noche del Sábado Santo. Este recuerdo del Bautismo, con su lado serio- la muerte del hombre viejo, y con su aspecto gozoso- el orgullo de la Madre Iglesia y la doctrina de la iluminación, es muy útil para comprender la liturgia de este tiempo.

No debemos olvidar tampoco en este tiempo de Cuaresma el significado de las estaciones. La comunidad cristiana de Roma se reunía ciertos días en una Iglesia, y desde allí, presidida por el Papa , se dirigía en procesión a otra Iglesia , donde se celebraba el sacrificio eucarístico. La primera Iglesia se llamaba de Colecta o reunión; la segunda , la de la Estación. Esta Iglesia de la Estación suele inspirar la elección de los textos y de los cantos , por el patrono a quien estaba consagrada, por alguna reliquia que se conservaba en ella o por alguna otra circunstancia. Era un nuevo medio de realizar los objetivos de la Santa Cuaresma .Un Santo distinto amparaba cada día los anhelos de los catecúmenos y los ejercicios de los penitentes; el ejemplo de su vida exitaba los ánimos para continuar el camino emprendido al empezar la Cuaresma .En Cuaresma todas las ferias son de 3° clase, exceptuadas las de Témporas que son de 2° clase.

jueves, 28 de enero de 2010

CICLO PASCUAL

El ciclo de Navidad, que hemos terminado con la sexta semana de Epifanía, forma un conjunto hermoso y perfecto, pero es algo inacabado. Todo en él se relaciona con un nuevo ciclo, que va a ser como su complemento, desde el punto de vista dogmático, histórico y litúrgico. Es el ciclo pascual. Hemos adorado, entre explosiones de júbilo, la Majestad del Divino Rey, presente en medio de nosotros; ahora va a aparecer delante de nosotros la figura doliente del Salvador. El Niño que nació en Noche buena no nos salvará sino por los trabajos y la muerte. La escena cambia por completo. La Iglesia, en su Liturgia , va a recorrer ahora un camino de sombras y de dolores,con el fin de asociarse a la Pasión de su Esposo y de participar luego en su pascua y en su vida de resucitado. Esto exige de nosotros un duro combate, una vida de mortificación y renunciamiento, que nos conseguirá infaliblemente la victoria. Nos acompaña la certidumbre de que saldremos vencedores, porque Cristo, que vive en nosotros, lucha y padece en nosotros, que somos sus miembros. Su resurrección será nuestra resurrección. Cristo vino al mundo para vencer el pecado en nosotros; esta victoria es la obra que su Padre le encargó hacer. El nuevo ciclo, el ciclo Pascual, lo mismo que el ciclo de Navidad,se divide en tres grandes periodos: 1.preparación: Septuagésima,Cuaresma y Pasión.2. Pascua:desde el Domingo de Resurrección hasta el de la Trinidad.3. Tiempo después de Pentecostés: desde la Trinidad hasta el Adviento.

La Iglesia va llevando a los fieles a través de este recorrido litúrgico con un tino altamente pedagógico. la preparación se realiza en tres etapas distintas, hasta llegar a las trágicas angustias de la Semana.

Ahora empezamos a recorrer la primera etapa del tiempo de preparación, lo que, del primer Domingo que lo constituye, se llama tiempo de Septuagésima, especie de pórtico colocado antes del tiempo de ayuno. sus tres Domingos, que se llaman:de Septuagésima, Sexagésima y de Quincuagésima, y de una manera general, no con toda exactitud, nos indican que dentro de setenta, sesenta y cincuenta días celebramos la fiesta de Pascua. su Liturgia forma un conjunto bellamente construido. Las estaciones de la Misa nos llevan a las tres grandes Iglesias romanas de San Lorenzo, el gran diácono; de San Pablo, el Apóstol de las gentes, y de San Pedro, el Vicario de Cristo. Las lecturas del Breviario nos recuerdan a los tres grandes patriarcas de los primeros tiempos de la humanidad: Adán, Noé y Abrahan. Adán, el primer padre, autor de la culpa, nos recuerda a Cristo el segundo Adán que la borró; Noé, con su barca, figura la salvación de los hombres por el agua del bautismo, que los introduce en la Iglesia. Abrahan, sacrificando a su hijo , evoca ante nosotros el sacrificio del Calvario. Los Evangelios de estos tres Domingos están también unidos por una lógica secreta y profunda: en el primero, el cristiano recibe la invitación de Dios; en el segundo, el Señor le señala su tarea; en el tercero, le declara la finalidad de su trabajo:la iluminación por el bautismo, la alegría de Pascua, la gloria del cielo. Aunque organizada en vista de los catecúmenos, que por estos días daban ya sus nombres para ser bautizados en la noche del Sábado Santo, esta liturgia señala a todos los fieles un programa de renovación anual, que deben adoptar y vivir con alegría y entusiasmo.

Esta disposición del tiempo de Septuagésima en su forma actual data del tiempo de San Gregorio Magno, aunque ya en algunos textos anteriores se alude a este período de transición entre los júbilos de Epifanía y las austeridades de la Cuaresma. No ha llegado todavía el tiempo del ayuno; pero el color verde es reemplazado por el morado,símbolo de penitencia; se suprime el Gloria en la Misa, y el Aleluya se suspende hasta el día de Pascua. En las lecturas de la noche se nos habla de la caída de nuestros primeros padres, de su expulsión del paraíso terrenal, y recordamos, sin querer, las palabras del Salmo: ¿ Como cantaremos el cántico del Señor en una tierra extraña? El Aleluya es reemplazado por una melodía salmódica, de un canto lento y triste: el Tracto.

miércoles, 27 de enero de 2010

Arzobispo de México no se calla


No podemos callar ante ataques al matrimonio y la familia

Ciudad de México, 27 Ene. 10 (AICA)


Card. Norberto Rivera, arzobispo de México

El cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, reiteró que los pastores de la Iglesia, como él, no pueden callar ante los ataques al matrimonio y la familia, como el perpetrado por los legisladores del Distrito Federal que aprobaron las uniones homosexuales y les concedieron a estas parejas la capacidad de adoptar.

Frente a una serie de agresiones por parte de sectores minoritarios que reaccionaron a la firme declaración que hizo el Cardenal sobre esta ley que calificó de inmoral, inadmisible y condenable, el Arzobispo Primado agradeció las muestras de solidaridad, primero de la Conferencia del Episcopado Mexicano, y luego de diversos líderes de otras confesiones cristianas en el país.

En el texto, el cardenal Rivera señaló que "la Palabra de Dios será siempre la guía de nuestra fe y un consuelo lleno de paz que nos conforta en las persecuciones y tribulaciones; por ello, no puede menos que venir a la memoria aquel pasaje de los Hechos de los Apóstoles cuando los enemigos de Jesucristo, llenos de odio, prohibieron a Pedro, Juan y a los Discípulos hablar y enseñar en el nombre de Jesús, pero ellos, llenos del Espíritu Santo, respondieron con valentía. 'No podemos obedecer a los hombres antes que a Dios'".

El Primado de México dijo luego que "a nosotros también nos quieren prohibir hablar en nombre de Jesús, predicar su doctrina, cumplir con el mandato del Señor de anunciar la Buena Nueva, defender el vínculo sagrado del matrimonio al que San Pablo comparó con el amor con que Cristo ama a su Iglesia. Y no, no podemos callar, pues podremos escapar de los tribunales de los enemigos de Cristo, pero no evadiremos el tribunal supremo de Dios, quien nos pediría cuenta de nuestra cobardía por avergonzarnos de su nombre y por no defender al rebaño del lobo que mata y dispersa a las ovejas".

"Nosotros, Pastores del Pueblo de Dios, tampoco podemos obedecer primero a los hombres y sus leyes antes que a Dios, pues la ley suprema, y perenne es la de Dios; toda ley humana que se le contraponga será inmoral y perversa, pues al ir contra su voluntad termina por llevar a la sociedad a la degradación moral y a su ruina".

