Sábado 31 marzo 2012
«El método más elegante y más romano, sería que la Fraternidad hiciera una profesión de fe sobre los puntos litigiosos apoyada exclusivamente sobre el magisterio tradicional, donde Roma pudiera declarar que ella es perfectamente católica y que valdría como un reconocimiento implícito de un Vaticano II situado en la Tradición”.
Padre Célier en « Valeurs Actuelles » del 5 de marzo del 2009.
LAS DISCUSIONES DOCTRINALES:
Las famosas discusiones de la Fraternidad con Roma es un punto muy interesante. Ya desde el año 2007 se preparaba una comisión teológica para el estudio del Concilio Vaticano II:
“Monseñor Bernard Fellay anunció oficialmente a los miembros de la FSSPX la nominación de una Comisión teológica especializada en el estudio del Vaticano II, que comprende a los padres : Patrick de la Rocque, Grégoire Célier, Thierry Gaudray, Alvaro Calderón y Jean Michel Gleize
Esto confirma los informes provenientes de medios cercanos de la FSSPX de Toulouse y del Studium de los RRPP Dominicos de esta misma ciudad a propósito de largas horas de discusiones doctrinales que tienen lugar en una Universidad de Roma, retomadas varias veces, entre teólogos de la FSSPX y teólogos romanos, como el cardenal Cottier, discusiones sobre la nueva Misa, el ecumenismo y la colegialidad.
[..]
Estas noticias son muy alentadoras: estas discusiones prueban que el Vaticano considera muy seriamente las críticas doctrinales de la FSSPX contra el Concilio, y al mismo tiempo, se puede pensar que los acuerdos que se preparan “gradualmente” no enmascararán las divergencias doctrinales”.
En Le Forum catholique, Ennemond, el que ahora lidera el fórum francés FECIT y que al parecer se trata de Jacques-Régis du Cray, muy cercano a los círculos de Monseñor Fellay, pone una semblanza de los miembros de la comisión, y refiriéndose al padre Célier afirma:
“Padre Grégoire CELIER, antiguo profesor de filosofía, ha escrito varias obras teológicas”.
En estas discusiones doctrinales preliminares formó parte el padre Morerord, y según nos cuenta el padre Barthe:
“Es notorio que el padre Morerod haya participado con miembros de la FSSPX en las conversaciones doctrinales que se podrían calificar de preliminares. En una reunión pública mantenida en el marco del GREC, en los locales de Saint-Philippe-du-Roule en París el 26 de febrero del 2008, donde debatió con el padre Grégoire Celier de la FSSPX sobre el tema “Revisar y/o interpretar ciertos pasajes del Vaticano II”, los dos oradores llegaron a una muy interesante convergencia. El padre Morerod explicó que él le mostró: 1- Que la posibilidad de una aceptación del Vaticano II “que se fundara muy fuertemente en el Magisterio anterior” podría perfectamente tener su lugar en la Iglesia con la condición –le parecía- que esta interpretación no fuera un rechazo al Vaticano II. 2- y que podría ser admisible la no-confesión de ciertos puntos del Vaticano II con “una cierta exigencia de respeto” de la enseñanza oficial del Vaticano II“.
Los que escucharon el lunes 9 de noviembre del 2009 la emisión de Philippe Maxence en Radio Courtouisie, pudrieron enterarse un poco mejor sobre las discusiones entre Roma y la FSSPX.
Una vez que el periodista llamó a la cita al “club de los hombres de negro” , la audiencia pudo escuchar a toda una cohorte de sacerdotes: El padre Grégoire Célier de la FSSPX, el padre Chanut, sacerdote diocesano encargado de la aplicación del motu proprio en su diócesis, el padre l’abbé Guillaume de Tanoüarn del Instituto del Buen Pastor, el padre Claude Barthe, vaticanista muy conocido…
En la presentación de la comisión de la FSSPX, el padre Célier se mostró extraordinariamente bien informado, conocía todos los detalles, quienes conformaban la comisión teológica, que funciones tendrían, donde se alojarían, donde se diría la Misa…
El padre Celier es omnipresente en todo lo que se refiera a la adhesión de la Fraternidad a Roma. ¿Casualidad? No lo creo!
