martes, 28 de diciembre de 2010

SOLO A JUDAS BERGOGLIO SE LE PODIA OCURRIR ALGO SEMEJANTE

No sólo de pésimo gusto sino que roza lo blasfemo y lo sacrílego
Este cartel de Navidad del arzobispado es un espanto. Y hasta posiblemente una blasfemia. Si esi es lo que cree Bergoglio que hay que presentar a los niños es como para empezar a dudar de si estárá bien de la azotea. Lo que venimos diciendo, ya le queda menos de un año para presentar la renuncia. Es de pura necesidad que se la admitan cuanto antes. Hasta por higiene.   Tomado de la Cigoña

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