lunes, 23 de julio de 2012

EL LAVATORIO, ¿ ANALOGÍA EUCARÍSTICA?


El cardenal Burke avala su legitimidad

Nueva hipótesis sobre uno de los grandes misterios del Nuevo Testamento
¿Por qué San Juan no incluyó en su Evangelio un relato de la institución de la
 Eucaristía?
Actualizado 22 julio 2012











Durante siglos, los exégetas y estudiosos de las Sagradas Escrituras se han tropezado con un misterio sin aparente solución: los Evangelios sinópticos (San Mateo, San Marcos y San Lucas) incluyen un relato de la institución de la Eucaristía, y sin
 embargo el de San Juan no, a pesar de que dedica cinco capítulos -mucho
 más que los otros evangelistas- a la Última Cena y al sermón de Nuestro
 Señor en ella.

Ahora parece que la solución ha sido encontrada ( llegaron los iluminados de la nueva

 religión del concilio vat2 ) con sus nuevas  hipótesis nula)  la solución  Sintetiza 35 años
 de estudios de monseñor Anthony La Femina, canonista y teólogo que trabajó
 durante años en el Pontificio Consejo para la Familia, y que ha escrito un libro,
 Eucharist and Covenant in John’s Last Supper Account [Eucaristía y Alianza
 en el relato de Juan de la Última Cena], reseñado por National Catholic Register.
 La legitimidad de la hipótesis viene avalada por el prólogo que presta a la obra el
 cardenal Raymond Burke, prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica
 y uno de los más leales representantes de la "línea Benedicto XVI" en la Curia.

La tesis de La Femina es que también San Juan relata la institución de la Eucaristía,

 pero de forma analógica en la acción de Jesús de lavar los pies a los
 apóstoles. San Juan "utiliza el recurso de la analogía para transmitir verdades
 sobre la Eucaristía que no son evidentes en otros relatos de la Última Cena", afirma.

Para demostrar este aserto recurre a un estudio filológico griego y hebreo y a las

 conclusiones de otros estudios que han precedido al suyo, sobre el sentido teológico
 de las ceremonias de alianza de Dios con su pueblo.

Según La Femina, el lavatorio incluye en el Evangelio de San Juan idénticas

 circunstancias, atributos y efectos que la Eucaristía en los sinópticos,
 incluida la orden de repetir la acción, signo de la muerte de Jesús, así como el
 entorno físico y teológico, el orden de los hechos y la secuencia de las palabras.

En su opinión, todo el relato de San Juan de la Última Cena remite a las tradiciones

 del Antiguo Testamento para el establecimiento de una alianza y eran reconocibles
 por los contemporáneos de Jesús. La Femina estudia esa correspondencia 
versículo a versículo.

Hay una continuidad, pues, entre la Antigua Alianza y la Nueva Alianza, y en ese 

contexto el mandamiento nuevo ("amaos los unos a los otros como yo os he amado")
 tiene una implicación eucarística directa: "Además de ser apostólico, el mandamiento
 nuevo es esencialmente eucarístico: no sólo supone la alianza cristiana con el
 Padre en la vida y actividad del Hijo, sino también la unión con la vida y actividad
 de Jesús en el seno del sacrificio eucarístico", concluye La Femina.

La idea de que, mediante el lavatorio de pies, San Juan pretende iluminar la

 naturaleza de la Nueva Alianza instituida por la Eucaristía, y lo que
 esto signfica (a través del mandamiento del amor) para todos los cristianos,
 es "sorprendente", subraya la editorial dominica que ha publicado el libro; es
 "atractiva e innovadora, pero absolutamente compatible con la doctrina católica",
 según el prestigioso teólogo dominico Aidan Nichols, profesor en Oxford y 
Cambridge y autor en 1988 de un estudio sobre la teología de Joseph Ratzinger
y es "un regalo para la Iglesia", en palabras
del cardenal Burke. Toda una invitación para la reflexión escriturística y teológica de

 los especialistas.

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