El obispo auxiliar de Madrid y Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, inauguró ayer el XIII Curso de Antropología Filosófica “La Devaluación de la razón”, de la Fundación Universitaria Española. En su ponencia, afirmó que el tema del Seminario es “fundamental y de gran relevancia, aunque difícil si se quiere tratar rigurosamente”
Monseñor Martínez Camino hizo algunas consideraciones sobre la devaluación de la razón. Y se preguntó si realmente existe tal devaluación. También, habló del recorte de la razón y sobre si la razón está abierta a la fe.
Para el obispo auxiliar de Madrid, “hoy para conocer y dominar el mundo se ha utilizado la razón”. “Es evidente que sólo en los últimos sesenta años, la humanidad ha acumulado más conocimientos sobre la naturaleza y el mundo que en toda la historia precedente de la humanidad”. Por ello, consideró que, en principio, “no hay devaluación de la razón”. Sin embargo, destacó que la comunicación es universal e instantánea, la inmediatez en los traslados o la medicina se han desarrollado de tal forma que “nunca la razón humana ha hecho posible disfrutar de las consecuencias de la razón a los seres humanos”.
La razón, prosiguió, consiste en capacidad de conocer el mundo y ponerlo al servicio del hombre. De hecho, según sostuvo, cuando avanza la razón y su aplicación técnica se dan otros factores. Y es que “nunca en la historia de la humanidad en condiciones sanitarias, alimentarias y de vida óptimas había disminuido la población”. “Esto es una novedad, añadió, si esta tendencia se mantiene, la existencia humana es inviable”. Y se preguntó: “Si el desarrollo de la ciencia y el ejercicio de la razón, lleva consigo la disminución de la población… ¿para qué la queremos? “La población envejece de manera llamativa, cuanto más se aplica este ejercicio de la razón”, advirtió, ya que “no hay procreación, muchas capas de la población no desean vivir y tampoco se deja vivir a los que van a nacer, a millones de niños”.
Monseñor Martínez Camino también lamentó la miseria de poblaciones enteras, las muertes por hambre, desnutrición y malas condiciones de vida de miles de millones de personas del mundo, al mismo tiempo que se desarrolla la técnica.”Tenemos –comentó- el siglo de los mártires por antonomasia porque nunca ha habido tantos en toda la historia junta como en el siglo XX”.
Y se volvió a preguntar: “¿Es razonable el uso admirable de la razón en el último siglo?”. ¿Cómo puede ser admirable y, por otra parte, horrible? “Son –respondió- las capacidades científicas las que han hecho posible las atrocidades del siglo XX”.
Para el obispo auxiliar de Madrid, “se ha reducido la razón a la razón instrumental”, debido a la ideología del progreso, que persigue que las ciencias den respuestas a todos los problemas del ser humano. “Esto es –matizó- una percepción errónea de la realidad”.
“La razón da lugar a la fe”, declaró y afirmó que “la razón es el poder para conocer el mundo, está abierta a la fe. No son contradictorios”. Finalmente, subrayó que el mundo en su conjunto hace referencia a lo infinito y que no se puede pensar sin pensar en la idea de lo absoluto, que sólo se puede descubrir con la fe
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