A las 1:43 PM, por Juanjo Romero
Categorías : Laicismo
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La ola de laicismo no es exclusiva de España, y se está ensañando especialmente con las zonas católicas. Con la excusa de la sociedad multicultural, esas «organizaciones filosóficas y no confesionales» que figuran en el Tratado Europeo van ganando plazas. Ya no esconden el objetivo de eliminar la presencia pública del cristianismo como uno de los primeros objetivos.
El «Grupo de Trabajo sobre la interculturalidad» del Gobierno belga quiere que el Lunes de Pascua, el Lunes de Pentecostés, la Ascensión, la Asunción de María y Todos los Santos dejen de ser festivos en Bélgica. Con la Navidad no han podido…, todavía.
Como informa Kath.net, serían sustituidos por el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), el Día Internacional contra el Racismo (21 de marzo) y el Día Mundial de la Diversidad Cultural el 21 de mayo.
¿Os recuerda a algo? Venga, ayudo. Primero se cambian los nombres a los meses: Vendémiaire, Brumaire, Frimaire…; luego se entroniza la Diosa Razón y después se le ofrece sacrificios humanos, siempre en nombre de la Revolución, desde luego.
En su descargo hay que decir que los católicos ayudamos bastante, y si dejamos que nos impongan revoluciones desde arriba allá nosotros. El voto es libre, y como libre, responsable.
Los frentes empiezan a ser muchos y variados, desde lo del Valle de los Caídos, hasta el intento de quitar el Domingo como día obligatorio de descanso.
El enemigo no sólo está fuera. Y es enemigo, no adversario.
No me extraña que Bélgica termine desapareciendo como país.
El «Grupo de Trabajo sobre la interculturalidad» del Gobierno belga quiere que el Lunes de Pascua, el Lunes de Pentecostés, la Ascensión, la Asunción de María y Todos los Santos dejen de ser festivos en Bélgica. Con la Navidad no han podido…, todavía.
Como informa Kath.net, serían sustituidos por el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), el Día Internacional contra el Racismo (21 de marzo) y el Día Mundial de la Diversidad Cultural el 21 de mayo.
¿Os recuerda a algo? Venga, ayudo. Primero se cambian los nombres a los meses: Vendémiaire, Brumaire, Frimaire…; luego se entroniza la Diosa Razón y después se le ofrece sacrificios humanos, siempre en nombre de la Revolución, desde luego.
En su descargo hay que decir que los católicos ayudamos bastante, y si dejamos que nos impongan revoluciones desde arriba allá nosotros. El voto es libre, y como libre, responsable.
Los frentes empiezan a ser muchos y variados, desde lo del Valle de los Caídos, hasta el intento de quitar el Domingo como día obligatorio de descanso.
El enemigo no sólo está fuera. Y es enemigo, no adversario.
No me extraña que Bélgica termine desapareciendo como país.
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