martes, 21 de febrero de 2012

YO HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA Y LA TENGAN EN ABUNDANCIA--(Juan 10:10)

Una parte de este video muestra la recepción de la Sagrada Comunión en una misa tridentina en Papúa, Nueva Guinea, en la era pre-Vaticano II. Uno no puede menos que sentir un poco de lo mucho que ama  Nuestro Señor a su más pequeño, más pobre, más simple de las almas. En lugar de descender a la humillación, la Santa Madre Iglesia ha tratado siempre de elevar los paganos indígenas hacia el cielo, cultural y espiritualmente.
Al ver esto, mis pensamientos se dirigieron a las imágenes de Adán y Eva después de su expulsión, sus vidas quizás en alguna cueva solo en materia de vivienda, ganándose el sustento mísero y pobre - nuestros padres, los míos y los tuyos.
Cuan agradecido estoy a nuestro Señor Jesucristo, quien a costa de su sangre, nos otorga el perdón y la redención con la promesa de la felicidad eterna.
"Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia." - Juan 10:10 Curiosamente, las imágenes en el video de los indígenas en la Misa no escandalizan, a diferencia de la misa papal de Juan Pablo II, donde en el nombre de la inculturación, una mujer (disfrazada de indígena) con los pechos desnudos hacían las lecturas. Mientras está viendo el video, creo: el pecado original, el pecado original, el pecado original ...


 
Esta Cuaresma, se unen íntimamente a Nuestro Señor Jesucristo. Vamos a mostrarle nuestra gratitud  acompaña durante los 40 días, en un espíritu de mortificación y de morir a sí mismo.  
 fuente:
  ihmprayforme

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