El Arzobispo aseguró además que "México es cristiano, México es un país que ama a la familia, es su célula fundamental y el centro de cohesión social; es por ello que vemos con profunda preocupación cómo se ataca al matrimonio, cómo se burlan de los valores cristianos y de nuestras creencias más sagradas. Pero lejos de replegarnos ante las persecuciones ideológicas, descubrimos que el Señor nos brinda una gracia inmerecida: la de ser sus testigos, de abrazar con alegría su Cruz para completar su Santa Pasión, completar en nosotros la pasión de Cristo".

Tras agradecer las muestras de solidaridad, alentó a no perder de vista "que nuestra fe es la que vence al mundo, y mantengamos presente la promesa del Señor de que los poderes del infierno no prevalecerán contra ella".

"Consolémonos –concluyó– con la bienaventuranza inmerecida que nos augura nuestro amado Señor: 'Dichosos serán ustedes cuando los injurien y los persigan y digan contra ustedes toda clase de calumnias por causa mía. Alégrense y regocíjense, porque será grande su recompensa en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes'.+

HOLOCUENTO



MENTIR ES OFENSA A DIOS.

MAQUINA DETECTORA DE MENTIRAS, también crece la nariz











EL PAPA RECUERDA A LAS victimas DE LA SHOAH



CIUDAD DEL VATICANO, 27 ENE 2010 (VIS).-Al final de la audiencia general, el Papa recordó que "hace 65 años, el 27 de enero de 1945, se abrían las verjas del campo de concentración nazi de la ciudad polaca de Oswiecim, conocida con el nombre alemán de Auschwitz y fueron liberados los pocos supervivientes".



"Este evento y los testimonios de los supervivientes -dijo el Santo Padre- revelaron al mundo el horror de crímenes de inaudita crueldad, cometidos en los campos de exterminio creados por la alemania nazi.



"Hoy se celebra el "Día de la memoria", en recuerdo de todas las víctimas de aquellos crímenes, especialmente de la aniquilación planificada de los judíos, y en honor de cuantos, arriesgando la propia vida, protegieron a los perseguidos, oponiéndose a la locura homicida. Pensamos con el ánimo apesadumbrado en las innumerables víctimas de un ciego odio racial y religioso, que sufrieron la deportación, la prisión, la muerte en aquellos lugares aberrantes e inhumanos.



"La memoria de estos hechos -terminó-, en particular del drama de la Shoah que azotó al pueblo judío, suscite un respeto cada vez mayor de la dignidad de cada persona, para que todos los seres humanos se sientan una sola y gran familia. ¡Que Dios omnipotente ilumine los corazones y las mentes para que no se repitan tragedias de este tipo!".

AG/RECUERDO VICTIMAS SHOAH/... VIS 100127 (230)

martes, 26 de enero de 2010


Salve Regina
A las 3:10 PM, por Luis Fernando
Categorías : Virgen María (blog antiguo), Publicado originalmente en Religión Digital
Salve, Regina, mater misericordiae,

vita dulcedo et spes nostra, salve.

Ad te clamamus exsules filii Hevae.

Ad te suspiramus, gementes et flentes in

hac lacrimarum valle.

Eia, ergo, advocata nostra,

illos tuos misericordes oculos ad nos converte.

Et Iesum, benedictum fructum ventris tui,

nobis post hoc exsilium ostende.

O clemens, O pía, o dulcis Virgo Mar

VATI-II


MILÁN, martes, 26 enero 2010 (ZENIT.org).- Con el propósito de relanzar el Concilio Vaticano II, la Fundación Ambrosianeum ha impulsado un portal de internet, presentado hoy en Milán.

El nuevo portal (www.vivailconcilio.it) pretende conservar la memoria y contenidos y dar a conocer a los jóvenes este acontecimiento que encaminó a la Iglesia Católica hacia el tercer milenio.

Este proyecto ha implicado a importantes teólogos, cardenales y obispos. El Comité promotor está formado, entre otros, por el cardenal Carlo Maria Martini,que fue arzobispo de Milán; el cardenal Roberto Tucci, ex organizador de los viajes papales por el mundo; y el prelado Luigi Bettazi, que participó junto a los otros en el Concilio Vaticano II.

Entre los promotores están también teólogos como Piero Coda, presidente de la Asociación Teológica Italiana.

Han expresado su apoyo a la iniciativa los cardenales Roger Etchegaray, Silvano Piovanelli, Achille Silvestrini y Dionigi Tettamanzi, así como una veintena de obispos, entre ellos el reconocido teólogo Bruno Forte, y monseñor Loris Capovilla, que fuera secretario del papa Juan XXIII.

En el portal --presentado en el día en el que hace 51 años el papa Juan XXIII anunció la convocatoria del Concilio- se podrán consultar todas las intervenciones magistrales, las lecturas teológicas y otras iniciativas y documentos relacionadas con el evento.

También se pueden ver fotos, imágenes y otros formatos multimedia sobre el Concilio, todo con el objetivo, según sus promotores, de que las personas lo entiendan y comprendan.

El portal explica en su página inicial su razón de ser: “‘Viva el Concilio’ es sobre todo expresión de agradecimiento porque a lo largo de los siglos de su historia a la Iglesia no le ha faltado nunca la asistencia del Espíritu Santo. En el caso del Concilio Vaticano II, una vez más, el Espíritu de Dios no ha ahorrado sus dones, derramándonos en el seno ‘una medida buena, apretada, rellena y rebosante’ (Lc 6,38b). Deo gratias”.

“‘Viva el Concilio’, además de ser una bendición, es una promesa: sólo con la condición de renovar la fidelidad y la verdad de aquél evento espiritual será posible para la Iglesia Católica diponer de los dones recibidos y tener viva su memoria. De modo tenaz, Pablo VI recordó el deber eclesial de la ‘fidelidad al Concilio’, porque tratándose de un evento que reclama la responsabilidad apostólica, primero ‘debemos comprenderlo’, luego ‘debemos seguirlo’”.

“‘Viva el Concilio’ es una tarea que se funda en la memoria, empeña el presente y abre a la profecía. Hay que ‘recordar que el Concilio surgió del gran corazón del papa Juan XXIII […] Todos nosotros somos en verdad deudores de este extraordinario evento eclesial’ (Benedicto XVI). Por esto, la lección del último Concilio debe ser acogida como ‘la gran gracia de la que la Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX: en él se nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que se abre’ (Juan Pablo II)”.

“‘Viva el Concilio’ quiere ser, por último, un sitio web en el que se encontrarán: fuentes, intervenciones magisteriales, ensayos teológicos; iniciativas (textos, videos, congresos y publicaciones) útiles para urgir al pueblo de Dios a leer e interpretar ‘en el cono de luz del Concilio’ (Pablo VI) la acción y el testimonio eclesial en el hoy de la historia”.

