Elecciones en España / Arrasó el Partido Popular en todo el país
Tras una campaña marcada por el elevado desempleo y la intensa protesta social del movimiento de los "indignados", los socialistas perdieron incluso el poder en bastiones municipales como Barcelona y Sevilla, así como en la región de Castilla-La Mancha, donde gobernaban desde 1982. Ahora, podrían terminar con el control de sólo dos o tres de las 17 regiones autónomas de España. Con una participación mayor que hace cuatro años (66,2%), el PP obtuvo el 37,53% de los votos frente al 27,86% del PSOE.
La estrepitosa caída, en la que los socialistas perdieron cerca de 5000 concejales, compromete la permanencia en el poder de Zapatero, que estará bajo fuerte presión para adelantar las elecciones. No obstante, el mandatario descartó adelantar los comicios generales, previstos para marzo próximo.
"Era razonable esperar que el PSOE recibiese hoy [por ayer] un castigo en las urnas; lo asumimos y lo entendemos. No ha sido fácil explicar los orígenes y la naturaleza de la crisis, y no hemos sabido llegar a nuestros conciudadanos", reconoció Zapatero después de felicitar a los candidatos del PP. "El respeto de los tiempos y de los mandatos políticos me parece bueno para nuestro sistema democrático", declaró en la sede partidaria de los socialistas.
Los comicios estuvieron marcados por el estancamiento de la economía, que elevó el número de desempleados a cinco millones de personas, y la intensa presión de los "indignados", que movilizaron un promedio de 100.000 personas por día en distintos puntos de España, pero con epicentro en la Puerta del Sol, en Madrid
En el ámbito municipal, el revés sufrido por el PSOE es el peor de su historia en elecciones regionales, que este año, con el 66,2% de participación, superó ampliamente la concurrencia de 2007. Sin embargo, el incremento en la participación fue empañado por el récord de votos en blanco, que superaban el medio millón, es decir, el 2,5% de sobres vacíos.
La fuerza de centroderecha liderada por Mariano Rajoy se impuso, en cantidad de votos, en 13 de las 17 comunidades autónomas en las que ayer se eligieron autoridades municipales. En tanto, en el País Vasco, ganó el nacionalismo y la noticia la aportó el segundo puesto obtenido por el partido de la izquierda radical independentista Bildu, que se alzó con el 25,46% de los votos (ver Pág. 3).
El PP logró conservar por un amplio margen ciudades como Madrid y Valencia, y ganaron en Sevilla, un bastión histórico del PSOE. Después de 30 años en el gobierno, los socialistas también perdieron el poder en Barcelona, donde se impuso la formación nacionalista catalana CiU.
En las elecciones autonómicas, el PP se impuso en diez comunidades de las 13 en disputa. En ese plano, el PP logró resonantes victorias en dos distritos que hasta ayer eran considerados bastiones del socialismo: Castilla-La Mancha y Extremadura, mientras que el PSOE no logró ganar en ninguna comunidad autónoma. De las dos circunscripciones arrebatadas al oficialismo, tuvo especial trascendencia para el PP la victoria de la "número dos" del partido, María Dolores de Cospedal, una de las figuras con mayor proyección de esa fuerza política, que, se descuenta, tendrá una significativa gravitación en la campaña para las elecciones generales que consagrarán en marzo al sucesor de Zapatero, que ya había anunciado que no se presentará para la reelección.
Apenas unas horas después de conocer los primeros resultados, que mostraban cómo el mapa de España se teñía lentamente de azul, el presidente reconoció la dura derrota de su partido.
"Los resultados conocidos indican que el PSOE ha perdido claramente las elecciones", declaró un sombrío Zapatero, al tiempo que se reconoció "responsable" por el dramático revés. Y, sin rodeos, el mandatario adjudicó el amplio margen en favor de la oposición al "voto castigo" de la sociedad, por la peor crisis económica vivida por el país desde el regreso de la democracia, en 1975.
"Los resultados tienen una clarísima relación con los efectos de la crisis económica que sufrimos desde hace tres años, que se ha llevado por delante dos millones de puestos de trabajo", señaló.
Sin embargo, y pese a las constantes presiones por parte del PP en el Congreso para que renuncie anticipadamente y llame a elecciones, el presidente afirmó que seguirá en el poder hasta el año próximo. "Seguiré en mi puesto y cumpliré con mi deber para garantizar la recuperación económica", afirmó. Pero la situación de Zapatero es más que frágil, y los analistas anticipan ahora que la presión vendrá incluso desde el propio PSOE.
