El debate actual son dos tendencias opuestas. Por
un lado, se insiste en el aspecto objetivo de la tradición - su
contenido - y pone de relieve los problemas de continuidad con el
Magisterio anterior, planteada por algunos textos del Concilio Vaticano
II. Por
otro lado, hace hincapié en el lado activo de la tradición - la
transmisión - incluyendo el Magisterio es un distinguido cuerpo, y hace
hincapié en la necesidad de recibir las enseñanzas del concilio
ecuménico. Por consiguiente, es necesario tratar de coordinar estos dos puntos de vista. Esto
es lo que el Padre Lucien, al pulsar algunos de los principios
teológicos llegaron al estado y una doctrina explícita de la Iglesia.
Para publicar este estudio, la revista tiene especial pretexto "las conversaciones entre la Fraternidad de San Pío X (FSSPX) y la Santa Sede". Si esa es la razón detrás de esta publicación, sigue siendo un poco sorprendido por este enfoque.
Cuando las conversaciones en Roma con la Sociedad de San Pío X,
ciertamente no es un buen teólogo intervenir en esta discusión, dando al
público una opinión personal, después de todo, incluso si es el
resultado de un estudio serio.
Porque en última instancia, en este caso y en esta situación
particular, es el Papa quien decide que sería perjudicial y que un texto
podría ser utilizado en contra de su propio fin por los opositores de
la necesaria reconciliación entre los católicos .
Hace unos meses, la publicación de este estudio podría ser entendida, a
continuación, mediante la inserción en el debate que tuvo lugar entre
los teólogos de la Sociedad de San Pío X y ver los designados por la
Santa Sede. Hoy en día, parece especialmente inadecuado. Encontramos la presentación del estudio y una versión abreviada de la misma en la página web de la Sociedad de San Vicente Ferrer. A pesar de todo el interés por el hecho sigue siendo que este enfoque del Vaticano II nunca ha sido autenticada por el Magisterio. Ella tiene todo el sentido de una línea de investigación (publicada en el momento equivocado, en nuestra opinión), pero no tiene autoridad, no más que eso. Lo cierto es que el Concilio Vaticano II, que se dice y otra vez que para nosotros es como una doble condición de seres humanos como católicos y moderna, y que se nos pide que unirse, no aparece como una clara e inequívoca. Este es el Magisterio de la norma para aclarar los aspectos más incomprensibles o eliminar las ambigüedades varios textos conciliares. Que los teólogos iluminar su trabajo por el juicio del Magisterio, que es su papel. Se entregan a los documentos públicos sin la autorización sólo puede aumentar las dificultades.
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