El comité promotor de “Viva el Concilio” está integrado por: Giacomo Canobbio (Brescia); Piero Coda (Loppiano); Severino Dianich (Pisa); Massimo Nardello (Modena); Gilles Routhier (Québec); Marco Vergottini (Milán, coordinador); cardenal Carlo Maria Martini; cardenal Roberto Tucci; y monseñor Luigi Bettazzi.
Por Nieves San Martín


comité abajo el VATI-II

lunes, 25 de enero de 2010

PREDICA DEL APÓSTOL: lujuria,castidad,pudor


19
Elogio del pudor
5. La predicación del pudor
El Apóstol, contra la lujuria,
predica la castidad
Corinto, ciudad griega próxima a Atenas, se abría al
mar por dos puertos, uno al Egeo y otro al Adriático. La
ciudad estaba dominada por el acrocorinto, una gran roca
escarpada sobre la que se alzaba la acrópolis, y en ella el
espléndido templo de Afrodita, diosa del amor –la Venus
romana–, templo servido por prostitutas sagradas. Poblada
la ciudad por gentes de diversas nacionalidades,
era un centro de cultura y de comercio, de riqueza y de
vicios, célebre entre las ciudades griegas por la degradación
moral de sus costumbres.
En este ambiente moral corrompido habían nacido los
cristianos corintios, recién conversos, y por lo que dice
San Pablo, el fundador de aquella Iglesia local, todavía
perduraban entre ellos con demasiada frecuencia los viejos
vicios: «es ya público que reina entre vosotros la fornicación
» (1Cor 5,1).
El Apóstol, por supuesto, no aprecia la impudicia de los
corintios como un valor, ni la considera tampoco como
un dato social inevitable. Por el contrario, con todo amor,
firmeza y esperanza, ilumina aquella situación moral tenebrosa
del único modo posible: con la luz de la Palabra
divina. ¿Cómo podrán ser iluminadas las tinieblas si no se
les da la luz? ¿Hay acaso algún otro medio?
San Pablo, en su primera carta a los Corintios, les llama
con insistencia a la castidad, queriendo apartarlos de
la fornicación generalizada y del impudor que necesariamente
lleva ésta consigo. Y para ello emplea varios argumentos
de gran fuerza. Les dice:
–Renováos en Cristo, el hombre nuevo. «Despojáos de la
vieja levadura, para ser una masa nueva... Celebremos nuestra
Pascua no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad,
sino con los panes sin levadura de la pureza y la
verdad» (1Cor 6,7-8).
–Sois miembros de Cristo. «El cuerpo no es para la fornicación,
sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo... ¿No
sabéis acaso que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?
¿Y voy a tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos
miembros de una prostituta? De ninguna manera... El que se
une al Señor se hace un solo espíritu con él. Huid de la
fornicación» (6.15-18).
–Sois templos del Espíritu Santo. «¿O es que no sabéis
que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está
en vosotros, y que habéis recibido de Dios?. No os pertenecéis,
pues habéis sido comprados ¡y a qué precio! Glorificad,
pues, a Dios en vuestros cuerpos» (6,19-20).
–Temed el castigo divino contra la lujuria. «No os engañéis:
ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los
afeminados, ni los sodomitas... poseerán el reino de Dios. Y
algunos de vosotros esto érais. Pero habéis sido lavados,
habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre
del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios»
(6,9-11). «¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu
de Dios habita en vosotros? Si alguno profana el templo
de Dios, Dios le destruirá. Porque el templo de Dios es santo,
y ese templo sois vosotros» (3,16-17).
Pues bien, hoy son muchas las Iglesias particulares de
Occidente que viven en Corinto. Y en esas Iglesias son
muchísimos los cristianos corintios que, con sus conciudadanos
paganos, dan también culto a Venus y a las
riquezas, aunque sea en una forma más atenuada.
Pero a diferencia de los corintios de San Pablo, estos
cristianos corintios de hoy, apenas tienen conciencia muchas
veces de su pecado, con el que quizá desde niños
están ya connaturalizados. Y por eso permanecen en él,
porque casi nunca les llega sobre este tema la luz de la
Palabra divina, la única que podría sacarles de sus tinieblas
miserables.
¿Y cómo apreciarán el valor del pudor y de la castidad
si apenas lo conocen? ¿Y cómo lo conocerán y lo vivirán
si no se les predica?... «El justo vive de la fe... Y la fe es
por la predicación» (+Rm 1,17; 10,14-17).
¿Por qué hoy apenas se predica
el pudor y la castidad?
Se diría que cuanto más abunda en una Iglesia un mal
concreto, con más insistencia ha de ofrecerse allí la medicina
adecuada, que en estos casos, como en todos, es la
Palabra divina. ¿Cómo es posible, entonces, que estando
tantas veces hoy el pueblo cristiano enfermo
de lujuria casi nunca se le predique la castidad y el
pudor?
La pregunta, en cierto modo, no está bien planteada. Es
al revés. La falta de predicación del Evangelio de la
castidad es la causa mayor de la abundancia de la lujuria
y del impudor en el pueblo cristiano y en el mundo pagano.
El apagamiento de la luz evangélica del pudor y de la
castidad es la causa principal de que las tinieblas de la
lujuria se hayan difundido tanto en los últimos cincuenta
años, apoderándose de modas y costumbres, del cine y
de la televisión, de internet, de la prensa y de los espectáculos,
de las costumbres de jóvenes, novios y casados, de
la publicidad comercial y de todo. Cuando un lugar se
queda a oscuras, atribuímos esa oscuridad total o parcial
a que total o parcialmente se ha apagado la luz. ¿No es
ésa la causa principal de la oscuridad?
Pero volvamos a la pregunta inicial: ¿por qué hoy apenas
se predica la verdad católica sobre el pudor y la castidad?
Yo creo que las razones principales son las que
siguen.
Porque se estima que es o era
una doctrina falsa
Está claro: no se predica aquello en lo que no se
cree. No sería honrado. En ciertas Iglesias locales, en
efecto, son muchos los pastores y predicadores que silencian
la doctrina católica sobre la castidad y el pudor porque
se avergüenzan de ella, porque creen que es o era
errónea. Estiman que es en nuestro tiempo cuando hemos
dado con la verdad en estos temas, mientras que
nuestros hermanos cristianos antepasados –Clemente,
20

