martes, 25 de mayo de 2010
PERDONALOS SEÑOR, AUNQUE SEPAN LO QUE ME HACEN.
fotos.miarroba.com
LA NOTICIA DE POR SI SOLA ES UNA CARICATURA COLOMBIANA.
Le pagan bautizos con billetes falsos
“Los perdono, pero quisiera conocerlos para saber cuáles fueron sus verdaderas intenciones”, dijo el sacerdote africano Joseph Malo Malobi.
Por JUAN CARLOS DÍAZ M.
Arjona
Joseph Malo Malobi, párroco de la iglesia de San José Obrero, del barrio Turbaquito, en el municipio de Arjona, está convencido de que las personas que le pagaron dos bautizos con billetes falsos, no son nativos de ese municipio del norte de Bolívar.
Ocurrió el pasado 13 de mayo, uno de los días más agitados para la iglesia Católica por ser ni más ni menos el día de la Virgen María, cuando, en el ajetreo de los bautizos, fueron camuflados dos billetes de 10 mil pesos totalmente falsos.
“Aquí no sólo vienen a bautizar personas del pueblo, también llegan personas de Turbaco, Arjona, Cartagena, Maríalabaja, pero eso no quiere decir que yo los esté culpando, simplemente creo que pudo ser alguien que no es natural de Arjona”, asevera.
El sacerdote se dio cuenta de que le habían jugado una mala pasada, cuando fue al taller donde regularmente le realizan mantenimiento a su moto Honda, Splendor, y el mecánico le dijo que le había pagado con un billete falso.
“Cuando me dijo eso saqué el otro billete, pero también era falso. De no ser porque tengo bastante confianza con el mecánico, hubiera pasado una vergüenza mayor”.
El padre asegura que en ese momento se le vinieron varios sentimientos encontrados, pues era la primera vez que le ocurría un episodio de esa naturaleza.
“Al principio sentí rabia, como es natural, luego pensé que esas personas se habían aprovechado de mi condición de extranjero, y de no conocer muy bien los billetes buenos y los falsos, pero también me puse en el lugar de ellos, y pensé que de pronto a ellos también los habían engañado”, señaló.
De todas maneras, el sacerdote dice que no les guarda ningún tipo de rencor, que los perdona, pero también les pidió que salieran a luz pública para saber qué pasó realmente.
“Los quiero conocer para llamarlos al diálogo y saber cuáles fueron sus reales intenciones”, advirtió.
EL CURA AFRICANO
Joseph Malo Malobi, miembro de la comunidad Carmelita, vive en Arjona desde hace 10 años, donde llegó luego de cursar estudios de teología en la Universidad Bolivariana de Medellín.
Nació en la ciudad africana de Bunia, al norte de El Congo, en las fronteras con Uganda, pero desde muy joven su vocación religiosa lo llevó a viajar por diversos países.
“He estado en muchos países, pero ninguno me parece tan especial como Colombia, y en ninguna población me he sentido tan bien como en Arjona”, asegura.
Aunque algunos feligreses, fieles hasta la médula con sus preceptos, han pedido la excomunión para las personas que cometieron el acto ilícito, el sacerdote cree que no es para tanto.
“No se han burlado del padre, sino de la Iglesia Católica, porque no es la primera vez que lo hacen”, dijo furibunda Stefanía Pájaro.
Efectivamente, el párroco sacó de los cajones unas monedas de diversas denominaciones, sin ningún valor real, recibidos durante las eucaristías.
“No creo que sea tan grave, pero sí hemos recibido objetos sin ningún valor, y nos los hacen parecer como valiosos”, asevera.
Según Malo Malobi, hay personas que tienen una percepción equivocada de la Iglesia y de los sacerdotes, porque piensan que se están lucrando con las donaciones que hace la comunidad.
“Tal vez algunas personas piensan que la Iglesia es un asunto comercial, pero no saben que esos dineros y lo demás que recaudamos, se utilizan en beneficio de la propia comunidad”.
EN CASA
Precisamente, por estos días, las misas las está ofreciendo el sacerdote africano en una casa vecina de la parroquia, que a la vez sirve de casa cural, pues se están realizando trabajos de adecuación del inmueble.
El templo San José Obrero, tiene 25 años de haber sido construido por el arzobispo de Cartagena, Rubén Izasa, constituyéndose en la segunda parroquia de Arjona.
Sus feligreses son, en su mayoría, personas humildes, que han encontrado empatía con el sacerdote extranjero de 43 años, a quien califican simplemente como “un cura bueno”.
“No sólo nos ayuda en la parte espiritual, también es muy participativo con la comunidad, es el primero que se ofrece para realizar cualquier campaña y es la persona en quien podemos confiar en este sector”, indicó María Bernarda Puente.
El padre es consciente de eso, pues cuando se le pregunta por la comunidad se expresa de manera entusiasmada y alegre, asegurando que está tan agradecido con ellos, que tajantemente dice que no quiere salir más nunca de Arjona.
“En mi pueblo natal, en África, la dieta se basa también en plátano, yuca y maíz, así que aquí me siento como en casa”, precisó.
tomado de : http://www.elheraldo.com.co/hoy060525/regionales/noti2.htm
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