Esta conmovedora canción de Felipe Gómez nos habla del amor incondicional de un niño abortado por su madre, que a pesar de su cruel suerte, la sigue llamando: ¡mamá!
Te llamo mamá
Felipe Gómez
Felipe Gómez
Aunque tú cierres mis ojos, y no me dejes hablar;
aunque no lata mi vida, no te dejaré de amar.
Aunque mis pasos tú frenes, y no me escuches llorar;
aunque te sientas esclava, y sea mi muerte: libertad.
aunque no lata mi vida, no te dejaré de amar.
Aunque mis pasos tú frenes, y no me escuches llorar;
aunque te sientas esclava, y sea mi muerte: libertad.
Te llamo mamá, desde dentro de tu vida,
en lo más profundo.
Te llamo mamá, cerca o lejos, día o noche,
dentro o fuera de este mundo.
en lo más profundo.
Te llamo mamá, cerca o lejos, día o noche,
dentro o fuera de este mundo.
Ni Carlos o Andrés, ni Juana o Manuela,
ya me bautizaste, terrible problema…
igual te voy a amar.
ya me bautizaste, terrible problema…
igual te voy a amar.
Dices “libertad”, que tienes derecho,
más dentro de ti, mi cuerpo desecho…
igual te voy a amar.
más dentro de ti, mi cuerpo desecho…
igual te voy a amar.
Te llamo, te imploro, te grito: ¡mamá!
Aunque a mi muerte le llames: libertad.
Aunque a mi muerte le llames,
aunque a mi muerte le llames: libertad.
Aunque a mi muerte le llames: libertad.
Aunque a mi muerte le llames,
aunque a mi muerte le llames: libertad.
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