Cipriano, Atanasio, Francisco, Pablo de la Cruz, Antonio
María Claret, etc.–, no tan antiguos o incluso actuales –
Tanquerey, Royo Marín, Juan Pablo II, etc.– estaban o
están afectados por una visión morbosa del cuerpo, y en
general de todo lo humano, mundano y terreno.
Los que así piensan andan errados.
Por temor a la cruz
No se predica la castidad y el pudor porque se teme
que tal predicación traiga persecución y cruz. En este
supuesto, el predicador –crea o no crea en la verdad del
pudor cristiano–, calla sobre el tema porque tiene miedo
a la cruz que pueda sobrevenir a causa de su predicación.
La predicación del Evangelio del pudor hoy, estando el
impudor tan arraigado en el mundo y en buena parte del
pueblo cristiano, no puede hacerse sin que traiga, sin duda,
no pequeñas cruces. Estas cruces caerán en primer lugar
sobre el predicador; pero también, y grandes, sobre
los cristianos que quieran vivir ese Evangelio fielmente.
Si los cristianos reciben ese Evangelio tendrán muchas
veces que entrar en confrontación con las costumbres
del mundo, o habrán de marginarse de ellas en mayor o
menor medida. Y todo esto puede ser a veces sumamente
penoso.
Por miedo a desprestigiar a la Iglesia
La razón que acabamos de señalar, el miedo a la cruz,
puede tener una versión menos tosca, pero en cierto modo
aún peor. Se silencia el Evangelio del pudor, aun en el
supuesto de que se crea en él, para evitar que por su
causa la Iglesia sea más despreciada o perseguida
por el mundo de nuestro tiempo: «no ocasionemos la
aversión a la Iglesia por una causa moral que, después de
todo, tiene una importancia secundaria».
Hoy son muchos los que, avergonzándose abiertamente
de las enseñanzas bíblicas y tradicionales acerca del pudor
–tan humildes, tan realistas, tan verdaderas–, no solamente
las silencian, sino que con un celo propio de conversos, se
empeñan incluso en combatirlas y hacerlas olvidar, con la
«sana» intención de liberar a la Iglesia de un pasado doctrinal
tan lamentable, que la desprestigia y que colabora a hacerla
increíble al hombre actual.
El planteamiento será quizá bienintencionado, pero es
falso. Si Juan Bautista, si Jesucristo, si Esteban, si los
Apóstoles hubieran seguido esa lógica funesta –ante todo
y sobre todo, evitar a la Iglesia la persecución del
mundo–, ni siquiera hubiera llegado a nacer la Iglesia.
En efecto, si se hubiera aplicado la lógica de esos pensamientos,
no habría sido plantado en el mundo el árbol
de la Cruz, y ciertamente no habría sido regado con la
sangre de Cristo y de todos sus discípulos mártires, ni
hubiera dado frutos maravillosos de salvación para todos
los pueblos. Avergonzarse de la cruz de Cristo es algo
diabólico. Es lo que probablemente motivó la traición de
Judas.
También Simón Pedro se avergüenza en un principio de la
cruz del Maestro, pero se arrepiente luego. La primera vez
que Jesús anuncia a los discípulos que va a «ser reprobado
» por todos y que incluso va a ser «entregado a la muerte
», «Pedro, asiéndole, comenzó a increparle: “¡no quiera
Dios, Señor, que esto suceda!”. Pero él, volviéndose, dijo a
Pedro: “¡apártate de mí vista, Satanás! Eres para mí un obstáculo,
porque tus pensamientos no son los de Dios, sino
los de los hombres». Y seguidamente «dijo Jesús a sus discípulos:
el que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí
mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que
quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a
causa de mí, la salvará» (Mt 16,21-25; +Mc 8,31-35; Lc 9,22-
24; Jn 12,24-25).
Por otras varias razones falsas
Otros razonamientos y cálculos, relacionados con los
ya señalados, y también falsos, explican igualmente el
silenciamiento del Evangelio del pudor.
—«Estando los hombres tan alejados del Evangelio,
prediquémosles las virtudes fundamentales, las
más urgentes, y no estas otras, como el pudor, que
son mucho menos importantes».
Es cierto que la predicación de las grandes verdades
de la fe –la Trinidad, Cristo, el Cuerpo místico, la
inhabitación del Espíritu Santo, el bautismo, la esperanza
de la vida eterna, etc.–, han de llevar la primacía en la
evangelización. Sin ella, las consecuencias morales, entre
ellas el pudor, no son inteligibles ni viables. Pero estas
consecuencias morales deben ser predicadas también,
como lo hace el Apóstol.
Su carta a los Romanos puede servirnos de ejemplo en
esto: él denuncia breve y contundentemente el mal del mundo,
también y con insistencia la lujuria (1-2), y pasa a anunciar
ampliamente la salvación por la gracia de Cristo (3-16).
Es cierto, sí, que, entre todas las virtudes morales, la
virtud de la templanza, a la que pertenecen la castidad
y el pudor, es la menos alta: es el primer peldaño
en la escala de la perfección espiritual. Pero si los fieles
cristianos, careciendo de la necesaria ayuda de la Palabra
divina, no son capaces de superar ese primer peldaño,
se ven impedidos ya desde el principio para ir más
arriba en su ascensión espiritual.
Por eso mismo, pues, porque pudor y castidad están
entre las virtudes más elementales, por eso es preciso
predicarlas con fuerza a los cristianos, sobre todo a los
principiantes, que son todavía carnales (1Cor 3,1-3). Y
así lo hacía el Apóstol. Solamente así superarán con la
gracia de Dios el culto al cuerpo, y quedarán abiertos y
dispuestos a gracias mucho más altas.
Sin salir de Egipto, no hay modo de entrar en el desierto,
y menos de llegar a la Tierra prometida. Egipto es el mundo,
y «todo lo que hay en el mundo», codicia de los ojos,
arrogancia orgullosa, avidez de dinero, eso no viene de Dios,
sino del mundo (+1Jn 2,16). Pues bien, el impudor es ante
Dios atrevimiento morboso de la carne y de los ojos, y sin
matarlo, no es posible ir adelante hacia la plena unión de
amor con Él.
—«Guardemos hoy silencio sobre el pudor y la
castidad, pues demasiado se habló ayer de esas virtudes
».
También va errado este argumento. Mal remedio ante
el exceso es la carencia. Si malo es predicar con exceso
acerca del pudor, peor todavía es no predicarlo a los hombres,
ya que sin esa luz no pueden librarse de las tinieblas
de la fornicación.
Por otra parte, no hay que conceder tan fácilmente que en
la historia de la Iglesia la predicación tradicional sobre la
castidad –la de San Pablo, la de los Padres, la de los predicadores
modernos– fue excesiva. Lo habrá sido en ciertas personas
o épocas muy determinadas, y tal exceso se habrá
dado como en tantos otros temas. Pero ni esto desautoriza
en su conjunto la predicación tradicional cristiana sobre la
castidad y el pudor, ni menos aún justifica hoy el
