l. El corazón de Santa Catalina ardía del
fuego del amor de Jesucristo. Abrasaban las llamas de este amor en su
celo por la salvación de las almas, en su compasión por los pecadores,
los pobres y los enfermos y tu corazón ¿a quién pertenece? ¿A las
riquezas y a los placeres? Entonces es insensible al lamento de los
pobres y a las inspiraciones del amor divino. ¡Señor! haced que os ame a
Vos solo, y si amo algo más que lo haga por Vos. Dadme un corazón que Os ame. (San Agustín).
II. Presentóle el Señor dos coronas, una
de oro y otra de espinas, y la Santa eligió la de espinas, diciéndole
que quería reproducir en ella la Pasión de su divino Maestro y gozarse
en las penas y sufrimientos. Tú, en cambio, quieres en esta vida rosas y
placeres; pronto se marchitarán las rosas y te quedarán espinas para
toda la eternidad; porque es difícil gozar los bienes de este mundo y los del cielo. (San Jerónimo).
III. El pensamiento continuo de la
presencia de Dios la hizo salir victoriosa de todas sus tentaciones.
Recogíase interiormente pensando en la Pasión de Jesucristo, en los
castigos de los condenados y en su propia nada; estas consideraciones
tornábanla insensible a las persecuciones de los hombres y hacíanla
invencible a los asaltos del demonio. Piensa en Dios y en las verdades
eternas, y nada temas ni desees en este mundo. Ahora no piensas sino en
la tierra, por que tu tesoro y todas tus esperanzas están en la tierra y
no en el cielo. Tu corazón y tu espíritu estarían en el cielo si allí estuviese tu tesoro. (San Euquerio).
Meditar sobre la Pasión
Oración Colecta:
Haz, oh Dios omnipotente, que al celebrar el natalicio de tu Virgen Santa Catalina, nos alegremos con su festidad anual, y aprovechemos con el ejemplo de tan gran virtud. Por Jesucristo Nuestro Señor.
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