viernes, 29 de enero de 2010

DOMINGO DE SEPTUAGÉSIMA



DOMINGO DE SEPTUAGÉSIMA

En el fondo vemos ya los esplendores de la Pascua que hará de nosotros una nueva criatura. Pero si hemos de llegar a esa cima,necesitamos trabajar, luchar,caminar.El Padre de familias nos ofrece su viña como campo de nuestras tareas; nos llama a la brega, al combate duro y tenaz, y como recompensa nos promete el denario de la vida eterna.Debemos conquistar a pulso nuestra corona. La Iglesia estacional nos presenta un modelo admirable de constancia y de valor: San Lorenzo, que triunfó soportando, el fuego de las parrillas. En la Epístola nos infunde nuevos alientos un nuevo campeón de Cristo,San Pablo:Hermanos:¿no sabéis que, de todos los que corren en el estadio,solo uno gana el premio? Corred, pues,vosotros de tal modo que lo ganéis.Pero no basta correr:Todos los que luchan en la palestra, viven con gran sobriedad. He aquí nuestro programa.La voz de Dios no dejará de oírse mientras dure el día, mientras vivamos en este mundo.Llamó a la humanidad en las diversas etapas de su historia, nos llama a nosotros en las diversas edades de nuestra vida,desde la primera hora hasta la puesta del sol; y si aceptamos generosamente la tarea señalada, recibiremos el salario de sus manos.
Todos estos pensamientos dan su fisonomía propia a este tiempo de Cuaresma, en el cual encontramos otros rasgos, que vienen a hacer de él más abundante y característico de todos los del año. Las fiestas de los Santos se suprimen casi enteramente. La Iglesia quiere que los fieles disfruten de esas hermosas Misas de las ferias cuaresmales, organizadas para instruir a los catecúmenos y para despertar en sus hijos el arrepentimiento. Por eso , durante este período litúrgico solo en las fiestas de 1°y 2° clase es cuando predomina la fiesta de un Santo sobre el oficio de la feria, es decir, la Cátedra de San Pedro, el día de San Matías, de San José y de la Anunciación. Como en la época de Septuagésima, el sacerdote sigue usando ornamentos morados, el Gloria se suprime y el tracto reemplaza el Aleluya. El órgano enmudece, y después de la poscomunión se reza la oración sobre el pueblo, a la que precede una invitación a la humildad: Humillad vuestras cabezas a Dios.

La Cuaresma coincide de ordinario con el comienzo de la primavera,y es una realidad la primavera del año litúrgico. Del grano de trigo que muere, según la semejanza evangelica, brota un precioso retoño; es el pueblo de los bautizados.Para comprender la liturgia de la Cuaresma no debemos olvidar que en la Iglesia primitiva era un tiempo de preparación para el bautismo. El bautismo se administraba a los adultos después de una larga preparación. Al principio de la Cuaresma se admitía a los candidatos en el número de los competentes,o aptos para entrar en el seno de la Iglesia; después, a través de los días cuaresmales , se les instruía en la doctrina del Evangelio y se les sometía al tratamiento de los exorcismos, con el fin de alejar de ellos las influencias de la idolatría. El Sacramento se les confería en la noche del Sábado Santo. Este recuerdo del Bautismo, con su lado serio- la muerte del hombre viejo, y con su aspecto gozoso- el orgullo de la Madre Iglesia y la doctrina de la iluminación, es muy útil para comprender la liturgia de este tiempo.

No debemos olvidar tampoco en este tiempo de Cuaresma el significado de las estaciones. La comunidad cristiana de Roma se reunía ciertos días en una Iglesia, y desde allí, presidida por el Papa , se dirigía en procesión a otra Iglesia , donde se celebraba el sacrificio eucarístico. La primera Iglesia se llamaba de Colecta o reunión; la segunda , la de la Estación. Esta Iglesia de la Estación suele inspirar la elección de los textos y de los cantos , por el patrono a quien estaba consagrada, por alguna reliquia que se conservaba en ella o por alguna otra circunstancia. Era un nuevo medio de realizar los objetivos de la Santa Cuaresma .Un Santo distinto amparaba cada día los anhelos de los catecúmenos y los ejercicios de los penitentes; el ejemplo de su vida exitaba los ánimos para continuar el camino emprendido al empezar la Cuaresma .En Cuaresma todas las ferias son de 3° clase, exceptuadas las de Témporas que son de 2° clase.

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