Bien lo dice Max Barret (Correo N° 277 1° marzo del 2009):
“La elección del padre Célier como miembro de la comisión doctrinal de la FSSPX es eminentemente pertinente… ¡Cuenta con relaciones!… por lo que puede hacer avanzar las cosas… El editor de su obra “Benedicto XVI y los tradicionalistas” es Jean Luc Maxence quien fue por un largo tiempo un colaborador regular de “Monde et Vie”. Este hombre acaba de revelar su pertenencia a la Francmasonería (Gran Logia de Francia) en “La logia y el diván” (“Faits et Documents” 1ª quincena de febrero). ¡Seguramente esto no es más que una pura coincidencia!… Se replicará que el mismo Francmasón ha publicado otros libros de la tradición sin suscitar reacciones. Sin embargo, su pertenencia a la nebulosa gnóstica, esotérica y masónica fue estigmatizada por Geoffroy Daubuis en un artículo publicado en “La Sal de la Tierra” sobre “La nueva Derecha, sus pompas y sus obras” (n° 60 –primavera 2007 pág. 111-112) No es posible que el padre Celier no estuviera enterado… ¡Prueba suplementaria que la red esta puesta!”
JEAN LUC MAXENCE
Vamos a detenernos un poco en este personaje llamado Jean Luc Maxence:
En el año de 1977 publicó un libro llamado “Vive le Schisme”:
En este libro, el señor Maxence llama a Monseñor Lefebvre “Savonarola de pacotilla”.
Y su libro se desarrolla tratando de demostrar que hay que expulsar a los integristas fuera de la Iglesia para “acelerar las reconciliaciones con los hermanos separados, protestantes y ortodoxos principalmente”. (pág. 153). “El cisma integrista, por doloroso que sea, es a pesar de todo una necesidad saludable”.
Después de casi 30 años, el padre Celier le pidió que le hiciera el prefacio de su libro “Benedicto XVI y los tradicionalistas” en el cual Maxence da la bienvenida a la política de acercamiento de la FSSPX con Roma. Además Jean Luc Maxence describe el libro de su amigo como una piedra importante en el edificio de la reconciliación que él espera posible.
Esta aparente contradicción no lo es tal si recordamos lo que sabiamente escribió el padre Tam en su libro “La Pseudo restauración”:” El pontificado actual y la gestión de la Congregación para la Doctrina de la Fe por el Card. Ratzinger, se manifiestan, al menos en parte, como una pseudo-restauración: mientras que Pablo VI avanzaba dos pasos, el Papa Wojtila y el Card. Ratzinger, en ciertos puntos, están por hacer un paso atrás. Es una maniobra típica de la Revolución, indispensable para eliminar, recuperar, y adormecer a la reacción”.
Es decir, primero expulsaron de la Iglesia a los reaccionarios integristas, se reconcilian con los judíos y los hermanos separados, luego dan un paso atrás fingiendo querer volver a la tradición con el objetivo de eliminar para siempre a los estorbosos integristas. Mas claro es imposible.
EL PADRE AULAGNIER
Este sacerdote tiene mucho que ver con la situación actual de la Fraternidad.
De nuevo cito a Max Barret esta vez su Correo n° 277 del 22 de febrero del 2009:
« En 1987, hace ya 22 años, atraía la atención de Monseñor Lefebvre sobre las peligrosas infiltraciones gnósticas dentro de la Fraternidad. Incluso le di un nombre: El padre Leschesne (carta de Mgr. Lefebvre de fecha 16 de septiembre de 1987 en “Simplemente Monseñor Lefebvre” pág. 134).
