sábado, 19 de febrero de 2011

UNA BREVE CONVERZACIÓN

 Febrero 20-11.

El Pentateuco:
1 Génesis
2 Éxodo
3 Levítico
4 Números
5Deuteronomio
Libros Históricos:
6 Josué
7 Jueces
8 Rut
9 1 Samuel
10 2 Samuel
11 1 Reyes
12 2 Reyes
13 1 Crónicas
14 2 Crónicas
15 Esdras
16 Nehemías
17 Ester
 
Poetas:
18 Job   
19 Salmos
20 Proverbios      
21 Eclesiastés
22 Cantares
 
Profetas Mayores:
23 Isaías
24 Jeremías
25Lamentaciones
26 Ezequiel
27 Danie
Profetas Menores:
28 Oseas
29 Joel
30 Amós
31 Abdías
32 Jonás
33 Miqueas
34 Nahum
35 Habacuc
36 Sofonías
37 Hageo
38 Zacarías
39 Malaquías
 
Evangelios:
40 Mateo
41 Marcos
42 Lucas
43 Juan
 
Historia de la Iglesia:
44 Hechos
 
Cartas Paulinas:
45 Romanos
46 1 Corintios
47 2 Corintios
48 Gálatas
49 Efesios
50 Filipenses
51 Colosenses
52 1 Tesalonicenses
53 2 Tesalonicenses
54 1 Timoteo
55 2 Timoteo
56 Tito
57 Filemón
 
Otras Cartas:
58 Hebreos
59 Santiago
60 1 Pedro
61 2 Pedro
62 1 Juan
63 2 Juan
64 3 Juan
65 Judas
 
Profecía
66 Apocalipsis





¡ Hay días...y días ! hoy es uno de esos días que cuando terminan te quedas pensando en todo lo lo vivido por gracias de Dios , aunque normalmente en mi caso las cosas pasan en forma tan rápida que casi me son inadvertidas, hoy  me ocurrió lo contrario debido a una converzación breve con una señora quien me dijo algo que me quedó rondando en la cabeza :
Mire me dijo yo voy a misa soy católica ( no le pregunté a a que lugar ) y le voy a contar algo confidencial, llevo conmigo un cuaderno y una lapicera, ¿ sabe que hago ? , no sé le digo ..a lo mejor copia algunos cánticos... o alguna cita bíblica para después en su casa meditarla o verla nuevamente en las santas escrituras , le conteste, noo me responde , yo anoto todos los números que escucho, salmos , citas etc., luego voy y los juego en la lotería , a que no sabe me dice, ¿ como , que dice  que va a misa para anotar los números y jugarlos en la lotería ?( respondo), y me responde  con alegría hasta eufórica diría, sii y le digo más , gano siempre




   Ella está convencida  que nuestro Señor la ayuda de esa forma cuando va a misa , me faltaron las palabras al oír esto solo atiné a preguntarle si se confesaba y si   lo había comentado , me dijo que sí y que el sacerdote le había dicho que no estaba bien lo que hacía , pero lo hago siempre porque me gano unos pesos me sigue comentando. Todo esto me dejó perplejo solo le dije que rezara mucho y que tuviera cuidado porque también puede ser que el demonio la estuviera engañando , haciéndola pensar que Dios estaba ayudandola de esa forma y hacer que fuera a misa solo para poder ganar  la quiniela , perdiendo todo el verdadero sentido de ir a una misa alejándola de la fe, bueno estuve a punto de reaccionar mal pero gracias a Dios me acordé , que, en la noche anterior hablando de Dios con un amigo me dijo algo que quedó grabado en mí, me decía , si ves con la claridad que nos da Nuestro Señor y criticas a alguien por sus errores , o estas en pleno combate en defensa de la fe no te olvides de practicar las virtudes  que nos da Él Señor , entre ella las de la caridad . 

¿Por qué algunos parecen tomar posiciones de liderato naturalmente y otros no? ¿Por qué es que algunos son naturalmente atrevidos y audaces y otros no? ¿Por qué es más fácil hablar con algunos y con otros no? ¿Por qué a algunos se le hace más fácil trabajar largas horas y otros se ven más cómodos hablando por largo tiempo? Se trata de diferentes “personalidades”... inclinaciones naturales prendidas a tu ser.