silenciamiento de esos valores evangélicos.
21
Elogio del pudor
En todo caso, más fácil es admitir que en los últimos
siglos la castidad y el pudor con relativa frecuencia se
han predicado mal –con poca luz de fe y a veces con
motivaciones precarias– que en exceso. Pues bien, el
remedio está en predicar bien esos valores evangélicos,
y no en silenciarlos.
—«Quienes hoy incurren en impudor, como ignoran
el pudor, no tienen culpa. No es, por tanto, tan
urgente predicarles el pudor». Respondo por dos vías.
–En primer lugar: la verdad del pudor puede ser
conocida no solo por la revelación sobrenatural, sino
por la misma luz natural de la conciencia humana. Y
además, al menos en Occidente –no digo en una tribu
salvaje– la luz cristiana del pudor, aunque muy atenuada,
luce normalmente lo suficiente como para que a ella puedan
acercarse los que quieren vivir en la luz de la verdad,
es decir, aquellas personas que se relacionan con Dios
por la oración, que están atentas a la Revelación divina,
que se dejan enseñar por el ejemplo de los santos, y en
fin, que no buscan hacer la voluntad propia sino la de
Dios.
No olvidemos aquella enseñanza de Jesús: «todo el que
obra el mal, odia la luz, y no viene a la luz, para que sus obras
no se vean denunciadas. Pero el que obra la verdad, viene a
la luz, para que se manifieste que sus obras están hechas en
Dios» (Jn 3,20-21).
Al menos entre los cristianos, por mucho que vivan en
Corinto, no es tan fácil exonerar de toda culpa el impudor,
tan claramente opuesto a la Voluntad divina, y causa
tan patente de otros pecados de pensamiento o de obra,
palabra o deseo.
–Pero en segundo lugar, téngase en cuenta que el Maligno,
en el asunto del pudor o en cualquier otro, no se
apodera plenamente del hombre hasta que domina
por el error su entendimiento. El Enemigo es el Padre
de la Mentira (Jn 8,44), y no domina del todo sobre el
hombre cuando se apodera solo de su voluntad o de sus
pasiones, sino únicamente cuando se posesiona también
de su entendimiento, haciéndole ver lo malo como bueno
y lo bueno como malo. Entonces es cuando la persona
queda plenamente sujeta al influjo del Maligno.
Por el contrario, mientras la mente guarda el conocimiento
de la verdad moral, siempre es posible la conversión.
La perdición total de la persona se produce cuando
no solo su voluntad está adherida al mal, sino cuando su
entendimiento es adicto a la mentira. En este sentido,
cuando los cristianos aceptan el impudor no solamente
con su voluntad, sino incluso con su juicio moral, pues
aceptan el criterio mundano, pueden tener en su responsabilidad,
según los casos, un atenuante, pero también un
agravante.
El Partido comunista del siglo pasado, en muchos países,
piensa sinceramente que colabora al bien común de la humanidad
eliminando de ella millones y millones de seres humanos
que estiman nocivos. El jefe de una tribu, reuniendo
para sí una o dos docenas de mujeres, puede pensar que lo
que hace viene exigido por su dignidad real. Un cristiano, de
modo semejante, puede pensar que el impudor nada tiene
de malo, y que la desnudez es conforme a la voluntad de
Dios, Creador y Salvador de los hombres.
Pues bien, comunistas, polígamos o cristianos impúdicos,
todos ellos han de ser salvados urgentemente de sus
errores y pecados, en primer lugar, ante todo y sobre
todo, por la predicación de la verdad evangélica.
Por eso Cristo manda a «predicar el Evangelio a toda
criatura» (Mc 16,15), y pide al Padre «santifícalos en la
verdad» (Jn 17,17). Porque sabe bien que solamente «la
verdad nos hace libres» del error, del Maligno y del pecado
(8,32). Eso hace exclamar al Apóstol: «¡ay de mí si no
evangelizara!» (1Cor 9,16). Y ay de nosotros si silenciáramos
el Evangelio del pudor.
—«Dejémosles en su ignorancia del pudor, y no
les creemos problemas de conciencia»
Es curioso. No se piensa así cuando se trata de la injusticia
social y de otras muchas miserias morales. Se desea
entonces sacar de ellas cuanto antes a los hombres, y en
primer lugar por la evangelización, es decir, por la iluminación
de sus mentes y conciencias, haciéndoles conocer
que lo que están haciendo u omitiendo es un crimen.
¿Por qué, en cambio, en lo referente al pudor y a la castidad
se ha de dejar a los paganos, e incluso a los mismos
cristianos, en la ignorancia?
Parece olvidarse que en todo pecado hay un componente
decisivo de error, de engaño, de mentira. En este
sentido dice Santo Tomás: error habet rationem peccati
(De malo q.3, 7c). Sin un error previo del entendimiento,
que, presionado por el mal deseo, acepta ver lo malo como
bueno, es psicológicamente imposible el pecado, el acto
culpable de la voluntad. No es posible que el hombre peque,
no es posible que su voluntad se lance a la posesión
indebida de un objeto o persevere culpablemente en esa
posesión, si su entendimiento no le presenta esto como un
bien.
Por otra parte –y por cierto, la más importante– en
todo pecado hay un engaño del Padre de la Mentira
(Jn 8,43-47). Engaño del Maligno fue el primer pecado de
los hombres (Gén 3), y ésa misma sigue siendo la causa
principal de todo pecado. Luz, hace falta luz, luz clara de
verdad para salir del pecado.
Pecados materiales
y pecados formales
La objeción anterior, aconsejando «dejar a las personas
en la ignorancia, para no gravar sus conciencias», ha de
considerarse también a la luz de una distinción clásica
que siempre ha hecho la moral católica, usando una u
otra terminología. En efecto, la moral cristiana siempre
ha distinguido entre pecados formales, que proceden de
conocimiento y consentimiento plenos, y pecados solamente
materiales, en los que se peca sin conocimiento o
libertad suficientes. Pero siempre ha enseñado también
dos cosas:
1ª, que los pecados materiales, con frecuencia, proceden
de pecados formales y a ellos suelen conducir; y
2ª, que los pecados materiales, por muy irresponsables
que sean, causan terribles daños reales. A los cien millones
de asesinados por el comunismo en el siglo XX les
da lo mismo que el pecado de los comunistas fuera material
o formal: de uno u otro modo, ellos están muertos a
causa del comunismo. A los que se mueren de hambre
les da también más o menos lo mismo que los responsables
de su muerte hayan cometido pecados formales o
solamente materiales. Igualmente, en una u otra alternativa,
la poligamia degrada y envilece a las mujeres que la
padecen, y a los hombres que la practican.
Pues bien, también el impudor, sea o no pecado formal,
causa de hecho gravísimos males en el impúdico y en la
sociedad: vanidad, dureza de corazón, egoísmo,22 embara