Tras reconocer, además, que su partido sufrió un "amplio retroceso", Zapatero señaló que la derrota socialista se explica, en buena medida, por el voto de protesta de los jóvenes. "La crisis tiene profundos efectos en los ánimos de los ciudadanos. Muchos temen por su trabajo, y sé que muchos jóvenes contemplan el futuro con inquietud. Y hoy han demostrado su malestar", dijo.
Esta última frase fue interpretada anoche por algunos analistas en España como un guiño al movimiento de los "indignados" que tomó la plaza de Puerta del Sol el lunes pasado, y que desde allí y otras "acampadas" en Barcelona, Valencia y en Málaga llamaron a acabar con el predominio del bipartidismo y que, con este propósito, promocionaron el sufragio en favor de "partidos pequeños" para dispersar el voto y cambiar el mapa político español.
A pesar de que esa propuesta no condicionó ni alteró el amplio triunfo del PP que ya preveían las encuestas, algunos líderes de los "indignados" vieron anoche como una conquista el modesto crecimiento del caudal de votos de la Izquierda Unida, que trepó desde el 5,48% de los sufragios cosechados en 2007 al 6,35% obtenido anoche.
Pero el hecho más llamativo de la noche fue la excelente elección de Bildu en el País Vasco. La agrupación de izquierda independentista, acusada desde distintos sectores de simpatizar con la banda terrorista ETA, obtuvo el mayor número de concejales en esa comunidad (953), aunque se ubicó segunda en el total de los sufragios con el 25% de los votos. Entre el País Vasco y Navarra, donde también se presentó, Bildu obtuvo 1138 concejales, un número abrumador de representantes que devuelve protagonismo a la causa independentista de la región, y que ya se presume que se transformará en un nuevo frente de conflicto para el debilitado gobierno español.
LAS CLAVES DEL 22-M
MARIANO RAJOY
PARTIDO POPULAR37,53%
J.L. RODRIGUEZ ZAPATERO
PSOE27,86%
Fue arrasado por el PP; Zapatero se resiste a adelantar las elecciones
Lunes 23 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa
Adrián Sack
Para LA NACION
MADRID.- El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, sufrió ayer una histórica derrota por diez puntos a manos del opositor Partido Popular en los comicios comunales y municipales que se tradujeron en un aplastante voto castigo por la profunda crisis económica y social que vive el país.Para LA NACION
Tras una campaña marcada por el elevado desempleo y la intensa protesta social del movimiento de los "indignados", los socialistas perdieron incluso el poder en bastiones municipales como Barcelona y Sevilla, así como en la región de Castilla-La Mancha, donde gobernaban desde 1982. Ahora, podrían terminar con el control de sólo dos o tres de las 17 regiones autónomas de España. Con una participación mayor que hace cuatro años (66,2%), el PP obtuvo el 37,53% de los votos frente al 27,86% del PSOE.
La estrepitosa caída, en la que los socialistas perdieron cerca de 5000 concejales, compromete la permanencia en el poder de Zapatero, que estará bajo fuerte presión para adelantar las elecciones. No obstante, el mandatario descartó adelantar los comicios generales, previstos para marzo próximo.
"Era razonable esperar que el PSOE recibiese hoy [por ayer] un castigo en las urnas; lo asumimos y lo entendemos. No ha sido fácil explicar los orígenes y la naturaleza de la crisis, y no hemos sabido llegar a nuestros conciudadanos", reconoció Zapatero después de felicitar a los candidatos del PP. "El respeto de los tiempos y de los mandatos políticos me parece bueno para nuestro sistema democrático", declaró en la sede partidaria de los socialistas.
Los comicios estuvieron marcados por el estancamiento de la economía, que elevó el número de desempleados a cinco millones de personas, y la intensa presión de los "indignados", que movilizaron un promedio de 100.000 personas por día en distintos puntos de España, pero con epicentro en la Puerta del Sol, en Madrid
En el ámbito municipal, el revés sufrido por el PSOE es el peor de su historia en elecciones regionales, que este año, con el 66,2% de participación, superó ampliamente la concurrencia de 2007. Sin embargo, el incremento en la participación fue empañado por el récord de votos en blanco, que superaban el medio millón, es decir, el 2,5% de sobres vacíos.
La fuerza de centroderecha liderada por Mariano Rajoy se impuso, en cantidad de votos, en 13 de las 17 comunidades autónomas en las que ayer se eligieron autoridades municipales. En tanto, en el País Vasco, ganó el nacionalismo y la noticia la aportó el segundo puesto obtenido por el partido de la izquierda radical independentista Bildu, que se alzó con el 25,46% de los votos (ver Pág. 3).
