Las autoridades de Jerusalén pretenden cobrar el agua a la Basílica del Santo Sepulcro
LOS JUDÍOS Y LA AVARICIA DE SIEMPRE
Las autoridades municipales de Jerusalén han amenazado con cortar el suministro gratuito de agua a la Basílica del Santo Sepulcro, uno de los lugares más sagrados para los cristianos, y exigen el pago retroactivo, según denunciaron fuentes de la Basílica a Asia News. Añadieron que confían en que las autoridades cambien de postura, y sigan facilitando dicho servicio gratuitamente, como han hecho siempre las autoridades de Jerusalén -Reino Unido, Jordania e Israel-.
(AsiaNews/InfoCatólica) El Gobierno israelí de la Ciudad Vieja de Jerusalén, amenaza con cortar el abastecimiento de agua a la Basílica del Santo Sepulcro. Según una notificación enviada por las autoridades locales a los responsables del templo, la intención es cobrar por el acceso, antes gratuito.
Los frailes franciscanos que cuidan del templo, conjuntamente con armenios, coptos, ortodoxos y sirios, dicen que la decisión es burocrática, no política, pero de todas maneras enviaron una carta al Premier Benjamin Netanyahu. "El agua siempre fue gratuita por una decisión política y consciente de las autoridades que gobernaron Jerusalén, considerando el consentimiento a todos del derecho de visitar la iglesia de Nuestro Señor", declaró Padre Athanasius, de la Custodia de Tierra Santa.
Lo mismo hizo el gobierno británico en la Tierra Santa (1917-1948), el jordano (1948-1967) y hasta ahora los israelíes. Pero ahora las autoridades municipales israelíes han intensificado la presión y las amenazas de cortar los suministros de agua a menos que se abone un impuesto, no sólo en el futuro, sino también para toda el agua suministrada desde 1967, esto es, con efectos retroactivos.
Según uno de los frailes escuchados por el diario, el comunicado es raro. "La petición de cobro fue hecha a un ente no existente. Porque la Iglesia del Santo Sepulcro no posee una administración: desde 1852 es gestionada sobre la base del así llamado ‘Status Quo' internacional". El "statu quo" significa que los espacios, tiempo y funciones están divididas entre la Iglesia Católica, representada por la Custodia franciscana de Tierra Santa, y algunos grupos de monjes no católicos, principalmente griegos y armenios, pero también, en menor medida, coptos, etíopes y ortodoxos sirios.
Los frailes franciscanos que cuidan del templo, conjuntamente con armenios, coptos, ortodoxos y sirios, dicen que la decisión es burocrática, no política, pero de todas maneras enviaron una carta al Premier Benjamin Netanyahu. "El agua siempre fue gratuita por una decisión política y consciente de las autoridades que gobernaron Jerusalén, considerando el consentimiento a todos del derecho de visitar la iglesia de Nuestro Señor", declaró Padre Athanasius, de la Custodia de Tierra Santa.
Lo mismo hizo el gobierno británico en la Tierra Santa (1917-1948), el jordano (1948-1967) y hasta ahora los israelíes. Pero ahora las autoridades municipales israelíes han intensificado la presión y las amenazas de cortar los suministros de agua a menos que se abone un impuesto, no sólo en el futuro, sino también para toda el agua suministrada desde 1967, esto es, con efectos retroactivos.
Según uno de los frailes escuchados por el diario, el comunicado es raro. "La petición de cobro fue hecha a un ente no existente. Porque la Iglesia del Santo Sepulcro no posee una administración: desde 1852 es gestionada sobre la base del así llamado ‘Status Quo' internacional". El "statu quo" significa que los espacios, tiempo y funciones están divididas entre la Iglesia Católica, representada por la Custodia franciscana de Tierra Santa, y algunos grupos de monjes no católicos, principalmente griegos y armenios, pero también, en menor medida, coptos, etíopes y ortodoxos sirios.
Un experto de las relaciones Iglesia-Estado en la Tierra Santa en contacto con la agencia AsiaNews, ha explicado que "la cuestión de pagar por el uso pasado es manifiestamente injustificada, porque fue una elección consciente y política coherente de todos los estados sucesivos que gobernaron en Jerusalén, tanto de facto como de iure, la de ofrecer esta atención a quienes custodian y a quienes visitan el Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo"
Respecto a la posibilidad para el futuro, explicó que "nadie niega que hoy en día el suministro de agua podría ser visto como una "mercancía" por la que siempre se debe pagar un precio justo. Sin embargo, como se trata de aplicar el impuesto a la totalidad del Santo Sepulcro, habrá que llegar primero a acuerdos específicos con los diferentes usuarios en relación con la división de los costes para el consumo de agua en las zonas comunes, y además instalar separaciones en la instalación de modo que se pueda exigir que cada grupo de monjes pagar por lo que consumen. De hecho, es una operación bastante compleja jurídica y técnicamente, que pueden abordarse únicamente mediante acuerdo, y no por amenazas y advertencias, dirigidas a nadie en particular ".
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