zos de adolescentes, relaciones prematrimoniales, masturbaciones,
adulterios, divorcios, malos deseos, dificultad
apenas superable para la oración, disgusto de Dios y
de las cosas de Dios, alejamiento de los sacramentos,
mentiras, escasez de vocaciones sacerdotales y religiosas,
etc. Sencillamente, cualquier mal que se haga crónico
en la persona causa en ella grandes otros males.
El Evangelio del pudor
Sí, es preciso predicar el Evangelio de la castidad y del
pudor, y educar en este espíritu a todos los fieles (+Catecismo
2524). De este modo, como en los primeros siglos
de la Iglesia, la belleza martirial del pudor y de la castidad
será hoy para el mundo uno de los testimonios más eficaces
en favor de Cristo, el Adán nuevo, el formador poderoso
de una nueva humanidad.
Sí, hoy gran parte del pueblo cristiano ha de vivir en
Babilonia, la ciudad mundana llena de pecado, tal como
la contempla San Juan:
«la Gran Prostituta, que está sentada al borde del océano.
Los reyes de la tierra han fornicado con ella y los habitantes
del mundo se han emborrachado con el vino de su fornicación...
La mujer va vestida de púrpura y escarlata, y enjoyada
con oro, pedrería y perlas. Tiene en la mano una copa de oro
llena hasta el borde de las abominaciones y de las inmundicias
de su fornicación. Y en la frente lleva escrito un nombre
misterioso: “la gran Babilonia, madre de las rameras y de las
fornicaciones de la tierra”. Y vi que la mujer estaba borracha
de la sangre de los mártires de Jesús» (Apoc 17,1-6).
Sí, hoy gran parte del pueblo cristiano vive habitualmente
en Babilonia, o si se prefiere en Corinto, ciudad
presidida por el magnífico templo dedicado a Venus. Y
por eso mismo, para que el pueblo fiel no se pierda, ha de
ser iluminado y fortalecido constantemente por la Palabra
divina, la única que transmite al Espíritu Santo, que es
a un tiempo luz de conocimiento verdadero y fuego de
vida y de libertad:
«Habéis de ser irreprochables y puros, hijos de Dios sin
mancha, en medio de esta generación extraviada y perversa,
dentro de la cual vosotros aparecéis como antorchas en el
mundo, llevando en alto la Palabra de vida» (Flp 2,15-16).
6. ¿Qué he de hacer, Señor?
Arrepentíos y creed en el Evangelio
La Palabra divina, cuando es recibida sinceramente,
suscita en el hombre una voluntad incondicional de vivir a
su luz. Pero, a veces, esa Palabra no concreta del todo
los modos y maneras para vivir así. Por eso, después de
las llamadas del Bautista a la conversión, el pueblo le
pregunta: «¿qué tenemos que hacer, entonces?» (Lc 3,10).
O Saulo, recién converso, le dice a Jesús: «¿qué he de
hacer, Señor?» (Hch 22,10).
En el tema que nos ocupa, lo primero que se ha de
hacer, sin duda, es creer: creer en el Evangelio del
pudor. Los judios, en una ocasión, le preguntan a Jesús:
«¿qué haremos para realizar las obras de Dios?». Y el
Señor les contesta que lo primero que tienen que hacer
es creer: «la obra de Dios es que creáis en aquel que Él
ha enviado» (Jn 6,28-29). Sí, lo primero de todo es creer.
Por ahí comenzó la predicación del Bautista: «arrepentíos
y creed en el Evangelio» (Mc 1,15).
Criterios operativos
de discernimiento
En segundo lugar, a la luz nueva de esa fe en que se ha
creído, hay que revisar en concreto los diversos aspectos
de la vida personal, también, claro está, en lo referente al
pudor.
Y aquí no es posible, por supuesto, desde fuera, dar
fórmulas concretas que permitan lograr discernimientos
precisos en cuestiones relativas al pudor, con frecuencia
muy complejas, y en las que hay que tener en cuenta una
gran variedad de circunstancias. Pero sí se pueden dar, y
con toda seguridad, aquellos criterios bíblicos y tradicionales
que, con la oración de súplica y la gracia de Dios,
podrán llevar a cualquier cristiano de buena voluntad a
discernimientos verdaderos, ciertamente fieles al Espíritu
Santo.
A quienes pidan, pues, criterios prácticos de discernimiento
en las diversas cuestiones del pudor –modas,
palabras y gestos, vestidos y costumbres, playas y
piscinas, espectáculos y publicaciones– conviene decirles:
–Enteráos de que sois miembros de Cristo y de que
no debéis someter a Cristo a costumbres y lugares, gestos
y modas, que de ninguna manera son dignos de Él.
Sabed igualmente que sois templos de la santísima Trinidad,
y así como dentro de una iglesia no se os ocurriría
cometer ciertas ligerezas, disculpables en un ambiente
más profano, vosotros, conscientes de vuestra dignidad
de templos consagrados, debéis guardar vuestros cuerpos
(Elogio del pudor 23)
en un gran pudor, digno de Jesús, de María, de José y
de todos los santos.
–Aceptad en la fe que la desnudez, y aquello que,
ciñendo o descubriendo el cuerpo, se aproxima a
ella, ofende a Dios, es contrario a su voluntad, es
pecado; material o formal, pero pecado. Sería imposible
aquí tratar de señalar qué gestos, modos y modas ofenden
el pudor cristiano. Sería vano derivar el tema a una
«cuestión de centímetros», ni existe un metro o peso que
mida la impudicia de un lugar, de un espectáculo o de un
escrito. De acuerdo. Pero reconoced la verdad de ese
principio –«creed en el Evangelio»– y atenéos a él. Si no
aceptárais esa verdad, si os avergonzárais de una tradición
católica de veinte siglos, eso significaría que preferís
los criterios del mundo. Y ciertamente entonces, con toda
seguridad, erraréis en vuestros discernimientos.
–Enteráos también de que, siendo cristianos, estáis
destinados a la cruz, y que si no tomáis la cruz en
vuestra vida diaria, también en las cosas referentes al
pudor, no podréis seguir a Cristo. No acabarías de conocer
la verdad de la vida cristiana, si no llegárais a descubrir
su íntima dimensión penitencial. A una vida penitente
estamos llamados todos, no solo los religiosos, también
los laicos.
Y en este sentido, convencéos de que el pudor, tal como
está el mundo, tal como está incluso la costumbre de
muchas familias cristianas, no puede hoy vivirse perfectamente
sin una cruz que a veces puede ser bastante
pesada; otras no tanto. En otras palabras: el que hoy no
sufre cruz alguna a causa del pudor es que en esa cuestión
no sigue a Cristo. No os engañéis, pues, pensando
que podéis eludir la cruz con buena conciencia. Trataréis
quizá de justificaros para ello con muchas razones, pero
serán todas falsas.
Decidíos, pues, a llevar la cruz del pudor, que, como
toda cruz, es fuente de resurrección y de gozo. Recordad
siempre que a más cruz, más resurrección. A más
penitencia, más alegría. No falla.
–Acabad de enteráos de que no sois del mundo,
pues tampoco Cristo es del mundo (Jn 15,19; 17,14.16),
y que de ningún modo habéis de sentiros «obligados» a
los usos mundanos, cuando éstos se muestren inconciliables
con el Espíritu que procede del Padre y del Hijo. Por
tanto, ni en asuntos de pudor ni en ninguna otra cuestión,
por muy laicos y seglares (seculares) que seáis, «no os
configuréis a este siglo, sino, por el contrario, transformáos
por la renovación de vuestra mente [a la luz del Evangelio
y de la tradición de los santos], de modo que podáis
discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo
que le agrada, lo perfecto» (Rm 12,2).
El concilio Vaticano II dice que los laicos cristianos han
de «tener presente que en cualquier asunto temporal deben
guiarse por la conciencia cristiana» (GS 8b), y no por
la inclinación de la carne, ni tampoco por la costumbre del
mundo.
–Leed vidas de santos, y eso os ayudará a modelar
vuestras vidas con una gran libertad respecto al mundo y
con una ilimitada docilidad al Espíritu Santo. No haréis en
muchos asuntos «las mismas cosas concretas» que ellos
hicieron, pero sí obraréis según «su mismo espíritu», es
decir, según el Espíritu Santo.
–Siendo seglares, recordad en las cuestiones del
pudor el ejemplo de vuestros hermanos religiosos.
Ellos son gente que vive una «vida consagrada», sí, pero
vosotros también estáis vivís una «vida consagrada» a la
Trinidad divina desde el bautismo. Ellos pretenden alcanzar
la santidad, pero vosotros también. Ellos ponen los
medios adecuados para tan alto fin, pero vosotros también
habéis de ponerlos: serán los vuestros «otros medios
», pero han de estar igualmente ordenados a ese «mismo
fin», la santidad. Por tanto, aplicando todo esto a las
cuestiones concretas del pudor, sea vuestro pudor total,
como el de los religiosos, y tome formas no iguales, pero
sí homogéneas con las que ellos eligen para sí, contrastando
con el mundo todo lo que en cada circunstancia sea
preciso.
–Tened en cuenta que estáis enviados a evangelizar
el mundo, y que no debéis pretender solamente
«libraros del mal» mundano o «no escandalizar». Mucho
más alto es el fin de vuestra vocación. Mucho más atrevido
y libre ha de ser vuestro intento, partiendo siempre
de la originialidad infinita del Espíritu Santo. Tenéis, pues,
que ser dentro del mundo luz que ilumina situaciones tenebrosas,
y sal que preserva a la masa de la corrupción
(Mt 5,13-14).
–Recordad las enseñanzas de Cristo sobre el escándalo.
Y no penséis que por el hecho de que a veces
vuestras conductas sean menos indecentes que las de
otros, siendo éstos mayoría, ya por eso son decentes.
Pueden seguir siendo ocasión de escándalo, aunque sea
menor, y por eso pueden seguir pesando sobre ellas las
terribles palabras del Señor: «¡ay de aquel por quien viniere
el escándalo!» (Mt 18,7).
Pues bien, si seguís el conjunto de estos criterios con
fidelidad y valentía, ciertamente que en todas las cuestiones
del pudor, por obra del Espíritu Santo, acertaréis con
discernimientos verdaderos y santos. La Inmaculada, la
Llena-de-gracia os ayudará.
Final
Ya terminamos. Y es momento de que os diga yo con el
Apóstol: «ojalá soportéis un poco de locura por mi parte.
De hecho, ya me soportáis. Es que estoy yo celoso de
vosotros con el celo de Dios, porque os he unido al único
Esposo, Cristo, y a él quiero presentaros como una casta
virgen» (2Cor 11,1-2).
Todos, laicos, sacerdotes y religiosos, hacemos nuestra
aquella oración litúrgica:
«Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan
extraviados para que puedan volver al buen camino,
concede a todos los cristianos rechazar lo que es indigno
de este nombre, y cumplir cuanto en él se significa» (III
lunes Pascua).
Finalmente, a todos nos dice el Señor: «el que tenga
oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias» (Apoc
2,29). «No todos entienden esto, sino aquellos a quienes
ha sido dado... El que pueda entender, que entienda» (Mt
19,11-12).

