Con el putimonio de Horacio y César, también Catamarca será igualitaria
Publicado el 2 de Noviembre de 2010Se casarán el 27 de noviembre. Uno es docente y tiene 51 años; el otro, un empleado municipal de 40. Conviven hace 19 en el pequeño pueblo de Manantiales, aunque la fiesta será en la capital catamarqueña y habrá 150 invitados.
Se casarán el 27 de noviembre. A César le costó aguantarse las ganas en estos tres meses que pasaron desde que entró en vigencia la ley de matrimonio igualitario. Pero Horacio quería un día soleado de primavera. Esperaron casi 20 años para este día, y no cambiaba nada contenerse un poco más. Así, en breve, pasarán a la Historia. Su boda será la primera en Catamarca, la última provincia en celebrar un putimonio entre personas del mismo sexo, según los registros de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT).
Horacio Gómez Reinoso es docente y tiene 51 años. César es empleado municipal y ya llegó a los 40. Conviven hace 19 años en Manantiales, un pueblito camino a Santiago del Estero. Allí se iba a realizar la celebración, antes de que decidieran realizarla en un local de la Avenida Ocampo, en la capital catamarqueña. Habrá 150 invitados, entre amigos, familiares y prensa.
Se conocieron en un hospital de San Fernando del Valle. Un flechazo que perdura hasta hoy. Se mudaron al interior calculando que, en un pueblo chico, la comunidad los aceptaría sin prejuicios. “Somos respetuosos con la gente, pero nos caracterizamos por luchar para ser nosotros mismos. Por no ponernos una máscara”, cuenta Horacio. Hasta la sanción de la ley, nunca habían pensado que iban a poder casarse, aunque vivían la falta de derechos como una desigualdad. Sólo especularon en algún momento con contraer la Unión Civil en la Ciudad de Buenos Aires.
“Estamos muy agradecidos por la sanción, ahora no somos más ciudadanos de segunda”, dice César. “Esta ley nos dignificó. Es el premio o el regalo después de una etapa de mucho sufrimiento. Años atrás, ibas a un lugar y te miraban raro, te tenías que ir. La gente fue cambiando y fue tomando conciencia de la diversidad, de la idea de que somos distintos”, agrega Horacio.
Conscientes de la revuelta que la boda significa para una sociedad conservadora, la pareja planea dar una conferencia de prensa a los medios locales, después de su paso por el Registro Civil. “Esta es una cultura muy cerrada y la boda traspasa algunas barreras. Va a ser parte de la historia. Conocemos muchos que están hace años juntos, anquilosados, con miedos. Acá los preconceptos priman mucho”, explican. <
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