El PP logró conservar por un amplio margen ciudades como Madrid y Valencia, y ganaron en Sevilla, un bastión histórico del PSOE. Después de 30 años en el gobierno, los socialistas también perdieron el poder en Barcelona, donde se impuso la formación nacionalista catalana CiU.
En las elecciones autonómicas, el PP se impuso en diez comunidades de las 13 en disputa. En ese plano, el PP logró resonantes victorias en dos distritos que hasta ayer eran considerados bastiones del socialismo: Castilla-La Mancha y Extremadura, mientras que el PSOE no logró ganar en ninguna comunidad autónoma. De las dos circunscripciones arrebatadas al oficialismo, tuvo especial trascendencia para el PP la victoria de la "número dos" del partido, María Dolores de Cospedal, una de las figuras con mayor proyección de esa fuerza política, que, se descuenta, tendrá una significativa gravitación en la campaña para las elecciones generales que consagrarán en marzo al sucesor de Zapatero, que ya había anunciado que no se presentará para la reelección.
Apenas unas horas después de conocer los primeros resultados, que mostraban cómo el mapa de España se teñía lentamente de azul, el presidente reconoció la dura derrota de su partido.
"Los resultados conocidos indican que el PSOE ha perdido claramente las elecciones", declaró un sombrío Zapatero, al tiempo que se reconoció "responsable" por el dramático revés. Y, sin rodeos, el mandatario adjudicó el amplio margen en favor de la oposición al "voto castigo" de la sociedad, por la peor crisis económica vivida por el país desde el regreso de la democracia, en 1975.
"Los resultados tienen una clarísima relación con los efectos de la crisis económica que sufrimos desde hace tres años, que se ha llevado por delante dos millones de puestos de trabajo", señaló.
Sin embargo, y pese a las constantes presiones por parte del PP en el Congreso para que renuncie anticipadamente y llame a elecciones, el presidente afirmó que seguirá en el poder hasta el año próximo. "Seguiré en mi puesto y cumpliré con mi deber para garantizar la recuperación económica", afirmó. Pero la situación de Zapatero es más que frágil, y los analistas anticipan ahora que la presión vendrá incluso desde el propio PSOE.
Tras reconocer, además, que su partido sufrió un "amplio retroceso", Zapatero señaló que la derrota socialista se explica, en buena medida, por el voto de protesta de los jóvenes. "La crisis tiene profundos efectos en los ánimos de los ciudadanos. Muchos temen por su trabajo, y sé que muchos jóvenes contemplan el futuro con inquietud. Y hoy han demostrado su malestar", dijo.
Esta última frase fue interpretada anoche por algunos analistas en España como un guiño al movimiento de los "indignados" que tomó la plaza de Puerta del Sol el lunes pasado, y que desde allí y otras "acampadas" en Barcelona, Valencia y en Málaga llamaron a acabar con el predominio del bipartidismo y que, con este propósito, promocionaron el sufragio en favor de "partidos pequeños" para dispersar el voto y cambiar el mapa político español.
A pesar de que esa propuesta no condicionó ni alteró el amplio triunfo del PP que ya preveían las encuestas, algunos líderes de los "indignados" vieron anoche como una conquista el modesto crecimiento del caudal de votos de la Izquierda Unida, que trepó desde el 5,48% de los sufragios cosechados en 2007 al 6,35% obtenido anoche.
Pero el hecho más llamativo de la noche fue la excelente elección de Bildu en el País Vasco. La agrupación de izquierda independentista, acusada desde distintos sectores de simpatizar con la banda terrorista ETA, obtuvo el mayor número de concejales en esa comunidad (953), aunque se ubicó segunda en el total de los sufragios con el 25% de los votos. Entre el País Vasco y Navarra, donde también se presentó, Bildu obtuvo 1138 concejales, un número abrumador de representantes que devuelve protagonismo a la causa independentista de la región, y que ya se presume que se transformará en un nuevo frente de conflicto para el debilitado gobierno español.
LAS CLAVES DEL 22-M
- Debacle del PSOE en toda España
- ¿Adelanto electoral?
- El futuro del PSOE y Zapatero
- Bildu irrumpe con fuerza
- El impacto del Movimiento 15-M
MARIANO RAJOY
PARTIDO POPULAR37,53%
J.L. RODRIGUEZ ZAPATERO
PSOE27,86%
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