José María Iriburu




5. La predicación del pudor. –El Apóstol, contra la
lujuria, predica la castidad, 19. –¿Por qué hoy apenas se
predica el pudor y la castidad? 19. –Porque se estima
que es o era una doctrina falsa, 19. –Por temor a la cruz,
20. –Por miedo a desprestigiar a la Iglesia, 20. –Por otras
varias razones falsas, 20. –Pecados materiales y pecados
formales, 21. –El Evangelio del pudor, 22.
6. ¿Qué he de hacer, Señor? –Arrepentíos y creed
en el Evangelio, 22. –Criterios operativos de discernimiento,

domingo, 24 de enero de 2010

roma responde sobre las negociaciones

¿ CON QUIEN ARREGLAMOS?
Diálogo entre lefebvristas y Santa Sede es "de sordos", dice obispo negacionista

PARIS, 22 Ene. 10 (ACI).-El obispo negacionista del holocausto y uno de los cuatro de la fraternidad San Pío X a quienes el Papa Benedicto XVI levantó la excomunión el año pasado, Richard Williamson, señaló que las negociaciones de su grupo con la Santa Sede constituyen "una conversación entre sordos" en la que nunca se va a llegar a un acuerdo.

En la entrevista de quince minutos en francés, publicada en el sitio web Dailymotion, Williamson señala sobre las conversaciones alentadas por el Papa Benedicto XVI "llegará a convertirse en un diálogo de sordos porque las dos posiciones (de los lefebvristas y la Santa Sede) son absolutamente irreconciliables".

El obispo negacionista, perteneciente a la fraternidad que agrupa a los seguidores del arzobispo Marcel Lefebvre que muriera excomulgado, hizo una comparación "matemática" intentando mostrar que su grupo está en lo correcto y la Santa Sede está equivocada. Así, identificó a los lefebvristas con quienes piensan que "dos más dos son cuatro" y advirtió que la Santa Sede considera erradamente que "dos más dos son cinco".

Esta perspectiva, dijo, "hace que dos más son cuatro sea irreconciliable con el hecho de que dos más dos con cinco".

Esta antojadiza figura de Williamson, según sus propias palabras, daría como resultado uno de tres escenarios: "o los que dicen que dos y dos son cuatro renuncian a la verdad y se adhieren a los que dicen que dos y dos son 5, es decir, la fraternidad abandonaría la verdad, que Dios nos hace defender, o sucede que los que dicen que dos y dos son cinco se convierten y vuelven a la verdad", con lo que afirma que la Santa Sede y el Papa están equivocados.

El tercer escenario de Williamson sería que "los dos grupos llegan a medio camino y todo el mundo se pone de acuerdo en que dos y dos son cuatro y medio. Esto último es falso".

"Entonces –concluye interpretando los tres escenarios que plantea– o la fraternidad se convierte en una traidora o Roma se convierte o terminamos en un diálogo de sordos".

Exigencias de la Santa Sede

Williamson expresa así su rechazo a lo querido por el Papa Benedicto XVI y la Santa Sede, que en un comunicado en febrero del año pasado señalaba que tras la "mano tendida" del Santo Padre "se espera que se exprese una igual disponibilidad por parte de los cuatro obispos (de la Fraternidad San Pío X) en total adhesión a la doctrina y la disciplina de la Iglesia".

"El levantamiento de la excomunión ha liberado a los cuatro obispos de una pena canónica gravísima, pero no ha cambiado la situación jurídica de la Fraternidad San Pío X, que en el momento actual, no goza de ningún reconocimiento canónico en la Iglesia Católica. Además los cuatro obispos, si bien ya no están excomulgados, no tienen una función canónica en la Iglesia y no ejercitan lícitamente un ministerio en ella", indicaba.

Para un futuro reconocimiento de la Fraternidad San Pío X, explicaba el texto de la Secretaría de Estado, "es condición indispensable el pleno reconocimiento del Concilio Vaticano II y del Magisterio de los Papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y del mismo Benedicto XVI".

Al referirse a las declaraciones negacionistas de Williamson, la nota precisaba que éstas "son absolutamente inaceptables y firmemente refutadas por el Santo Padre, como él mismo remarcó el 28 de enero" de 2009, en la Audiencia General de ese día.

"El obispo Williamson, para una admisión a las funciones episcopales en la Iglesia deberá también tomar distancia públicamente y de modo totalmente inequívoco sobre sus posiciones en cuanto a la Shoah, no conocidas por el Santo Padre al momento del levantamiento de la excomunión".

Finalmente, la nota señalaba que "el Santo Padre pide el acompañamiento de la oración a todos los fieles, para que el Señor ilumine el camino de la Iglesia. Que crezca el esfuerzo de los pastores y de todos los fieles en el sostenimiento de la delicada y grave misión del Sucesor de los Apóstoles Pedro que es 'custodio de la unidad' en la Iglesia".



¿ y ahora que hacemos con las negociaciones? ¿con quien arreglamos ? ¿Todos unidos de la mano con quien?. POR EL REINADO SOCIAL DE CRISTO,

dialogo de modernistas y arreglistas


MONS RICHARD WILLIAMSON, INVASION A IRAK, KANT EL ASESINO Y EL VATICANO


En la foto: Mons. Richard Williamson, quien afirmó en una entrevista sobre las conversaciones con Roma que "o la Fraternidad se traiciona a sí misma, o Roma se convierte, o es un diálogo entre sordos."


Traducción de Diario Pregón de La Plata del ingles al castellano de una entrevista realizada al Obispo Mons. Richard Williamson en francés, cotejado con su filmación. Las frases traducidas son contextualizadas. La entrevista fue hecha por Pierre Panet, un ex candidato a las elecciones europeas.

En la entrevista, Williamson se refirió al problema de Medio Oriente, al Pueblo Elegido por Dios, al problema de la Fe y la Razón desde la filosofía clásica y en una evaluación del pensamiento de Kant (a quien califica como un asesino), y a las tratativas entre la Fraternidad San Pío X y el Vaticano.

Fuente original:

http://revisionistreview.blogspot.com/2010/01/english-translation-of-bishop.html

trolos


Gays que adoptan niños: por qué esta ley es injusta

No está bien tratar como cosas iguales a dos cosas que son diferentes.


La adopción de un niño por una pareja de hombres homosexuales realizada en España por primera vez (LA RAZÓN del 30-junio-2006), me sugiere publicar mi opinión sobre este tema.

Creo que esta ley es desacertada e injusta.

Desacertada porque va contra el parecer de la mayoría de los españoles. Según el Instituto Nacional de Estadística, las parejas homosexuales en España son diez mil (Periódico ALBA del 24-30 de junio, pg 6). Pero la gran mayoría de los españoles no aprueba esta ley.

Esto se ha visto en la manifestación de un millón y medio de personas (como se comprueba por las fotos aéreas) y otro millón de firmas (La Voz de Cádiz, 30 de junio, pg 33); y el parecer de organismos muy competentes como son el Senado, el Consejo de Estado, el Consejo General del Poder Judicial, la Academia de Jurisprudencia y a Conferencia Episcopal Española.

Y ha tenido en contra la mitad del Congreso de los Diputados, pues ha salido con sólo cuarenta votos de diferencia: 147 en contra y 187 a favor (Diario de Cádiz, 1 de julio, pg.52).

Un margen tan pequeño para una ley tan importante demuestra que se trata de una concesión a grupos minoritarios de presión. Los homosexuales son el 0,09% de la población. (Eulogio López, www.hispanidad.com, 17-VI-2005).

El gobierno socialista justificó esta ley como respuesta a una gran demanda de la sociedad, pero el resultado ha sido que en el primer año de la vigencia de esta ley los matrimonios homosexuales han sido sólo el 0,2 de los matrimonios realizados (La Razón, 31-XII-2005, pg.10). Aunque los Medios de Comunicación los hayan enfatizado para dar la impresión de que han sido muy numerosos.

Pero además esta ley es injusta.

Tan injusto es tratar de modo diferente a dos cosas iguales, como tratar igual a dos cosas diferentes. No pueden tener el mismo tratamiento jurídico dos realidades diferentes.

Como ha dicho con gracia el P. Rivilla: dos tuercas o dos tornillos no sirven lo mismo que una tuerca y un tornillo.

Sin la unión de un hombre y una mujer no puede nacer un niño. La unión de dos hombres no puede dar nuevos ciudadanos al Estado.

El matrimonio, desde el principio de la humanidad hasta nuestros días, está constituido por un hombre y una mujer. Las leyes humanas no pueden cambiar la naturaleza de las cosas.

Aunque el gobierno haga una ley permitiendo volar a los burros, no por eso a los burros les saldrán alas. Es absurdo legislar contra la naturaleza.

Tampoco podemos cambiar a nuestro gusto el lenguaje. Como dijo con gracia Juan Manuel de la Prada, un pollo no es "un conejo no tradicional que es bípedo y con plumas". El pollo es pollo y el conejo es conejo. Y el matrimonio es de un hombre y una mujer, no hay otro tipo de matrimonio no tradicional. Dos hombres o dos mujeres no son un matrimonio: son otra cosa.

