8.07.11
Categorías : Cultura de la Vida, Reino Unido
¿Dónde está el límite? En Gran Bretaña se ha lanzado la primera lotería del mundo que sortea un tratamiento de «fecundación in vitro» —FIV–. Se ofrece a los futuros padres la oportunidad de ganar un bebé, según cuenta The Sun.
A finales de mes saldrán a la venta las primeras papeletas por 20£. Se prevé que el sorteo sea mensual, pero en función de resultados podría ser semanal.
Además se intenta ‘asegurar el premio‘. Si el tratamiento FIV falla o no es aconsejable (por ejemplo porque la mujer tenga 45 años, según el estándar británico), se les ofrecerá donación de óvulos y cirugía reproductiva. Ya se dispone de autorización de la Comisión de Apuestas.
Como no podía ser de otra manera el juego es no-discriminatorio, podrán participar solteros y ancianos y gays.( maricones)
Fuente: De Lapsis
A finales de mes saldrán a la venta las primeras papeletas por 20£. Se prevé que el sorteo sea mensual, pero en función de resultados podría ser semanal.
Además se intenta ‘asegurar el premio‘. Si el tratamiento FIV falla o no es aconsejable (por ejemplo porque la mujer tenga 45 años, según el estándar británico), se les ofrecerá donación de óvulos y cirugía reproductiva. Ya se dispone de autorización de la Comisión de Apuestas.
Como no podía ser de otra manera el juego es no-discriminatorio, podrán participar solteros y ancianos y gays.( maricones)
Ahora presenciamos cómo los seres humanos empiezan a disponer del código genético, a servirse realmente del árbol de la vida y convertirse a sí mismos en dueños de la vida y de la muerte, a montar la vida de nuevo; desde luego es necesario prevenir de verdad al ser humano sobre lo que está ocurriendo: está traspasando la última frontera.¿Dónde está el límite?
Con esta manipulación, un ser humano convierte a otro en su criatura. Entonces el ser humano ya no surge del misterio del amor, mediante el proceso en definitiva misterioso de la generación y del nacimiento, sino como un producto industrial hecho por otros seres humanos. Con ello queda degradado y privado del verdadero esplendor de su creación.
Ignoramos lo que sucederá en el futuro en este ámbito, pero una de una cosa estamos convencidos: Dios se opondrá al último desafuero, a la última autodestrucción impía de la persona. Existen fronteras últimas que no debemos traspasar sin convertirnos personalmente en destructores de la creación, superando de ese modo con creces el pecado original y sus consecuencias negativas.
Fuente: De Lapsis
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