UNA ENCÍCLICA IGNORADA
Por los Padres de Traditio
Ha sido prácticamente ignorada la Co-Encíclica Lumen Fidei Co-escrita por un Papa y un Co-Papa Benedicto XVI-Ratzinger y Francisco Bergoglio. Por primera vez en la historia hay una Co-Encíclica en colaboración. Sin embargo se ha prestado muy poca atención a la Encíclica y apenas ha sido mencionada en la prensa internacional, secular y religiosa.
La Encíclica, Lumen Fidei, que Francisco-Bergoglio ha lanzado el 5 de julio de 2013, ha pasado prácticamente desapercibida tal como algo que no ha sucedido. Por lo general, la primera Encíclica del Papa es un tema de intensa discusión. Ésta no lo ha logrado- ni siquiera a la vista del hecho de que por primera vez en la historia haya sido escrita conjuntamente por un Papa y un co-Papa. Fue apenas mencionada por la prensa internacional, secular y religiosa.
Si se sabe latín, es patente que la confeccionaron dos manos : el gárrulo Ratzinger, que se suele enrollar con palabrería y el chapucero Bergoglio, que cae en errores debido al descuido de su lenguaje.
Bergoglio, en ella, dedica siete puntos (8-14) a “Abraham, Nuestro Padre en la fe” y “La Fe de Israel“, siguiendo la persistente complacencia de Ratzinger con los judíos, e incluso tratando de encontrar un camino alternativo de salvación para ellos, a fin de que que no tengan que aceptar a Cristo como su Mesías. Aquí vemos un retoño de la errónea teología del modernista Concilio Vaticano II. Esta sección de la Encíclica está escrita, sin duda, por el projudío Ratzinger.
En el punto 52 de los 60, Bergoglio y Ratzinger dan vueltas a lo siguiente: “Pienso ante todo y en primer lugar, en la unión estable del hombre y de la mujer en el matrimonio.” ¡Vaya proclama! “Pienso” (en realidad, el original dice nosotros: Cogitemus) Aunque la prensa entiende esta frase como “reafirmación de la oposición de la Iglesia al matrimonio” gay “, no llega a decir eso con claridad. No hay aquí ninguna declaración explícita de la doctrina católica. No condena explícitamente el tema moral del día, el matrimonio “gay” y sus perversiones asociadas: lesbianismo, bisexualidad, transexualidad, transgenerismo, travestismo, y todo lo demás. El estilo del párrafo 52, junto con el respaldo al “Dios Verde” del párrafo 55, huele más a la simpleza de Bergoglio que a la pesadez de Ratzinger.
Buenos católicos, la primera Carta Encíclica de Bergoglio es más aburrida de lo habitual. En tiempos post-conciliares, estas encíclicas han llegado a ser insípidos buñuelos. Es mejor tirarlos y estudiar un ¡catecismo católico tradicional!
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