No conceder a los homosexuales lo que no les pertenece no es discriminarlos. La palabra discriminación es peyorativa. Pero el trato diferenciado no es discriminación. Lo mismo que no es discriminar a un enano si no se le admite en un equipo de fútbol. Aunque el enano tenga derecho a que se le respete en todos sus derechos de ciudadano. Pero no todos servimos para todo, ni tenemos derecho a todo.

Los homosexuales tiene derecho a que se les respete como ciudadanos (Seguridad Social, jubilaciones, pensiones, etc); pero no tienen derecho a apropiarse de lo que no les pertenece. Como el niño que en el parque quiere apropiarse de un juguete que no es suyo.

La ampliación de derechos puede ser injusta. Por ejemplo: dar derecho a mi vecino a usar mi coche porque se ha encaprichado con él. Negarles lo que no les pertenece no es discriminarlos. Lo que pretenden es un abuso. Lo mismo que no es discriminar al cleptómano si se le impide robar.

El homosexual debe dominarse, lo mismo, que se debe dominar el casado que quiere acostarse con su vecina porque la encuentra más atractiva que su esposa. Y el homosexual que se domina puede llegar a santo, que es lo más grande que se puede ser en la tierra. Y, en ese caso, la Iglesia lo pondrá en los altares.

Dar a las uniones homosexuales los mismos derechos que al matrimonio, ha dicho la Conferencia Episcopal Española, es tan funesto como dar curso legal a una moneda falsa. Llamar intolerantes a los que no aceptan esta igualdad es como llamar intolerantes a los que no aceptan el error de que la Tierra es plana.

Si hoy los homosexuales logran su deseo, mañana los bisexuales pueden lograr que se les permitan dos matrimonios simultáneamente. Si dos personas homosexuales tienen los mismos derechos que un matrimonio natural, ¿por qué no tienen esos mismos derechos dos hermanas que viven juntas? ¿Por qué dos lesbianas que viven juntas van a tener más derechos que dos hermanas que viven juntas pero no tienen las ventajas legales del matrimonio?

Por eso las hermanas británicas Joyce y Sybil Burden solicitaron al Tribunal Europeo de Derechos Humanos tener los mismos derechos que las lesbianas en
materia sucesoria (www.forumlibertas.com, 15-09-2006).

Si la norma es «TODO VALE», ¿también la zoofilia y la antropofagia? ¿También se pueda aceptar que un hombre quiera casarse con su gata o con una gallina? ¿O que uno se coma a un amigo que ha matado, descuartizado y conservado en su frigorífico? Eso es lo que hizo el "caníbal de Londres", Peter Bryan con sus amigos Cherry y Richard (DIARIO DE CÁDIZ del 16 de marzo del 2005, pg. 54). Lo mismo hizo el caníbal de Rotemburgo, Arvin Meiwes, que descuartizó y se comió a su amigo Bernd (Diario LA RAZÓN, 15 de Enero del 2006, pg. 65).

Y otro disparate es dejarles adoptar niños. Esos niños quedarán traumatizados cuando vean que todos sus amigos tienen padre y madre, pero ellos son unos raros. Los psicólogos hablan de los daños que sufrirán esos niños.

Además las estadísticas hablan de que las parejas homosexuales son muy inestables. Con facilidad cambian de pareja. La inestabilidad existente en las parejas homosexuales, tiene un porcentaje bastante mayor que el de las parejas heterosexuales.

Según el profesor Van den Aardweg, doctor en psicología en Ámsterdam, y notorio especialista de nivel internacional en terapia de la homosexualidad, "una investigación alemana señala que el 60% de esas relaciones duran un año, y sólo el 7% superan los cinco años". ( http://www.conoze.com/doc.php?doc=14259 ).

¿Cuántos padres y madres van a tener esos niños?

Los homosexuales de Holanda han logrado que sea legal la pederastia con niños de 12 años. ( http://www.conoze.com/doc.php?doc=1199 )

Según la Dra. Judith A. Reisman, profesora de investigación de la American University, en el estudio científico Crafting Gay Children, afirma que los pederastas heterosexuales son el 9% mientras que los pederastas homosexuales llegan al 60%, según Psychiatric Journal, University of Ottawa, J. W. Bradford et al., 1988 (www.hispanidad.com, 3-6-2005) ¡Pobres niños!

La adopción debe buscar el bien de los niños, no los deseos de los adoptantes. Así lo manda la Declaración Universal de los Derechos del Niño.


JORGE LORING, S.I;
www.arconet.es/loring


Primera carta a los corintios: capítuloVI,9
¿ No sabéis que los inicuos no heredarán el Reino de Dios ? No os hagáis ilusiones. ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas........heredarán el Reino de Dios

Oficina de las Celebraciones Litúrgicas
EL SANTO PADRE

CONVERSIÓN DE SAN PABLO
(25 de enero de 2010)





La importancia de la solemnidad

La celebración litúrgica de la Conversión de St. Paul pone de relieve el extraordinario poder de la gracia de Dios, que abunda donde abunda el pecado. El punto de inflexión de la vida del apóstol se lleva a cabo en el camino a Damasco, donde se une con el Señor resucitado, que convoca a él: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" (Hch 9, 4).

Esta celebración, ya presente en Italia, en el sec. VIII, entró en el calendario romano, al final del siglo. X. significativamente, y concluye la semana de oración por la unidad cristiana, y señaló que no hay verdadero ecumenismo sin conversión (cf. Concilio Vaticano II, Decreto sobre el ecumenismo "Unitatis redintegratio", 7).

Para este año, el tema que inspira a la reflexión y la oración por la unidad de los cristianos es dar testimonio. Por esta razón, el texto bíblico propuesto es todo un capítulo 24 del Evangelio de San Lucas y el título de la semana es: "De todas estas cosas son mis testigos" (Lc 24, 28).

Celebración

La celebración de las Vísperas se lleva a cabo como de costumbre.

E 'previsto en el comienzo de la celebración, el discurso de bienvenida del Cardenal Walter Kasper, Presidente de la Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad Cristiana.

Proclamación de la oración de los Salmos:

- Su Eminencia Metropolita Gennadios - arzobispo ortodoxo de Malta e Italia, exarca para Europa Meridional (Patriarcado Ecuménico)

- Canon Rev.do David Richardson - Representante del Arzobispo de Canterbury ante la Santa Sede (Director de "Anglican Center de Roma)

Proclamación de las lecturas bíblicas

- ¿No Rev.mo Archimandrita Shaheenian - Rector de la Comunidad de Milán y Roma (Iglesia Apostólica Armenia en Italia)

- Pastor Holger Rev.do Milkau - Dean Iglesia Evangélica Luterana en Italia

Lectura intercesiones

Estudiantes becarios de la Comisión Católica para la Cultura en colaboración Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad Cristiana

La lectura se incluyen cortos, más allá de que normalmente previstas en esta solemne celebración de las Vísperas, o I Cor 15, 9-10, también un pasaje del capítulo 24 del Evangelio de San Lucas (24, 36-49), propuesto para reanudar la tema de la Semana de la Oración.

Ayudar al Santo Padre como el cardenal diácono, el cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo - arcipreste emérito de San Pablo Extramuros - y el cardenal Giovanni Coppa.

Servir en el altar de los estudiantes religiosos de la orden benedictina.

La canción será animado por la Cappella Musicale Pontificia "Sistina", asistida por el coro para dirigir la asamblea y el coro de los monjes de la Orden benedictina.

Cantando el "Magnificat" será alabado y el crucifijo, el altar, el Santo Padre y la asamblea de los fieles, la tumba del apóstol Pablo.

Algunos cortos períodos de silencio, después de que el canto de los salmos y después de la homilía, el Santo Padre desea hacer hincapié en el tamaño de la meditación orante, como parte de la celebración litúrgica.

Oremos por la conversión de los apostatas, por el pastor holgen reverendo...de la leche Milkau, por los judíos, por los anglicanos y por los que siguen con este falso ecumenismo