Pues bien, si el padre Leschenne se adhirió a Roma, otros están en su lugar, ocupando casi todos los puestos estratégicos de la FSSPX. Y notablemente el padre Celier. En la carta que comento sobre estas líneas Mgr. Lefebvre escribe: “Es verdad que el padre Leschesne tiene lazos con ese medio peligroso de Nancy” ¿Qué había de peligroso en Nancy? Estaba el profesor Borella que enseñaba en la Universidad de Nancy y que publicó una obra llamada “La caridad profanada”, de la cual el padre Méramo –el cual ha sido invitado a hacer sus maletas- hizo una crítica tan estructurada que Monseñor Tissier escribió en su prefacio:
“El autor (Borella) no es católico respecto a la religión revelada (…) niega la esencia propiamente sobrenatural y totalmente gratuita de la vida divina infundida sobrenaturalmente en el alma por el bautismo (…) esto equivale a negar la distinción entre el orden natural y sobrenatural, a eclipsar la gratuidad de la gracia y a ocultar la sobrenaturalidad esencial de la gracia santificante y de la virtud de la fe… que existe en el recién nacido desde su bautismo”.
Pero entre los discípulos de este profesor tan peligroso estaba… ¡El padre Célier!. El padre Celier que debe su ordenación sacerdotal al padre Aulagnier, el cual no cesó de asegurarle su ascenso posteriormente. Pero él no estaba solo. Poco antes de su muerte en 1992, Jean Vaquié había establecido una lista de sacerdotes y seminaristas “subversivos”
De ahí el rencor exhalado por el padre Célier hacia Jean Vaquié en su obra “La paille et le sycomore”. Desgraciadamente no habiendo sido excluidos, como lo están ahora los auténticos defensores de la fe y del sacerdocio católico, se fueron haciendo mas y mas influyentes y están en lo sucesivo situados en puestos estratégicos.
Vean como todo se explica! Su pésimo libro “Le Dieu mortel” figura todavía en el catálogo general de Clovis (catálogo 2009, p.8), aunque él ya no sea el director, junto a otras de sus obras. Revueltas entre buenos libros, según el método denunciado por San Pio X en Pascendi. El bloqueo es perfecto. Se le han abierto las puertas de todos los prioratos para preparar los espíritus a la adhesión por la venta de su “Benedicto XVI y los tradicionalistas”, mientras que, en el puesto de mando, sus comparsas toman por asalto a Monseñor Fellay del que podemos deplorar si no la debilidad, por lo menos la ingenuidad. No osamos afirmar que la complicidad…Es verdad que ya es demasiado tarde. En la carta que aludo anteriormente que me envió monseñor Lefebvre en 1987, me escribió también: “Le comunicaré esta carta al padre Aulagnier y al padre Lorans para que tengan los ojos abiertos sobre estas artimañas tan peligrosas para el combate que dirigimos”
¡El Padre Aulagnier! ¡El padre Lorans! Sabemos que fue del primero. En cuanto al segundo, participa activamente en el GREC (el que reagrupa todas las tendencias de la Tradición en vista de una reconciliación ecuménico-masónica en formas institucionales y jurídicas). Se comprende que en 1987 nada se haya hecho respecto a las recomendaciones de Monseñor Lefebvre. ¡Ahora ya es muy tarde!”
El padre Auglanier fue ordenado sacerdote por Monseñor Lefebvre en 1971. Fue entonces de los primeros miembros de la FSSPX y el brazo derecho de Monseñor Lefebvre por muchos años. Fue superior del distrito de Francia de 1976 a 1994.
Fue excluido de la Fraternidad, como ustedes recordarán en el año de 2004 por haber apoyado la adhesión de los tradicionalistas de Campos con Roma.
Luego se puso a las órdenes del Instituto del Buen Pastor.
Aulagnier, Laguerie, Celier, Lorans, Héry, Tanöuarn, Thuillier, todos ellos apoyados por los superiores (Fellay, Nely, Pfluger) todos con el mismo objetivo: Dividir y eliminar a la Tradición Católica.
Se encargaron, con la ayuda de nuestro viejo conocido el sionista Maximiliano Krah, de asegurar todos los bienes de la Fraternidad a su favor.
Los que se opongan a los designios de Menzingen de adherirse a Roma se quedarán en la calle.
Continuará?
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