sábado, 11 de septiembre de 2010

FIJACIÓN ENFERMISA DE LA MUERTE




arece mentira, pero todo este mundo de paganos y descreídos, tiene una fijación enfermiza con la muerte. ¡Les obsesiona!.
Tanto es así, que todos esos listillos, que aprovechan cualquier cosa para arrastrarse un euro al bolsón, han encontrado en este tema el filón de sus vidas. Rara es la página de internet que no te ofrece el reclamo de saber el día de tu muerte, al tiempo de también, conocer el grado de compatibilidad con tu pareja, y todo por el módico precio de unos cuantos "ese-eme-eses" de nada. Y el caso es que este negocio debe funcionar, porque ese tipo de anuncios proliferan ¡hay que ver lo morbosa que puede ser la gente!
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Y yo me pregunto, ¿habrá quien se crea semejante trola?

Antes bien, lo más práctico, lo más inteligente sería prepararse convenientemente para ese último día, sin darle la mayor importancia y sin querer saber, lo que solo Dios sabe.
Que duda cabe que el mejor consejo es que cada día hay que empezar a vivirlo como si fuese el primero, y también como si fuese el último, porque la vida tiene exactamente el valor que uno le atribuye. Así has vivido…, así morirás, ¿Cuándo? Importa poco, lo que importa es el COMO.
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Sin embargo en este super-somatizado y aparente "mundo feliz", la gente va por otros derroteros. Así no me sorprende, en absoluto, el resultado de una encuesta realizada en Gran Bretaña. En la misma, se preguntaba a la población qué harían en los últimos 60 minutos de su vida si supiera que un asteroide se iba a estrellar contra la Tierra poniendo fin a la vida en el planeta. Las respuestas fueron muy significativas:
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- El 54% -la gran mayoría- dijo que les gustaría pasar ese tiempo con sus seres queridos o hablando con ellos por teléfono.
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- El 13% respondió que se sentaría, aceptaría lo inevitable y se serviría una copa de champaña, ¡para celebrar la catástrofe!
.- El 9% dijo que le gustaría emplear esa hora en tener relaciones sexuales (y la verdad, tal como está el patio de hormonado y desmadrado –animalizado-, me parece poco porcentaje)
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- ¡¡Sólo un 3% dijo que lo dedicaría a la oración!!.
Sin duda esta curiosa encuesta es un fenomenal termómetro del momento actual del género humano…, así, se entienden todas las grandes crisis de este mundo.
Ojalá nos convenciésemos, de una vez por todas, que toda esta gran herida que tiene la humanidad en el alma, solo tiene una cura: EL AMOR. Y para invocarlo la única receta que hay es la oración y la fé.



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