Numerosas iniciativas demuestran su eficacia para atraer a los fieles, Y OLVIDARCE DE NUESTRO SEÑOR
Pablo Ginés/Alex Navajas
Las parroquias se adaptan a los nuevos tiempos. Y con buenos resultados. He aquí algunas propuestas.
El Año Sacerdotal es una oportunidad para que los sacerdotes y las parroquias den un nuevo impulso evangelizador a sus comunidades. Quejarse no sirve de nada; actuar, sí. Hay varias iniciativas que ya han demostrado su eficacia en parroquias de todo el mundo. Una o dos de estas no son suficientes para llenar la parroquia, pero tres o cuatro o cinco sí pueden hacerlo. Todo es empezar, y adaptarse a la realidad local.
CURSOS QUE FUNCIONAN Alpha, Cursillos, el Camino Neocatecumenal...
Han logrado revitalizar las parroquias de modo espectacular. Sus formatos son modernos y atractivos. Se tratan de cursos y catequesis que emplean todos los medios a su alcance para evangelizar. El curso Alpha, por ejemplo, comenzó hace cuatro décadas en una decadente parroquia anglicana y ya se ha exportado a más de un centenar de países. Más de 13 millones de personas en todo el mundo lo han realizado, y ha conseguido que cientos de miles de personas regresen a la fe. A España llegó recientemente, pero ha funcionado en las parroquias que lo han implantado. «Se trata de un curso muy eficaz para acercar a los alejados de la fe», señala su responsable en España, José Alberto Barrera.
Algo similar ocurre con otro formato, esta vez «made in Spain». Se tratan de los Cursillos de Cristiandad, nacidos en los años 40 del pasado siglo, que han logrado «revitalizar instituciones y movimientos y animar cristianamente los ambientes donde viven». Las catequesis del Camino Neocatecumenal también han traído un aire fresco a muchas parroquias, y sus seguidores se cuentan por cientos de miles en todo el mundo. La Renovación Carismática ha logrado excelentes resultados con su seminario de 7 semanas que atrae a muchos alejados de la fe y que experimentan un «reavivamiento del espíritu».
LOS NIÑOS Y JÓVENES Caballeros del Altar, Scouts...
Los niños han tenido habitualmente un papel importante en las parroquias. Ahora, las tradicionales catequesis han encontrado nuevos métodos. Los monaguillos, por ejemplo, ya tienen su página web: www.caballerosdelaltar.com
PEREGRINACIONES Los años jubilares llenan autobuses parroquiales
Muchas personas que no suelen ir a misa dominical están sin embargo dispuestas a recorrer cientos o miles de kilómetros para visitar un lugar santo, milagroso o a obtener indulgencias y jubileos. Tierra Santa, Roma o las rutas de San Pablo en Oriente Medio permiten evangelizar a muchas personas Biblia en mano. Orar en el Santo Sepulcro cambia el corazón. Otra opción siempre eficaz es visitar Fátima o Lourdes. Pero sin salir de España el Jacobeo 2010 o el Año Jubilar de Caravaca de la Cruz son magníficas ocasiones para organizar peregrinaciones de jóvenes o de mayores. Este año se celebran también jubileos menos famosos pero también con sus indulgencias, como el de San Francisco Solano, en Montilla (Córdoba), o el del milenario del milagro eucarístico de la Santa Duda (el Sant Dubte), en Ivorra (Lérida). Además, se celebran fiestas jubilares en algún santuario mariano casi cada año. Viajar permite salir de la rutina diaria y encontrar espacios para Dios.
ADORACIÓN 24 HORAS Parroquias «non-stop» para alabar a Dios
La Nueva Evangelización y la adoración eucarística van ligadas en todo el mundo. En ese sentido, en España hay un impulso que busca crear parroquias que abran 24 horas, con adoradores ante el Santísimo. Sólo en Valencia se han abierto recientemente tres parroquias abiertas las 24 horas, la última en una capilla junto a la parroquia de Nuestra Señora de Gracia en Alicante. Eso implica cubrir 168 turnos semanales, y necesita del compromiso de unas 800 personas. Pero así Alicante se suma a Barcelona, Madrid, Murcia, Oviedo, Pamplona, Sevilla, Talavera de la Reina, Toledo, Palencia, Valladolid y hasta 17 ciudades de España que ya abren a jornada completa. El obispo de Alicante, Rafael Palmero, se lo propone también a los jóvenes: «Si organizan bien su vida encontrarán unos minutos de su jornada para dedicarlos a Dios».
DEVOCIONES VIVAS Rosario, Corazón de Jesús, Divina Misericordia...
¿Qué hacer con una parroquia urbana y céntrica pero en un barrio envejecido, despoblado y descristianizado? Mosén Jaume Dasquens decidió llenar Santa María de Gracia, de Barcelona, con todas las advocaciones y devociones populares modernas: imágenes del Padre Pío, de Fátima, de Lourdes, del Sagrado Corazón, de Santa Teresita... y trató de mantener la parroquia abierta muchas horas con ayuda de laicos. Cada día, en horario laborables o de tarde, pasan numerosas personas, muchas veces turistas, que ponen velas o rezan ante estas devociones vivas. Así, aunque no aumenta su feligresía local, evangeliza a mucha gente. Por lo general, una parroquia que recurra al rezo del Rosario, a la coronilla de la Divina Misericordia (sin olvidar su icono con el lema «Jesús confío en ti»), a la espiritualidad del Sagrado Corazón, siempre mantendrá un núcleo de fieles devotos. Santos modernos como Teresita de Lisieux (y ahora sus padres, beatos), Gema Galgani, Juan Pablo II o los mártires locales atraen a tantos fieles como los clásicos San Antonio de Padua (o San Antonio Abad), San Judas Tadeo, Santa Rita o Santa Lucía.
GRUPOS PEQUEÑOS Células de evangelización, comunidades de alianza...
En un mundo de masas anónimas, se extienden los sistemas de evangelización basados en el grupo pequeño, donde cada miembro es conocido y apoyado y animado a participar. Un párroco de Florida, Michael Eivers, adaptó a la parroquia católica el sistema de células evangelizadoras de las iglesias pentecostales. Las células parroquiales llegaron a Europa en 1987 y fue aprobado oficialmente por Roma en 2009. Los mismos laicos se convierten en evangelizadores y llenan la parroquia. También usan sistemas de «grupos pequeños» las «nuevas comunidades de alianza», como Espada del Espíritu (10.000 miembros), Emmanuel (6.000 miembros), Cançao Nova (4.000), que logran que los laicos participen como misioneros y animadores en sus parroquias. La clave de los grupos pequeños es que en cualquier grupo de ocho, quince o veinte personas siempre saldrán líderes naturales. Así se multiplican los laicos comprometidos y la palabra «comunidad» adquiere otro significado más intenso.
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