Jesús describe a los miembros del reino de los cielos como diferentes tipos de peces en una red. "Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red que, echada al mar, recoge toda clase de peces.” (Mateo 13:47) En la red de Dios, hay diferentes tipos de personas (peces), cada uno con una personalidad única. Dios ha diseñado el reino de los cielos a ser un crisol de diferentes personalidades—cada una con fortalezas, diseñadas para edificar la iglesia, la cual es el cuerpo de Cristo (Efe. 1:22-23). ¡Dios le ha dado a cada individuo un talento! San Pablo dice en Rom. 12:6-8, “Tenemos, pues, diferentes dones, según la gracia que nos es dada: el que tiene el don de profecía, úselo conforme a la medida de la fe; el de servicio, en servir; el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con generosidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.” Lo que tenemos que sea bueno Dios nos lo ha dado (Rom. 12:3), y lo que es útil para la Iglesia de Dios no debe ser ignorado o echado a un lado, sino usado para la gloria de Dios! No todos los miembros tienen el mismo cargo (Rom. 12:4), ¡pero cada uno tiene su propia función! Unos tienen una tarea, otros otra. Cada uno da beneficio al cuerpo de Cristo en su propia manera como Dios lo ha organizado (2 Co. 12.18). Cada rasgo en cada miembro nos ayuda a ser seres más completos. ¡Cada talento tiene el potencial de instruirnos a madurarnos! ¡Un líder nos enseña guiar y el siervo nos enseña a servir! Como miembros de la familia de Dios somos llamados a hacer el bien y servir la casa de Dios. ¡Cada uno de nosotros es esencial al crecimiento del cuerpo de Cristo! ¡Tú eres esencial! ¡Glorifica a Dios con tus talentos!

Asi que por lo cual hace que amemos a Dios por sobre todas las cosas por el mismo  a nuestro projimo como a nosotros mismos por amor a Dios.
1823 Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo (cf Jn 13, 34). Amando a los suyos “hasta el fin” (Jn 13, 1), manifiesta el amor del Padre que ha recibido. Amándose unos a otros, los discípulos imitan el amor de Jesús que reciben también en ellos. Por eso Jesús dice: “Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor” (Jn 15, 9). Y también: “Este es el mandamiento mío: que os améis unos a otros como yo os he amado” (Jn 15, 12).
1824 Fruto del Espíritu y plenitud de la ley, la caridad guarda los mandamientos de Dios y de Cristo: “Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor” (Jn 15, 9-10; cf Mt 22, 40; Rm 13, 8-10).
1825 Cristo murió por amor a nosotros cuando éramos todavía “enemigos” (Rm 5, 10). El Señor nos pide que amemos como Él hasta a nuestros enemigos (cf Mt 5, 44), que nos hagamos prójimos del más lejano (cf Lc 10, 27-37), que amemos a los niños (cf Mc 9, 37) y a los pobres como a Él mismo (cf Mt 25, 40.45).
El apóstol san Pablo ofrece una descripción incomparable de la caridad: «La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta» (1 Co 13, 4-7).
 catecismo
1826 Si no tengo caridad —dice también el apóstol— “nada soy...”. Y todo lo que es privilegio, servicio, virtud misma... si no tengo caridad, “nada me aprovecha” (1 Co 13, 1-4). La caridad es superior a todas las virtudes. Es la primera de las virtudes teologales: “Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad” (1 Co 13,13).
1827 El ejercicio de todas las virtudes está animado e inspirado por la caridad. Esta es “el vínculo de la perfección” (Col 3, 14); es la forma de las virtudes; las articula y las ordena entre sí; es fuente y término de su práctica cristiana. La caridad asegura y purifica nuestra facultad humana de amar. La eleva a la perfección sobrenatural del amor divino.













CUANDO DIOS QUIERE, NO TIENE MODO!

Una señora muy pobre telefoneó para un programa cristiano de radio pidiendo ayuda.

Un brujo del mal que oía el programa consiguió su dirección, llamó a sus secretarios y ordenó que compraran alimentos y los llevaran hacia la mujer, con la siguiente instrucción: Cuando ella pregunte quien mandó estos alimentos, respondan que fue el DIABLO!

Cuando llegaron a la casa, la mujer los recibió con alegría y fue inmediatamente guardando los alimentos que le llevaron los secretarios del brujo.

Al ver que ella no preguntaba nada, ellos le preguntaron: ¿La señora no quiere saber quién le envió estas cosas?

La mujer, en la simplicidad de la fe, respondió:- No, mi hijo.. No es preciso. Cuando Dios manda, hasta el diablo obedece!

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