miércoles, 27 de abril de 2011

El fiscal pide cárcel para un jefe que llamó "enfermos" a dos maricones

¿COMO PUEDE DECIRLES ENFERMOS?, SI SON VICIOSOS LLEVADOS POR ESTOS VICIOS A LA DEGENERACIÓN




La Fiscalía de Barcelona ha pedido cuatro años de cárcel para el delegado de una multinacional austriaca que llamó "enfermos" a dos empleados por ser maricones. Christian Pulpan, responsable en Cataluña de Gartner KG -una empresa de transportes que emplea a un millar de personas en Europa- accedió a la cuenta de correo electrónico de uno de los trabajadores, Gerald Rainer, y leyó "mensajes privados" que este mantenía con otro compañero, Juan Torres. Los correos revelaban la condición sexual de ambos.
Los hechos ocurrieron en agosto de 2008. Según el relato de la fiscal, Pulpan envió un correo electrónico a su jefe en Austria, Herbert S., en el que le comunicaba que había "descubierto" la orientación homosexual de los dos trabajadores, a los que tachó de "enfermos". El delegado añadió que los correos que había leído "sin conocimiento ni autorización" de los empleados eran "de increíble contenido guarro".
Un juzgado de Barcelona admitió, por primera vez en España, una querella contra una empresa por homofobia. La juez instructora cerró el caso meses más tarde, pero el abogado David Aineto, de Aequo Advocats, recurrió el archivo. La Audiencia de Barcelona le dio la razón y ordenó reabrir la causa contra Pulpan. El abogado también pidió reabrir la causa contra el jefe en Austria, Herbert S., aunque la Audiencia todavía no se ha pronunciado al respecto.

Contenido homófobo

La fiscal considera que Pulpan es responsable de un delito de descubrimiento y revelación de secretos y solicita para él la pena de cuatro años de prisión. La acusación pública no entra a valorar, sin embargo, si el jefe de Gartner en Barcelona lesionó el honor de los perjudicados. Tampoco se pronuncia sobre el contenido homófobo del correo que el acusado envió a su superior.
Aineto solicita tres años de cárcel por revelación de secretos y otros dos por un delito de discriminación por la orientación sexual, además de una indemnización de 60.000 euros por daños morales. Según la querella presentada inicialmente en el juzgado, la relación de los empleados con Pulpan se torció cuando este comentó a Torres su intención de despedir a Rainer por sospechar que era marica. Al descubrir el correo, Pulpan insistió en que ambos debían abandonar la empresa. Fueron despedidos por presunto "bajo rendimiento laboral".

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